martes, 3 de diciembre de 2019

LA LOTERÍA DE NAVIDAD DE MADAME LOLA


- “Ya llega la navidad ya está aquí el gordo” … ¿Oyes, Mari Pili? Es nuestro momento, lo acabo de soñar, lo acabo de oír…
- Sí, la gorda de tu persona ya está aquí, no te amuela... ¿Nuestro momento a las cinco y media de la mañana, Lola? Como se despierte mi Paquito te mata.
- Tranquila, antes te mata a ti que te tiene más cerca.
- ¿Te has dado cuenta qué hora es, Lola?
- Ya me lo has dicho, pesada. Además, estoy a oscuras pa no gastar así que no puedo mirar el reloj. Venga, levántate y anda, la fortuna nos espera.
- Primero yo no soy Jesucristo, Lola, y a estas horas no están puestas las calles, así que déjame en paz. ¡Adiós!
- ¡Eh, eh, eh! Cómo me cuelgues, te retiro el saludo.
- ¡Ojalá!
- Vamos a ver, ¿no querías ser rica, Mari Pili? Esta es nuestra oportunidad, el gordo de navidad.
- Yo quiero ser inmensamente rica, Lola.
- Pues eso, vamos y compramos un décimo, Mari Pili.
- Lola, un décimo es caro.
- Ya lo sé que es caro, pero compramos uno de oferta. En Madame Lola los he visto por dos cincuenta y no veas qué colas, igualitas que las de doña Manola, pero en barato, para gente inteligente como nosotras por supuesto.
- ¡Lola, por dios! Eso son participaciones, con eso no me hago inmensamente rica.
- ¡Más seca que la mojama eres! Tú a mí no me gafas la ilusión, coña… A ver, ¿para qué quieres ser inmensamente rica?
- Para dejar de ir al mercadillo, para comprar pescado fresco, para entrar en las tiendas de los ricos como una más, para…
- ¡Soooo, para, Mari Pili! Los ricos son tontos, pero tontos de baba la mayoría, altivos, fríos y distantes. Luego, hay otros normales, pero escasean y, por último, están los pijos que son insufribles. Sinceramente, ¿tú qué quieres ser, Mari Pili?
- ¿Yo? Yo de todo eso y más. Y no digas que los ricos son tontos porque me ofendes, Lola. Además, no hay que hablar mal de nadie me dices siempre o, ¿no?
- Sí, bueno menos de mi vecina del cuarto A, eh. De esa puedo decir mucho y más.
- ¿Me la puedes presentar, Lola? Porque si voy a ser inmensamente rica, necesito codearme con gente como ella porque esa imbécil, ¿tiene glamour?
- Una barbaridad, Mari Pili, hasta dimensiones insospechadas. Fíjate, cada vez que se me cae un calzoncillo de mi Pepe en su tendal, sube como una fiera a decirme que no entra luz en su casa.
- Es que tu Pepe tiene mucho culo, Lola, reconócelo.
- Oye, oye, deja en paz a mi culito feliz. ¿Qué quieres, un culo esmirriado como el de ella, o uno pomposo como el de mi Pepe?
- La duda ofende, Lola. Quiero el de tu vecina, menudo tipo tiene…
- Más infeliz que un cucurucho, eres, Mari Pili. Tú no eres una amiga, que lo sepas, eres una maldición en versión mojama.
- ¡Ay, Lola! Vámonos a por el décimo de lotería de oferta, ya… Me veo, me veo ya como una eclosión de lujo, de…
- De idiotez, también, Mari Pili… ¿Qué día es hoy?
- Cuando amanezca será sábado, Lola. ¿Por qué?, ¿tenemos algún evento importante?
- Mari Pili, ¡día de mercadillo!
- ¡Es verdad, qué ilusión!... Oye, Lola, seguro que en el mercadillo hay ofertas de décimos.
- ¿Y si están caducados, Mari Pili? Acuérdate del ofertón de los tomates, cuando llegamos a casa ya estaban malos. No, no, vamos a Madame Lola primero, compramos la participación y luego zumbando al mercadillo.
- Lola, jugando un euro, ¿cuánto de inmensa puede ser mi fortuna?
- Pues…, pues, pues, a groso modo, como unos cincuenta centímetros más o menos.
- Pero en billetes, ¿cuánto?
- ¡Tía, qué materialista eres!...Y yo qué sé, Mari Pili, soy de letras, pero calculando en inmensidad…, para un par de kilos de plátanos… ¡Ah! Pero no de oferta, eh.
Feliz sábado con una sonrisa!!!
M Ángeles Cantalapiedra, escritora
©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla...Gymnopédies


sábado, 12 de octubre de 2019

LOLA CONSEJERA ECONÓMICA

¡Buenos días! La primera maldición que escupo es deciros que es lunes, aunque para mí todos los días son lunes o mi calendario está rallado; todos los días hago lo mismo: lavadoras, camas, polvo, comida, cena, plancha… ¿Cuándo descanso? Jamás. El cosmos debe de pensar que su Lola es mucho y no necesita vaguear.
La segunda predicción del día, es avisaros que las nubes vienen violetas y de tanto mirarlas me han hablado “Lolilla, prepárate y abre el paraguas, pues llega la ciclocrisis explosiva. Saca la patata” Así que aquí estoy para daros mis consejos económicos…
No me voy a andar por las ramas: la patata no tiene secretos para mí. Es más, hace escaso cuarto de hora me he erigido yo sola (no necesito ayuda de nadie) como reina de la patata 2019. Por si hay alguna duda, el año pasado me nombre reina del carnaval patatero.
Alguien se estará preguntando de qué puños está hablando hoy esta loca… Pues de la patata pura y dura. Tubérculo comestible, hijos míos. Porque no podéis tocar mi piel, pero está suave como la del culito de un niño. ¿Y por qué? Por la patata. Su poder suavizante es la caña y, para más bemoles, calma el dolor y deshincha las zonas hinchables… Que te quemas, patata… Que tienes acné, toma más patata… Que tus ojos están cansadísimos, más patata… Que viene la crisis, pues más patata.
Tranquilos, no tengo ni me he comprado un patatal; lo mío es más sesudo. Comenzó cuando…
Llegó la primera crisis oficial. No hagáis cuentas, en mi casa media vida y más, hemos estado en crisis. Pero el día que aterricé a darme cuenta, no guiándome por la intuición, fue cuando saqué mi súper monedero Louis Vuitton para pagar medio kg de plátanos y nada más que encontré en mi lindo monedero el crucifijo que llevo siempre y un triste euro. Me quedé parada, luego helada y por último miré al crucifijo y le dije “Qué, para cuándo el milagro de los panes y de los peces…” Ni me contestó, ni actuó. Así que me llevé dos plátanos nada más.
Una vez en casa, me puse a machacarme los sesos, mucho, mucho rato, pero me di cuenta que mis sesos han sido siempre escasos, de nada servía estar perdiendo el tiempo. Así que como primera medida metí en el cajón de los dulces recuerdos mi monedero Louis Vuitton; eso sí, saqué el crucifijo. Era ridículo ir de it girl con un Vuitton lleno de aire. Saqué un monedero de plástico con el anagrama de la Tour Eiffel, metí el crucifijo a ver si se explicaba en el nuevo habitáculo…, y se explicó, vamos que si se explicó.
No penséis lo que no es; no se me multiplicaron las monedas ni los billetes.
¿Recordáis la película de Casablanca cuando se dicen “Siempre nos quedará París”? Pues a mí, en versión patata. Nunca, jamás, desde entonces abro el monedero y tengo para comprar patatas. Otra cosa no, eh.
Total, me puse a espachurrar la imaginación, que de esa tengo una jartá, y toma que toma patata. De todas las especialidades, variedades, viudas, solteras, casadas, divorciadas, fritas, en tortilla, en salsa, sin salsa….
¿Qué he logrado? Primero dar de comer a mi familia, eso sí, cada vez tienen más cara patata, y no sé cuánto tiempo más podré sostener esta situación antes que me den con la cazuela en la cabeza. Y segundo, pues que me dejen de dar la tostada con la pregunta recurrente “¿Qué hay para comer?” Ya no me lo preguntan, les he dejado mudos o sin palabras, tanto me da.
Esta mañana he leído mi horóscopo chino y lo decía claramente “Usted no gaste, se avecinan tiempos duros” … Como comprenderéis, mi generosidad es tan inmensa que considero mi deber avisaros para que luego no me vengáis llorando diciéndome “Lola, no tengo tiempo para leerte” Ahorrad tiempo para cuando yo venga, ¿vale?
¿Os he dicho que es lunes? Hoy no compréis patatas, son de la semana pasada. Compradlas mañana.
M Ángeles Cantalapiedra, escritora
©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla...Gymnopédies

sábado, 7 de septiembre de 2019

LOLA Y SU PERRO

Mi perro es gay. Lo digo desde un principio y asunto zanjado. Aunque no deja de ser un asunto peliagudo porque, de nada sirve que yo lo asimile, si luego, esta familia que me tocó en suerte, me lo discrimina.
Aún recuerdo el día que llegué a casa con el chucho. Era un cachorrillo que me encontré abandonado; venía yo con mi amiga Mari Pili del mercadillo y nos topamos con él.
- ¡Mira, Lola! Éste sí que es el ofertón del año, es gratis.
Claro, oír la palabra oferta seguida del mágico término “gratis”, se me hizo el trasero gaseosa y agarré al animal.
Nada más llegar al hogar, dulce hogar, Peluche sentenció:
-Mamá, no tiene pedigrí -este chico es clasista desde la cuna- seguro que es de veinte padres.
-Mejor, niño, tener veinte que no tener ninguno.
El problemón vino cuando lo vio mi Pepe.
-Pepe, mira qué lindo es…
-Es feo de cojones, Lola…
Sé que el pobre chucho lo entendió porque a partir de aquel día, cada vez que veía a mi Pepe, bocado que daba a uno de sus calcetines. Pero, no obstante, el perro le seguía a todas partes, hasta el punto que hubo un momento que los gestos suyos era idénticos a los de mi Pepe. En ese histórico instante, en el que aún no estaba bautizado, tuve una iluminación: le llamaría Pepe Perro. Estaba convencida de que sería un gran honor para mi Pepe. Me equivoqué; le odió aún más… Me dio igual, le seguí llamando Pepe Perro y, el resto del núcleo compacto familiar, Chucho, a secas. Como es muy listo, responde a todo.
El caso es que, cuando se hizo medio adulto comenzó a mostrar unas tendencias sexuales, que no políticas -eso vendría después- extrañas. Primero se ligó a la gata del tercero A, pero ésta pronto le abandonó por un siamés. Peluche me advirtió:
-Ves, mamá. Si hubiera tenido pedigrí, no hubiera sido abandonado -mi hijo tan sesudo como su madre.
El caso que estuvo deprimido hasta que descubrió al periquito de mi madre. Fue amor a primera vista; flechazo total. Esto sí que fue pasión. Tanta que, en uno de los zarpazos, se lo cargó. Menuda la que se armó. Mi madre le quería matar, mi Pepe echar de casa - no soporta a mi madre, pero en esa ocasión la utilizó vilmente- y los niños, mucho más razonables que los adultos, decidieron realizar un juicio. Antricisto hizo de juez y no tuve problema porque saqué mi monedero a pasear y Pepe Perro salió absuelto por falta de pruebas concluyentes.
Pepe Perro sobrevivió al holocausto. Es más, hasta mi Pepe le llevaba con él a comprar el periódico hasta que un día se enzarzó con otro perro. A ver, Pepe Perro se encontró una pelotita perdida y se puso a jugar con ella. En esto, llega un chihuahua que se la quiere quitar y Pepe Perro no se deja. El otro insiste y mi chucho le da un bocado. El dueño de chihuahua, que lo ve, monta “un pollo” que mi Pepe no entiende - luego se enteró de que el fulanito hablaba otro idioma, chino mandarín- y pide disculpas y se va corriendo arrastrando a Pepe Perro.
-Lola, a este chucho no lo vuelvo a sacar a la calle.
- ¡Cobaaaaaarde! No has sabido defender lo que es tuyo.
-Lola, ¿tú, estás tonta?, la pelotita podía ser de cualquiera. Estaba en la calle. No me seas peripatética.
-Ni tú calzonazos, Pepe.
El caso es que a partir de aquel día nadie quiso sacar al chucho, sólo yo.
Héteme que vamos los dos al parque y le suelto para que juegue y ahí descubro la nueva inclinación del perro; se ha pasado al bando de los gays... Es sorpresivo como yo. Ni puñetero caso a las perritas, sólo a los machos. Conclusión: Pepe Perro convulsionado por la moda, ha decidido descubrir nuevas tendencias. ¿Me lo callo o suelto el bombazo en casa?
... Pero se me ha adelantado Peluche lanzándome un torpedo de noticia:
- ¡Mamá, mamá, corre ven!
- ¿Qué pasa, Peluche?
- ¿Has llevado alguna vez al veterinario a Chucho?
-No, no lo cubre la Seguridad Social. Le administro yo directamente todos los potingues, es más barato.
-Mamá, este perro no es macho.
Yo me hago la sueca y pongo cara de media sorpresa. La verdad, poco convincente. Se me ve a tres leguas el plumero.
-Mamá: Pepe Perro es hembra.
- ¿Cóooooooomo dices? -ahora sí que mi cara es un poema.
-Si, mamá, ¿no ves?, no tiene pito y mira cuantas tetillas tiene y, fíjate, qué gordas. Mamá… ¿Pepa Perra no estará embarazada?
¡Ay, Santa Críspula del Perpetuo Socorro!, otro lío…
Buen fin de semana... siempre con sonrisa
M Ángeles Cantalapiedra, escritora
©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla...Gymnopédies

sábado, 29 de junio de 2019

LOLA Y LUIGI EL PESTAÑAS


Me lo dijo sin movérsele un pelo de la calva:
 -Lola, padeces eyaculación precoz -del susto, me tragué el chicle y sólo acerté a balbucear:
- ¡Imposible, Luigi! -ya es raro, pero enmudecí. Mi intelecto, corto de por sí, no comprendía por qué me había dicho eso con lo maja que soy yo con mi amigo Luigi el Pestañas. De repente, me sentía estreñida, deprimida, ida... cacofónica total. ¿Qué motivos tenía este mequetrefe para meterse con un ser indefendible como yo?, ¿es que todo hombre que se acerque a mí, me va a tener que sacar una tara, leñe?... Que me hago lesbiana, eh.

Claro que, una vez en casa y, mientras guisaba mi especialidad, tortilla de un huevo para seis comensales para la cena, mi Pepe me hizo una confidencia:
-Estaba hoy la gorda que no había un dios que la aguantara. Por lo visto, su marido padece eyaculación precoz.
-Y, ¿ella, Pepe?
-Ella, ¿qué, Lola?
- ¿Que si la gorda sufre también eyaculación precoz?
- ¿Tú eres tonta, Lola?, ¿cómo va a tener eso ella? De verdad, Lola, cada vez estás más tarada...-se fue dando un portazo, qué grosero.

No podía dormir, así que llamé a Mari Pili:
-Lola, son las cuatro de la mañana; como se despierte Paquito nos mata a las dos.
-Seré breve, Mari Pili. ¿Tú cómo eyaculas?
-Lola, anda, vete a dormir. El sueño afecta a tus neuronas.

Todos eran unos Pilatos: se lavaban las manos y me dejaban sola ante mi problema. Sin cortarme un pelo, llamé a mi agresor.
-Luigi, soy Lola, ¿estás despierto?
-No, Lola, más bien dormido. Son las cinco y cuarto de la mañana y tengo migraña, así que te ruego que no me marees.
- ¿Qué es mejor, segregar rápidamente o tener migraña? – de repente, me sentía con ganas de dialogar, charlar… bueno, no; estaba rabiosa con él, no sabía cómo fastidiarle.
-Excretar prematuramente, hija mía. La migraña es espantosa. Ahora, si me permites, te abandono. Como soy un caballero, cuelga tú primero el teléfono.
-Luigi… háblame en cristiano, yo no te he excretado a ti jamás, te respeto mucho. Además, conmigo no hace falta que seas un caballero sino claro y conciso, así que relájate y disfruta. Dime por qué tu amiga Lola eyacula precipitadamente y para colmo te excreta.
- ¿Podíamos dejar para mañana esta conversación, estimada Lola? Se me va a pasar el efecto de las pastillas…
-Por supuesto que no. Con lo bonito que es que una amiga se acuerde de ti y te llame y no te cueste la llamada… Luigi pago yo, tranquilo. Dime…
-Lola, es que no meditas. Dices y dices sin pensar en lo que dices. Si, al menos, reposaras un instante… Tu eyaculación precoz es un silogismo, hija mía. Eso sólo les pasa a los hombres.
-Ya decía yo… Las mujeres somos muy estupendas para compararnos con vosotros. De todas formas, Luigi, me encanta hablar, no me cansa, no te preocupes por mí, nunca me quedo afónica ni la lengua se me reseca.
- ¿Podemos irnos ya a la cama, Lola? –le he oído suspirar de una forma rara, rara…
- ¡Por Dios!, Luigi, qué eyaculación más precoz acabas de tener… Medita un poquito antes de hablar. Yo sólo me voy a la cama con mi Pepe.
-Lola, disculpa, me he expresado mal. Te quería decir que…
-Calla, no sigas, no lo estropees. Mal está que me tengas levantada a estas horas, pero soy tu amiga. Ahora bien, que me acuses de eyacular mis palabras y luego tú me excretes… Vete con tu migraña y olvídame. Venga, cuelga el teléfono tú primero que soy una dama educada…

Son ya las tantas de la madrugada, voy a llamar a Mari Pili antes de que se vaya al mercadillo.
-Mari Pili, sólo un momentito… Que digo que estés tranquila, mañana te explico, pero que sepas que tú y yo eyaculamos divino de la muerte, ¿vale?
-Vale, Lola. Cuelga o te mato, te juro que te mato…

¡Qué mal está el mundo, por Santa Críspula del chiringuito más próximo! Excreta y eyacula sin conciencia… Así nos va.

martes, 4 de junio de 2019

LAS EDADES DE LULU…, PERDÓN, LAS DE LOLA Y MARI PILI


- Lola, por dios, entra en razón.
- No me da la gana, Mari Pili. La razón me sienta fatal.
- Lola para y respóndeme, ¿te has visto, te has mirado?
- Sí, claro, y sabes que no veo, pero un pálpito me dice que estoy cañón.
- Así, de esa guisa, eres una bomba de relojería, Lola.
- ¿Sí? ¡Qué guay! Me acabas de subir la autoestima, Mari Pili. Ahora, pruébatelo tú.
- Lola aterriza, ¿dónde vamos tú y yo con minifalda? Aún mis mulos pasan, arrugados, pero pasan, Pero es que los tuyos parecen dos jamones disecados.
- Haré como si no te he oído, Mari Pili. Yo, me pongo minifalda y tú, si quieres ir de abuela, vete, pero que sepas que cuando nos vean pasar y silben, no va por ti.
- A dios gracias, Lola…
- Revenida, más que revenida. Hay que seguir la moda, Instagram te la ofrece gratis. Y, también te digo, Mari Pili, lo veras que dentro de un tiempo tu Lola se habrá convertido en una influencer.
- Lola, la moda hay que seguirla con cautela… Oye, ¿qué es eso de influencer?
- Pues influenciar para bien y para mal en los demás y si me apuras tan contestos que se van los influenciados…, así de boba es la humanidad. Y por supuesto que sí, Mari Pili, hay que seguir los cánones de belleza actuales. Qué te crees que yo no me doy cuenta que lo que de verdad me sienta a mí bien no son las plumas al estilo Jean Harlow, pero es que esta primavera no encuentro plumas, entonces me he de poner minifalda. Joven e inmortal, Mari Pili.
- ¿Quién tú o la Jean Harlow?
- Yo. La otra pobre mujer se ha muerto. Venga, pruébate ésta…
- Que no, Lola, que no. Yo soy consecuente con mi edad.
- Ay, Mari Pili, no me llames incongruente, ay, que me deprimo… Oye, mona, ¿es que una mujer de mi edad no puede ponerse, acaso, minifalda?
- No. Y las gordas, tampoco.
- Eh, eh, eh, ¿qué te han hecho a ti las gordas, cacho esmirriada? No comprendo que te metas conmigo, pero con las pobres gordas, menos, Ya bastante tienen con sobrellevar su peso.
- Lola, la moda está para favorecer. Para estar más sexy, para hacerte más atractiva, joven…
- ¿Y yo no estoy sexy, Mari Pili?
- Estás hecha un cromo caducado, Lola. Vieja y ridícula.
- Ay, no me llames vieja porque la juventud la llevo tatuada en la cabeza… Me haces llorar
- No llores, mujer, te lo digo por tu bien, además, Lola si vas sin cabeza por el mundo, mujer….
- Sí, claro, el que te quiere bien, te hará llorar, ¿no?
- Venga, retiro lo dicho.
- Ah, no, no retiras nada. Lo dicho, dicho queda. Santa Rita, Rita, lo que se da, no se quita. Me has llamado vieja y pelleja.
- Pelleja, no te he llamado, Lola.
- … Pero lo digo yo… ¿No ves cómo se me está descolgando la cara?
- Sí, ya lo he visto desde hace tiempo.
- … Que has visto, ¿el qué, Mari Pili?
- Tu descabalamiento, Lola.
- Pero si no ves, Mari Pili. Encima no me vengas de asesora de imagen y, encima, ciega, leñe. No comprendes que la minifalda me hace olvidar que la cara se me descuelga.
- … Lola, ¿qué día es hoy?
- Veintiocho de mayo, año del sapo.
- Lola… hoy es…, no puedo ni pronunciarlo. Me hace daño al riñón.
- …Mari Pili, somos de la época de Jean Harlow.
-… Se me acaba de descolgar hasta la moral.
- Ay, Mari Pili, qué feliz soy. Acabo de descubrir que no me quiero poner minifalda. Ya no me hace falta.
- ¿No? ¿Por qué, Lola?
- Porque ya eres tan vieja y pelleja como yo… ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, PILAR!
- Lola, soy Mari Pili, no Pilar…, un poquito de por favor. Ah, y no soy de la generación de Jean Harlow. Soy de la generación del sesenta y ocho.
- ¿Eh? ¡Ah!, ya... Pues yo soy de la generación de la constitución... ¿En qué año fue eso?
-  Yo qué sé, Lola, me haces cada pregunta, seguro que ahí nuestras madres aún nonos habían parido, y otra cosa, yo soy más joven que tú.
- No, no... Vamos que no, que... ¿Y si decimos que nacimos cuando las últimas elecciones americanas, las de Obama?... Hecho, voy ahora mismo a por la tarta y pongo sólo una vela. Encima no gastamos envelas, hay crisis.
- Oye Lola, ¿no estaremos un poco mal nacidas?
- Pero, ¿por qué me llamas mal parida?
- Hija, si tenemos un año o así, estamos un pelín deterioradas, ¿no crees?
- Pero cuando nos pongamos minifalda ni se nota, Mari Pili. ¡Feliz cumpleaños!
- Y dale, que no lo repitas, Lola, que se van a enterar los lectores que soy vieja y pelleja, leñe.

jueves, 23 de mayo de 2019

LOLA Y EL NUDO MÁGICO


-Lola, Lola, por favor, no sigas tirando que te ahogas.
-No puedo, Mari Pili, me muero.
-Pero pare, señora… Hay mujeres brutas, ahora, como usted, no he visto.
-Mi amiga no es bruta, ¡cuidadin con lo que dice! Sólo es que las luces iluminadas no son para ella. Funciona a medio gas.
-Quitadme esto… ¡Ay que no entra ya aire en mi garganta!
- ¿Pero ha visto lo que ha hecho con mi bufanda su amiga? Está hecho un higo. Ésta me la paga.
- ¡Que me muero! Que me muero y no pago.
- ¡Calma, Lola! Despacito te voy a ir quitando los nudos. Tú, tranquila…
-Me muero, despídeme de mi familia, Mari Pili.
-Anda, calla y estate quieta.
- ¿Su amiga quieta? Ésa se va a remover, aunque esté debajo de cien kilos de hormigón.
-Como salga de este lío en el que me ha metido el fulano de las bufandas, se va a enterar quién es Lola… Me ahooooooooooogo, Mari Pili.
-Mira que te doy un garrotazo, Lola. Que te estés quieta.
-Pepe que me muero, ay mi Pepe que triste se va a quedar…
-Deja en paz a Pepe y a ver, ¿dónde está tu mano izquierda?
-Se me hizo un nudo entre la garganta y la puta bufanda. Que me muero, que no respiro…
-No es bufanda, es una pasmina y encima de seda y te la has cargado, Lola.
-Pero la que se ahoga soy yo, Mari Pili.
-… Ya casi está, tres nudos más y volverás a la vida.
-No, imposible. Tengo la nuez espachurrada.
-Las mujeres no tienen nueces. Son los hombres.
-Pues serán los ovarios que se me han subido a la garganta. ¡Ay! Qué tirón me has dado.
-Quieta que se me han enredado ahora los pelos.
- Mari Pili, por dios, ¿cómo me voy a morir calva? ¿Qué va a decir la gente?
-Tranquila, te pondré una peluca.
- ¿Qué?,¿cómo va el lío de su amiga? Me han espantado a la clientela. Nadie quiere comprar mis nudos mágicos.
-Por cierto, buen señor, me falta el último paso para que quede tan mono como lo lleva usted. ¿Cómo es?
-Mire señora, cuando llegue el brazo izquierdo alrededor de su cuello, pone el dedo enano tieso y…
-Que me muero, que me ahogo y nadie me hace caso, ¡auxilio!
-Cállate un momento, Lola, aprendo el último paso para ponernos la pasmina graciosamente como este buen señor.
- ¿Y yo?, ¿y si me muero, Mari Pili?
-Tranquila, una vez muerta, te corto la cabeza, te quito la pasmina, te pego la cabeza y te vuelvo a poner la pasmina elegantemente. Pero ahora calla… Siga buen señor, una vez que tengo el dedo tieso, ¿qué hago?
-Por caridad, que alguien me corte la cabeza, me muero…
-El dedo izquierdo la indicará el agujero por donde…
-Por caridad, que alguien me mate y me quite esto del cuello, me ahogo.
-Señora, mate a su amiga y le sigo enseñando.
-Usted siga, ni caso. Muerta seguiría hablando, así que, ¿para qué la voy a matar?
-…Bien, bien. Ya está, ¿ve que es muy sencillo?
-Ay queda monísimo, es verdad. Mira Lola… ¿Lola? Buen señor, que mi amiga se ha desintegrado. No está.
-Ay, ay, ¡socorro! Un gato me está mordiendo las piernas.
- ¡Socoro, socorro! Que al señor de las bufandas le muerde un gato las piernas, ¡ayuda, ayuda!... Tranquilo, señor bufandero, le voy a ayudar yo… Lola, ¿qué haces ahí abajo?
-Defenderme de ratas como vosotros.
-Pero, ¿has visto cómo le has dejado las piernas al señor de las bufandas?
-Y, ¿cómo me ha dejado él con sus nudos mágicos?
-Tranquilo, señor bufandero, ya he espantado al gato… Lola, lárgate de aquí antes que llegue la policía y el 112… ¿Cuánto le debo, buen señor?
-Nada, nada, llévese al gato de su amiga.
-Vámonos, Lola… Y me vas a escuchar.
-Sí, sí, pero ¿me enseñarás a hacerme ese nudo tan bonito, Mari Pili?
-No.

jueves, 9 de mayo de 2019

LOLA, MARI PILI¿DÓNDE ESTÁIS QUE NO OS VEO?

- Mari Pili, ¿dónde, puñetas, estás que me da todo el rato fuera de cobertura?
- En Kimonos, Lola, en el Egeo, en el Mediterráneo, en Venecia, en las islas griegas, e…
- Para, ¿eh? Deja de inventarte cosas, ya te vale. ¿Cómo quedamos?
- Tú, ¿dónde estás, Lola?
- En Colombia, Mari Pili.
- Y luego me dices tú que yo invento, ¿eh? Muerta de hambre.
- Muerta de hambre pues sí, Mari Pili, no te lo voy a negar porque es una verdad fragante, porque llevo siete horas de retraso con respecto a España y aquí me faltan esas siete para comer. Ven y tráeme un bocadillo, por favor, te lo suplico, de jamón del bueno o, si no te llega porque eres una husmia, me traes unos huevos fritos con muchas patatas que son más baratos. Aquí está todo cerrado.
- Pues yo, con hora europea ya he comido, y no voy… Anda deja de inventarte mentiras y haz la comida a tu Pepe que va a llegar y no tienes qué darle de comer.
- Pepe está en España, allá él y su estómago, pero yo, pobrecilla de mí, no tengo nada.
- -Lola, Lola, no me consumas, eh, no me consumas.
- ¿Más? Si estás más seca que la mojama. A ver, dime por qué no vienes…
- ¿Otra vez, Lola? Porque estoy en Ibiza, en…
- ¿Ahora estás en Ibiza, mentirosa?
- Si es que me vuelves loca… Estoy en Kimonos, en Venecia, en el Eg…
- Y se puede saber, ¿por qué estás ahí y yo aquí?
- Mira, mona, yo qué sé por qué te da por decir que estás en Colombia en vez de decir la verdad que es que estás pasando el polvo al atlas de Pepe y te has quedado mirando a Colombia por casualidad, ¿vale? Y yo, cómo ya te he dicho tres veces, estoy en Colombia, en el Mediterráneo, en Roma, en…
- Eh, eh, para, ¿ahora estás en Colombia? Ay qué leche de bollitos, Mari Pili, estás totalmente descontrolada. Para mí realmente, estás en el supermercado y te has parado a leer de dónde son los productos, ¿a qué sí? Si te conozco como te hubiera parido, igual, igual…
- Para ti la perra chica, Lola, si te digo que estoy en Kimonos es que lo estoy.
- Pero cómo vas a estar en Kimonos si eso no existe, Mari Pili. Si aún me hubieras dicho Mykonos, pero Kimonos va a ser que no, Mari Pili, qué pena de tu cabeza porque no sabes ni viajar con la imaginación.
- Mírala ella, aquí de experta y listilla, quién la ha visto y quién la ve que en la vida no ha pasado de leerse un prospecto de supositorio… ¿Sabes una cosa, Lola sabionda?
- ¿Qué, Mari Pili la kimonos?
- Pues que viajo dónde me da la gana, ¿te enteras?
- Enterada pero, por favor, te lo suplico, tráeme de dónde sea algo de comer, ¿vale?
- ¿A dónde te lo llevo?
- ¡Ay qué leche de bollos, coña! A Colombia… ¿Qué parte de Colombia no entiendes? Ah, y no me vengas con retraso de siete horas porque con las siete que tengo yo retrasadas más las siete tuyas, son catorce, más las once horas que dura el vuelo, en total veinticinco. Si, a mayores, sumas lo que tardas en hacer las patatas y después los huevos, me da tiempo a volver a España e irme a la feria de abril y comerme un pescaíto con rebujito.
- Pero, ¿no querías huevos? Ahora me dices pescaíto, Lola, ¿quién de las dos se contradice más?
- Déjalo, Mari Pili, déjalo. Quédate en Alaska y, yo, eh, en el Polo Norte pasando hambre porque mi amiga no la da la gana quitarse el kimono…, coña.

M Ángeles Cantalapiedra
©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla...Gymnopédies

domingo, 31 de marzo de 2019

LOLA, EL GLAMOUR Y LA HORA

-
       
- Magui Pili, ¿te gusta mi melena efecto gloss?
-        -   Lola, ¿te has pintado el pelo?
-         -  ¡Paleta! Si es que no sigues las tendencias, así te va.
-          - Lola lo único que veo en tu mermada melena que, por cierto, cada vez tienes menos pelo y más calvas, es mucha grasa, ¿te has echado aceite?
-          - Déjalo, no superas la envidia de mis estilismos.
-          - Será eso, Lola, si tú lo dices ni el Papa te contradice.
-         -  Magui Pili no metas al Papa en mis ensaladas estilísticas. Él con ir de blanco ya va que arde… Y, ¿qué opinas de mi cárdigan oversize?
-         -  ¿Over, qué? Apestas, Lola, de dónde vienes?
-         -  Luego te lo cuento. Ahora, lo importante, Magui Pili, menos cazuelas y plumero y más estética. ¿Te has visto cómo vas?
-        -   Con pijama, rulos y las zapatillas de mi Paquito que son muy calentitas.
-          - Y de esa guisa, ¿a qué aspiras?
-         -  Aspirar, lo que se dice aspirar, es temprano para sacar el aspirador, ahora, desear, me encienden los deseos, Lola.
-         -  ¿Sí? Cuéntame, traigo churros.
-        -   A verlos, que ya sabes que no me fío de ti.
-         -  Mira aquí los llevo.
-         -  ¿En una bolsa de Carolina Herrera?
-          - Por supuesto, glamour hasta en los churros. La verdad es que los iba a traer en una bolsa de Día más vieja que mi vecina del 5ºA, ya sabes, la estirada, pija y guapa, pero justo al bajar anoche la basura, estaba, ya sabes, la imbécil del 5ºA, tirando la suya. Daba vergüenza mirarla, Mari Pili, qué salto de cama más bonito llevaba…, qué asco me da, coña.
-         -  Lola te enrollas como las persianas. Vete al grano y dime por qué traes los churros en una bolsa de Carolina herrera, por favor.
-        -   ¡Ojito, Magui Pili! Y las servilletas en esta magnífica bolsa de Luigi Vuitton. Elegante yo y no la impresentable del 5ºA.
-        -  Lola vete al meollo de la cuestión y dime de dónde has sacado esas bolsas y olvídate de la envidia que te carcome cada vez que ves a la prepotente, subnormal, mema, lela y necia de tu vecina, por favor…
-         -  Me parece, y no te quiero ofender, Magui Pili, que la que no controla la envidia eres tú. Me preocupas.
-         -  Tú a mí ya no me preocupas, Lola, porque mi deseo, mi único deseo es que te vayas a tomar vientos y me dejes algún día dormir hasta las ocho.
-         -  ¿Qué hora es, Magui Pili?
-         -  No lo sé, no lo sé, Lola, no lo sé, de verdad que no lo sé, porque anoche atrasé los relojes una hora, pero Paquito me dijo que no, que había que adelantarlos una hora. Total que no sé que hice, pero yo me levanté a hacer pis y me acordé del cambio de hora, pero no me acuerdo muy bien qué hice, si para atrás o para adelante, no sé qué volví a hacer. El caso es que sentí a Paquito levantarse y creo que los cambió también, y ahora cuando me he levantado como no me gustaba la hora que ponía, he puesto otra.
-          - ¿La de Canarias o Nueva Zelanda?
-         -  Yo qué sé, Lola, yo qué sé, si me vuelves loca. Anda saca los churros y cuéntame de dónde has sacado esas bolsas. Por cierto, qué mal hueles.
-        -   Cómo no voy a oler mal si cuando se fue la asquerosa,  repulsiva, repelente, inmunda, puerca, cochina, guarra, y nauseabunda del 5ºA, me metí en el contenedor de basura a rebuscar todo lo que había tirado que seguro que era bueno en el momento que llegó el camión de la basura y ¡zas!
-         -  Zas, ¿qué?
-        -   Nada, Magui Pili…, perdí todo el glamour… He recorrido el barrio entero dentro del camión, pero ya ves, las bolsas están limpias.
-         -  Ay mi Lola, qué lástima, qué pena, qué destrozo, desayunemos.
-         -  ¿Qué hora será?
-         -  Yo qué sé si nuestra vida es un sin sentido.
-          - Pero glamuroso, Magui Pili, glamuroso.