
… He soñado que cultivaba gallinas al por mayor. Vamos, para que se me entienda: tu no podías ir a mi huerto y llevarte una gallina. Sólo las vendía en ejércitos, batallones o manadas. ¿Cuántas entraban en cada cuál? Bastantes, mogollón y una barbaridad.
El caso es que Mari Pili era paupérrimamente pobre en el sueño, bueno en la realidad igual, eh, y como no tenía huerto las cultivaba en la bañera de su casa… Qué raro, ¿verdad?, de ahí me viene la primera duda: nunca he visto el cultivo pollino en una bañera. Claro que yo como en mi casa no tengo bañera sino ducha, planté el huerto en el fregadero. Al ser el espacio pequeño, en vez de gallinas, planté pollitos… ¿Me seguís? Qué suerte porque yo en cualquier momento voy a empezar a desvariar. Bueno, sigo…
El caso es que tratamos de que nuestras gallinas y pollitos no fueran unos cualquiera. No, no, qué va. Para empezar, las gallinas llevaban peineta, una peineta colorada; monísimas, de verdad. Porque ante todo queríamos que tuvieran el sello Made in Aserejé Spain e, igual que a las vacas se las pone la pegatina de la ganadería a la que pertenecen, nosotras nada más nacer, las pintábamos lunares amarillitos. Es decir, la gente cuando viera a nuestras pollas y pollos, sabrían que eran del calibre español. Y, para rematar, como no queríamos que pensaran que eran unas cualquiera, las legalizamos unos apellidos en su pedigrí: se llamarían Fernández & García, apellidos nada británicos.
¿Ideal, verdad? Pues fue un desastre. Nos arruinamos. Claro que aquí tengo la segunda duda para que me traduzca Mari Pili si es que cuelga de una puñetera vez el teléfono: si éramos paupérrimamente pobres, ¿cómo nos pudimos arruinar si los bancos con la crisis no fían?… ¿Lo entendéis vosotros?
A Mari Pili se la ocurrió que hiciéramos una oferta: pague veintisiete manadas y llévese ochocientas… Fijaros que baratura, bueno, pues ni por esas, y como Paquito y Pepe se empezaban a calentar por el asunto pollino porque una de las noches Pepe me fue a abrazar, en la realidad nunca lo hace, pues en sueños sí y cuando lo fue a hacer, a quien abrazó fue a una gallina que como no cabían en el fregadero se habían escapado y se habían metido en la cama donde estaban más cómodas.
Claro, peor fue lo de Paquito. El hombre quiso hacer el amor a Mari Pili, y justo en ese momento Mari Pili la entró sed y se fue a por agua y se la coló una gallina en la cama y Paquito fue y… atacó a la gallina en vez de a Mari Pili. Eso sí, la gallina estaba tan contenta, pero fijaros que pastel, ¿verdad? Raro de cojones (perdón por lo mal que hablo, pero las situaciones que me sobrepasan, hacen bilis en mi lengua)
El caso que como no las vendíamos ni nada pues decidimos soltarlas y que se buscaran la vida como hemos hecho todos.
¿Pues diréis dónde se fueron?… Son más listas que los conejos congelados. Hijas de Mari Pili y mías tenían que ser, claro … Están viviendo divinamente en el palacio de la Moncloa con nuestro presidente del gobierno y poniendo huevos a mogollón.
¿A qué es un sueño extraño, raro, raro? Si alguno sabe de idiomas, agradecería su traducción.