martes, 29 de junio de 2010

LOLA EN ¿BIKINI O BURKA?

¿Bikini o burka? Esa es la cuestión... Os advierto que los dos llevan k, no os despistéis. Y, ojo, vengo aquí para que me deis vuestra opinión no para que pongáis cara de cebollinos.

Es que es una época tan difícil, ¿verdad? Para las que tienen tanto cuerpo como yo el bikini le falta tela y con burka me aso. Voy discreta con este último, sí, pero no me pongo morena. Además, con los metros de tela que lleva y encima, he leído que también suben el impuesto textil pues ya mediréis cómo voy a la playa. Mari Pili lo tiene fácil. Me ha dicho que va en bolas pues en Ibiza está permitido el desnudo integral pero mis carnes no dejarían hueco para otras carnes, aunque si debajo del bikini me pongo faja, ésta las reprime a expandirse, ¿no?... También es buena idea.

Sí, ya sé que estáis pensando que iría poco atractiva, pero en verano se permite la licencia para matar la vista ajena del susto que produce el mal gusto de la gente. Mirad esos tíos en chanclas, bañador y camiseta de tirantes en el supermercado, o mi vecina la Cacharros con pantalones piratas y para más INRI a rayas aprovechando que se lleva el look marinero, y, ya veis, tan contenta y sin complejos.

Sí, mi solución es el burka ahora que empiezan a prohibirlo en los espacios públicos y como yo voy contra corriente pues ¡hala! una cosa más para que me encarcelen que, pensándolo bien, es donde estaría más protegida la humanidad de mí que soy un peligro en el instante que pongo en funcionamiento mi cerebro. También, puedo echar una instancia al presidente gubernamental que es un fenómeno como sabéis para que me deje al menos llevar el burka en la playa, ah, y mi Pepe con los calcetines porque es tan sensible que se me resfría. Mari Pili dice que de esa guisa ella no va a Ibiza conmigo. Yo la he dicho que si es por temor a que en el aeropuerto no me dejen pasar porque no me ven el careto pues me descabezo y la llevo debajo del brazo; dice que tampoco. Ay, es de posesiva e intransigente esta chica que, por más que la digo que vivimos ya en una era que cada uno hace lo que se le pone en la punta de la calva, no cede. Sostiene sin sostén que ella cuando va a otro país se aclimata a las costumbres ajenas sin rechistar y que aquí en España jamás de los jamases se ha visto a una hispana con burka así que su amiga Lola, es decir yo tampoco. Pero yo sostengo con sostén- es que si no lo llevo se me caen por el volumen- que si las costumbres ajenas sirven para que los ajenos de la otra acera remienden un agujero pues bienvenidas sean, ¿no? Pues tampoco. Que es una nazi. Ahora, como yo quiero ir a Ibiza y con ella, además, mostraré toda mi humanidad, no me queda más remedio. El otro día vi en el mercadillo un traje de neopreno para buceo muy barato, me oprime un poco porque es cuatro tallas menos que la mía, pero me lo compraré igualmente con tal de hacer feliz a Mari Pili. Me faltan las gafas de buceo y el respiradero para no ahogarme. ¿Me los podéis prestar alguno? Si no me ahogo, os lo devuelvo, os lo juro por San Náufrago.

viernes, 25 de junio de 2010

LOLA Y CAPERUCITA ROJA

Hola, soy yo… Hoy he estado tomando un vaso de agua con Mari Pili- la crisis no da para más- y la he visto triste. Yo que soy genio y figura no se me ha ocurrido otra cosa para animarla que decirle que nos pintáramos la cara con la banderita de España. Me ha mirado de esas veces que miras cuando remiras la basura y te da asco, pues igual. Al final se ha apiadado de mí y me ha dicho que se la pintaba en el brazo y yo he dicho que no, pues no es lo mismo ver a un hombre en calzoncillos que a una oveja con ellos. Lo que se persigue es reírte un rato y un hombre en calzoncillos provoca o gula o desgana, pero una oveja con marianos pues da la risa. Pues lo mismo pasa con pintarte un brazo o una cara. Con esta última pareces una payasa que es de lo que se trata. Al final hemos ido como dos payasas tan felices en busca de un bar con ambiente para ver el partido, pero mi felicidad además de corta es brevísima y no me acordaba que tenía que pasear a mi santa madre, así que me he despedido de mi lánguida amiga y he ido a buscar al cementerio de mi madre que me ha puesto al día de todas las desgracias del barrio y adyacentes. Cuando ya no la quedaba un muerto por repasar, sólo se la ha ocurrido mirarme a la cara. ¿Pero a quién se le ocurre mirar a la cara a una persona? Pues a mi madre. Claro me ha visto la cara repletita de banderitas- ya sabéis que vuestra Lola antes muerta que sencilla y para mí una banderita es signo de sencillez así que me he pintado hasta el canalillo donde suceden mis hermosos senos- y,¿diréis lo que me ha dicho? Que no salía a la calle conmigo así cuando llevábamos en la calle dos horas… Yo, para que no se me pusiera virulenta no la he llevado la contraria y la he dicho “Vale, mamá, no salimos. Enciende la tele” Y va y me dice que no encuentra la tele- a ver, estábamos en la calle- pero justamente pasábamos por un bar y la he dicho “Si la tienes ahí, mamá” y nos hemos sentado a ver el partido de la roja. Eso sí, de vez en cuando me decía “ hija, ¿de dónde has sacado tantas cervezas si no tenía ninguna?” y yo la contestaba “He bajado a súper, mamá, para invitar a todos tus vecinos”, pero a ella había algo que no la seguía cuadrando “Hija, el salón parece más grande” y yo la respondía “ Para que recibas mejor a tus vecinos”… Y colorín colorado, Caperucita roja vio el partido que era de lo que se trataba.
¿Sabéis que Roja ganó, verdad? Ya veréis cómo nos manden para casa… Ay, qué lastima qué pena qué destrozo… Oé, oé, oeeeeeeeeeeeé, oé, oé…, pero mientras tanto, bailemos todos juntos el Waka, Waka.

martes, 22 de junio de 2010

LOLA Y EL FÚTBOL

No vuelvo a ver un partido con mi Pepe, anda que le den… Martirizadita, si hasta me intentó, que no lo logró, eh, ponerme un esparadrapo en la boca. ¿Pero dónde se ha visto eso aparte del gobierno que nos desgobierna? Yo me expreso, que te gusta, genial. Que no, vete a otra esquina que esta es mía y me siento un equipo de megafonía.

Dice el sabiondo que no sé de fútbol, yo que he sido el número dos en gimnasia rítmica, venga ya. Lo que pasa que le fastidia que emule su sabiduría y lo que no sé, me lo invente pues para eso tengo imaginación.


Al final se fue al retrete a escuchar el partido por la radio, se pensaría que en el baño ayudaría más a la roja y a la roja se la anima con afición como yo… Con patatas fritas, cervecita, la banderita y llamando cabrón a todo aquel que nos quite la pelota. Porque la pelota es nuestra, de la roja, ¿entendido Honduras, Bruselas, USA, observatorio de greenwich y demás hermanos y afiliados? Pues eso…


Y todo fue porque yo vi seis o siete goles más que no nos los pusieron en el marcador y protesté, claro y llamé al presidente del gobierno para que hiciera justicia y, claro, nos los quitaron.


¿Y qué me decís del penalti? No entiendo que porque la pelota vaya un poco más arriba del confesionario para pelotas no nos lo cuenten como gol. Como me pareció mal, llamé a Obama que ayer estaba muy receptivo… Pues tampoco. Ni se puso al teléfono.


Además le dije una cosa con mucho seso a mi Pepe que es cuando se levantó y se fue. A ver, si tenemos muchos jugadores, ¿por qué no sacamos a todos en vez de a unos pocos? Cuántos más, mejor defenderemos la pelota que nos quitan o jugar con más pelotas, así las posibilidades de entrar en el casillero son mayores. ¿A qué sí?


Y luego mi Pepe es muy gris, sé que su carácter va acompasado con su profesión de enterrador, pero que desde el minuto uno quiera enterrar a mi roja, o porque chille con tal volumen para que me oigan en el continente africano, vaya y me llame chica de la plazoleta. ¿A que no es justo? El fútbol es gritar, cantar, blasfemar, pitar… hablando de pitos, en la tienda de los chinos me compré un bombo como el de mi amigo Manolo y un silbato… Pues que también le molestaba. Pero dónde, Señor, dónde va a encontrar un ambiente más neutral, logístico y animado que conmigo… ¿El viernes alguien quiere ver el partido conmigo?

lunes, 21 de junio de 2010

LOLA Y SU PERRITO LINDO

¡Qué risa! No entiendo cómo la gente no tiene humor, ya casi nadie se ríe, les salen arrugas por fruncir la cara, no por partirse el culo de risa de uno mismo mismamente como yo. Comprendo que este mundo funciona gracias a que no hay muchos como Lola si no, sería el caos, soy consciente pero llevando a cabo un positivismo natural y constructivo, podéis reíros de mí, os dejo, no me molesta, ya sabéis que os cuento todo, me hace ilusión pensar que me escucháis porque ¡Qué bonito debe ser! Vamos, debe ser la leche hablar y que alguien te escuche ¿Verdad? A mí ni San Pedro y también lo comprendo, bueno no ¡Qué leches! no me hace ni pizca de gracia porque yo también digo cosas profundas, eso sí, hay que buscarlas entre líneas, hallar los simbolismos de mis actuaciones, algunas magistrales como... sentaros, os lo voy a contar...


Tengo una vecina en el pueblo muy maja, pídela lo que quieras, te lo dará pero, volvemos a lo de siempre, ¿quién hay perfecto? Nadie y ella tiene una tara que se llama Aquilina, su cacatúa ¡Qué bicho más horrendo!... “Lola, Lola, berrrrrr... Lola, Lola hortera, berrrr” ¡Será cabrona! Así todo el día hasta que las luces se apagan. Pepe perro, mi perro, la contesta“Auuuuuuuuu, guau, guau...” No os puedo decir el dolor de oreja con semejante concierto. Lo que no sabía es que Pepe perro con sus aullidos defendía a su ama, es decir, yo misma mismamente hasta esta mañana en la que me desperté con un silencio brutal, lo primero que pensé es que los vecinos se fueron de viaje con Aquilina incorporada, a Dios gracias, pero la bombilla se me encendió cuando llamaba a Pepe perro para darle el desayuno y no aparecía ¡Ay Dios mío! Que se me ha fugado con la cacatúa, pensé porque Pepe perro como yo no es normal e igual que bebe los vientos por la gata del 3ºA y es íntimo de las ratas, pues quizá quisiera ligar con una cacatúa pueblerina lo cual entraba dentro de lo razonablemente ilógico ¿Sí o sí? Pues no. Salgo al jardín “Perrito bonito, ven....Pepito perro chiquitin ven con amita... querubín de perro aparece...”¡Joder, Pepe perro! ven ahora mismo... y asomó una oreja ¿Qué puñetas le está pasando? Total que venga a enseñarme las orejas y el rabo como los toreros pero el resto de cuerpo, ná de ná, así que tuve que ir a por él.


-¡Criminal, asesino! ¿Pero qué has hecho diablo del infierno?- estaba horrorizada por lo que mis ojos contemplaban- Habla, defiéndete, te acusarán de malos tratos, irás a la cárcel… Amigos míos, que había triturado al loro. Allí yacía todo él chupado por las babas de un perro. La verdad que se parecía más a una mujer porque ya sabéis que cuando no nos arreglamos estamos irreconocibles, pues el lorito igual. No valía ni un leuro, pero el pollo con la vecina no me libraba ni San Blas. Así que decidí lavar al difunto, secar las plumas con un secador, saltar la valla, enderezar la jaula y meter a la cacatúa para que pareciera muerte natural. Tales meneos le había dado pepe perro que tuve que coger pegamento para pegar algunas plumas, pero oíd “Divino de la muerte”


Corriendo me metí en casa, encerré a Pepe Perro, previamente le puse a modo de bozal el trapo de cocina para que no ladrara, bajé las persianas y me dispuse a esperar acontecimientos; no se hicieron esperar. La vecina llegó con el carro de la compra y al ver al finado espatarrado se puso a cacarear en formato aullido. Yo salí corriendo. Lo malo es que Pepe perro, también… Traté disimuladamente de consolar al loro de mi vecina. Tanto me concentré en la consolación que no me di cuenta de dos cosas: una, que Pepe perro aprovechó para meter el hocico en el carro y comerse un paquete de filetes; debían de estar muy buenos pues se relamía con gusto. Nunca pude imaginar que mi vecina comprara filetes buenos… Veis, uno no se puede fiar de las apariencias. Yo, con una pinta excepcional y comiendo patatas y el loro de mi vecina con cara de entuerto en la vejiga comiendo filetes. En fin… El segundo desaguisado fue que no vi que Pepe perro tenía pegado al culo plumas de la difunta cacatúa. ¿Cómo explicar aquello? Después de pensar concienzudamente, salté:


¡Milagro, milagro!, tu cacatúa se ha reinventado en mi perro.


… No coló y me ha denunciado… Pues no pienso pagar. Mi perro es muy decente. Si nuestro presidente anda suelto con todas las que nos ha preparado, no va a ser mi perro quien termine entre rejas, ¿no os parece?

miércoles, 16 de junio de 2010

LOLA SE CONFIESA

Ay… Estoy en barbecho. Amortajada y amorcillada entre tanta desdicha, mis queridos lectores… Llegó la roja y decepcionó tanto como el rojo de nuestro presidente… Qué lastima, qué pena, qué destrozo. Yo soy positiva, pero ¡joder, joder, la que está cayendo!, ni con preservativo.

De momento, para no excitar a mi Pepe, retiro mi cáliz de su boca y me ato a la pata de la cama y así no salir a la calle y pecar. Mi máxima es no poner más roja la cuenta corriente de lo que ya está. He cortado la luz. Bueno aún no. De momento estoy ensayando con las persianas bajadas y gafas de sol. Cuando me sepa de memoria dónde está la fregona y sepa planchar sin ver, cortaré la luz para no gastar. Claro que, si pienso, nunca he visto; vanos entonces mis deseos… ”Presideeeeeeeeeente, sube ya la luz si quieres… Ah, si necesitas subir el tabaco, el teléfono, la bombona, el agua, el bonometro, la carne, súbelo, hijo, no te reprimas, pero déjanos las patatas y los huevos al menos… Ah, otra cosa: gracias por dejar que la gente se muera. Porque menudo trabajo tiene mi Pepe en este momento. Hay tanto difunto que ya hasta los entierra en bolsas de papel. De plástico no, tranquilo. Él mira mucho la energía esta sostenible que te has inventado”


Ay, qué opresión más tremebunda cobijo entre mi pecho derecho y el izquierdo tengo la sensación de navegar en un arca agujereada y con demasiado peso. Tal vez si echáramos por la borda cosas innecesarias en estos momentos de ahogo, no sé…, yo qué sé que sé, ¿quizá ministerios, presidentes autonómicos, coches insostenibles, consejeros y delegados, soplatubos de turno, sueldos y sobresueldos de estos fulanos y no el del trabajador de a pie, qué tal?

Claro que yo tengo la solución, eh. Ya sabéis que vuestra Lola cuando se pone a pensar es la bomba. La iluminación me vino el otro día leyendo el prospecto de una caja de supositorios… La solución es muy sencilla, económica y de fácil ejecución: llamar a un laboratorio y que fabriquen al por mayor supositorios de esos que limpian la vedija y ¡hala!, diarrea para todos.

Limpios nuestros traseros, desatascados los desagües volvemos a empezar. ¿Qué os parece?... Ya, por el camino habremos dejado excrementos, pero eso es buenísimo como abono para la tierra… Una cosa, el que esté más cerca del presi, que retire sus cagadas. Son contaminates.


Ay, qué liberada me siento y qué irresistible soy. Miradme de arriba a bajo. No es por decepcionaros pero soy lo mejor que hay delantes de vuestros ojos. Ah, y voy de rojo, eh, no quiero desentonar. Gracias, pollos, por escucharme…

lunes, 14 de junio de 2010

LOLA Y LOS SORTEOS

-Mari Pili Mari Pili, cógeme el teléfono
-Lola llevo media hora con el teléfono de la mano. A ver qué mosca te ha picado.
-Ay si te cuento, ayyyyy, Virgencita del Perpetuo Milagro…
-Ah, me vas a hablar de un milagro, entonces espera que me siento…
-No es sólo un milagro, es la suerte que arrastro conmigo, Mari Pili.
-¿Suerte?, Puff kilovatios de suerte. Bueno, me lo cuentas o no…
-Sí, sí, claro que te lo cuento. Es que si callo y no te doy envidia, reviento.
-Dime…
-Prometeme Mari Pili que te vas a comer los dedos de envidia…
-Dejaré las uñas para arañarte mejor, Caperucita. ¿Me lo cuentas o te cuelgo?
-Mari Pili esta mañana he ido a comprar rábanos y champiñones.
-Y a mí qué me importa?
-Pues debería, debería…. ¿No tienes que comprar nada en en el Tutitutifrui?
-No, estuve ayer.
-Ves eso te pasa por ir en el día equivocado. En cambio yo…
-Has ido esta mañana con la Virgen del Perpetuo Milagro y te han dado unos rábanos con rabo, ¿no?
-Uy, qué va, qué va, mejor…
-Te han dado gratis medio kilo pepinos que se les estaban quedando pochos…
-que no, que no… ¿Estás sentada?
-No, Lola, estoy en la puerta de la calle, ¿me quieres abrir de una puñetera vez?
-Ah, ¿cuándo has venido?
-Ya ni me acuerdo, Lola
-Ah… ¿Y me estás haciendo gastar dinero con el móvil? Sabes que los telefonistas son unos estafadores, Mari Pili
-Ábreme, leches…
-Cuélgame, Mari Pili, si no me cuelgas yo sigo hablando.
-¿Tú eres tonta o te fabricas?
-Qué temperamento más borde… ya.
-Bueno dímelo a la cara
-el qué Mari Pili
-Pues en el tutitutifrui
-Me ha tocado un viaje
-No
-Sí
-Dónde...
-A la punta de no sé dónde, Mari Pili.
-A punta del rábano, Lola.
-Algo de una punta con pelos y palmeras
-¿Punta cana?
-Sí
-No
-Que si, puñetas. Que venga Santa Críspula y te lo diga ya que no me crees.
-Que no, coña, que no a ti no…. Lola llevame
-Y mi Pepe qué...
-Enterrando muertos, Lola. Lo hace muy bien, y la sociedad no se puede privar de profesionales de la talla de tu Pepe.
-Pobre, el sol le vendrá bien, está tan pálido...
-Pero estar contigo le vendrá fatal así que llevame. Por cierto dame el folleto del viaje, Lola.
-Toma...
-¿Pero qué me das?
-Pues el premio, hija. La envidia te ha atocinado.
-Esto es un papel que pone que entras en un sorteo, nooooo que te haya tocado, Lola.
-Imposible, ¿te has puesto las gafas para leer claro?
-Sí. ¿Y tú?
-Ay, yo creo que se me olvidó... Pero en el sorteo ya estoy, eh...
-¿Sorteo? Anda, quítate de mi vista que me has hecho sufrir para nada, Lola... ¡Adiós!, ah, y no te quiero ver en una semana. ¿Entendido, Lola?
-Síiii, pesada. En cuanto llegues a casa te llamo, Mari Pili.

miércoles, 9 de junio de 2010

LOLA SINDICALISTA

-Hola, buenas. ¿Es aquí para manifestarse?
-Sí, señora. Tome una pegatina.
-Gracias, pero quiero una pancarta.
-Lo siento señora, pero ésas las llevan los líderes.
-Yo soy líder de pirados que aún sueñan, así que déme dos. Una para mí y otra para mi amiga.
-Que no, coño, que no se la doy. Tome la pegatina y únase a la masa.
-Masa será usted. Yo soy la reencarnación... ¡Abajo los sindicatos!
-Pero Loooola...
-Señora esta es una manifestación en contra del gobierno.
-¿Y? Yo voy en contra del gobierno, los soplatubos y los sindicatos, así que éste es mi sitio...
-Los sindicatos defienden al trabajador, doña.
-Ustedes defienden lo que les da la gana, si defendieran al trabajador, ya habrían salido antes... ¡Los sindicatos son unos comprados!
-Lola, por Dios, vamonos.
-No Mari Pili. Hemos venido a manifestar nuestra impotencia y no nos mueven de aquí... ¡Sinvergüenzas, caraduras!
-Sinvergüenzas, ¿quién señora?
-No sé, espera que pienso... Los políticos.
-Señora yo soy político respéteme.
-Espere que le escupo entonces...
-Fuera de aquí, señora. Usted no respeta nada.
-¿Y ustedes sí? Señor guardia, señor guardia, venga que este sindicalista me quiere pegar... Ah y quítele el cargo y démelo a mí.
-A ver, qué pasa...
-Agente, esta loca se ha colado en la manifestación.
-En paz se puede manifestar el que quiera caballero.
-¿Ves, soplatubos? Me puedo quedar... ¡Viva Lola García!
-¿Y quién es esa señora?
-Pues yo, soplagaitas. ¿Pasa algo?
-Usted es una camorrista. Lárguese de aquí.
-Ande calle y déme un par de bocadillos.
-Señora aquí venimos a pedir justicia, no a comer.
-¡Viva a los bomberos!... Mari Pili recuerda el día veintiuno, tenemos otra manifestación.
-¿Otraaa? Yo no voy, Lola, no sirven para nada.
-Claro que sirven, Mari Pili. Escupen toda la mala leche que te genera la injusticia. Ah, sin contar que pasas la tarde sin gastar.
-Señora enséñeme su carné...
-¿Usted es agente de la propiedad, oiga usted?
-Soy funcionario y sindicalista. Enséñeme su carné.
-¿Y ver mi edad? Ni jarta vino, soplatubos. Enséñame el suyo.
-Tome...
-Uy, qué monada de carné. Yo quiero uno de esos. ¿dónde los dan, soplatubos?
-Señora, es el carné sindicalista. ¿Usted no lo tiene?
-Yo voy de por libre. Sólo estoy afiliada a mí misma y no vea qué trabajo me doy.
-Hágase, y defenderemos sus derechos. Tome, rellene el folleto.
-Ustedes no dan puntada sin hilo... ¿Es gratis?
-Paga una cuota trimestral.
-Estoy en paro, no tengo leuros... Pero ¿Me garantizan a mí y a mis 4.999.999 compañeros parados trabajo? En ese caso les llamo ahora mismo y nos afiliamos todos.
-Señora no se pase. Ayudamos en lo que podemos. Ya ve, estamos aquí en defensa del funcionario.
-¿Y el resto?... ¿Sabe lo que le digo?
-Ni lo sé, ni me importa, señora.
-Así nos va. Ustedes escuchan a quién les da la gana. Así que fundo mi propio sindicato...
-Loooola, ¿Más líos?
-LG, gratis total, Mari Pili.
-Suena a marca de lavadora o reparaciones, Lola.
-No me atocines, Mari Pili, con tanta reflexión. Vamonos a coger sitio para la siguiente huelga. Este año se nos va a acumular tanta tarde sin gastar leuros...

miércoles, 2 de junio de 2010

LOLA EN HOLLYWOOD

-Mari Pili, Mari pili…

-Quéeeeeeeeeeeee…

-Ha escrito Julito... Ay Mari, tú y yo en el pueblo como dos pardillas y él en la meca del cine codeándose con los grandes de los leones de la Metro goldwynn Mayer… quién nos lo iba a decir.

-Lola, te dice con quién…

-No, pero imagínate… Humphrey Bogart, Rita Hayworth, Clark Gable, Lana Turner, y similares, Mari Pili.

-Lola, si todos esos están muertos.

-¿A la vez, Mari Pili? Ay, Jesús, voy a llamar a Pepe para que se coja un avión de oferta.

-Es que Lola…

-¿Sabes cómo ha sido? ¿Se los llevó una colitis? Te lo pregunto porque me lo va a preguntar Pepe para hacer la ficha. Él es muy ordenado y hace unas bonísimas fichitas de todos los muertos por categorías. Si vieras qué sarcófagos en pan de oro y centeno más bonitos tiene para los ricos... Claro que si se entera el presidente, les subirá la retención y huirán a morirse en las Barbados… Ay qué nervios, voy a llamarle. Esto puede ser el negocio del siglo… ¿Nos compramos pamela, Mari Pili?

-¿Pamela? ¿Para qué?

-Para el entierro. Julito nos dará invitaciones seguro. Él tiene mucho poderío.

-Lola si se murieron hace siglos…

-¿Cervantes? Sí, Claro.

-¿Quién ha hablado de Cervantes, Lola? Eres como Alonso Quijano

-Y tú Rocinante, leñe. El caso es quitarme la poesía a todo.

-Pero si es que ves molinos de viento hasta en la nevera.

-… No entiendo. Entonces, ¿qué hace Julito rodeado de momias? Tendremos que llamar a Batman

-A Batman… Y a Titín y Popeye, también.

-En fin, ojalá tenga tanta suerte como nosotras

-Lola… ¿Nosotras hemos tenido suerte?

-Pues claro. Hemos y estamos sobreviviendo a todos los soplatubos. ¿Eso es o no es éxito, Mari Pili? Sólo tengo una pena, Mari Pili.

-¿Cuál, Lola?

-Que no hayas triunfado en la meca de Hollywood con el enchufazo que tendrías hoy con tu primo allí. Un Fernández codeándose con banderas… Habrías bordado el papel de zombi, Mari Pili.

-Ya, Lola, pero fui incapaz de aprenderme los diálogos.

-¿Eran muy largos, Mari Pili?

-Puff, una barbaridad, Lola. Casi tres horas diciendo…

-¿Qué, Mari Pili?

-…Espera que me acuerdo… Ya… “Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah…

-Para, Mari Pili, para, que no asimilo todo el diálogo a la vez… Oye, ¿las tres horas era así?

-Sí, fíjate, cómo para aprenderme todo eso…

-Sí, desde luego, Mari Pili. Y además, luego tendrías que interiorizarlo para que fuera creíble.

-Sí, Lola. No pude con el papel, no lo pude razonar. Demasiada responsabilidad. Mi primo Julito se merecía…

-…Se merece una actriz con tablas sólidas… Mari Pili, ¿y yo?

-¿Tú qué, Lola? Ahora me vas a decir que has nacido para conejita de Play Boy, que te veo venir…

sábado, 29 de mayo de 2010

LOLA EN EL MÉDICO

-Buenos días, Doctor. ¿Nos podía atender un momentito? Es que es algo urgente. Mire usted qué lástima, qué pena, qué destrozo traigo de amiga.

-Tal como veo a su amiga no se va a agravar porque yo termine de comerme el bocata de salchichón y la cervecita. Esperen en la puerta de la consulta.

-En horas de trabajo, el alcohol es malo, Doctor, y el colesterol que se va a meter para el cuerpo, fatal para las arterias y el corazón, oiga usted.

-Tranquila, Lola. Déjame hablar a mí que aún coordino, poco, pero… Doctorcito, ¿pero no ve lo fatal que está mi amiga?

-Mari Pili desengáñate, el doctorcito sólo ve el bocata… ¿Me da un mordisco si le quito a esta pelmaza?

-Lola estás muy mal y sólo piensas en comer…

-Mari Pili, tú porque eres la dama de la media almendra. Límpiate las gafas y mira qué bocata se está comiendo, si es que chorrea grasa… ¿Está rico, doctor?

-Muy rico, señora. Ahora si me disculpan…

-De disculpar nada. Mi amiga…, por cierto Doctor, se llama Dolores. No la duele nada según ella, así que llámela Lola…

-Señora, coño, que vaya a la consulta y saque número que ahora voy.

-Mari Pili, igualito que en la cola del pescado. Vamos este tío en vez de regentar un doctorado, ha puesto un chiringuito de aspirinas.

-Señora un respeto. Es mi tiempo libre.

-Un doctorcito no tiene tiempo libre. Lo primero son sus enfermos. Para mi Pepe son sus muertos. Para mí, son mis cabras, mis vacas, mis gallinas.

-Me alegro mucho, pero para mí en este momento es mi bocadillo de salchichón… Por cierto, ¿usted no criará cerdos?

-También, doctor y de los de raza negra. Ya sabe, morenitos comiendo bellota.

-¿Vende jamones usted?

-Pues… ¿Mari Pili sabes si se venden jamones en la granja?

-¿Ve Doctor? Está fatal Lola. Se cree que tiene una granja.

-Ah… ¿Y no la tiene?

-Noooooooo, Doctorcito, no tiene. Es un juego que la envenenado el cerebro.

-Doctor, Doctor, ¿qué me pasa?

-A simple vista, señora. Usted está trastornada.

-No se engañe, Doctor, ella, de siempre, ha tenido una jaula de grillos en el cerebro.

-Pues está claro que ahora tiene una plantación… ¡camarero!, Otra cañita, por favor.

-Que no siga bebiendo que no va a poder diagnosticar a mi amiga.

-A ver…, un momento que doy otro mordisco al bocadillo… ¿Qué síntomas tiene, señora?

-Me meto en la cama y me vienen a buscar las cabras, las vacas…, ya sabe, para que las ordeñe.

-Ahhh… Está clarísimo.

-¿Sí? ¿Qué la pasa, Doctor?

-Más claro agua, señora. Su amiga está como una cabra.

-Ya, eso de siempre, ¿pero cómo de cabra? ¿Mucha, mucha cabra?

-Rematada. Ahora si me permiten, he de volver a mi jornada laboral.

-Le acompañamos y que mi amiga se siente en el diván y la escucha… Por cierto, ¿por qué va con casco y extintor, doctor?

-Mayormente porque soy bombero, no médico, señoras… Un placer y buenos días.


-Mari Pili, vamos horita mismo a que te gradúen la vista…

martes, 25 de mayo de 2010

LOLA, EXCELENTE COMERCIAL

- Buenas tenga usted. ¿Doña Mari Pili Fernández favor?

-¿Qué quieres Lola?

-Buenos días Doña Fernández, soy Dolores García de TutoBank... El motivo de mi llamada es...

-Corta el rollo, Lola, que estoy guisando unas ancas de rana para mi Paquito.

-Disculpe Doña Fernández. Tengo el placer de poderla ofrecer ancas de rana al por mayor. Se las guisamos también.

-Lola, por dios, cómo han sido tan insensatos de volverte a readmitir en TutoBank. Eso es cualquier cosa menos un banco. Qué lastima, qué pena, qué destrozo

-Doña usted no me puedo salir del guión porque me echan si no, ya la contestaría como se merece. Además esto no es un banco, somos la boutique del inversor más avispado.

-Bueno, ¿para qué me llamas?

-Necesitaba oír tu voz, Doña Fernández.

-Pues yo estaba tan a gusto sin oír la tuya... Lola, ¿no te gustaré, verdad? Ya sabes, tú me entiendes...

-Lo sé y te entiendo, pero no estoy tan desesperada, lo único es que tengo que hacer un número de llamadas... Hoy en promoción tenemos bisoñés en color fosfato. Medias elásticas con tirabuzones para sujetar muslos pequeños...

-Repite Lola, por favor...

-¿Cuál de las sandeces que vendemos?

-Loooola, que las llamadas se graban.

-Ay, madre, es verdad. Espera que recompongo el guión... Doña Usted, de nuestras magníficas promociones, le obsequiamos sin sorteos ni llamadas un viaje.

-¿Un viaje? ¿Qué he de comprar, Lola?

-Compra las medias con tirabuzones es lo menos malo...

-Loooola, la lengua.

-Ayyyy, leñe, es que no la domino. Mi lengua no tiene dueño. Bueno Doña como se llame, la pongo ¿Cien pares? Es lo mínimo que despachan

-¿Cieeeeen pares? Si sólo tengo dos piernas, Lola

-¿Y quién no la dice a usted que de hoy para mañana no la crecen más? Ya ve, hace dos días, no había amapolas en el campo y ahora está plagadito. ¿Y por qué? Porque es primavera en TutoBank, Doña Saga de los Fernández.

-Vale, mándame cien... Ah y el viaje, claro. ¿Adónde es, por cierto, Lola? Ah, ¿Cuánto cuesta?

-A dónde quiera, Doña Clienta. Y cuesta doscientos.

-¿Doscientos qué, reales, euros, dólares, yenes? ¿Cuántas personas pueden ir?

-Doscientos lo que sea, trabajamos todas las monedas. Y de viajar, Usted, Doña Mari Pili. No más.

-Lola te da igual ocho que ochenta. Doscientos y no sabes si son millones o qué. ¿Y qué hago en Moscú yo sola, Lola? Haz trampa y sácame un pasaje para Paquito.

-No puedo, Doña. Compre ciento cincuenta fiambreras y hago un poder. Y no sé si son doscientos millones o dos mil, estoy muy cansada.

-¿Ciento cincuenta? Si no tengo armarios, Lola.

-La rebajo dos y cerramos el trato, Doña Pilarica. Ciento cuarenta y ocho fiambreras y un viaje.

-Vale, Lola. ¿Pero qué meto en tanta fiambrera?

-Cien medias con tirabuzones y la sobran cuarenta y ocho para regalar en reyes y fechas señaladas... Ojo, ni se te ocurra regalarme ni una fiambrera. Son más malas que un dolor de muelas...

-Jó, Lola, cuánta mierda he de comprar para tener unas vacaciones gratis. ¿Qué día hemos de estar en el aeropuerto?

- Dirá en la parada de autobús, Doña Fernández. Es un viaje de ida, que no de vuelta, a cualquier parte de su ciudad natal, es decir donde vive actualmente, Doñita. ¿A qué es fantástico? Es que verá usted, ya esos viajes de ir a París, Roma..., se han pasado de moda, ahora se lleva el turismo interno... ¿Fernández? Oiga... Me ha colgado. No lo entiendo, cada día es más rara esta chica.

sábado, 22 de mayo de 2010

LOLA Y MARI PILI EN LOS TOROS

-Lola, ¿tú crees que vamos propias?

-¿Tú y yo, Mari Pili? Hasta con rulos en la cabeza estamos divinas de la muerte. Antes muertas que sencillas

-Ya… Es que todo el mundo viene sencillo de verdad, en vaqueros y esas cosas, Lola. No tengo un hueco en mi cuerpo entre la peineta, la mantilla, el abanico, el cesto con las gallinas, la tartera, la nevera colgada al cuello… No sé, temo desentonar, que la gente me mire. Claro que tú, ¡Jesús, María y José! Pareces la maja de Botero…

-¿Y, Mari Pili? Si la gente quiere ir hecha un cromo, no tengo porque yo ir hecha un pegamento… ¿Bailamos?

-Lola, por dios, estamos en una plaza de toros…

-Anda ésta, ¿y para qué crees que tocan los pasodobles? Los toros no bailan, pero tú mi arma, que se vea cómo se mueven esos muslitos de pollo que para eso vas a clase de baile jamaicano…

-Señora siéntense que va a salir el toro…

-Un poquito de por favor, caballero, mi amiga Mari Pili necesita expresarse. Los toreros la ponen…

-Lola, ¿desde cuándo un torero me pone?

-Mari Pili es lo lógico. En cambio a mí me pone un toro…. Mira, mira, ahí está. Qué estampa, madre del carnero, es igualito que yo de perfil. Mira, Mari Pili, el torito tiene mi misma papada. Anda que si soy descendiente de un toro…

-Señora cállese… Usted de donde desciende es de las vacas.

-Caballero, un poquito de por favor, cómo me voy a callar si acabo de ver a un familiar mío en medio de la plaza… Ay, Ay, Mari Pili, ¿pero por qué el del traje amarillo con moño en la nuca quiere pegar al toro… ¡Majadero como pegues al toro te escupo!

-Lola cállate. Esto es una corrida de toros.

-Como si es un corrimiento de tierras silvestres, Mari Pili, como se metan con el toro, me tiro a la arana y se enteran quién es Lola García, de la saga de los Osborne de toda la vida.

-¿Desde cuándo eres tú de los Osborne, Lola?

-Mari Pili desde que he visto al toro. Es igual que yo, no hay más que verlo. A mí me faltan los cuernos, pero por lo demás, exactos… Bueno soy la rama femenina y venida a menos de los Osborne. ¿Saco la tortilla? Traigo una ristra chorizos de mi tía Lolita…

-Señora déme un cacho…

-Y un asta de toro, le doy también, caballero. Después de que no me deja hablar, me impide bailar, me tiene aquí constreñida, estreñida… Mari Pili, Mari Pili, tira al toro una gallina.

-Las gallinas son para el torero que toree bien, no para el toro.

-Y un rabo de toro, Mari Pili. Una de las gallinas, la más gorda, es para mi familiar, el señor toro… Mari Pili, mari Pili, ¿pero qué haces?

-Ay, Lola, que se me han escapado las gallinas.

-Quieta ahí, voy yo. El toro no te conoce…

-¿A ti sí, Lola?

-Señora, ¿dónde va?

-Voy donde me da la gana, caballero. No ve que el torero se va a quedar con mis gallinas…

-Lola, Lola, que el toro no te conoce. Ven para acá… Looooola… Ay Dios mío, ¿pero por qué me has tenido que dar una amiga tan peripatética?... Señor guardia, por favor, ¿la enfermería?

lunes, 17 de mayo de 2010

LOLA HOMICIDA

Ay, creo que he matado a mi Pepe por confusión. Estaba pensando en el presidente del gobierno y se me ha ido la mano… Ha dejado de hacer ruido, tan niquelado, tan quietecito. Mirad el bigote, todos los pelos peinados… Esperaré un poquito antes de llamar a la policía por si resucita, ¿no os parece? El caso es que no sé por qué he de llamarles; le entierro y santas pascuas, ¿no? Me ahorro burocracia… aunque una vez me dijo:
-Lola, si me muero, no me entierres.
-Como quieras, Pepe. ¿Te momifico y te pongo en un expositor?
-Te hablo en serio, Lola. Me incineráis.
-¿Cuánto cuesta quemarte, Pepe?
-Tengo un seguro hecho, tranquila, no tendrás que pagar nada –mi Pepe tan previsor y ameno para todo…
-Y luego… ¿qué hago con tus polvos?
-Se dice cenizas, Lola, y se meten en una vasija y se las entregan a los familiares y, estos, las esparcen por un lugar significativo para el difunto, ¿me entiendes?
-Ay, Pepe, no estoy dispuesta a esparcir tus polvos por la casa, se me pondría perdida de suciedad. Además, Pepe Perro tiene alergia al polvo. ¿Te coloco encima de la chimenea de adorno o, en la estantería para que me veas ir y venir? Dime…
-Lola, haz lo que te dé la gana.
-Vale, te meteré en el altillo.

… No entiendo por qué ha tenido que morirse justo ahora que España se ha hundido… No fue para tanto y, encima, ¿qué hago ahora con la hipoteca? Menudo lío… Anda que cómo me acusen de asesina… Bueno, digo que fue homicidio involuntario, que realmente quería matar era al presidente de gobierno, total, a ése le quiere matar todo el mundo mundial. Lo maté en defensa propia, pero claro, iré igualmente a la cárcel… Yo no tuve la culpa; tenía deshechos los nervios por sus ronquidos y… le di un golpecito de nada; se cayó instantáneo… Ay, podía revivir… Me siento fatal, ¿serán los síntomas de la viudedad? Podía haber asesinado al presidente de gobierno, él sí que me ha dado motivos, pero a este pobre hombre trabajador y tan calvo... Mi Pepe era tan, tan bueno, qué buen carácter tenía, qué bien le sentaba la calva, qué cuerpazo tenía tan redondito… Pero, ¿a quién se le ocurre matar a un marido? “A ti, Lola, a ti”… Ay, Dios, que estoy oyendo voces, ay, que esta vez va en serio, que me estoy trastornando… Voy a velar un poco el cadáver…
“Ay, Pepe, te moriste justo en el momento en que te iba a decir que jamás volvería al mercadillo; sabía que te haría feliz mi decisión y te has ido al otro barrio sin saberlo, ay, qué, lastima, qué pena, qué destrozo…”
-Lola, ¿qué haces ahí de rodillas?
-¡Jesús!, qué susto me has dado. Ay, Pepe, júrame que nunca te vas a morir, júramelo, al menos hasta que paguemos los estudios de los chicos y la hipoteca y el coche y el préstamo y… Luego te mueres cuando te dé la gana… Ah, nada de morirte hasta que no se supere la crisis hispánica, eh.
-Te lo juro, Lola, y ahora ¿seguimos durmiendo?
-Sí, Pepe, lo que tu digas… lo que tú digas, además, he de madrugar, Mari Pili me espera temprano para ir al mercadillo… Por cierto, Pepe, no ronques.

domingo, 16 de mayo de 2010

LOLA, GUIONISTA DE SOBRES DE SOPA PARA GOBIERNOS AHOGADOS

-¿Julito? Ay qué preocupación, señor, creí que te había dado un retortijón y te habías colado por la taza del IVA… ¿Dónde estabas?

-En Madrid, de firmar el contrato.

-¿Qué contrato, Julito? ¿Por qué no me informas?

-Me han contratado como actor, Lola, estoy que me salgo.

-¿Actor? Ay Jesús que esta criatura se volvió poseída…

-… Yo y Mari Pili…

-¿Y yo?

-No eres una Fernández, Lola…

-Pero sí una García. ¿O es que en los equipos no hay gente de distintas nacionalidades? Ya ves Messi… Yo como él… Mari Pili, ¿así pagas a tu amiga? ¿A que me monto una película yo sola como protagonista?

-Lola, no encajas en el guión.

-¿De qué va?

-De zombis, Lola

-Tienes razón, Mari Pili, yo soy más para una película de extraterrestres… Julito prepárame un guión.

-Mi primo no se gasta en nimiedades, Lola. Escríbetelo tú.

-Mari Pili sabes que con mi cultura de sobres de sopa la escritura no se me da.

-Pues aprendes a escribir, Lola.

-Qué soberbia tienes, Mari Pili. Te ofrecen un papel de zombi y ya crees que te vas a Hollywood con Antonio Banderas.

-Lola yo te hubiera recomendado, pero Mari Pili dijo…

-¿Qué dijo, Julito?

-Pues dije, Lola, la verdad. Ocuparías toda la pantalla y a nosotros no se nos vería.

-Me podía haber puesto la faja de neopreno para que me comprimiera… Egoí iiiiiiitas…

-Lola yo te quiero.

-Eres un pelota Julito. Te arrepentirás, te lo juro por Messi, me volveré la pichichi de la liga de guiones de sobres de sopa… Me quedarán unos diálogos niquelados. Voy a empezar…

-¿Te ayudo, Lola?

-No, Julito, vete con tu prima.

-Vámonos, Julito nos esperan en maquillaje.

-Pero qué os van a maquillar, desgraciados si ya estáis de natural como espectros mutantes en un mar de sopa… Ay que me viene… Ay…

-¿Qué te pasa, Lola?

-Una contracción, Mari Pili. Coge el papel y el boli y escribe…

-¿Qué escribo Lola?

-Te dicto Mari Pili… “Él se acercó sin hacer ruido a la cazuela. El agua hacía plof plof y…

-¿Y qué, Lola?

-Hija espera, se me ha cortado la contracción. Te crees que parir un guión de sopa es fácil… Ya, ya, que me viene de nuevo…

-Empuja, Lola, respira, empuja, comprime, espira…

-Julito, ¿tú eres gilipollas o qué?

-Lola estamos asistiendo a un parto.

-Sí, un parto de sopa, no te fastidia. Pero no puedo hacer todo a la vez, Julito, me amontono…

-Julito, primo, Lola es lenta… Tú tranquila, Lola, cuando te venga nos mandas un telegrama. Vamos Julito…

-¿Dónde vais? En el momento más importante de mi carrera mis amigos me abandonan. Qué lástima, qué pena, qué destrozo… Seguiré sola… “Despacio él suspiro mientas los fideos, uno a uno, eran engullidos por el plof plof del agua. Ellos, los fideos, se ahogaron…” Lola, soberbio, magistral. Llévaselo ahora mismo al presidente del gobierno.

jueves, 13 de mayo de 2010

LOLA COLABORACIONISTA

-Este chico me está alterando hasta el nervio de los pies planos... Juliiiiiiiiiiiiiito, coño...

-...Lola...

-Julito no me pongas esa cara pasmau que se me corta el café... Se puede saber qué son estos papeles...

-Lo que me ha dado mi prima Mari Pili, Lola...

-Julito, eres un chivato..., que lo sepas.

-Mari Pili desembucha... Dime mi querida amiga qué son estas facturas impresas en papel higiénico...

-No tenía papel de impresora, Lola.

-¿Julito, cuándo has ido tú a Jerez?

-Yo no, claro, pero mi prima Mari Pili sí, es muy viajada. También hay una factura de cuando fue a Buenos Aires de tanguera.

-Lola... te lo puedo explicar Lola, los Fernández somos una piña.

-Mari Pili la tanguera... Qué lástima, que pena, qué destrozo. Mari Pili, además de tanguista, de qué vas...

-A pedir una subvención para mi primo Julito, Lola.

-Ya, Mari Pili, y me puedes indicar si eres tan amable qué hace mi DNI falsificado entre el papel higiénico de tus facturas.

-Julito no tiene DNI, Lola...

-No tengo, Lola, no tengo, no soy marca registrada.

-¿Me queréis decir que Julito legalmente no existe, que es un fantasma?

-Tengo padre y madre, bautizado e hice la comunión... Toma mi acta de bautismo, ah, y la de confirmación.

-... La ministra es roja, Julito, Mari Pili..., si la presentamos como única fe de existencia el recordatorio de la primera comunión de Julito tal vez la sirva para un guión de película de terror pero no para darnos una subvención.

-Sí, sí, claro, por eso hemos puesto la fotocopia de tu DNI falsificado, Lola.

-Mari Pili sabes que mi DNI es más falso que yo.

-¿No eres legal, Lola?

-Más que mi estampa, pero o eres un travestí, Julito o no cuela.

-Centrémonos… Mirad aquí tengo la factura del bote de tomate de año pasado, la de las lechugas. Los langostinos congelados que compré hace cinco años… Ves, Lola, esto es más verdad que todo yo mismo. Nos dan la subvención, te lo digo yo… Ah, esta factura es de la farmacia.

-Ay mi niño,¿cuándo enfermaste?

-No enfermo, famélico, pero sano, Lola. Es una factura de preservativos de mi vecino, me la ha prestado.

-¿Seis mil euros en preservativos? Eso no es un vecino, hijo, es pisha brava. Esto no lo podemos poner.

-¿Cómo que no, Lola? Mi primo tuvo que rodar varias películas porno y supuso mucho desgaste. Julito mete esa factura… Ah, mete ésta también.

-¿De qué es, Mari Pili?

-El colofón, Lola, con esta factura rematamos, nos dan la subvención y dejamos de pagar cafés a Julito.

-…Pero si es de la funeraria de Pepe. Se la habéis robado.

-No, no confundas, Lola. Hemos tomado prestado una partida de caja de muertos para cojos.

-¿Eh?

-Sí, Lola, mi primo rodó una película de caza de brujas.

-¿Se quedaron cojas, Mari Pili?

-No, Lola. Fue Pepe pensando en los cojos realizó en marquetería fina unas bellísimas cajitas cojas. Vamos, un tributo a los cojos… No entiendo cómo no he sido guionista de cine, Magui Pili Fernández rodeada de goyas por mi saga “Los cojos también mueren”

-Prima Mari Pili, Lola se ha desmayado…

-No me extraña, primo, no me extraña.

sábado, 8 de mayo de 2010

LOLA, AGENCIA DE TRABAJO

-Pepe, soy Lola. ¿Puedo pasar?

-Ya estás dentro Lola. ¿Qué quieres?

-Vengo a hacerte la vida más fácil.

-Entonces, Lola, vete por donde has venido.

-Mari Pili ven que el triste se me revela.

-Hola, Pepe. Qué alegría verte.

-Mari Pili no me seas falsa. Eres peor que Judas.

-Pepe que sepas que siempre te defiendo aunque seas más triste que un esqueleto, pero esta vez Lola ha tenido una idea brillante que te puede proporcionar un pozo de gozos.

-¿Un pozo de qué?

-… De penas, orgasmos…, depende Pepe, cada momento es un momento irrepetible querido triste.

-Pepe, necesitas un ayudante, necesitas escuchar a tu conciencia…, la sociedad necesita un parado menos.

-Tú no, Lola, tú no, que me entra el nervio. No te quiero aquí metida, vete al mercadillo… ¿No ves que si vienes los muertos no se mueren y se me acaba el negocio?

-Traaaanqui tronco, que ni de coña quiero currar contigo, ni morirme, ni que me entierres ni siquiera traficar con muertos.

-Bien, me dejas más tranquilo. Ahora iros, adiós, Mari Pili, Lola…

-Mari Pili cantemos “¡no, no, no nos moverán! no, no nos moverán! como un árbol firme junto al río no nos moverán”… Julito ven… Pepe te presento a Julito. Julito, te presento a Pepe.

-Buenas, Don Pepe…

-Buenas… Lola, ¿de dónde has sacado a este salpimentado?

-Ojo, Pepe, con lo que dices. Es mi primo y por tanto un Fernández, de la saga de…

-Tranquila, Mari Pili, déjame a mí que domo yo a la fiera... Pepe te traigo la horma de tu zapato. Canta, recita poemas...

-Mi trabajo, Lola, es enterrar. ¿Para qué quiero un cantante que fluye poesía?

-Necesitas un trovador para que el muerto se vaya más contento… Eso sí, hay que darle de comer. Está flojo y con un aire se te cae al hoyo y el bollo se te queda cojo.

-¿Don Pepe dan café con magdalenas en este santo sacro lugar?

-Julito calla. No empecemos la casa por las contraventanas.

-De eso nada- Hay que saber qué sueldo se le va a pagar a mi primo. Un Fernández no trabaja por nada.

-Julio, ¿qué sabes hacer?

-Nada, Don Pepe, pero tengo muy buena voluntad.

-Muy bien, Julito, muy bien… Pero mírale Pepe, está enterito, no ha currado en su vida. Conserva la energía virgen sólo y exclusivamente para ti. Y encontrar vírgenes en los tiempos que corren…, es costoso.

-Lola, hacedme un favor… Iiiiiiiiiiiiiiros los tres de aquí.

-A cantar chicos unidos en la lucha, no nos moverán, unidos en la lucha, no nos moverán” Pero pepe no me seas rancio, mira al chico con cariño. Si hasta tiene un puntito canalla muy gracioso.

-Lola, ¿dime para qué quiero un puntito canalla en una funeraria?

-Muy sencillo, Pepe, sencillísimo. Imagínate que viene una viuda inconsolable que no tiene consuelo. ¿Qué haces con ella? Tú la pondrías una silla al lado del muerto para que llore cómodamente. No, Pepe, no. Los tiempos cambian. Las viudas hoy necesitan consoladores y ahí entra Julito. Qué labia, qué porte, qué, qué, qué destrozo de hombre… Además la viuda bien consolada recomendará tu funeraria a otras viudas. Ya sabes, el boca a boca del marketing… ¿Qué, Pepe, cerramos el negocio?

-Largaros, largaros ahora mismo de aquí. Esto es un sitio serio.

-Tan triste como tú, Pepe… Chicos, a cantar… unidos en la huelga, no, no, no nos moverán! unidos en la huelga, no, no, no nos moverán! como un árbol firme junto al río no nos moverán, no nos moveráaaaaaan!


jueves, 6 de mayo de 2010

LOLA, MUJER ESPÍA

-Lola, ¿qué estás haciendo?
-Caaaaaalla, que se va a enterar Peluche.
-¿Pero tu crees que es normal lo que haces?
-Pues no, pero es el único procedimiento que me sé.
-Lola como salga y te encuentre, te la va a armar parda.
-Que te calles, Pepe…
-Al menos, dime que está pasando, Lola.
-Y yo qué sé. Si es que no te callas, eres peor que Chavez, leñe.
-Lola, el niño está suspirando, ¿no?
-Yo creo que llora.
-¿Quién llora?
-Vamos a ver, Pepe, ¿a quién estamos espiando?
-Yo a nadie, Lola.
-Pues lárgate y déjame.
-¿Me lo contarás luego, Lola?
-¿El qué, Pepe?
-Lo que está pasando. Oye, oye, oye…
-¿Qué oigo, Pepe?
-Parecía que estaba rebuznando, ¿no?
-Tú sí que rebuznas, Pepe. Ha dicho que sí.
-Que sí, ¿qué?
-No sé más. Como no te callas…
-Quita, Lola, yo tengo el oído mejor. Déjame…
-¿Qué dice?
-Que a las tres.
-Que a las tres, ¿qué?
-Ahora dice que es una cerdada…
-Te lo dije, Pepe. El niño rebuzna.
-Eso lo dije yo, Lola. Calla, calla, que ahora dice que no.
-¿Qué no? ¿Estás seguro, Pepe? Es que antes dijo que sí.
-Oye, Lola…
-¿Qué?
-¿De qué nos tenemos que enterar?
-Que te calles… Acaba de decir que pistacho.
-¿Nos tenemos que enterar de los pistachos que come? ¿No está a régimen? Los pistachos tienen muchas calorías, se lo debías prohibir, Lola.
-Pepe, ¿te callas?
-… Ahora dice que cuarenta y ocho.
-¿Seguro?
-No, porque dice que mejor cincuenta… Con cincuenta pistachos, le dolerá luego la tripa, ya verás…
-Vamos a ver Pepe, ¿Tú crees que me importa si come o no pistachos? Piensa un poco. Yo no me la juego por semejante tontería. Caaaaaaaalla, que dice que ya está.
-¿Qué ya está el qué? Pues si no te importa la salud del niño, no sé lo que te va a importar. Eres peor que una portera.
-Pepe lárgate.
-No, tengo que saber lo que le está pasando a mi hijo.
-Y yo soy la portera… Oye, ¿por qué no se lo preguntas en vez de estar estilo perro y a oscuras?
-Porque siempre espero que mis hijos me cuenten sus cosas sin yo tener que hacer de espía como su madre.
-¿Qué te cuenten todo, dices? Pero, ¿de dónde, puñetas, te has caído, Pepe? Los años han hecho demasiada paráfrasis en tu persona.
-¿Paráfrasis? Así que crees que soy una versión didáctica y clara… No sabía que tuvieras ese concepto tan bueno de mí, Lola. Gracias.
-De nada, Pepe. Pero los hijos no cuentan casi nada. Son expertos en telegramas. Caaaaaaaaaalla, lo acaba de decir, por fin…
-¿Sí? ¿Segura?
Síiiiiiiiiiiii, Pepe. Jó, qué apuro
-Algo me he perdido, ¿qué es, qué ha sido, Lola?
-Pepe…
-¿Qué, Lola?
-¡Felicidades!
-Ah, gracias, creí que no lo ibas a hacer… Oye, Lola…
-Dime, Pepe.
-¿Qué estabas espiando a Peluche?
-Pepe, no sabía si hoy era o no tu cumpleaños, ya sabes cómo tengo la memoria últimamente y no se lo iba a preguntar a Peluche. Se enteraría que su madre no tiene lo que debe tener.
-Tranquila, Lola. El chico lo sabe.
-¿Qué sabe?
-Que su madre está como un cencerro.
-Calla, que vuelve a hablar…
-¿Qué pasa ahora? Lola, quizá hoy no sea mi cumpleaños. Mira a ver…
-Que te caaaaaaaaaaalles, no oigo.
-Quita, que me pongo yo…
-Papá, Mamá, ¿qué hacéis ahí?
-Ah, hola, Anticristo… Por casualidad, ¿has visto el DNI de tu padre? Se le ha caído y no lo encontramos.