-Lola, cariño, por qué lloras tanto… Si hasta tienes hipo y
eso no te pasa desde que reinó Carolo…
-Nada, Mari Pili, es tanta la tristeza y el vacío que no
puedo rellenarlo ni con un Kilo de bombones.
-¿los bombones son rellenos de trufa, Lola?
-Sí…
-Sigue llorando, hija, descarga mucho las tensiones… ¡Ah!
Pásame los bombones que lloro contigo.
-Era tan bueno, tan listo, tan ñoño, igualito que mi Pepe…
-¿De quién hablas, Lola?
-Del Papa, Mari Pili, del Papa…
-Mujer, si era igual que Pepe, siempre te quedará tu Pepe
para que te recuerde al Papa, sabes que es indestructible.
-Eso es lo malo, Mari Pili… Ves qué inteligente era…
-¿Quién, Lola?
-El Papa, Mari Pili, el Papa…
-Y nuestro Pepe, Lola, y nuestro Pepe, ¿o se te olvidan los
repasos que nos da a todos que no se calla ni debajo el agua? Si es como la Wikipedia
que para colmo se va actualizando al segundo.
-Ya, pero mi Pepe no hace como el Papa…
¿Y qué ha hecho el Papa que no haga el gran Pepe?... Anda
que si lo está haciendo mi Paquito y yo sin enterarme… Dime, Lola, quiero
ampliar conocimientos para mi sabiduría interna…
-El Papa no ha podido, Mari Pili, se ha dado cuenta y se ha
retirado… ¿Es o no es de inteligentes, honrados, honestos…?
-Sí, sí, desde luego, vamos mi Paquito ni de coña. Ahí
dándome la vara desde que se despierta hasta que se desintegra por la noche.
-…Se retira a un convento a rezar por nosotros, que falta
nos hace, en cambio Pepe reza, reza mucho, pero pegado, cosido, bordado, remendado,
hilvanado, sobrehilado, zurcido,
festoneado, ribeteado, pespunteado a mi alma libre, a mi trasero
al viento… A ver, ¿por qué? Con lo agustito que iba a estar en un convento con
el cerebro contemplativo…
-Eso digo, yo, Lola… Por cierto, ¿tienes más bombones?
-¿Ya te los has comido todos, Mari Pili?
-¡Cómo no, Lola! Con tanta pena…
-Tengo unos rellenos de pistachos para cuando estoy estreñida…
-Pensaba que tu vejiga te funcionaba bien…
-Y me funciona, pero cuando mi madre me acogota, me estriñe
el carácter y el chocolate me sube la autoestima…
-Ya decía yo por qué me comía tanto chocolate… Con mi
Paquito no entiendo cómo no compro por arrobas el chocolate…
-Mari Pili, Mari Pili, acabo de tener una visión…
-¿Se te ha aparecido San Pancracio, Lola?
-Escribe…
¿A quién, Lola?
-Que escribas, Mari Pili, yo te dicto…
-¿No será mejor que llamemos, es más rápido?
-Me ha cortado Pepe el teléfono.
-¿Qué Pepe ha cortado a mi amiga la conexión inalámbrica con
el mundo externo?... Ahora, mismo… Díctame, Lola…
-Estimado Presidente del gobierno español, dos puntos…
-Lola, creo que es mejor que escribamos a Obama, ya sabes
que tienes línea directa con él…
-Vale, Mari Pili… Mi querido amigo Obama, dos puntos… Ya sé
que tienes a tu congreso levantado en armas, pero ni te cuento cómo está el de
mi Mariano, fíjate que ha cortado el teléfono para que no se lo pinchen, y
habla con gestos para que no se le oiga. Ha mandado a los catalanes a Suiza para
que traigan todo el dinero porque esto es la ruina… Vamos, un chocho loco lo
que hay aquí… Pero yo te escribía por lo siguiente, mi queridísimo Obama, dos
puntos… Como tu tiene vara alta en el mundo mundial, a ver si puedes crear una
ley… Ya sabes, que circunscriba a toda la faz del globo terráqueo para que esta
ley obligue sí o sí a que los maridos pase a estado emérito, vamos, que a los
cinco años caduque su estado de esposo y pasen al convento de las Salesas, son
unas monjitas muy majas y que dan bien de comer.
Esperando tus noticias, siempre tuyas Lola y mi infatigable
Mari Pili
Valladolid, a dos de marzo, bla, bla, bla, bla….