jueves, 8 de octubre de 2015

LOLA Y MARI PILI EN LA MADRUGÁ

-Diga…
-Mari Pili, Mari Pili, Mari Pili, Mari Pili, Mari Pi…
-Paaara, Lola, que me vas a gastar el nombre. ¿Qué quieres?
-Enciende la televisión, rápido. Los extraterrestres la han invadido.
-Lola, ¿sabes qué hora es?
-Las cuatro y treinta y cinco de la madrugada, Mari Pili. Precisamente los extraterrestres han invadido la tele aprovechando que Vasile está dormido… ¿La has encendido ya?
-No, Lola. Estoy dormida y sin gafas no veo.
-Pues ponte gafas, coña, date prisa.
-Lola, insisto, estoy dormida y cuando duermo mi cerebro descansa y mis ojos desconectan, déjame en paz.
-Eres una irresponsable, eso es lo que eres. Mañana cuando enciendas la tele para ver la telenovela, sólo verás a la señora de la campanilla.
-¿Eh? Te cuelgo, Lola, porque como se despierte Paquito te da con la campana de la catedral.
-Como me cuelgues, me presento en tu casa, tú verás lo que más te conviene. Enciende la televisión, rapidito, eh…
-Voy, pero no encuentro las gafas…
-Da igual, sin gafas puedes enchufar el botón.
-Lola, creo que estoy apretando el ombligo de Paquito.
-No, mujer, deja los juegos sexuales para otro momento. Te digo el botón de la tele.
-Sin gafas no veo, Lola… ¡Ah!, ya.
-¿Ves a la zumbada de la campanilla?
-Lola he encendido el microondas… ¿Ahí no está la de la campanilla, verdad?
-De verdad, Mari Pili, ya te vale. Tantos años enseñándote inteligencia artificial para que no sepas distinguir un microondas de un aparato televisivo.
-Lola, sin gafas no veo… ¡Ah!, ya… ¿Qué canal pongo?
-675, Mari Pili.
-¿El 675, dices? Mi lavadora  sólo tiene cuatro programas, la compré de oferta.
-Mari Pili estás acabando con mi paciencia. Metete en la mollera que…
-Lola para. Aunque escuchimizada, no creo que quepa en la lavadora. ¿Segura que dentro puedo ver a la de la campanilla?
-¡Ay madre, ay madre!...No va a ser una extraterrestre… Está poseída la zumbada. Ahora está moviendo la cabeza de izquierda a derecha a toda máquina mientras que con la mano izquierda pasa a toda leche una baraja… ¡Espera!, con la mano sobrante toca la campanilla como si no hubiera un mañana… Muy tomate… ¿Mari Pili?
-Sí, dime…
-¿Qué haces?
-Buscando la tele, Lola.
-¿Y?
-He encontrado la tostadora. ¿Ahí puedo ver a la poseída, Lola?

sábado, 3 de octubre de 2015

LOLA PREOCUPADÍSIMA

-Lola, ¿dónde vas?
-Al mercadillo, Pepe, con o sin tu permiso, pero yo me largo.
-¿No ves que me estoy muriendo?
-Mira Pepe, a lo larga y ancha de mi vida he visto muertos con más vitalidad que tú, así que “tranqui” tronco, no es tu hora.
-Estoy acabado, Lola…
-Qué vas a estar acabado, Pepe, si hace media hora has sacado el Espasa de quinientos tomos de tu espolvoreada calva… Un muerto sólo tiene huesos y tú, mírate que rebosamiento de carnes tienes aún…
-Tengo fiebre, tócame, toca, toca…
-Y un cuerno te voy a tocar, ¿y si me contagias?
-¿Qué te voy a contagiar yo, Lola?
-¿Tú? Cualquier virus de mala leche y no, Pepe, mi quietud por falta de sesos no me la quita nadie… ¿Necesitas calzoncillos, calcetines, un poquito de optimismo? Ahora o nunca, aprovecha que me piro.
-¿Para qué quiero calzoncillos si me muero?
-¡Ay, hijo, no! Donde esté un muerto aseado y bien vestido, no hay color.
-¿Quién me va a ver los calzoncillos, Lola?
-¡Anda, éste! Pues el embalsamador que te embalsame…, buen embalsamador será…
-Quiero que me incineren, Lola.
-Vale, Pepe, si quieres que te churrusquen, te churruscamos, pero antes del supuesto churrusque, tendrás que estar expuesto ante el populus populi, y has de estar impoluto… Mira, puedo ponerte la peluca mía para que cuando te vean recuerden el pelo que un día tuviste.
-Lola, prefiero que me peines con raya al medio…
-Pero, alma de cántaro, cómo voy a hacerte raya al medio en la calva… ¿Con cartabón o con regla, Pepe?
-Ah, Lola, y me pones el traje de luto.
-¿Quién se te ha muerto, Pepe?
-Yo mismo, Lola.
-Ah, es verdad, Pepe… Yo también me vestiré de negro, me estiliza la figura.
-No es cuestión de cuerpo sino que pasarás a ser viuda.
-¡La viuda de España como la Pantoja!... ¿A qué hora tienes previsto morirte, Pepe? Te lo pregunto más que nada para saber a qué hora he de volver del mercadillo.
-Tal como estoy, Lola, no creo que llegue a la una y doce…
-Ya, Pepe, dime el segundo exacto, un poquito de por favor…
-El cuarenta y tres.
-Pepe, ese es tu número de pie…
-Y el de mi fallecimiento, Lola.
-Ah… Espera, ahora  seguimos hablando esta conversación tan alegre, es que me acabo de acordar que tengo que llamar a Peluche…
-Cuando vuelvas, tráeme la caja de pino, Lola.
-Sí, sí, lo que tú quieras, Pepe… ¿Peluche?
-Mamá, ¿cuántas veces te he dicho que no me llames al trabajo a no ser que sea un asunto de vida o muerte?
-Esto lo es, Peluche… Tu padre no hace más que decir bobadas… Si hasta ha perdido su mente privilegiada...
-Mamá, eso es que tiene fiebre, dale dos buenos lingotazos de coñac con un vaso de leche y que se duerma.
-Peluche, no queda coñac, se ha bebido la botella entera.
-Mamá, aclárate, entonces no está enfermo sino beodo.
-Hijo, qué hago con él…
-Dale un mamporro o cántale una nana… ¡Adiós!
-… Ya estoy aquí, Pepe…
-¿Qué te ha contado Peluche?
-¿Mamporro o nana, Pepe?
-Nana, Lola.

-“Se va el caimán, se va el caimán, se va para Barranquiilla… Voy a empezar mi relato, con alegría y con afán…Un día que me fui a bañar por la mañana temprano…  Vi un caimán muy singular, con cara de ser humano, qué sorpresa, madre mía, era mi Pepe… Se va el caimán, se va el caimán… Tralarí tralará…”… ¡Puff! por fin cayó… Mira que carita de dinosaurio tiene él tan dormidito.

jueves, 1 de octubre de 2015

LOLA EN LA ONDA

-Cal-lo…
-Sí, ¿con quién hablo?
-Soy Lola, Cal-lo, pero no la Flore sino la otra.
-¿De dónde llama, señora?
-Cal-lo, de unos cuántos km de la frontera.
-¿Cuál, Lola, la portuguesa o la francesa?
-La catalana, Cal-lo
-Lola, si allí no hay ninguna frontera. Céntrese, doña Lola.
-Céntrate tú, Cal-lo… Pringao, merluzo, alcahuete. Toa la vida, Cal-lo, haciendo to lo que me pides, que si hay que ir a casa Sebastiá, a casa, Manolo, en ca de tor mundo, Cal-lo, y ahora me insultas   diciéndome que me centre. Céntrate tú questás escorao. Pa que sepas que en la TV3 no te sacan,¡ hala!, vete a por otra. No tienes el glamour de Mas ni de Menos.
-Oiga, señora, sin insultar. Yo a usted la estoy tratando con respeto.  ¿Usted, cómo se apellida?
-García, de los García de toda la vida. Anda, Cal-lo, vete tú a buscarme, falsete.
-Vamos a llevarnos bien, Lola, que nos está escuchando toda España… ¿Para qué nos llama?
-Pa preguntá, Cal-lo
-¿Y qué nos quiere preguntar?
-Quiero preguntá do cosa… Una, ¿por qué no estás, Cal-lo en la onda de siempre? Y do, ¿pa cuándo la desconexión?
-Lola, el programa de Carlos Herrera se pasó a la sacristía…
-Amén, Cal-lo. Pero yo donde vivo sólo cojo Radio María y tanto rosario me oprime.
-Lo siento señora, pero yo ahí no puedo hacer nada.
-¿Cómo qué no, Cal-lo? Pide en la sacristía que te pongan una paralela.
-¿Una qué, Lola?
-Una ilegal, un espectro, una pirata, una fantasma, yo qué sé cómo se dice, Cal-lo, o vuélvete donde estabas, coña. Es que en este país todo el mundo hace lo que se le pone en los tararíes. Mira que me independizo, eh.
-¿De quién se independiza usted, Lola?
-¿De quién va a ser?, de España y de Mariano.
--¿Mariano, su esposo?
-Mi cónyuge se llama Pepe y e funerario, Cal-lo. Yo hablo de Mariano el triste.
-Eso no puede hacerlo, Lola, hay que respetar la constitución.
-Anda, éste, con lo que me sale ahora. Lo hacen los catalanes y, ¿yo, no?
-Doña Lola, los catalanes siguen en su sitio.
-Y yo en el mío, pero independiente, bueno y menos Mari Pili que se ha quedado en tierra de nadie.
-Sí, Lola, lo que usted diga. Y la segunda pregunta que hacía al programa sobre la desconexión, ¿en concreto a qué se refiere, usted?
-Con los políticos, Cal-lo, porque yo me pregunto, ¿por qué, coña, todas las mañanas tienes que llevar a uno de esos y no a mí que podía dar mucho más juego?  El coletas y sucedáneos hacen llorar y yo al menos hago reír.
-Lola hay que informar a la gente de lo que está pasando. Además si sólo oye Radio María,  ¿cómo sabe a quién entrevistamos cada mañana?
-Mari Pili me lo cuenta por teléfono, Cal-lo… Mejor puedo informar yo. Esos sólo salen a la calle cuando hay elecciones y nosotras, Mari Pili y yo no entramos en casa… ¿A qué no sabes a cuánto venden hoy las bragas de cuello alto en el mercadillo?, ¿Y el kg de aceite, eh?
-Pues no, Lola, no lo sabemos, pero usted amablemente nos puede informar ahora…
-Listillo, yo no informo de na gratis. Contrátame de tertuliana y te informo… Ah, en el lote va también Mari Pili.
-Lola, siento no poder seguir con esta conversación tan grata, pero hay más radio oyentes esperando con una llamada… Un saludo, señora.
-Eh, cómo me cortes la llamada, te corto yo a ti lo fusible, ¿me oyes, Cal-lo? ¿Cal-lo, Cal-lo?

Éste no sabe con quién está hablando, ahora mismo me voy al seminario y luego al arzobispado y luego a Roma y luego, luego al Vaticano… Bueno, luego ya veré  a dónde voy…