sábado, 29 de junio de 2019

LOLA Y LUIGI EL PESTAÑAS


Me lo dijo sin movérsele un pelo de la calva:
 -Lola, padeces eyaculación precoz -del susto, me tragué el chicle y sólo acerté a balbucear:
- ¡Imposible, Luigi! -ya es raro, pero enmudecí. Mi intelecto, corto de por sí, no comprendía por qué me había dicho eso con lo maja que soy yo con mi amigo Luigi el Pestañas. De repente, me sentía estreñida, deprimida, ida... cacofónica total. ¿Qué motivos tenía este mequetrefe para meterse con un ser indefendible como yo?, ¿es que todo hombre que se acerque a mí, me va a tener que sacar una tara, leñe?... Que me hago lesbiana, eh.

Claro que, una vez en casa y, mientras guisaba mi especialidad, tortilla de un huevo para seis comensales para la cena, mi Pepe me hizo una confidencia:
-Estaba hoy la gorda que no había un dios que la aguantara. Por lo visto, su marido padece eyaculación precoz.
-Y, ¿ella, Pepe?
-Ella, ¿qué, Lola?
- ¿Que si la gorda sufre también eyaculación precoz?
- ¿Tú eres tonta, Lola?, ¿cómo va a tener eso ella? De verdad, Lola, cada vez estás más tarada...-se fue dando un portazo, qué grosero.

No podía dormir, así que llamé a Mari Pili:
-Lola, son las cuatro de la mañana; como se despierte Paquito nos mata a las dos.
-Seré breve, Mari Pili. ¿Tú cómo eyaculas?
-Lola, anda, vete a dormir. El sueño afecta a tus neuronas.

Todos eran unos Pilatos: se lavaban las manos y me dejaban sola ante mi problema. Sin cortarme un pelo, llamé a mi agresor.
-Luigi, soy Lola, ¿estás despierto?
-No, Lola, más bien dormido. Son las cinco y cuarto de la mañana y tengo migraña, así que te ruego que no me marees.
- ¿Qué es mejor, segregar rápidamente o tener migraña? – de repente, me sentía con ganas de dialogar, charlar… bueno, no; estaba rabiosa con él, no sabía cómo fastidiarle.
-Excretar prematuramente, hija mía. La migraña es espantosa. Ahora, si me permites, te abandono. Como soy un caballero, cuelga tú primero el teléfono.
-Luigi… háblame en cristiano, yo no te he excretado a ti jamás, te respeto mucho. Además, conmigo no hace falta que seas un caballero sino claro y conciso, así que relájate y disfruta. Dime por qué tu amiga Lola eyacula precipitadamente y para colmo te excreta.
- ¿Podíamos dejar para mañana esta conversación, estimada Lola? Se me va a pasar el efecto de las pastillas…
-Por supuesto que no. Con lo bonito que es que una amiga se acuerde de ti y te llame y no te cueste la llamada… Luigi pago yo, tranquilo. Dime…
-Lola, es que no meditas. Dices y dices sin pensar en lo que dices. Si, al menos, reposaras un instante… Tu eyaculación precoz es un silogismo, hija mía. Eso sólo les pasa a los hombres.
-Ya decía yo… Las mujeres somos muy estupendas para compararnos con vosotros. De todas formas, Luigi, me encanta hablar, no me cansa, no te preocupes por mí, nunca me quedo afónica ni la lengua se me reseca.
- ¿Podemos irnos ya a la cama, Lola? –le he oído suspirar de una forma rara, rara…
- ¡Por Dios!, Luigi, qué eyaculación más precoz acabas de tener… Medita un poquito antes de hablar. Yo sólo me voy a la cama con mi Pepe.
-Lola, disculpa, me he expresado mal. Te quería decir que…
-Calla, no sigas, no lo estropees. Mal está que me tengas levantada a estas horas, pero soy tu amiga. Ahora bien, que me acuses de eyacular mis palabras y luego tú me excretes… Vete con tu migraña y olvídame. Venga, cuelga el teléfono tú primero que soy una dama educada…

Son ya las tantas de la madrugada, voy a llamar a Mari Pili antes de que se vaya al mercadillo.
-Mari Pili, sólo un momentito… Que digo que estés tranquila, mañana te explico, pero que sepas que tú y yo eyaculamos divino de la muerte, ¿vale?
-Vale, Lola. Cuelga o te mato, te juro que te mato…

¡Qué mal está el mundo, por Santa Críspula del chiringuito más próximo! Excreta y eyacula sin conciencia… Así nos va.

martes, 4 de junio de 2019

LAS EDADES DE LULU…, PERDÓN, LAS DE LOLA Y MARI PILI


- Lola, por dios, entra en razón.
- No me da la gana, Mari Pili. La razón me sienta fatal.
- Lola para y respóndeme, ¿te has visto, te has mirado?
- Sí, claro, y sabes que no veo, pero un pálpito me dice que estoy cañón.
- Así, de esa guisa, eres una bomba de relojería, Lola.
- ¿Sí? ¡Qué guay! Me acabas de subir la autoestima, Mari Pili. Ahora, pruébatelo tú.
- Lola aterriza, ¿dónde vamos tú y yo con minifalda? Aún mis mulos pasan, arrugados, pero pasan, Pero es que los tuyos parecen dos jamones disecados.
- Haré como si no te he oído, Mari Pili. Yo, me pongo minifalda y tú, si quieres ir de abuela, vete, pero que sepas que cuando nos vean pasar y silben, no va por ti.
- A dios gracias, Lola…
- Revenida, más que revenida. Hay que seguir la moda, Instagram te la ofrece gratis. Y, también te digo, Mari Pili, lo veras que dentro de un tiempo tu Lola se habrá convertido en una influencer.
- Lola, la moda hay que seguirla con cautela… Oye, ¿qué es eso de influencer?
- Pues influenciar para bien y para mal en los demás y si me apuras tan contestos que se van los influenciados…, así de boba es la humanidad. Y por supuesto que sí, Mari Pili, hay que seguir los cánones de belleza actuales. Qué te crees que yo no me doy cuenta que lo que de verdad me sienta a mí bien no son las plumas al estilo Jean Harlow, pero es que esta primavera no encuentro plumas, entonces me he de poner minifalda. Joven e inmortal, Mari Pili.
- ¿Quién tú o la Jean Harlow?
- Yo. La otra pobre mujer se ha muerto. Venga, pruébate ésta…
- Que no, Lola, que no. Yo soy consecuente con mi edad.
- Ay, Mari Pili, no me llames incongruente, ay, que me deprimo… Oye, mona, ¿es que una mujer de mi edad no puede ponerse, acaso, minifalda?
- No. Y las gordas, tampoco.
- Eh, eh, eh, ¿qué te han hecho a ti las gordas, cacho esmirriada? No comprendo que te metas conmigo, pero con las pobres gordas, menos, Ya bastante tienen con sobrellevar su peso.
- Lola, la moda está para favorecer. Para estar más sexy, para hacerte más atractiva, joven…
- ¿Y yo no estoy sexy, Mari Pili?
- Estás hecha un cromo caducado, Lola. Vieja y ridícula.
- Ay, no me llames vieja porque la juventud la llevo tatuada en la cabeza… Me haces llorar
- No llores, mujer, te lo digo por tu bien, además, Lola si vas sin cabeza por el mundo, mujer….
- Sí, claro, el que te quiere bien, te hará llorar, ¿no?
- Venga, retiro lo dicho.
- Ah, no, no retiras nada. Lo dicho, dicho queda. Santa Rita, Rita, lo que se da, no se quita. Me has llamado vieja y pelleja.
- Pelleja, no te he llamado, Lola.
- … Pero lo digo yo… ¿No ves cómo se me está descolgando la cara?
- Sí, ya lo he visto desde hace tiempo.
- … Que has visto, ¿el qué, Mari Pili?
- Tu descabalamiento, Lola.
- Pero si no ves, Mari Pili. Encima no me vengas de asesora de imagen y, encima, ciega, leñe. No comprendes que la minifalda me hace olvidar que la cara se me descuelga.
- … Lola, ¿qué día es hoy?
- Veintiocho de mayo, año del sapo.
- Lola… hoy es…, no puedo ni pronunciarlo. Me hace daño al riñón.
- …Mari Pili, somos de la época de Jean Harlow.
-… Se me acaba de descolgar hasta la moral.
- Ay, Mari Pili, qué feliz soy. Acabo de descubrir que no me quiero poner minifalda. Ya no me hace falta.
- ¿No? ¿Por qué, Lola?
- Porque ya eres tan vieja y pelleja como yo… ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, PILAR!
- Lola, soy Mari Pili, no Pilar…, un poquito de por favor. Ah, y no soy de la generación de Jean Harlow. Soy de la generación del sesenta y ocho.
- ¿Eh? ¡Ah!, ya... Pues yo soy de la generación de la constitución... ¿En qué año fue eso?
-  Yo qué sé, Lola, me haces cada pregunta, seguro que ahí nuestras madres aún nonos habían parido, y otra cosa, yo soy más joven que tú.
- No, no... Vamos que no, que... ¿Y si decimos que nacimos cuando las últimas elecciones americanas, las de Obama?... Hecho, voy ahora mismo a por la tarta y pongo sólo una vela. Encima no gastamos envelas, hay crisis.
- Oye Lola, ¿no estaremos un poco mal nacidas?
- Pero, ¿por qué me llamas mal parida?
- Hija, si tenemos un año o así, estamos un pelín deterioradas, ¿no crees?
- Pero cuando nos pongamos minifalda ni se nota, Mari Pili. ¡Feliz cumpleaños!
- Y dale, que no lo repitas, Lola, que se van a enterar los lectores que soy vieja y pelleja, leñe.