jueves, 11 de febrero de 2016

LOLA Y SU PERRITO

-¡Loooooolaaaaaa!
-¡Ay, Virgen de la Capilla y del chiringuito más próximo! Qué te pasa Pepe mío…
-Llévate ahora mismo a Pepe perro, es un cerdo.
-Sangre de tu sangre, lo defenestras… Pero que sepas que yo por mi perro maaaaaato.
-Vale, vale, Lola, mata a quien se te ponga en la cresta de la peineta pero llévatelo.
-Dime por qué, Pepe, si es que tienes alama, corazón y vida…
-No hace más que tirarse oprobios, Lola.
-Que se tira ¿el qué?
-Oprobios, ventosidades, flatulencias…
-Ahhh, que se tira pedos, ¿no?
-No seas ordinaria, Lola.
-Es que en mi tierra, Pepe, los gases espedidos por el ano, séase el culo, se llaman eso… pedos, pedetes, peditos, dependiendo del tamaño del trasero.
-Lo que tú quieras, pero llévatelo, estoy intoxicado.
-Eso te pasa por tener los pulmones tan limpios, por tener la nariz sin vegetaciones, sin obstáculos y, claro, te entra todo. Tú prueba a no limpiarte las narices y ya verás como dejas de oler, hazme caso, Pepe mío.
-Lola, ¿alguna vez vas a dejar de decir tonterías?
-Pepe a mí me pasa como a ti con tu nariz: tengo la garganta limpia, sin habichuelas y entonces mis cuerdas vocales, como están tan afinadas, pues sale todo lo que llevo dentro que es mucho, y mi deber ante la humanidad es hablar, decir, cacarear, rebosar…
-Lola, llévate al perro.
-Pepe, y si Pepe perro tiene el orificio anal tan limpio que le pasa como a nosotros… Tal vez le deberías llevar, ahora que estás perdiendo el tiempo leyendo mentiras en los periódicos, al veterinario… Anda ven que te lavo los dientes y vas.
-Lavar los dientes, ¿a quién, Lola?
-A ti, hijo, a ti… Te advierto que lo hago por ti para que no te gastes.
-Coge al perro, ahora mismo y olvídame, ¿entendido, Lola mía?
-Pues no, Pepe mío, que más quisiera que olvidarte, pero no puedo, eres como una salmonela en mi piel y, si me faltas, me entra la salmonelosis.
-Pepe perro ven conmigo, ya verás qué bien, tú al balcón para que impregnes el aire de aroma y yo al silloncito a seguir leyendo.
-Pepe, no sabía que llevabas un artista dentro de ti, tu calva nunca deja de sorprenderme…
-¿Por qué dices eso ahora?
-Nada por la película de “Tú a Boston, y yo a California”…