miércoles, 16 de junio de 2010

LOLA SE CONFIESA

Ay… Estoy en barbecho. Amortajada y amorcillada entre tanta desdicha, mis queridos lectores… Llegó la roja y decepcionó tanto como el rojo de nuestro presidente… Qué lastima, qué pena, qué destrozo. Yo soy positiva, pero ¡joder, joder, la que está cayendo!, ni con preservativo.

De momento, para no excitar a mi Pepe, retiro mi cáliz de su boca y me ato a la pata de la cama y así no salir a la calle y pecar. Mi máxima es no poner más roja la cuenta corriente de lo que ya está. He cortado la luz. Bueno aún no. De momento estoy ensayando con las persianas bajadas y gafas de sol. Cuando me sepa de memoria dónde está la fregona y sepa planchar sin ver, cortaré la luz para no gastar. Claro que, si pienso, nunca he visto; vanos entonces mis deseos… ”Presideeeeeeeeeente, sube ya la luz si quieres… Ah, si necesitas subir el tabaco, el teléfono, la bombona, el agua, el bonometro, la carne, súbelo, hijo, no te reprimas, pero déjanos las patatas y los huevos al menos… Ah, otra cosa: gracias por dejar que la gente se muera. Porque menudo trabajo tiene mi Pepe en este momento. Hay tanto difunto que ya hasta los entierra en bolsas de papel. De plástico no, tranquilo. Él mira mucho la energía esta sostenible que te has inventado”


Ay, qué opresión más tremebunda cobijo entre mi pecho derecho y el izquierdo tengo la sensación de navegar en un arca agujereada y con demasiado peso. Tal vez si echáramos por la borda cosas innecesarias en estos momentos de ahogo, no sé…, yo qué sé que sé, ¿quizá ministerios, presidentes autonómicos, coches insostenibles, consejeros y delegados, soplatubos de turno, sueldos y sobresueldos de estos fulanos y no el del trabajador de a pie, qué tal?

Claro que yo tengo la solución, eh. Ya sabéis que vuestra Lola cuando se pone a pensar es la bomba. La iluminación me vino el otro día leyendo el prospecto de una caja de supositorios… La solución es muy sencilla, económica y de fácil ejecución: llamar a un laboratorio y que fabriquen al por mayor supositorios de esos que limpian la vedija y ¡hala!, diarrea para todos.

Limpios nuestros traseros, desatascados los desagües volvemos a empezar. ¿Qué os parece?... Ya, por el camino habremos dejado excrementos, pero eso es buenísimo como abono para la tierra… Una cosa, el que esté más cerca del presi, que retire sus cagadas. Son contaminates.


Ay, qué liberada me siento y qué irresistible soy. Miradme de arriba a bajo. No es por decepcionaros pero soy lo mejor que hay delantes de vuestros ojos. Ah, y voy de rojo, eh, no quiero desentonar. Gracias, pollos, por escucharme…

6 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Hay otra solución mejor Lola.
Me la ha dicho Justiniano.
Echar al cafre de una vez.
Que se vaya y no vuelva.
Y a partir de ahí empezar otra vez de cero o de menos nosecuantos que es donde nos ha dejado el inútil este.

Saludos.

Liliana G. dijo...

Menudo desahogo el de Lola, y no es para menos. Por suerte ella tiene esta divinísima tribuna ser escuchada, lástima que los responsables, difícilmente lean algo que los mueva de su objetivo...

Buenísimo, como siempre, aunque por esta vez, bien irónico y denunciante :)

Besazos.

Liliana G. dijo...

Quise decir "para ser escuchada". Me he comido las palabras porque es mediodía y me muero de hambre, jajajaja

Juan Julio de Abajo dijo...

¡A las trincheras, chicos, a las trincheras! ¡Que la Lola se ha levantado en armas y es capaz de cualquier trifulca parlamentaria, con bandera roja o negra (más bien negra, por eso de que el negro es el color nacional, ahora negríiiiiisimo).

Un beso, madama, con su aquiescencia.

JULIO.

ALBINO dijo...

No uses nada rojo, mira lo que le pasó a la seleccion española de futbol.
Y en cuanto al trabajo de tu Pepe, es uno de los que no le faltan clientela, porque me figuro que tambien lo habrá extendido a las incineraciones.
Un beso azul, por si acaso

epistolario segun san alvaro dijo...

Me encantas Lola si hubiese sido mujer sería como tu.