lunes, 29 de junio de 2009

LOLA CONTABLE

Las suegras tienen muy mala prensa, ¿a qué sí? Yo cuando conocí a la mía pensé “¿De dónde puñetas se habrá caído esta mujer?... Pues no, que la señora en cuestión sabía más que todos nosotros juntos, lo que pasa es que tuvieron que acontecer muchos años después para que vuestra Lola se percatara o percatase que era exactita a su santa suegra ¿En qué, os preguntaréis? Sentaros que os lo cuento... ¿Un chupito Cazalla?

Mi suegra es una señora muy señora que su marido, el mismo mismamente sin ayuda de nadie, la definió como la perfecta insolvente ¡Pobrecita mía! Todo porque tenía su mundo interior perfectamente definido como yo tengo el mío. Sus hijos andaban locos porque ella hablaba y hablaba menos de lo que no hablaba ¿De qué no parlaba? ¡Hijos míos! De su gran secreto.

Ya sabéis que todas las familias tienen sus claros y oscuros, y la de mi Pepe por muy buena familia que fuera no iba a ser menos... Perdonad un momentito que ha venido mi Pepe para que le cosa un calcetín, ahora continuo... Ya, como os iba contando, el caso es que doña Concha no soltaba prenda, era un tema tabú que ella inteligentemente, y sin despeinarse supo conducir con gran maestría ¡Mirad! En eso somos distintas porque a mí lo que de verdad me falló, me falla y me fallará es la contabilidad. No se puede estar diciendo veinticinco y a los diez minutos veintiocho, y lo que es peor, mañana decir que diecisiete ¿Quién me va a creer? Ni el difunto novio de Celia Gámez.

Pero bueno, sé que estaréis nerviosos por saber la mota negra de mi suegra, ¿eh? Fijaros, me da vergüenza hasta decirlo yo ¡Su edad! Sí, hijos, sí, mi suegra tenía encerrados a cal y canto los años que tenía.
¡Qué barbaridad! pensaréis, pues no ¡leches!, a nadie le importa si tienes 20 u 80 y lo que es peor ¡Anda que no hay groseros por el mundo! que no se acuerdan de ti para nada, pues bien, parece que el día de tu cumpleaños, todos hacen enmienda de educación y te llaman para decirte “Feliz cumpleaños”, y no contentos con eso te preguntan “¿Qué edad cumples Mari Loli, bonita? Y, si aún te quieren fastidiar más, te dirán “No los aparentas, estás igualita que ayer”. Pero, ¿a quién demonios van a engañar, coño? Si yo me veo la cara todos los días, y sólo me falta un llanto emocional o aullar si es de noche… ¡Qué lástima! Yo no me acordaba que a principios de verano el sopla tubos de Peluche me preguntó la edad y yo en un delirio de sofocos le dijera que treinta y siete y, justamente antes de ayer, volviera a la carga y le dijera cuarenta y uno, y hoy le haya contado que treinta y nueve... Bueno, la orquilla como dirían los políticos no es muy grand,e pero claro al rato de decir eso, llegó Anticristo y me puso entre la espada y la pared.
-Mami, no lo niegues, estamos solos y no se lo voy a decir a nadie. Hoy es tu cumpleaños ¿Qué edad es la verdaderamente lógica y real que cumples?- Como veréis este niño mío es muy redicho hablando, se parece a su padre.
-Hijo, si te pones así, te lo diré pero, por favor, confío en tu discreción. ¿Vale?
-Sí, mamá, pero venga, suéltalo de una vez.- ¡Ojj! Esta juventud siempre con prisas.
-Treinta y cuatro.- Os lo prometo que lo dije sin pensar porque si lo pienso, me da la risa floja. Al niño le impactó tanto, que salió chillando “Mamá se ha vuelto loca, mamá se ha vuelto loca...”

La que se armó. La edad de Peluche no coincidía con la que sabía Anticristo, ni la que ponía en el DNI y menos la que supuestamente conocía mi Pepe. La solución era llamar a su abuela, mi madre, que está peor que una jaula grillos, y les dijo que “sesenta o así”… ¡Vaya madre que tengo! Así no me hace falta madrastras; la mía peor que la de Cenicienta.

Siguen en cónclave, discutiendo mi edad; yo me largo a comprar una agenda donde voy a anotar todo lo que digo ¡Es que me desdigo! Pero antes de largarme, descolgaré el teléfono por que Mari Pili está al caer y ella sí que lo sabe y lo que es peor ¡La encanta su edad! Qué aberración.

PD. ¿Sabéis lo qué es la edad? Lo que queda después de cumplir años... claro como yo me niego a cumplir pues no tengo nada… Ya lo dice mi Pepe que mi cabeza está hueca. Pero eso no me produce tristeza, lo que verdaderamente me hunde es que después de este teje y maneje de años que me traigo ¡Fijaros! Aún soy capaz de acordarme de los que en verdad sin flujos ni artificios yo misma mismamente tengo... Una pena-
Ah, prohibido decirme que estoy estupenda –eso ya lo sé-, ni preguntarme qué años tengo; ojo al dato.

jueves, 25 de junio de 2009

LOLA EN LA PLAYA

-¿Lola, damos un paseo por la playa?
-¡Genial! El estiramiento de los músculos con la brisa marina serán beneficiosos para mi juventud, Pepe. Vamos…
-¿A dónde?
-¿No has dicho que demos un paseo por la playa con tufillo marinero?
-Sí… ¿Pero has visto cómo vas?
-Espera que me miro… Voy estupenda de la muerte, con pamela y traje de baño. Como las ricas de mi pueblo.
-Lola llevas bolso y encima de lentejuelas.
-¿Y? Elegante, pero informal.
-Lola no me seas ridícula y deja el bolso.
-Ni hablar del peluquín. Me lo pueden robar. Además, dentro llevo mis chismes.
-¿Qué chismes llevas para dar un paseo entre la arena y el mar?
-Azúcar para las agujetas por si en el paseo me resiento. Tiritas por si me hago alguna herida, agua por si me entra sed. El trapo del volvo. El…
-¿El trapo del polvo? Lola deja el bolso.
-Bueno, no es un trapo sino un plumero plegable.
-Peor me lo pones. Deja el bolso, Lola.
-No. Eres muy delicado y te puede molestar la arena. Yo te la quito con el plumero.
-Lola, deja el bolso.
-No me da la gana. ¿Te has visto tú cómo vas?
-¿Qué me pasa?
-Vas a pasear con zapatos de invierno y calcetines? Al menos quítate los zapatos y ponte las sandalias de goma. Eso sí, no te quites los calcetines, no vaya a ser que cojas frío.
-Lola, estamos a treinta y cinco grados.
-Entonces que haces con zapatos y calcetines en la playa?
-Lo que me da la gana. Vamos…
-Vamos… ¡Anda! Mira Pepe a Josito y Paquito. ¿Qué hacen paseando con unas sillas de la mano?
-Mis amigos son prácticos. Si se cansan, se sientan.
-Pepe vete a por nuestras sillas. Yo también quiero.
-Lola, no voy, es incomodísimo pasear así.
-Pepe vete a por las sillas… ¡Ah! ¿No son Mari Pili y Aurorita, aquellas?
-Sí, creo que sí.
-¿Qué llevan en los hombros?
-No tengo prismáticos, Lola.
-Pues también vete a por ellos…Y trae las toallas y las cremas… ¡Ah! Y los periódicos.
-¿Para qué necesitas todo eso, Lola, si estamos paseando?
-Para llevar más cosas que ellos.
-Lola, cada vez estás más cencerro.
-Pepe, no me discutas y vete. Yo te espero aquí. Por cierto, se me olvidaba, trae la sombrilla.
-¿La sombrilla para pasear?
-Sí, las ricas de mi pueblo pasean con parasol. ¿Has visto las fotos de cuando veraneaba Alfonso XIII? Las damas iban con sombrillas. Yo, también. De paso, trae la nevera con los víveres. En el camino nos puede entrar hambre. ¡Ah! Y las chaquetas y ls chubasqueros.
-Yo creo que mejor te traigo la maleta, también, y así paseamos más completos.
-Gran idea, pepe. Vete, yo te espero.
-Sí, espérame. Ahora vuelvo. Tardaré una hora, hora y media.
-¿Tanto, Pepe?
-Sí, Lola, en lo que me doy un paseo yo solito tan a gusto. ¡Hasta luego!
-… Pero Pepe…

martes, 23 de junio de 2009

LOLA Y MARI PILI ENFERMAS

-Yo esto no lo aguanto, Mari Pili. Es más, me voy a poner a escribir cartas con tal furia, coraje y arrojo, que se me va a terminar la tinta. Por Dios, si sólo se ve grasa… Mira qué jamones…
-¿Dónde, cuándo, cómo, Lola?
-¿Ya estamos, Mari Pili? Céntrate cuando te hablo porque ves un escaparate con bolsos y no me haces caso. Lo tuyo es enfermedad, nena. Mírate, has salido a la calle con tres bolsos.
-Es que si no los saco en tríos, no me da tiempo a exhibirlos, Lola. Tengo tantos que…
-Eres una exhibicionista, claro que yo también enseño lo mío… Puerca miseria. ¿Sabes por qué estoy tan gorda? Por mis estados ansiolíticos, Mari Pili.
-Lola no confundas. Lo mío es un exhibicionismo estético divino y lo tuyo es… eso.
-¿Qué es eso, Mari Pili? Porque si hablas de mi grasa corpórea he de decirte que voy a tomar medidas drasticas aunque elásticas. Tampoco hay que ser extremista... ¿Por qué han variado los cánones de belleza, leñe? Con lo que gustaban a los hombres la mujeres jamonas, coña. Estoy hasta la cresta de la chepa de los vestidos vaca… Hacen más gorda si cabe a una que ya no puede estar más gorda, ¿no te das cuenta que al menos te aumentan cincuenta kilos, Mari Pili?
-No sé si cincuenta, pero estás como dos mesas camilla juntas. Te empeñas en seguir la moda y… Un cromo, estás hecha un adefesio, Lola. Una amiga ha de decir la verdad.
-Gracias, querida amiga. Me acabas de hundir.
-Pues ten cuidado porque con tu peso, no flotas.
-Voy a escribir ahora mismito a la ministra de la moda, a los modistos, a la conferencia episcopal y a Sarcozy.
-¿A alguien más, Lola? Vaya sopa de verduras que acabas de hacer.
-Al Papa, al presidente del gobierno y a la oposición. Dame lápiz y papel, Mari Pili, que comienzo… Comenzaré con la Iglesia. Es una lujuria esta moda, es ofender al cielo con estos tipazos que nos hacen los vestidos vaca... Si es que no nos miramos con ojos y así vamos.
-Eso…
-A la ministra del ramo para que no dé más subvenciones para telas. Si no tienen materia, los modistos harán los vestidos estrechos, ¿no?
-Sí, sin duda, Lola.
-Al presidente para que añada a sus locuras la prohibición de vender vestidos vaca.
-¡Fenomenal, Lola! Más…
-Y a la oposición para que por una vez, y sólo por una vez, dé la razón.
-Muy bien, Lola.
-Ah, se me olvidaba Sarkozy para que obligue a la Bruni a ponerse burka. Ella es un insulto a la mujeres rellenas… ¿Me queda alguien más, Mari Pili?
-Sí, Lola.
-¿Quién me falta?
-Las tiendas de alimentación… Escríbelas para que no te dejen entrar a comprar comida.
-Mari Pili…
-¿Qué, Lola?
-Yo estaré enferma de grasa, pero tú estás enfermísima… Te acabas de colgar dos bolsos más. Llevas puestos cinco… Lo tuyo es una persecución… Anda vamos al mercado a por fruta. Eso no engorda.
-Déme dos kilos de tomates y dos de melocotones, por favor… Lola ayúdame con las bolsas.
-Voy… ya está. Vamonos.
-¿Pero que llevas ahí, Lola?
-Pues la fruta, Mari Pili.
-Lola, Lola… Ya empiezas. Yo he comprado dos bolsas y tú llevas cinco. Las has robado.
-¿Yo? Tú me has dicho que cogiera las bolsas y yo lo he hecho… Eso, sí, todas las que había… Mira, sentémonos en el bordillo y lo repartimos. Un pepino para ti… ¿El pepino no engorda no? Pues yo me quedo con tres… Una sandía para ti, dos para mí porque tampoco engorda…. Nos ha salido la comprar barata, verdad, Mari Pili?
-Corre que viene el frutero…
-Ya estamos… Espérame Mari Pili que me falta repartir los melones…
¡Puerca miseria!, allá va corriendo como un gamo, ahora, el día que libere mi ansiedad ansiolítica, me voy a quedar que Sarkosy se va a creer que soy la Bruni.

sábado, 20 de junio de 2009

LOLA Y LOS CHUCHOS

-Ay qué alegría, Señor... Gracias Santa Críspula, San Cucufato, San Pedro y todos los santos... Pepe eeeeeeeeeeee...
-¿Qué son esas voces, Lola? Pareces la chica de la plazuela.
-Qué cariñoso eres, Pepe. En fin, dónde no hay, no se puede pedir... Mira...
-¿Miro el qué, Lola?
-Que mires, ¿no ves? Te recuerdo que la cegata soy yo.
-No, no veo nada, sólo hierba.
-Pero Pepe, ¿no lo ves? Un perrillo chiquitín... Hemos sido padres, Pepe.
-¿De un perro? Reniego de ese tipo de paternidad. Me voy a leer el periódico.
-Vete, vete. Seré madre soltera. Ahora cuando te llame el juez para el análisis de paternidad nos veremos las caras.
-Lola, por Dios, deja de delirar. Me voy a leer el periódico.
-Qué obsesión con leer mentiras. Si soy más divertida que el periódico, Pepe... Anda vete a ver a nuestro nuevo hijo si tiene pito o tetillas, voy preparando la bañera.
-Lola vete a entregar el perro a su dueño ahora mismo.
-Y un jamón, Pepe. El Señor me ha puesto esta criaturita en mi camino y seré responsable.
-¿Cuántas veces te he dicho que no quiero perros? Ya tuviste a Pepe Perro.
-... El Señor le tenga en su gloria... Ahora me manda un repuesto, Pepe.
-Lola..., no me desquicies.
-Pepe vete, no te causaré problemas. Ahora mismo llamo a la ministra de igualdad para que me lea mis derechos...
-Llama, llama, es una mujer muy locuaz.
-Torres más altas han sucumbido a mis encantos natos... ¿Bibi, por favor?... ¿Cómo dice? Pregunto por la señora ministra, quiero que me lea los derechos de las madres solteras... ¿Qué está ocupada? Y a mí qué. Acabo de ser madre soltera y el padre no se responsabiliza... ¿Qué? Mi hijo es un ser vivo, en formato perro, pero ser vivo. ¿Tengo indemnizaciones, descuentos, guarderías, seguridad social?... Oiga, Oiga... Me ha colgado... Pepe...
-¿Qué, Lola?
-La ministra no se ha querido poner y la subalterna me ha colgado.
-¡Aleluya!, a ese ministerio le está entrando el juicio.
-Ya, mucho juicio, ¿pero a mí y a mi hijo, bueno, o hija, aún no sé su sexo, quién nos ampara?
-Lola vete a hacer la cena.
-Machista, no me da la gana.
-Tengo hambre, Lola.
-Me declaro impotente, Pepe... Ah, también me declaro... ¿Qué me puedo declarar? Déjame pensar...
-... Peripatética, ¿tal vez?
-Lo que quieras, no soy racista ni con los pirados, pero tú te quedas sin cenar... Ven chiquitín, ven con Mami. Ya verás, te voy a dar una cervecita fresca, hace mucho calor. Es la única que le queda a Pepe, pero no le importará que te la tomes tú…

miércoles, 17 de junio de 2009

LOLA Y MARI PILI MARINERAS

-Buenas, caballero. Mi amiga y yo queremos alquilar un yate amarillo.
-Lola, no es un yate; es un patín a pedales.
-Mari Pili, anda, ponte gafas. Eso es un yate..., bueno, digamos que es un velerito.
-Señora, yates no alquilo y menos amarillos, tampoco veleros... El siguiente, por favor.
-Un momentito... denos un chisme de esos..., pero en amarillo, ¿eh?
-¿Saben cómo funciona?
-Un poquito de por favor: mi amiga y yo tenemos carné de conducir.
-Señora, estos patines de agua son a motor; un niño de cinco años lo puede manejar y un mayor, destrozarlo.
-No es nuestro caso, caballero. Nosotras hemos nacido con el volante en las manos.
-Lola, acuérdate cuando chocamos con la vespino contra la tapia del colegio.
-Calla Mari Pili; la culpa fue del otro.
-¿Qué otro Lola? Sólo estábamos nosotras.
-Calla, calla, no me lo recuerdes que tengo la cabeza en barbecho.
-¿Qué? ¿Se deciden o no?
-Sí, claro que sí... Mari Pili trae los bocadillos y las bolsas de plástico. ¿Cuánto le damos, joven?
-Veinte euros, Señora.
-¡Jesús!, qué caro... Menos mal que es para todo el día.
-Señora, son las once de la mañana, a las once treinta las quiero ver aquí.
-Tranquilo, nosotras a las seis se lo devolvemos, hemos de regresar con nuestros maridos. Somos buenas esposas porque vamos a por tabaco, pero volvemos, somos así de idiotas.
-Señora, que no se entera. Que digo que a las once treinta, es decir, dentro de media hora aquí.
-¿Cómo? Nosotras vamos a navegar, a comer en alta mar, a bañarnos sin paparazzis...
-Lo que usted quiera, pero en media hora.
-Mari Pili corre, date prisa... Tú conduces y yo voy sentada con los bocatas y las bolsas.
-Lola yo no sé funcionar este trasto.
-Por dios, Mari Pili, si es para niños. El hombrecillo ha dicho que el mando no tiene perdida: para adelante, para atrás y, luego, de izquierda a derecha procurando siempre avanzar. ¿Enterada, Mari Pili?
-Pues no, Lola.
-¿Ves aquel yate en el que se están bajando árabes vestidos con sotana?
-Sí.
-Pues a por ellos, grumete Mari Pili, tu capitana te ordena surcar las aguas. Con un poco de suerte les vendemos tu Termomix.-Ayyyyy, Lola, este cacharro parece la noria... ¿qué hago?
-Y yo qué sé Mari Pili; sé mucho, pero a tanto no llego... Digo yo que en algún momento se enderezará este chisme... ¿Quieres un bocata de salchichón, mientras?
-Lola toma tú el mando y yo reparto bocadillos.
-Anda, trae... Ábreme una latita de cerveza. ¡Fíjate, Mari Pili, cómo avanzamos ! ¿Ves qué fácil?
-Lola vamos para atrás...
-Lo importante es moverse. Tú mira para atrás para que no choquemos con nada... Ay, nunca pensé en el placer que me proporciona un volante náutico, qué bien se me da.
-Looooooooooooola, que nos comemos a los árabes...
-Pepe soy Lola. Que digo que nos vamos a retrasar un poco.
-¿Dónde estáis?
-No sé, Pepe... Digo yo que en alta mar; hay mucho agua y unos árabes que nos miran con cara rara, rara.

lunes, 15 de junio de 2009

LOLA Y JUANA LA LOCA

-Mari Pili, tengo una duda existencial sobre tu persona.
-No tengo secretos para ti, Lola. Dispara.
-¿Qué sabes sobre Historia y Geografía de España?
-Lola esa es tu especialidad. Te recuerdo que yo estudié Derecho.
-Derecho torcido, más bien... ¿Y de geografía más allá de Valladolid para abajo?
-Mujer... Majadahonda y su histórico mercadillo, que sin ser medieval, tiene una concentración de chollos por metro cuadrado superior a la media y cuyo objetivo es saciar a la jet empobrecida..., como tú y yo por ejemplo, bueno, ricas nunca hemos sido, pero como somos tan glamorosas, se nos confunde.
-Muy bien, Mari Pili, muy bien, estás hoy sembrada... Y ahora, ¿quién fue Juana la Loca?
-Prima carnal tuya, Lola.
-Has errado, pequeña saltamontes. La Juana se volvió loca por culpa de Felipe el Guapo. Yo no he necesitado de aditamentos. Yo misma mismamente me he bastado.
-Pobre de su madre, Doña Isabel la Católica, ¿verdad, Lola?
-Mira, podíamos ir a darla el pésame. Estos detalles siempre los agradecemos las madres. Oye, y conocer a una reina en su castillo es de mucho postín, ¿verdad?... Me estoy dando cuenta que nos tendremos que vestir de princesas...
-Eh, para Lola. Me acabo de perder.
-Mira que te digo que cuando hables conmigo lleves un plano aunque sea el del metro... A ver, ¿dónde te perdiste?
-¿Quién se ha muerto? ¿A quién vamos a dar el pésame? ¿A dónde vamos a ir?
-Guapa, no es que te hayas perdido, es que ni has empezado a perderte, Mari Pili... Atenta que comienzo... Se ha muerto la Juana y vamos a dar el pésame a su madre al castillo de la Mota. ¿Qué te parece?
-¿No vamos un poco tarde, Lola?
-Mari Pili, no hace falta que vayamos hoy, podemos ir mañana.
-¿Lola sabes cuándo se murió la Juana?
-No sé, acabo de leer su esquela en un libro de historia... Se murió de amor, qué bonito. A mí estas cosas me emblandecen... Estoy pensando, ¿Paquito y Pepe se morirían de amor por nosotras, Mari Pili?... Estoy pensando, qué liberación...
-¿Liberación de ellos o de ellas?
-Ellos, Mari Pili, por supuesto ellos. Irían al cielo a descansar. Ellas, en cambio, serían, seríamos, unas inconsolables viudas... Mira, estoy pensando... Búscame el teléfono de Felipe.
-¿Qué Felipe, Lola?
-El guapo, el viudo de la Juana, para preguntarle qué se siente y hasta cuándo dura la pena... Yo es que no he nacido para estar triste... Ah, también busca de paso el teléfono del castillo de la Mota para pedir la venia a la reina.
-Lola...
-… Ya sé, no me lo digas, te lo digo yo: leer aquello que no sea sobres de sopas y el papelito de las instrucciones de los supositorios, altera mis neuronas que, al no funcionar habitualmente, se disparan… ¿A qué sí, Mari Pili? Pues no, mona. Mi problema es la centrifugadora que llevo dentro del cerebro. Mezclo, bato y… Ahora, también te digo que cada día me noto más culta, más inquieta… ¿Llamamos?
-¿A quién, Lola?
-Al guaperas, a la Mota y, si no te cogen el teléfono, llama directamente a su majestad. Dila que mañana vamos y que Dios tenga en su gloria a su hija,
-Lola, me voy a comprar el pan es tarde… Mañana llamamos.
-Vale, mira una panadería, entremos.
-¿El siguiente?
-Yo… Déme veintisiete barras de pan.
-¡Ozú!, éste se lleva la panadería entera y te quedas sin pan, Mari Pili… Oiga, señor, ¿nos revende una barra? Es que tanto pan es malo. Se va a meter demasiada masa en el cuerpo.
-No me da la gana.
-¡Leches!, el pirado del otro día, Mari Pili… ¿Cómo se llamaba? Lo tengo en la punta de la lengua y no me sale…
-Justiniano, Cleopatra.
-No soy Cleopatra, me confundes… Soy Dolores, pero llámame Lola, suena más…, ya sabes.
-Suena a faraona.
-Sí, pero ésa era Lola Flores. Yo, simplemente Lola… Bueno, ¿me revendes o no una barra? Tenemos prisa.
-Lola déjalo. Es que veo que le vuelve a dar el ataque como el otro día.
-Tranquila, Mari Pili, hoy tengo dominada la situación… ¿Qué, Justiniano, hace la reventa?
-Te vendo todas, Cleopatra.
-Un poquito de por favor, Justiniano. Una cosa es que esté mi cuerpo más o menos grueso y otra que me quieras cebar con pan.
-Todas he dicho.
-Que no quiero todas, cabezota. Una, además aquí el pan es malo. ¿Cerramos el trato, Justi?
-Nooooooooooo…
-Mari Pili, vamonos que ya comienza…
-Te lo dije, está más pirado que Juana la Loca y tú juntas… Cooooooooorre, que viene tirándonos las barras de pan.
-Justiniano para que soy prima directa de Juana la Loca y te denunc… Qué barrazo me ha dado… Pues mañana, Justi, no te llevo al castillo de la Mota. Hala, me has cabreado.
-Mira Lola, se ha parado.
-Claro, se le han terminado las barras de pan, no te fastidia.
-Cleopatra espera. ¿De verdad me llevas al castillo de la Mota?
-¿Y mi barra de pan? ¿Y los barrazos que nos has dado, qué?
-Lola, déjale, está zumbadísimo.
-Anda, porque soy inmensamente buena, Justiniano… Dame tu teléfono y cuando localice a Isabel la Católica te llamo para ir a la Mota.
-Cleopatra te esperaré siempre…
-… Pero sentado, Justiniano.

viernes, 12 de junio de 2009

LOLA Y LOS PANTALONES DE MARI PILI

-Lola mira que pantalón más happy Business. Fíjate lo había soñado y, ya ves, aquí está.
-¿Happy Business, dices? Anda que no eres repollo. ¿Acaso me quieres demostrar que sabes alemán, Mari Pili? Que no nos conocimos ayer, guapa.
-… Inglés Lola. Sé Inglés, francés…
-Yo, el checo lo domino, es más, es el que utilizo habitualmente con Pepe. Claro, luego él me dice que no me entiende. Ahora el que se me da de mimo es la lengua dormida… Duermo y sigo hablando.
-…La envidia te corroe, siempre quieres ser más que yo. No te aguanto. Voy a probarme mis happy Business. Tú mira mientras a ver si encuentras algo aunque lo dudo con el cuerpo de torrezno que tienes.
…Pero qué piojo malayo es mi amiga Mari Pili compararme con un toro, torrezno, ¿qué me ha llamado?… Ya veras, voy a buscar unos Besines como los suyos, seguro que me quedan mejor a mí…

-¿Mari Pili dónde estás?
-En el tercer probador, Lola Los happy me quedan de muerte, pero de muerte por impresión cáustica… Fíjate Lola, ¿a qué me hacen cuerpazo?
-Puerca miseria… Estás divina, qué asco me das.
-¿Tú has encontrado algo, Lola?
-Sí, unos besines como los tuyos.
-¿Ya empezamos, Lola? Siempre copiándome, qué poca personalidad tienes, leñe… Y no se llaman besines sino Business.
-Cierto, no tengo personalidad, pero mira qué culo más grande tengo y el tuyo es raquítico… Y los míos se llaman besines porque besan según ando. ¿A qué los tuyos no besan?
-¿Cuándo has visto que un pantalón bese, Lola? Tienes perdidita la cabeza, cada vez peor.
-He dicho que mis besines besan. Te hago una demostración… ¿Mari Pili qué haces en el suelo?
-Ay no puedo Lola, estoy muerta de risa. ¿Pero te has mirado al espejo? Te faltan dos tallas por lo menos.
-No hay más, Mari Pili, pero como la ropa se lleva ajustada y mis besines llevan adaptador…
-¿Adaptador?
-Sí, mujer, es de tela que se da de sí. Mira, te hago una demostración… ¡Hala!, ¿Qué ha pasado, Mari Pili?
-Jajá jajá, del besazo que han dado tus besines, se han explotado… Jajá jajá.
-Mari Pili levántate de suelo y dime qué hago.
-…No puedo levantarme de suelo, se me ha enredado una pierna, jajá jajá.
-Ven para acá, de verdad, eres un sainete. A la de una, a la de dos… ¡Hala!, otro beso de mis besines. Ya están rotos del todo. Corre, vámonos.
-Espera que pago mis Business, Lola.
-Yo me escapo, te espero en la calle.
-Que te esperes, Lola.
-Que no, que me hacen pagar mis besines rotos como lo descubran… Mira Mari Pili, unos besines más grandes. Me los quedo.
-Lola, si son cuatro tallas más de lo que necesitas.
-Mejor, Mari Pili, así irán dando besos holgadamente.
-… El siguiente, por favor.
-Yo, ¿cuánto es?
-Señora, se ha colado. Estaba yo antes.
-Es que tengo prisa, caballero. ¿A que le da igual que me cobren a mí antes?
-Pues no, señora, no me da igual… Así que no me toque las pelotas y espere su turno.
-Pero, ¿usted quién es para hablarme así, chiquilicuatro?
-Lola, déjale, tiene razón, nos hemos colado.
-Soy Justiniano, ¿y usted?
-… Pues yo Cleopatra, mermado… Ande, pase, que no quiero discutir.
-Lola cállate, por Dios…
-Ahora no quiero pasar, Cleopatra.
-Pues yo tampoco, Justiniano.
-Loooooooola paga y vámonos.
-Mira Justiniano de las narices, voy a pagar mis besines por no discutir con mi amiga, pero nos veremos las caras en la calle.
-Loooooooola…
-Ya voy, Mari Pili, es que me ha salido la vena flamenca con este tío. ¿Te has fijado qué cara de pirado tiene?
-Eso es porque no te has visto la tuya, Lola… Lola corre que viene detrás de nosotras. Te lo dije…

-Coña, es verdad, date prisa… Me buscas la ruina con tu carácter, Mari Pili.
-…Pero qué morro tienes, Lola.

domingo, 7 de junio de 2009

EL BAUTIZO DE LOLA Y MARI PILI

-El mundo va muy deprisa, Mari Pili. O aceleramos nuestras ideas, o nos quedamos en el cromañón… ¿Qué hacemos?
-Por supuesto, Lola, pasemos a la época neardental.
-Mari Pili, la antigua, la reliquia soy yo. Tú eres avanzada, defensora de la modernidad, ¿qué hacemos?
-Y dale que te pego, Lola, ¿qué quieres?, ¿nos ponemos unos patines para ir más deprisa? Di tú, tu imaginación se desparrama. Lo que digas, bien dicho está.
-Mari Pili, ¿te has tomado la temperatura hoy? Un poco pálida y febril sí que estás.
-Estoy estupenda, Lola.
-Pues no me explico por qué me das la razón. Pero, en fin, cosas más raras se han visto. Vamonos.
-¿A dónde, Lola?
-A pasar la ITV, Mari Pili.
-Si no tenemos coche…
-Pero sí mente y cabeza, y debemos hacer con ellas una puesta apunto.
-¿Y qué sugieres que hagamos, Lola?
-De momento meternos en la bañera.
-Lola, me acabo de duchar.
-Esto es otro tipo de lavatorio. Celebraremos un acto para celebrar que somos ciudadanas.
-Una ceremonia… ¿A quién vamos a invitar, Lola?
-A nadie, será una ceremonia íntima entre tú y yo. Una comunión de almas en búsqueda de los roles modernos. ¿Qué te parece?
-Parecerme, lo que se dice o sobrentiende como parecerme, me parece una solemne memez, Lola, pero hoy me he levantado sin ánimo de gresca. Así que así sea.
-Mal empezamos, Mari Pili si tachas de gilipollez semejante acto democrático. No eres consciente que, aunque sea una sandez, es un hecho inocuo, no se ofende a nadie y debemos ser respetuosas y, para que vea la sociedad nuestra buena fe, tú y yo nos bautizamos también.
-Lola ya estamos bautizadas.
-Síiiiiii, pero por la Santa Madre Iglesia, pero no como ciudadanas de nuestro municipio, provincia y estado.
-Ah… Sigo pensando que hay muchas clases de tonterías, pero ésta es muy tomate.
-¿Qué quieres, que no nos den la bienvenida a una vida laica y democrática y que pasado mañana no se reconozcan nuestros derechos de ciudadanas de la Bastilla?
-Lola que te confundes de país y de época.
-Venga, cierra el pico y metámonos en la bañera. Comienzo yo… Ah, ¿te quieres llamar de alguna forma especial?
-Siempre me he llamado Mari Pili… Cambiar de nombre a estas alturas del partido puede ser peligroso porque no me pueden reconocer…
-Mejor… Empiezo… Toma nota de todo lo que hago para que luego tú me bautices, ¿vale? Tomo la ducha, abro el grifo…
-Yo me bautizo con agua calentita, Lola… Espera que me quito la ropa.
-Sí, mejor en bolas, como si acabáramos de aterrizar en este mundo… Ciudadana, bienvenida…
-Lola para. Estoy pensando que los barcos y los edificios emblemáticos se bautizan con cava. ¿Nosotras no?
-Es caro, Mari Pili. Acuérdate de que estamos en recesión.
-Ya, pero tengo en la nevera una botellita de Cazalla. Mejor bautizo que ése…
-Hecho. Vete a por ella. Te espero aquí… Ah, trae unos pinchitos de chorizo para que todo sea más completo.
-¿Metida en la bañera y en bolas, Lola, comiendo chorizo?
-Sí, Mari Pili, los bautizos se hacen en una pila bautismal, ¿no?
-Ya, pero éste al ser civil, no sé…
-Tú vete a por la Cazalla, el jamón, chorizo y queso que yo llamo mientras al ayuntamiento a que me informen… ¿Ayuntamiento de Valladolid? Buenas, soy una ciudadana de bien, ¿me podía usted informar si los bautizos civiles se hacen en una pileta, bañera o sucedáneo? Mire, usted, es que mi amiga y yo nos estamos bautizando y… ¿Cómo dice?...
-… Ya estoy aquí, Lola. ¿Te has enterado?
-Sí… Me han dicho que nos metamos en una cazuela a cocernos un poco más… Mari Pili, esto no es serio.
-Tranquila, Lola, que te han tomado el…
-… Mari Pili es que no cavemos en una cazuela. Mira mis caderas. Los civiles no han pensado en ciudadanas como yo…
-Gracias a Dios, Lola, gracias a Dios…

jueves, 4 de junio de 2009

LOLA Y EL PERIÓDICO

-Mari Pili, Mari Pili, corre, siéntate. Lo que te tengo que contar, ¡menudo tomate! … ¿Te has enterado del acontecimiento histórico?
-Ay, Lola, no me estremezcas de placer. Cuenta...
-Mari Pili...
-Dime Lola.
-¿Tú de qué bando eres?... Mari Pili, ¿tú eres mujer para todo, verdad? ¿No estará tu verdadera personalidad guardada en un armario, verdad?
-Pues claro que no, Lola, ¿acaso lo dudas?
-No me malinterpretes, Mari Pili, porque aunque seas de la liga de los armarios empotrados, o te sientas Jhon Travolta, yo te voy a querer igual. A mí la alteración de los sexos convexos no me impide ni trastorna, pero...
-Pero qué, ¿qué, Lola?
-Has dicho que te estremezco de placer... Me honras, pero...
-De verdad, Lola, ya te vale. Tiene razón Pepe que contigo hay que vigilar las palabras que se la agolpan a una entre los labios, el paladar y la boca.
-¡Coño, Mari Pili, qué bien hablas!, ahora la que se ha estremecido he sido yo. ¿Dónde has aprendido?
-¿Aprendido a qué, Lola? Soy una convulsión continua.
-¿Convulsión, dices? Ah, pues yo soy un Volcán, hala. Mi lava se esparce por la llanura... Como comprenderás no voy a ser menos que tú... Ah, y también me esparzo por los supermercados, por los hipódromos, por...
-Lola para. ¿De qué me estás hablando?
-Y yo qué sé, Mari Pili, ¿pero eso importa mucho?
-Lo lógico es hablar con coherencia, Lola.
-¿Coherencia para qué? Mira yo escucho a gente que es infumable y, si te fijas encima en sus caras, te entra tal pena que me produce estreñimiento o diarrea mental... ¿qué quieres, que terminemos así tú y yo?
-No, claro que no, Lola.
-Entonces, Mari Pili, te hablaré del acontecimiento histórico que va a acontecer.
-Sí, sí, cuéntame, Lola.
-El planeta en su conjunción con los astros...
-¿Qué astros, Lola?
-No sé, pero debemos estar atentas, Mari Pili. Aunque te voy a avanzar que...
-¿Qué, Lola? Dime tus avances.
-Yo no avanzo, pero me sé de buena tinta que la coincidencia de dos liderazgos, por ejemplo tú y yo sin ir más lejos.
-¿Tú y yo?
-Sí, y cállate que me cortas el rollo y se me olvida lo que he leído hoy en la prensa y que no tenía desperdicio. Sabes que no tengo memoria histórica y me confundo con las noticias y las mezclo.
-Me callo, me callo. Sigue Lola...
-Pues eso... los dos astros antagónicos a ambos lados de la orilla...
-¿Qué orilla, Lola?
-Ay qué leche de bollitos, Mari Pili, que no me interrumpas... Pues a la orilla del río Pisuerga, por ejemplo. Y si el Pisuerga se te hace pequeño, me voy yo a UU EE y…
-¿UUEE, qué es eso?
-Qué pesada estás... Pues como si yo me pongo al lado de la estatua de la Libertad y tú en Finisterre. Una en cada orilla, ¿no?
-Sí. Pero yo prefiero estar en la estatua porque así me acerco luego a China Town a ver si han recibido relojes.
-Egoiiiiiiiiiiiista, sólo pensando en placeres vanos cuando esta apunto de acontecer la convulsión pragmática de dos pollos en los extremos de los mundos ocupando sendos poderes astrales en UE y UUEE... ¿Qué, qué te dice el cuerpo?
-Ay, Lola, me voy a meter un rato dentro del armario y luego continuamos con esto de los astros.

-Vale, porque te tengo que contar el cultivo de la marihuana en la calva de... ¡Hala!, ya me dejó sola. Y yo leyéndome el periódico para cultivarla. Ya verás, luego se me olvidará lo que he leído y se lo contaré todo del revés..., es que me conozco, que mi mente es apaisada.

lunes, 1 de junio de 2009

LOLA Y LOS PUNTOS

-Lola, ¿cuántos puntos te quedan?
-Dos y me la dan. Qué ganas...
-¿Ganas de que te quiten el carné de conducir Lola?
-¿Y a mí por qué me van a quitar el carné de conducir si es mío? Lo saqué a la novena, anda que no le salió caro a mi padre, pero pagado hasta el último recibo.
-Lola, acabas de decir que sólo te quedan dos puntos.
-Claro, para que me den el vibrador magnético para salsas y sopas. Qué crees que solo tienes tú robots sofisticados...
-Pero es que del carné de conducir no te pueden quedar puntos, es imposible, Lola.
-¿Y por qué va a ser imposible? Lo tengo entero, más dos puntos que me regalan por tenerlo sin mordiscos.
-He dicho que es imposible, Lola. Eres paupérrima conduciendo... ¿Te acuerdas cuando te llevaste un Stop?
-Inenarrable, no me lo recuerdes.
-¿Y cuando no sabías encender los faros y me tenía que bajar del coche para ver si atinabas, qué?
-Qué horror, no me lo recuerdes, Mari Pili.
-¿Y cuando te temblaba el pie en el acelerador y el coche se disparaba?
-Tremendo, qué tiempos aquellos.
-¿Y cuando te dan los nervios porque te pitan y te quedas sorda y ciega?
-Qué mal lo paso, Mari Pili...
-¿Y cuando te metes por direcciones prohibidas porque no sabes si vas o vienes, eh, Lola?
-Caaaalla ya, ceniza, que cuando te pones desagradable te pareces a la oposición.
-Entonces, ¿cómo vas a tener el carné sin mordiscos? Lo debes tener descuartizado, ni vísceras te quedan de él, Lola.
-Pues lo tengo entero, mira... Mari Pili que he perdido el carné... ¿Me lo has quitado tú, Mari Pili?
-¿Para qué voy a querer yo tú carné? Yo tengo el mío.
-¿Cómo qué tienes tú carné de conducir? ¿Lo compraste en una subasta, en el mercado negro, en el mercadillo, Mari Pili?
-Lola frena, vamos a hablar.
-¿Qué quieres que frene, los zapatos, acaso?
-Que frenes, coña.
-Señor autobusero, que dice Mari Pili que frene el autobús... Dime Mari Pili, soy toda yo una pura oreja.
-Oigan, señoras, ¿Por qué no se montan en un taxi o conducen su propio coche?
-Señor autobuesero cállese y pare un momentin, no creo que le cueste tanto, esto es un servicio público para satisfacer al contribuyente... Habla Mari Pili.
-Señora, usted está contribuyendo a atascar el tráfico, estamos parados en medio de la calzada.
-¿Usted es bobo, señor autobusero? Le dije que parara, pero no en el medio de la calle. Aparque en esa esquina... Habla Mari Pili y date prisa que veo que se arma el trifostio.
-Lola. Yo saqué el carné de conducir legalmente.
-¿Y para decirme esto mandas que pare el autobús?...¿Y por qué nunca me has conducido por el buen camino, querida?
-Porque sabes, Lola, que yo no conduzco. Miro al volante y me dan orgasmos... Qué mala, Lola.
-... Pasmada me dejas, Mari Pili. La primera persona que conozco que mira a un volante y la vienen orgasmos... paténtalo y luego vendes el volante con el orgasmo, un 2x1. Yo puedo ser tu directora financiera... De todas formas, qué leñe, a quien deben quitar los puntos es a ti... Oye, cuando vayas a que te quiten de aquí y de allá, pide que me los sumen a mí. Tendré más tranquilidad.
-¿Tranquilidad para qué?
-Pues para saltarme los Stop, para coger velocidad... pa esas cosas de la conducción.
-Lola si no pasas de sesenta, igual que si fueras cascando huevos de gallina.
-... Por eso, ahora podría ir a sesenta y cinco y cascar huevos de elefante.
-A esa velocidad no multan, Lola.
-¿Ves, Mari Pili? Aunque quiera pecar, mi santidad me lo impide, así que es mejor que sigamos yendo en autobús... Señor autobusero, arranque ya, Mari Pili ya no tienes más orgasmos ni puntos.