-… Ya te digo, Mari Pili, en Portugal
hablan portugués… Como te lo cuento, y tú que estás empeñada en aprender
gallego…, un dos por uno. Yo con el chino tengo suficiente, ¿para qué más?
Nadie me entiende ni me sigue…, ni los chinos. Aunque…
-¿Lola, qué haces?
-Hola, Pepe. ¿Qué voy a hacer? Hablar.
-¿Con quién, Lola?
-Pues con Mari Pili y no pongas cara de
fenómeno alucinado, hijo.
-Lola estás sola…
-¿Cómo que estoy sola? ¿Y la foto de Mari
Pili, eso no es nada?
-¿Estás hablando con una foto? Estás
fatal, Lola…
-Si es por prejuicios, no… Tráeme la
muñeca chochona que la pongo en la cara la foto de Mari Pili.
-Lola vas a enloquecer… Habla conmigo,
cielo.
-¿Contigo? ¿Y de qué? Tenemos en común
nada más que la comunidad de vecinos, y no me dejas hablar de ella porque pongo
a los vecinos a parir, tú ya me dirás… Anda vete a leer las esquelas del
periódico… Como te decía Mari Pili, un perro no es una langosta sino una…
-Lola, ¿en qué se parece un perro a una
langosta?
-Pepe… ¿Te han dicho que es de muy mala
educación meterse en conversaciones ajenas? Estoy haciendo reflexionar a Mari
Pili que…
-¿Haciendo reflexionar a una foto, Lola?
-¿Tú sabes que Mari Pili y yo tenemos
interconexión astral? Yo hablo a la foto y la foto transmite a Mari Pili sin
interferencia, nítidamente.
-Ya… ¿Quieres una copita cazalla?
-¿Mari Pili quieres que tomemos con este
pelmazo una copita cazalla?... Pepe, dice Mari Pili que no, y que te largues.
-Lola serénate y entra en juicio. Mari
Pili no está.
-… Pepe dime una cosa…
-Lo que tú quieras, Lola.
-¿Eres feliz usando la jefatura del juicio
común de los mortales?
-Sí, claro.
-Pues yo soy feliz hablando con la foto de
mi amiga.
-Pero Lola… es que hablar de esa guisa no
es juicioso.
-Pues anda que hablar con el Espasa Calpe
de cien tomos todo el día, menuda pesadez. Además…
-¿Qué?
-Estoy invocando a los espíritus para que
Mari Pili vuelva.
-Mamá, ¿estás haciendo espiritismo con la
zumbada de tu amiga?
-Otro cotilla… Peluche, ¿por qué escuchas
conversaciones que no son tuyas?
-Madre, nos han llegado interferencias de
los espíritus.
-Hijo, ¿alguno era el de Mari Pili?
-No sé, vengo del carnaval, Madre.
-Iros al guano todos… Mari Pili, vamos al
váter, es el único sitio que no me siguen estos mamarrachos… Por cierto, te he
traído un trapo cocina con gallo portugués, más bonito. Bueno, bonito, bonito,
no es, pero sí barato… Y ahora que nadie nos oye, ¿quieres volver de una puta
vez? Es que Mari Pili, hablar sola, sano, lo que se dice sano, no es. Además,
van a pensar que estoy tarada…
M Ángeles Cantalapiedra, escritora
©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla...Gymnopédies
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