sábado, 28 de noviembre de 2015

LOLA LA MOROSA

-Lola. Lola, Looooooooooooooola…
-Humm… Hasta mañana, pocholo.
-¡Lola despiértate!
-Voy, ya voy. Pareces Jesucristo Superstar resucitando a un pollo, Pepe.
-Abre los ojos, Lola.
-Lo que te digo, una versión casera del nuevo testamento. ¿Qué quieres?
-La hipoteca, Lola.
-La hipoteca… ¿Qué la pasa a la hipoteca, Pepe?
-Hoy es día veinte, Lola.
-Un momentito, Pepe, ¿qué hora es?
-La una treinta y cinco de la mañana.
-Entonces, es veintiuno, Pepe. Hasta mañana, Superstar.
-Lola levántate y anda.
-¿Segurito, Pepe, que no te has leído el salmo veintitrés de San Jeremías?
-No, ese salmo no existe.
-Pues estás aducido, desdoblamiento de personalidad. Te crees que eres Jesucristo Superstar, insisto.
-Lola no has pagado tu hipoteca.
-Eso en el nuevo testamento no viene. Porque, si mal no recuerdo, una vez que Superar resucita al muerto, no le habla de hipotecas. Entiendo que en esa época no existían hipotecas y que tú quieras darlo una versión modernizada, pero…
-¡Cállate!
-No puedo, Pepe. Hablo hasta estando dormida.
-Lola vete ahora mismo a pagar la cuota.
-¿Ahora? ¿A las tres de la mañana?
-La una cuarenta y tres, Lola.
-Minuto arriba, minuto abajo, no cambia. Los bancos por mucha crisis que haya, que la hay, a estas horas duermen religiosamente.
-Que vayas, te he dicho, Lola.
-De momento a donde voy es al baño.
-Lola eres una morosa, no has pagado.
-He pagado, aunque no te quepa en esa cabeza cuadrada, yo he pagado.
-Que no, Lola, no has pagado.
-Que sí, leñe.
-Métete en Internet y lo ves. Eres una morosa. Me voy a dormir.
… Anda, zúmbale el bolo. Él a dormir y yo a sumar… ¡Maldita sea mi estampa! Una ya no puede ser ni honrada, para qué, si nadie me cree. No me creo ni yo que haya pagado, pero el caso que me suena que me falta dinero y si me falta es que me lo he gastado, ¿pero en qué? Sumemos, Lola, sumemos… una más una son dos. Dos más tres son siete. Siete más siete son catorce. Catorce más catorce… aquí hay mucho número. Fracciónalo, no te vayas a confundir, es mucho número para tu cabeza. No te engañes, tu cabeza es ovalada tirando a plana y la de Pepe es gorda, cuadrada, muy cuadrada, Lola. No te mortifiques y suma… Uno más uno son treinta y tres y me llevo tres…
-Pepe, Pepe, Pepito…
-Humm…
-Pepeeeeeeeeeeeeeeee…
-¿Qué, qué pasa? ¿Se ha hundido ya? ¿Quién eres?
-Soy María Magdalena. Levántate. No hace falta que andes, sólo pídeme perdón.
-¿Qué no has hecho?
-No pagar, Pepe.
-Lola, déjame dormir.
-Que soy María Magdalena, leñe, y de dormir nada. He pagado mi hipoteca dos veces Pepe.
-vale, hasta mañana, Lola.
-Que no te has enterado. Te digo que he pagado dos veces, la he repetido y me he quedado en descubierto, ¿ves? Por ser honrada al cuadrado… Y soy María Magdalena.

jueves, 12 de noviembre de 2015

LOLA, SOLUCIONES PRÁCTICAS, SL

-¡Ay qué bonito, pero qué bonito!
-Pero Lola, ¿se puede saber por qué estás hecha un manojo de cardos llorosos y encima dices qué bonito?
-La telenovela, Mari Pili, la telenovela.
-Ah, ¿y desde cuándo ves tú telenovelas?
-Desde que me dijo Pepe que dejara de leer los prospectos de los supositorios y me cultivase.
-Ah,  ¿y sabe tu Pepe que ves esas mierdas?
-Nooo…, le quiero dar una sorpresa.
-Ah, ¿y se puede saber qué sorpresa es ésa?
-Mujer, si te la digo, menuda sorpresa es. Las sorpresas son sorpresas.
-Ya, pero es que da la casualidad que tu sorpresa no es para mí, así que vete cantando, Lola.
-Mi Pepe va a descubrir en mí una nueva mujer. Por cierto, Mari Pili, ¿tienes un tampax?
-¿Eh? ¿Vuelves a ser mujer a tus años, Lola?
-Sí, me siento rompedora. Se acabó la mujer fatua.
-Ya me extraña, pero si tú lo dices…
-Bueno, ¿tienes un Tampax o no?
-Pues no, Lola, no. Ya sabes que yo soy nenuca desde hace ya varios años, bueno, y tú también aunque digas lo contrario.
-¿Y tu Paquito tendría un Tampax?
-Pero buen Lola, ¿tú eres gilipollas?, ¿qué va a hacer mi Paquito con un Tampax?
-Ay yo qué sé, ya sabes que tu Paquito es un pozo sin fondo.
-Pues mi Paquito tiene fondo, coña y no, no tiene Tampax. Pídeselo a tu Pepe.
-¿A Pepeeee?, ¿y qué va a hacer mi Pepe con un Tampax si solo trata con difuntos?
-Hija, pues ponérselos a las muertas, a los cadáveres, a las finadas, fiambres u las occisas…
-Ah, pues es verdad. Voy a llamarle… ¿Pepe? Soy Lola.
-¿Qué quieres?
- ¿Tienes muchas muertas para que me atiendas un momentito?
-Tengo ocho difuntas y un difunto, así que abrevia.
-Ay, qué lástima porque, claro, con tanta difunta, no tendrás de sobra un Tampax, ¿verdad?
-¿Un qué, Lola?
-Un Tampax, Pepe, un Tampax. Mari Pili me ha dicho, con buen juicio que tú seguramente tendrías.
-Mari Pili es otra mermada cómo tú. ¿Se puede saber para qué quiero yo un Tampax con una muerta?
-Ay yo qué sé Pepe, no me uses mis sesos que cada vez tengo menos. Bueno, ¿tienes Tampax sí o no?
-Nooooo.
-Vaaale, no te irrites, bajaré a la farmacia. A la coneja la ha venido su primera menstruación. Ya es mujer, Pepe, ¿verdad qué es bonito?... ¿Pepe?, ¿Pepe me escuchas?... Ya me ha colgado el teléfono, jopé.
¿A la coneja la vas a poner un Tampax, Lola?
-Sí, ¿qué pasa? Es un instrumento que permite todo tipo de movimientos y los conejos se mueven mucho, Mari Pili.