miércoles, 30 de diciembre de 2009

LOLA, LAS UVAS Y EL TABACO

Hola, soy yo. Estoy que fumo en pipa. Decir que estoy envenenada, es hablar poco. Me encuentro rabiosa, furibunda.

No sé si contaros el asunto de los buitres carroñeros o, que hoy es el último día que se fuma oficialmente; a partir de mañana seré una ilegal, perseguida por la justicia. Me conozco: sé de buena tinta que expeleré humo en los sitios prohibidos, me esconderé, llevaré un cenicero debajo del sobaco y estaré al margen de la ley; el riesgo de ser pillada “in fraganti” lo llevo tatuado en la frente. Ya me imagino a mi Pepe, yéndome a buscar a comisaría, aunque, os advierto, que es probable, casi seguro, que en vez de eso, se quede empanado haciendo “zapping” delante del televisor y su Lola, mujer marcada por la ley, entre delincuentes, maleantes, juzgada por el mismo rasero, ¡manda narices! En qué país vivimos… Si es que hemos perdido el norte, leches. Mi Pepe, que eso de las leyes lo lleva a rajatabla porque es un hombre muy cívico, me ha puesto una pegatina en la tapa del retrete que versa lo siguiente: “Lola, que te veo, apaga el pito”… Será capullo, con lo bueno que es un cigarrillo sentada en el trono, ¡a qué grado de intolerancia hemos llegado!, que ni se me respeta estando en el váter.

¿Vosotros fumáis? Es un vicio caro, sucio (te deja los pulmones renegridos), no os lo recomiendo y menos ahora, claro. Menudas multas han estipulado, aquí, los mandatarios de pacotilla. Yo estoy convencida de que me van a embargar hasta las pestañas, pero no pago ni una multa, ¿eh?... Es más: a las ocho de la mañana me iré al banco y sacaré todo el dinero que tengo, sólo dejaré los intereses por descubierto, eso no me importa que me lo embarguen.
Ay, qué enfado tengo… Pero, ¿cómo me van a juzgar igual que a un mafioso? Si no soy china, ni rusa, si soy una “sensilla” chica de Valladolid que le gusta fumar, coño… A mí, que no me toquen la moral que soy muy brava y, si me buscan, me encuentran; el que advierte, no es traidor.

Creo que me voy a anticipar a los acontecimientos, amigos lectores; tomaré medidas: una, llevar prendido en la ropa una nota de advertencia al respetable diciendo “Lola, mujer sin ley”. Dos, esta noche en las campanadas, mientras unos toman uvas, yo me fumo doce cigarrillos –la verdad, no sé si me dará tiempo a tragar tanto humo-… por si las moscas.
Ehhhhhhhhh, ése del fondo, ¿qué hace comiéndose las uvas? Un poquito de por favor, que no os he deseado feliz 2010... Ay, que comienzan los cuartos, ¿alguien tiene doce mecheros para encender mis cigarrillos?... Esperadme...

lunes, 28 de diciembre de 2009

LOLA, CONFESIONES A MEDIA NOCHE

-Pepe, te quiero mucho.
-¿Eh?, ¿qué dices? Perdona, estaba leyendo esta noticia y no te he oído.
-Que digo que te quiero mucho…
-Ah, vale, gracias por tu generosidad, Lola.
-De nada, Pepe… Qué bien te sienta ese corte de pelo; te hace más calvo…
-¿Eh?, ¿me hablas a mí?
-Sí, Pepe. Te decía que te favorece el pelo así, dejándote las orejas al viento.
-Ah, sí; es practiquísimo… Fíjate, Lola, cómo ha subido la bolsa esta semana, ¡máximos históricos!
-Pepe, ¿has pensado qué cantidad de amor destinas a tu Lola diariamente?
-Un 0,49% aunque puede llegar a 14.000 sin problemas… el IBEX está imparable.
-No está mal, Pepe. Casi un 50% de tu tiempo… No me puedo quejar.
-Pero va a bajar, Lola, no puede mantenerse; es una barbaridad, no hay que engañarse.
-¿Vas a tener más trabajo, Pepe? Ya sabía que la alegría en casa del pobre dura poco; me había hecho mucha ilusión que la mitad de tu tiempo me la dedicaras a mí.
-Lola es que la avaricia rompe el saco, Lola. Una postura inteligente es retirar posiciones en este momento. Yo lo voy a hacer, desde luego…
-Pero, Pepe, ¿por qué? Sé que te doy muchos motivos para que bajes tu consumo en mí, pero de ahí a retirarme de tus horas, es muy fuerte, ¿no?
-Lola, Lola, hay que saber invertir: o metes tiempo y estás pendiente, o te olvidas y mañana Dios dirá… Postura, también, muy buena, porque el día de mañana te puedes encontrar que ha crecido como la espuma. Ya viste lo que le pasó a mi padre…
-Pepe no me olvides, anda, por favor… Ah, ¿qué le ha pasado a tu padre?... Ay, Pepe, ¿pero no estaba muerto?
-Invirtió y mi madre le empujó a que no deshiciera posiciones. Lo qué pudieron disfrutar los dos, qué recuerdos…
-Pues eso, Pepe, haz tú lo mismo conmigo; te aseguro que saldrás ganando. Mari Pili siempre lo dice: “Lola, qué suerte haberte encontrado en aquella subasta; mi vida cambió”
-Lola, no quien resista una subasta; tengo que venderte “ERCROS”; una subida de 6,76% es una burrada…
-Ay, no me vendas… Te van a dar pocos camellos por mí; a simple vista no valgo nada. Hay que dar un tiempo para que me conozcan y me valoren en su justa medida.
-Que no, Lola, ya he tomado la decisión… ¿Nos vamos a la cama?
-¿De despedida, Pepe?
-Sí, ahora me despido de los niños… ¿Vamos?
-Vete, vete, ahora voy yo…

-Mari Pili, soy yo, Lola. Te llamo para despedirme.
-¿Dónde te vas, Lola? Si es media noche…
-Pepe se ha cansado de dedicarme un 0,49%; dice que he subido un 6,76% y que no puede mantener así las posiciones. Por lo que mañana me vende a mí y a Ercros. Además podemos llegar a 14.000 y la avaricia rompe el saco.
-Lola, serénate. ¿De qué, puñetas, me estás hablando?
-Hija, no entiendes nada… Bueno, ni yo tampoco. Te cuento lo que me ha dicho Pepe.
-Bueno, va… ¿Desde cuándo se hace caso a lo que dice un marido, Lola? No me defraudes, ¿eh? No tienes edad para reestructurar posiciones; nosotras como siempre: a lo nuestro.
-Eso, al mercadillo.

domingo, 27 de diciembre de 2009

LOLA Y EL CUENTO DE LA LECHERA

-Lola, hija, deja de comer. Un poquito de por favor…
-No puedo, Magui Pili, tengo mucho hambre… Oye, ¿me puedo llevar las sobras en una cazuela?
-Lola, te invité con mi fórmula de cortesía y tú…
-¿Cuál es tu fórmula de cortesía? ¿Qué me enseñes los langostinos, las almejas, las nécoras y una vez olidos, los guardes?
-Te comes un langostino, una patita de nécora y ya, pero es que me has dejado las bandejas vacías.
-Te he hecho un favor, Magui Pili, ahora sólo tienes que fregar los platos… Oye, ¿Y esa bandeja?
-¿Cuál, Lola?
-La que está en el mueble de la televisión?
-Son mis mazapanes, Lola.
-Virgen del Perpetuo Socorro, Excelentísima Señora de los mares, qué profusión de mazapanes. Voy a probarlos…
-Uno, te comes uno y dejas miiiis mazapanes, ¿entendido, Lola?
-Ya estamos con el mí, tú, su, coña. Es que como te comas toda esta bandeja, se te retuerce el intestino, trae que te ayudo yo…
-Uno y basta he dicho.
-Tajante y concéntrica.
-Toma un poco de chorizo y salchichón, Lola.
-¿No tienes solomillo mejor?
-No.
-Pues trae los mazapanes… Mira, en forma de perita, nuez, empanadilla, qué monada. ¿Dónde los has comprado para comprarlos yo?
-En un convento, Lola.
-Ah… Vete y compras más. Yo no puedo ir a un convento.
-Anda, ésta, ¿y por qué?
-Allí no me dejan hablar… Dame un poco solomillo, ya que no me dejas catar los mazapanes.
-Chorizo y salchichón, Lola…
-Puerca miseria… ¿Has comprado ya las uvas, Magui Pili?
-Sí… Espero que no pretendas comerme las uvas cuando faltan cinco días para noche vieja, verdad?
-Si las comemos ahora, ya tenemos un trabajo hecho. Ponemos a Paquito con un plato, a Pepe con una cuchara y nos van dando las doce uvas. ¿Hace?
-No.
Pues dame mazapanes o solomillo.
-Chorizo y salchichón.
-… Al menos un poco de cava, mujer…
-Gaseosa, Lola.
-He visto en el frigorífico que tenías…
-Gaseosa, Lola.
-Mira, en el dos mil diez va a ser mi año y te vas a enterar de lo que vale un periquito. Te lo juro… He dicho.
-¿Qué te va a pasar en el dos mil diez, Lola?
-Yo qué sé, me gusta que me sorprenda el futuro, Magui Pili, pero como se me reproduzca dinero, te enteras…
-¿Reproducir el dinero?
-Si, Magui Pili, si. Haré altas inversiones y me compraré solomillos al por mayor y un convento parlante entero para que me hagan mazapanes… Ah, y una cueva gigante para beberme todo el cava que produzcan… ¡Hala!… Ah, y más… Todos los bares y restaurantes de España donde entraré y fumaré porque son míos y nadie me lo podrá prohibir… Y, y, y mandaré a mi madre a hacer un viaje que dure mucho, muchísimo y…
-El cuento de la lechera, Lola…
-Sí, pero rodeada de solomillos y mazapanes de sacristía bailarines…

viernes, 25 de diciembre de 2009

LOLA, LA MADRE DEL CORDERO

-¡Dime, niiiñoooo de quién eeeres, todo vestiiiiditoooo de blaaancoooo!…
-Lola, hija, ¿quieres ponerte a preparar la cena?
-… ¡Soy de la Virgen María y deeel Espiritú Saaantoooo!… Ya voy mamá.
-¿Dónde está la cena, Lola?
-Pues…, buena pregunta, madre. ¿Dónde está?
-¿Cómo qué dónde está? ¿No la has comprado?
-¿No la comprabas tú, madre?
-¿Yo? Si me dijiste que ibas tú.
-¡Dime niiiiiño de quién ereeees, ay madre míiia que la hemooos cagaaadooo!
-Lola, dentro de dos horas vendrán todos. ¿Me puedes decir qué vamos a cenar?
-Peeeeeeepe, ven… Que dice mi madre que vayas a por el lechazo.
-¿Qué lechazo, Lola?
-Pues el que vamos a cenar y que tú habías encargado, Pepe.
-¿Yooooo?
-Sí, tú, Pepe.
-A mí nada se me dijo, Lola, que te conozco, ya estás esquivando responsabilidades…
-¿Yo? ¿Dices que yo esquivo, yo, una víctima social?… ¿Qué hora es, Pepe?
-Las siete.
-¡Dime niiiñooo de quién eeeres, ay madre míiia que no cenamooooooos!… Me estoy poniendo nerviosa. Ahora vengo… ¿Magui Pili? Soy Lola. Oye ¿habéis empezado ya a cenar?
-¿A las siete de la tarde, Lola?
-Genial. Oye dame unas sobras…
-¿Sobras de qué?
-Pues de lo que vais a cenar. Esto va en serio, que no tengo cena. Tanta coña, tanto pollo y no hay chicha, Magui Pili…
-¿Lo dices de verdad?
-Loooola, ¿qué haces hablando por teléfono?
-¿No oyes a mi madre, Magui Pili? Se la han rizado las pestañas. Sálvame por el niño Jesús, amiga mía, que me corren a boinazos.
-Calma, Lola, calma. Primero vamos a comprarnos unas plumas para el pelo y luego vemos distintas variantes.
-¿Plumas, dices? Que lo que necesito es dar de cenar a mi familia, Magui Pili, que esto va de verás.
-Tengo sobrantes unas chirimoyas, polvorones y mazapanes.
-Mazapán el que me va a dar Pepe y mi madre…
-Lola de esta te excomulgo…
-Suegra y yo me divorcio…
-¿Oyes, Magui Pili? Esto es muy serio. Sale el rey a darnos el espiche navideño y yo con medio kilo de langostinos para diecinueve. Ayyyyy, ¡Dimeee niñooooooooooo de quién eeereees y llévameeee contigooooo!… Magui Pili me gustaría desaparecer.
-Lola hay que ser positivos, nunca negativos.
-Lo que tú digas, pero dame materia prima, por el niño Jesús, que me matan.
-Respira hondo. Luego suelta el aire…
-¿Y luego, cuando haga todo eso, me crecerán los langostinos, al menos, Magui Pili?
-No, pero encararás la situación con control
-¿Qué control ni gallo muerto, Magui Pili? Necesito comida.
-Lola, hija, nadie se puede fiar de ti. ¿Qué he hecho yo para que Dios me haya dado una hija así?
-¿Lo oyes Magui Pili? Te quedas sin amiga.
-Tranquila, eres como los gatos de siete vidas. Vamos a ponernos a pensar… Pon un langostino en cada plato y un cacho pan, y mientras los pelan, tú les bailas la danza del vientre.
-¿La danza del vientre en noche buena, Magui Pili? Es poco religioso eso…
-Tiene que ser algo exótico, Lola, para que se queden perplejos y no se den cuenta que al plato no llegará más comida.
-Ya, tienes razón… Mientras muevo el vientre, puedo contarles villancicos.
-Eso… Ah, tócales también la zambomba, Lola.
-¿Con lo que les voy a tocar las narices, Magui Pili? La zambomba será mucho, ¿no?
-Looooooooooooooooola, no encuentro los langostinos.
-¿Oyes, Magui Pili? Creo que tampoco…
-Lola, amiga mía, tranquila, te haremos un buen entierro…
-¡Dime niñoooo, de quién eeeres todo vestidito de blancoooo…!
 

martes, 22 de diciembre de 2009

LOLA Y LA CENA DE NOCHE BUENA

-Mari Pili, soy Lola… ¿Qué haces?
-Pues qué voy a hacer, el maldito pollo de noche buena.
-Ah… ¿No comemos corderito?
-Lola, Lola, no me toques más las chirimoyas. ¿Acaso no nos teníamos que comer el pollo de tu Pepe?
-¿Y corderito, no? Qué lástima, yo siempre creyendo en los milagros. En noche buena se come lo mejor de lo mejor y… un pollo no deja de ser un pollo, Mari Pili.
-¿Es que un pollo no es animalito de Dios, Lola?
-Sí, sí, por supuesto, pero de segunda división, de rango inferior y basta que celebremos el cumpleaños del niño Dios, pensé que me ibas a invitar a corderito.
-¿Cómo qué te iba a invitar, Lola?
-Te recuerdo que mañana es noche buena y me has invitado a cenar. Bueno, a mí, a mi Pepe, a mis niños, a mi santa madre, a mi cuñada, a mi tía Lola, a mi prima, a…
-Paaaaaaaaaaara, Lola. ¿Pero tú de qué vas?
-¿Yo? Pues de yo misma mismamente… Si necesitas algo, saco los fideos de mi cesta de navidad, ahora que me daría mucha pena porque es tan pobre que si los saco, sólo me queda la bolsa de pipas. El hueso de jamón ya lo gasté.
-Lola yo no te he invitado a mi casa.
-¿Ah, no? Pues qué grosera… Da igual, me invitas ahora. No soy rencorosa.
-Lola, un pollo, es un pollo… ¿Tú crees que da de sí para veinticinco?
-Mari Pili acuérdate de las bodas de Caná.
-Esto no es una boda, Lola, así que tú cenas en tu casa y yo en la mía.
-Aporto mi pollo y mis fideos. No se hable más. ¿A qué hora vamos?
-A ninguna, Lola.
-Entonces, ¿cómo pretendes que celebremos tu lotería?
-¿Qué lotería, Lola?
-La que te tocó ayer. Eres inmensamente rica. ¿Y yo?... Pues como siempre. Paupérrima.
-No me ha tocado nada, Lola.
-¿Cómo no te va a tocar nada, coña? No te me hagas la víctima, eh. Me ha tocado a mí y no te va a tocar a ti… Hombre por Dios…
-¿Qué te ha tocado la lotería, Lola?
-Pues sí, hija, sí, ya era hora de que llegara la justicia a mi pobre cuenta corriente. Siempre vestida de navidad, en verano, en otoño, en primavera, siempre en números rojos, ya te digo, de navidad todo el santo año.
-Ay qué alegría más profusa, Lola. Entonces, ¿me vas a regalar el pañuelo de Hermés?
-Por su puesto, Mari Pili. Yo comparto mi buena racha, no como ooooooooootras… Ah, compraré dos botellas de gaseosa, para brindar.
-¿Gaseosa, Lola? Taba, más que taba. Tacaña, ruin, de la cofradía del puño cerrado. ¿Cuánto te ha tocado, tía husmia, para comprar gaseosa en vez de cava?
-Me ha tocado la lotería de Comisiones Obreras y como partido obrero, me ha tocado quince euros, Magui Pili.
-Dos gaseosas están bien, Lola… ¿Te llega para regalarme mi pañuelo de Hermés?
-Mujer, llegar, lo que se dice llegar, yo por ti llego a dónde sea menester… Voy a ir al mercadillo, allí sí que me llega… ¿Bueno, mañana a qué hora vamos?
-A ninguna, no te he invitado.
-Magui Pili, no me lleves la contraria que hoy estoy de parto y cómo me lo provoques nuevamente, te ahogo.
-Ah… ¿Es que estás embarazada? ¿Loooooola, con tu edad?
-¿Qué la pasa a mi edad?... Hace hoy veinticuatro años que estaba embarazada de Peluche y cada veintitrés de diciembre me vienen los síntomas de embarazo y parto.
-Pues, anda que no te dura a ti el parto…
-A mí me dura todo mucho. ¿No te ves a ti? Cuarenta y cinco años juntas y ahí estás como la estatua de Zorrilla con el dedo apuntando a no sé dónde. Me imagino que mandándome a paseo, pero aquí estoy yo esperando a que me invites a tomar pollo con gaseosa en tu casa el día de noche buena, porque creo que ya es hora después de tantos años, ¿no crees que me lo he ganado?
-No te invito, Lola. ¡Adiós, felices pascuas!
-Magui Pili… ¿Magui Pili? Anda, coña, que me ha colgado… ¿Y ahora qué hago?... ¿Alguien me invita a cenar en su casa mañana? Somos sólo catorce o veinte, y no comemos mucho, Pongo yo los fideos y la gaseosa.

domingo, 20 de diciembre de 2009

LOLA Y MAGUI PILI OS DESEAN...

-Querido lectores, somos Lola y Magui Pili.
-Eso, los burros delante… ¿Por qué te pones tú siempre delante de mí, eh? Mis queridos contribuyentes, hola, somos Magui Pili y Lola.
-¡Hala!, los asnos delante. ¿Y dónde ves tú, contribuyentes, Magui Pili? En nuestra página de risoterapia los lectores no tienen que pagar.
-De momento, de momento Lola. Me huele que en el 2010 para superar la crisis, el gobierno reinante se sacará una nueva cuota.
-Y un jamón de cerdo, Magui Pili, tengamos la fiesta en paz… Anda fuma calentita porque a partir del uno de enero tampoco nos van a dejar fumar calientes. Si quieres echar humo, a la calle…
-Pero no puede ser, Lola, el presidente de este gobierno tan magnífico no me puede echar a la calle, mi pecho estrecho coge frío y enfermo.
-Pues te jodes, Magui Pili… Bueno a lo que íbamos: nuestros queridos lectores, somos Lola-MaguiPili o MaguiPili-Lola…
-Eso ya lo habíamos dicho Lola…
-¿Sí, tú crees, Magui Pili?... Es que te lo he dicho, cada vez tengo menos memoria y más gaviotas en la mente.
-…Queremos desearos que mañana veintidós os toque la lotería como a mí.
-Egoiiiiiiiiiiiiiiiiiiista, raciiiiiiiiiiiiiiiiiiiista… Que sepas, Magui Pili que no sólo tenemos lectores hispánicos sino, también, del mundo mundial donde mañana no hay lotería. Sólo hay en España… Por cierto, ¿qué es eso de que a ti te va a tocar?
-Me he comprado lotería en Granada. Allí toca seguro.
-¿Y yo, Magui Pili?
-¿Y tú, qué, Lola? Serás de los lectores de otro cacho del mundo que no les toca, qué lo vamos a hacer.
-A ver, un poquito de por favor, lectores sin nada que tocar, posiciónense a la derecha. Los que tienen para tocar y hacer el cuento de la lechera, colóquense a la izquierda… Continúa, Magui Pili.
-¿Ya, contenta? Ya has dividido a la gente.
-La has dividido tú Magui Pili, has hecho la partición entre ricos y pobres…
-Pero todos somos hijos del Señor, Lola.
-Y una mierda, Magui Pili… ¿Te recuerdo tu cesta navideña? Mira la mía.
-Pero Lola, la navidad es para todos…
-Pues, hala, comienza a repartir tuuuuuuuuuuuuu lotería granadina entre toda la pandilla. ¿Hago papeletas?
-Lola, hemos venido a felicitar la navidad a nuestros lectores, a agradecerles de que existan, nos aguanten y nos lean.
-Sí, ¿y qué? Quiero un cacho de tu lotería… Los lectores también.
-Mañana si me toca, traigo cava, Lola.
-Que no, Magui Pili, que no. Los lectores y yo queremos dineros. Para cava, nos compramos un par de gaseosas y tan contentos.
-La navidad no es dinero, Lola, es amor.
-Sí, pero amor con dinero es como un tazón de leche con galletas… mucho más rico, Magui Pili.
-Vale, Lola lo que tú digas… Felicitemos a los lectores…
-Queridos lectores… Soy Lola…
-Queridos contribuyentes… Soy Magui Pili…
-Magui Pili, la tacaña…
-Ni caso… Os deseamos desde esta humilde página…
-Magui Pili es ya de la izquierda progresista hablando de humildad…
-Lola, ¿te quieres callar?
-Qui, Madame…
-Queridos todos, muy…
-Muy re muy…
-Pareces el eco, Lola…
-Re muy, re que te muy, muy, muy…
-… Navidad para todos.
-… Gracias por estar ahí con vuestra sonrisa, que el Niño Jesús os bendiga a todos.
-¡Amén!... Chicos, mañana la robo a Magui Pili algo y lo compartimos, ¿vale?
-¿Qué dices, Lola?
-Nada, Magui Pili… En Madrid nieva mucho, ¿verdad?

jueves, 17 de diciembre de 2009

LOLA Y LA VIKIPEDIA DE MAGUI PILI

-Mari Pili, soy Lola. ¿Me puedes hacer un favor?
-Primero, dime por qué no me llamas Magui Pili.
-La puta realidad me ha absorbido mi vena napoleónica. ¿Entendido?
-Claro, lo que se dice claro, no está, a ver si se me entiende, pero bueno, tú me dirás, Lola…
-¿Nos puedes acoger en tu casa a mi Pepe y a mí? Los chicos nos han echado de casa.
-¡Coño, Lola!, eso si que es grave, ahora entiendo tu ausencia de glamour francés.
-No hay justicia social. Van a hacer una fiesta, y no se conforman con no invitarnos, es que nos echan de miiiiiiiiiii casa, Mari Pili. ¿Para eso les he llevado a un colegio de pago, eh?
-Párteles la cara, leñe.
-¿Qué quieres, que encima nos denuncien por malos tratos?
-¿Les has comprado merienda y bebidas, Lola?
-Pues claro, Mari Pili.
-Encima de idiota, eres gilipollas, Lola.
-¿Tú crees, Mari Pili?
-Mujer, acabas de sacar el certificado con sobresaliente de madre torturada, hija… No hay duda.
-Me lo temía, Mari Pili…
-¿Las navidades os dejarán pasarlas en casa? Son muy malas fechas. Ya sabes que abundan las fiestuquis en estos días.
-Sólo si ocurriera el milagro del veintidós de diciembre…
-¿Dices si les tocara o tocase la lotería, Lola?
-Sí…
-Pero, ¿acaso juegan?
-¿Cómo van a jugar si no tienen dinero?
-¿Y tú?
-Otra que tal baila… No tengo ni para que me toque una cesta como la tuya…
-Entonces, no te queda más remedio que encomendarte a los santos del día veintidós, Lola.
-¿Hay santos ese día, además de la lotería, y los agraciados que les toca, y los que se quedan con la envidia a flor de piel, Mari Pili?
-Déjame pensar… Santa Francisca, Javiera Cabrini, San Hungero, San Isquirión, San Queremón, y compañeros mártires, Beato Tomás Holland… Tienes un buen saco para encomendarte, Lola.
-Oooooye, ¿desde cuándo te sabes tú tanto santo?
-Soy la nueva vikipedia casera, Lola…
-Pues búscate cómo echar a los hijos de casa, un poquito de por favor, Magui Pili y date prisa si no quieres tenerme hasta el siete de enero.
-De eso nada, encomiéndate a un santo que tú eres de la saga de los beatos.
-Mira, de los que me has dicho, el que más me gusta es Santa Javiera Cabrini, pero ésa no tiene compañeros mártires, Mari Pili
-Para mártir ya estás tú, Lola…
-¿Y mi Pepe…?
-Ése es un santo, hija, porque para aguantaros a todos, ya le vale…
-¿Pero tú de parte de quién estás?
-De mi lado, Lola. Desde que me descubrieron la enfermedad del pecho estrecho, he comenzado a pensar en mí.
-Pues yo tengo la enfermedad del culo estrecho…
-¿Y qué enfermedad es ésa, Lola?
-Hija, pues que tengo dificultad para expulsar los gases. ¿Por qué te crees que estoy tan inflada? Me quedo con todos los gases del mundo mundial, maja…
-Pues pides a Santa Javiera que expulse a los niños, y a San Queremón y compañeros mártires, que son mucha gente para hacer fuerza, que expulsen tus gases, pero a mí olvídame, Lola.
-¿Qué quieres, que después de tanto años de acumular gases tóxicos contamine más al mundo?
-Tú, Lola, lo que no quieres es ser una pedorra que no es lo mismo.
-Un poquito de por favor, Magui Pili, je ne veux pas être une soie…

lunes, 14 de diciembre de 2009

LOLA, EL POLLO Y EL CORDERO

-Lola, deja de leer las revistas. Debemos preparar los menús navideños.
-Magui Pili, si hiciéramos lo que pone en la revista, los menús navideños nos importarían un cojoncillo de pato.
-¿Qué pone?
-Ideas para la euforia, Magui Pili… ¿Tú sabes lo qué es eso? Últimamente te veo como que la vida no te entra en la sangre.
-Sangre, tengo mucha Lola y para más inri, muy caliente.
-Vale, vale, pues tu sigue con el menú que con la sangre caliente no te hará falta calentar ningún puchero, y yo con lo práctico.
-¿Tostón o cordero, Lola?
-Pollo, Magui Pili… Necesitamos inyecciones de autoestima. Si es que lo sabía y ya ves, hemos salido en la revista.
-¿Pollo con autoestima, Lola? Yo prefiero lechazo churruscadito.
-Tú, pollo con pena, hija… Uy, fíjate, lo pone en letras gordas…
-Pollo, pollo y más pollo… Quiero lechazo.
-… Sexo, dosis de sexo elevan todo, la autoestima, la pena, los corderos, los pollos. Todo, Magui Pili.
-No, Lola. El lechazo al estilo tradicional, en horno de leña. Sexo, sexo, cómo sabrá el lechazo al sexo…
-Seguro que buenísimo, Magui Pili, pero como cada vez estás más ñoña, tomaremos pollo en pepitoria. Sin duda más barato.
-Yo, cordero, no hay más que hablar, Lola.
-…Fíjate, también pone lo que te digo yo siempre: mimarse sin remordimientos, pero desde que se te quedó el pecho estrecho, se te redujo todo. Mejor, pollo, Magui Pili, para tu cuerpo consumido te sentará mejor.
-Lechazo, Lola. Mis pechos estrechos necesitan buena materia y el pollo puede ser viejo y la carne más dura que un leño… Lola, ¿Qué tienes ahí?
-Ahhhhhhhh, es verdad. Miga, Magui Pili, mi cesta de navidad.
-¡Jesús, qué cutrez!... ¿de dónde la has sacado?
-Como verás no me ha tocado en ninguna rifa extraordinaria como a ti.
-No hace falta que lo jures, Lola. ¿Qué lleva?
-Nada sofisticado, la tuya en tiempos de crisis es una ordinariez, un insulto. En cambio la mía se ajusta a los tiempos de crisis.
-¿Pero qué has metido?
-Una bolsa de pipas Facundo, una bolsa de fideos y un hueso de jamón. Ven, huele, es que huele divino, Magui Pili.
-Lola, huele a rancio.
-No, no, nada de eso. Lo que tienes que practicar es más sexo, ya verás cómo luego vienes y hueles a mi hueso y su aroma te recordará al jamón de bellota.
-¿Qué tiene qué ver tu hueso rancio y el sexo? Loooooooooola, me desequilibras.
-Claro que te desequilibro. ¿Y sabes pourqui ma cherie? Porque no te pones las inyecciones de autoestima y sexo, y te miras con remordimiento. Si es que lo pone la revista bien clarito…
-Por última vez, Lola, ¿lechazo o tostón?
-Poulet, Magui Pili.
-Lola, ¿a Pepe no le regalan nada en la funeraria por navidad?
-Por supuesto. Los muertos no son nada rumbosos, pero hay un familiar de un muerto que es muy cariñoso con mi Pepe y todos los años le manda un obsequio.
-¿Y que le manda, Lola?
-Un pollo, por supuesto. Menos este año que le ha mandado dos.
-¿Dos, qué, Lola?
-Dos pollos, hija.
-Yo es que quiero lechazo, Lola.
-Tú comes pollo por mi santa madre, coña.
-Es que…
-Anda, vete a practicar autoestima con el lechazo y luego te comes el pollo, ¿entendido?
-¿Sexo, no, Lola?
-Lo que te dé la gana, pero de postre…
-Poulet… lo sé, Lola.

viernes, 11 de diciembre de 2009

LOLA Y LA CESTA DE NAVIDAD

-Lola, ¿se puede saber qué estás haciendo?
-Gui, Magui Pili. Me estoy escribiendo con Paquito.
-¿Con mi Paquito?
-Gui, Magui Pili.
-¿Y se puede saber que tienes tú con mi Paco, Lola?
-Pues… Además de aguantarle, treinta años, nos pasamos información.
-¿Qué clase de información, Lola?
-Secretos de estado y cosas así… Por ejemplo, fotos tuyas muy cachondas.
-Loooooooooola, dame esas fotos.
-Y un cuerno, Magui Pili. En el momento que pueda, las voy a exhibir.
-¿Cómo son las fotos, Lola?
-Magui Pili tus fans te han de conocerte en todas las facetas.
-¿Tú quién eres para manejar información míiiiiia, Lola?
-¿Yo? Soy… una autoridad.
-Tú lo que eres es una muerta de hambre que, por no tener, no tienes ni para pagarte una copa, y te la tengo que pagar yo.
-Magui Pili, tengo sesenta céntimos, es decir, tengo dinero, pero no tengo la culpa de que las copas cuestan cinco euros. Y aunque sea una muerta de hambre…, por cierto, ¿no tendrás un bocadillo en el bolso? Como te decía soy una autoridad en el campo de las letras.
-¿Tú, una autoridad? Ni en el retrete de tu casa. Y no tengo bocadillos, pero si una bellísima cesta de navidad… Y lleva de todo.
-¿Una cesta, dices? ¿De dónde la has sacado, Magui Pili? ¿Por qué yo no tengo cesta?
-Tú no tienes cesta porque además de muerta de hambre, no tienes lo que debes de tener… Y yo sí.
-A que pongo todas las fotos, Magui Pili, y se va a cagar la mona…
-Paaaaaara, fiera… Me ha tocado en una rifa en el supermercado.
-¿Y por qué a mí no me rifan, Magui Pili?
-¿A ti quién te va a querer, hija?
-Pues… Tú, ¿quién si no? Comparte la cesta conmigo, sabes que no tengo ni para comprar fideos, Magui Pili.
-La cesta es mía y el supermercado me la ha regalado con mucho amor.
-¿Y qué es el amor si no compartir, Magui Pili? Yo soy tu amor.
-Mi amor es mi Paquito.
-Anda, esmirriada, te va a entrar una colitis que ya verás. ¿No te das cuenta que no estás acostumbrada a comer? Te comes la cesta y te indigestas… Dame algo, Magui Pili.
-Que no, coña, es mía y me la comeré aunque reviente.
-¿Y esto es la navidad? Anda que se lo digo a Obama, que ahora que es Nobel, manda más y mejor… Te declarará la guerra y yo también.
-Pues le diré al gobierno español que interceda por mí, guuuapa.
-Eso, eso, que interceda por ti, que con lo bien que hace todo, me quedo con la cesta. Venga, llama al presidente.
-No llamo a nadie. La cesta es mía, Lola.
-Pongo todas las fotos, Magui Pili. ¡Adiós!
-Espeeeera, fiera. ¿Qué es lo que menos te gusta? Te lo daré.
-¿Me vas a dar, a ofrecer, a regalar, Magui Pili, lo que meeeeeenos me gusta?
-Gui, ma cherie Lola.
-Se va a cagar la perra. Esto va a ser peor que la venganza de don Mendo, ¡adiós, Magui Pili!… Sabrás de mí.
-Au revoir, Lola.
-Sí, sí, despídeme al estilo napoleónico, pero el que ríe el último, ríe mejor.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

LOLA Y EL CONDE DRACULA

-Magui Pili…
-Oye Lola, ¿cuándo me vas a dejar de llamar Magui Pili?
-Pues cuando se me pase la vena napoleónica, pero fundamentalmente cuando me dé la gana… Escúchame Magui Pili, he tenido un sueño altamente preocupante.
-¿Qué has soñado?
-Tenía un amante y lo malo no es eso.
-¿Cuál era lo malo, Lola?
-Que tú tenías envidia de mi amante y me lo querías quitar y era mío, eh.
-Imposible, Lola.
-Por San Cucufato que se caiga chamuscado ahora mismito. Es verdad, te morías de envidia.
-Lola, tengo sobredosis de hombres, por lo tanto es imposible que algo que no desee, en sueños lo desee.
-Pues me lo querías quitar y era mío, pero mío, mío.
-Quédatelo para ti para siempre, Lola.
-Entonces, ¿Magui Pili no quieres mi amante somnífero?
-No.
-Ah… Pues yo tampoco. Ahora vengo…
-¿Dónde vas?
-A matarlo. Por él casi discutimos.
-Si era un sueño, Lola.
-Ya, pero voy a dormir la siesta y le mato y deja de molestar para siempre jamás… Oye Magui Pili, ¿cómo le mato?
-¿A quién, Lola?
-¿A quién va a ser? A mi amante. ¿Le pego un estacazo, le clavo cinco cuchillos y luego lo estrangulo, o directamente le pego una patada en los güevos, Magui Pili?
-Mira Lola, haz con tu amante lo que te dé de sí tu cabeza, pero ahora debemos pensar en cosas más sensatas… Oye, ¿tu amante estaba bueno?
-Humm, Magui Pili, buenísimo, aunque tenía un defecto.
-¿Cuál?
-Era cojo, Magui Pili… Es que ni en los sueños existe la perfección.
-Hija, no sirves ni para buscarte un amante somnífero. Mátalo, pero mátalo ya.
-Voy… ¿No iré a la cárcel, verdad? Bueno, si me pillan diré que era primo de Drácula y fue en defensa propia.
-Pero, ojo, especifica que era el primo de Drácula, el cojo… ¿De verdad, Lola, era su primo?
-Me mordía en el cuello, Magui Pili, y en el escote y…
-¿En dónde más, Lola?
-En el muslo y ahí es cuando…
-¿Qué, Lola?
-Al ir a morder, se le cayó la dentadura.
-Vaya mierda de Drácula… Y cojo. Mátalo, pero ya… Oye, ¿cómo podía tener envidia de semejante birria? Toma unos ajos y vete a dormir la siesta. Mátalo, pero rematado, eh.
-Vale… Podías venir conmigo, me da un poco de miedo, Magui Pili.
-Pero si Drácula el cojo está dentro de ti, ¿qué voy a hacer yo?
-Esperar fuera por si acaso.
-Vale, duérmete. Te canto una nana, pero date prisa, Lola, tengo que hacer las lentejas para Paquito.
-¿Y si no se me aparece porque sabe que he conspirado contra él?
-Lo malo es como venga y estés en la cama con Pepe, Lola.
-A mí no me importa que le muerda a Pepe y se convierta en Drácula, alto directivo de funeraria la Alegría.
-Pero si es tu amante, querrá estar contigo, no con Pepe, y que tú seas su draculina.
-¿Pero tú me ves de condesa Drácula, Magui Pili? Además, no soy coja, coña, no puedo ser su pareja. Mira le voy a escribir y decirle que nuestro amor es imposible.
-Yo creo que no hace falta. Los dráculas están consumidos, Lola y tú eres de un volumen altamente desdeñable para un Drácula.
-¿Ves? Ser relleno tiene sus ventajas. Anda vamos a hacer la comida… Aunque, puerca miseria, echarme un amante guapo, pero cojo y chupa sangres…, es que no sirvo ni para soñar…

lunes, 7 de diciembre de 2009

LOLA Y MARI PILI EN EL MERCADILLO

-Lola, ¿Te acuerdas cuando creíamos en los Reyes Magos?
-Ah, ¿Es que has dejado de creer Magui Pili? Yo ya he escrito la carta a sus majestades. Tú deberías hacer lo mismo.
-¿Qué te has pedido? Yo quiero un pañuelo de Hermes.
-¿Y a mí que me cuentas, Magui Pili? Coges un lapicero, escribes la carta, la echas en un buzón y magia potagia a esperar el milagro. Aunque…
-¿Aunque qué, Lola?
-Los Reyes de Oriente aunque tienen petróleo, están en crisis… Mira, pide lo que quieras… ¿Quieres ese abrigo de piel, Magui Pili?
-A ver… Lola, eso está usado, no es piel, tiene piojos, está roto…
-Pero cuesta cinco euros, Magui Pili. Venga, di que sí y mis Reyes hacia tu soberana figura te lo traen.
-Lola, no has entendido, es viejo, usado, piojoso…
-Te repites como los ajos. Cuesta cinco euros y te lo van a traer los Reyes. Es más, mira que perlas. Pídelas, también te las traen.
-¿Qué cuestan, Lola?
-Cinco euros. Hoy el mercadillo, tiene precio estándar.
-Pero yo es que quiero un pañuelo de Hermes…
-Mira, Barbie geriátrica, los Reyes Magos son mágicos, pero se les ha roto la lámpara de Aladino. Así que el abrigo de piojos. Lo despiojo, lo lavo, le echo ambientador y te lo envuelvo… Es vintage, Magui Pili.
-Lola yo esa mierda no quiero… Me acuerdo cuando venían a mi casa sus majestades, qué glamour, qué pompa… Y en qué triste realidad han terminado.
-Oye, si es por ser, soy, eh. Todo menos que sufras, Magui Pili. Me disfrazo y voy a tu casa a llevarte el abrigo despiojado y las perlas de cangrejo de río.
-Lola, no quiero ese abrigo. Cómpratelo tú.
-Síiiiiiiiiii, es el abrigo de mis sueños. Me lo compran los reyes. Iré de vintage.
-Iras hecha una pordiosera, Lola. Allá tú, vivimos en un país libre. ¿Quieres un crucifijo, también?
-¿Pero no los ha prohibido la izquierda progresista? Si me pescan, me meten en la cárcel y bailar el rock en la cárcel esta navidad no me mola, Magui Pili… Mira una chaquetita con volantes. ¿Te la pides para los reyes?
-Lola, parece que llevo un tutú.
-No te gusta nada, hija. Haz una cosa: escribe dos cartas. Una para tus sueños, esos se cumplen de verdad. Y en la segunda, te pides el abrigo despiojado.
-Y dale con la matraca, Lola. ¿No has visto que está roto?
-Es que es vintage, Magui Pili. ¿Por cinco euros qué vas a pedir? Es un precio fabuloso.
-Quiero un pañuelo de Hermes, Lola… ¿Lola dónde vas corriendo?
-Corre, Magui Pili, sujétate el pecho para que no te ahogues y ven. Están los negritos vendiendo a Loeve.
-Qué maravilla, Lola. ¿Qué nos compramos?
-De todo… Miiiiiiiiiiiiiiira, Magui Pili…
-¿Qué miro ahora?
-Dos por uno. Nos lo llevamos.
-¿Dos escaleras? ¿Para qué quiero una escalera?
-No es una escalera normal. Lleva nogmos.
-¿Compramos tomates?
-Qué materialista eres. Tomates, tomates, ¿qué gracia ves en un tomate, Magui Pili?
-Es practico, Lola.
-El tomate te lo comes, pero todas estas mierdas perduran.
-¿Cómo vamos a entrar en casa con todo esto?
-A oscuras y sin hacer ruido. Lo apachurramos todo en una bolsa y no abulta y…
-¿Las escaleras también las apachurramos, Lola?
-Déjame pensar… Ya está: Nos subimos a ellas.
-¿Y?
-Yo qué sé, Magui Pili, me destruyes toda la imaginación, hija.

viernes, 4 de diciembre de 2009

LOLA EN EL CAMAROTE DE LOS MARX

-Mari Pili…
-…
-Mari Pili… Mari Pili, por Mustafá, despiértate.
-¿Ya es la hora?
-No, pero sí. Levántate.
-¿Ya no tengo más derecho a cama? ¿Qué hora es, Lola?
-Son las cinco.
-¿De la tarde o de la mañana?
-De la mañana, mujer.
-¿Las cinco de la mañana? ¿De verdad has dicho las cinco de la mañana? ¿Has mirado bien el reloj? Mira a ver que nunca te funcionan.
-Todo funciona, tengo hasta el cocido hecho. Levántate.
-Déjame un poquito más con Paquito.
-¿Prefieres estar con Paquito que conmigo, Mari Pili?... Me cambias por una cama y por un marido, ¡A mí, mundo amargo!, mi amiga me ha abandonado justo en el momento que tengo un problema… ¿Magui Pili?
.Humm… No me llames Magui Pili.
-Te llamo como me da la gana. Hazme sitio.
-Humm… ¿En dónde te hago sitio, Lola?
-Pues en tu cama.
-¿Qué? ¿Pretendes meterte en la cama con Paquito y conmigo? No cabemos, Lola.
-Qué sí que cabemos, anda que no conozco yo bien mis camas. En ésta hemos llegado a dormir hasta quince. Muévete, yo cojo en brazos a Paquito.
-¿Quince, Lola? ¿Cómo lo hacíais, por pisos?
-Querer es poder, Magui Pili. ¿Tú has visto la película del “Camarote de los hermanos Marx”?
-Lola a ti te pierde la imaginación. Confundes realidad con ficción… Y no me llames Magui Pili.
-Chuuu, calla, que vas a despertar a Paquito. ¿Tienes un chupete?
-¿Un chupete? ¿Para que quiero un chupete con los años que tengo, Lola?
-Mira, Paquito me está chupando un dedo. Qué mono está dormidito, qué lastima que abra los ojos.
-Lola, vete de mi cama.
-Ojito al dato, esta cama es mía. Y si tienes temor que seduzca a tu Paquito, lo tienes claro. Ni envuelto en papel de celofán lo quiero… Oye, Magui Pili…
-Que no me llames Magui Pili, coña… Oye, como me sigas empujando me echas de la cama.
-Magui Pili aún no se me ha ido el acento francés. Además, no me digas que no suena más sensual tu nombre con tonalidad napoleónica. ¿A qué sí Magui Pili?
-Yo soy de la Pilarica, soy Mari Pili, española de pura cepa.
-Allá tú, pero como me despiertes a Paquito, no te llevo al mercadillo. Tú verás, Magui Pili… ¿Peluche, hijo, qué haces ahí de pié?
-Tengo pesadillas, Mamá.
-Ven, metete con nosotros… Magui Pili, vete un poco a la derecha y coge en brazos a Peluche.
-Mamá, ¿puedo traer a mis muñecos?
-Claro, hijo… ¿Ves Magui Pili? Ya somos nueve… Magui Pili tengo un problema.
-Vete a tomar vientos, Lola, Peluche y yo nos estamos cayendo de la cama.
-Pero hija, pon voluntad… Ahora te digo una cosa, si tuvieras el culo más ancho, no te caías, pero no comes y, claro, te caes.
-¿Qué tiene que ver mi culo con tu cama, Lola?
-Todo, Magui Pili, todo… Pepe Perro, corazón, ven cariñin, súbete a la cama con mamá… Ya somos diez, Magui Pili.
-Lo que me faltaba, ahora el perro.
-No te quejes y levántate a por el canario. Seguro que se siente muy solito en la cocina… Ah, de paso, di a Anticristo si se quiere venir, me estoy acordando que anoche no le conté un cuento.
-Lola cuéntame tu problema y lárgate con todo tu circo de mascotas e hijos. Esto ni es hospedaje ni es nada.
-Magui Pili, Magui Pili… deja de gritar que como se despierte mi Pepe, ése abulta por cuatro y… ¡Voilá!, ya seremos quince… ¿Algún lector se quiere meter en la cama con nosotros? Hay sitio aún.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

LOLA ESPERA A MARI PILI CON LOS BRAZOS ABIERTOS

-¿Lola? Ya era hora de que colgaras el teléfono.
-Hija, es que me ha llamado mi amiga Pepi.
-¿Y esa quién es, Lola?
-Una que acabo de conocer. No era una mujer, Mari Pili, era un loro.
-¿Y dices que es tu amiga y la llamas loro? Entonces, ¿qué me llamas a mí?
-¿Tú? Pues… ¿De verdad lo quieres saber? A veces vivir en la ignorancia es asegurarte la felicidad.
-Que me lo digas, leñe…
- Eres… Eres…
-¿Qué soy, Lola? Devuelve tu veneno. Te conozco demasiado…
-Pues si me conoces, ya sabes lo que pienso.
-Quiero que me lo digas a la cara.
-Pero si estamos hablando al teléfono, Mari Pili.
-Pues ten ovarios y susúrramelo al oído.
-Te recuerdo que no tengo ovarios, soy eunuco desde el siglo pasado.
-Lola no te salgas por la tangente.
-Ni por la diagonal… Por cierto, qué bonita es la Diagonal de Barcelona, ¿verdad?
-Te has ido por la perpendicular, Lola… Eres marihuana pura.
-¡Coña!, me han llamado de todo pero nunca droga dura… Por cierto, sabes que soy un desastre con las direcciones. No me las sé y salgo por el primer atajo que encuentro.
-Lola, ¿qué soy? ¿Tonta, boba, lela…? Dime
-Nada de eso, bonita, tú tienes muchas más categoría… A todas éstas, no te he contado lo que me ha contado mi amiga Pepi. Aún tengo echando humo la oreja. ¿Quieres que vayamos, no, ella me dijo que si quería hacer una escapada a una clínica de esas que hacen de todo?
-¿De todo? ¿Qué es de todo?
-Te rehabilitan, hija. Que necesitas unas pestañas, te las implantan. Que padeces de estreñimiento, te desencolan… Ya sabes, de todo, Mari Pili.
- Oye, ¿y allí me dirían lo que soy, Lola?
-¿Vas a pagar una fortuna para que te digan que eres una Barbie geriátrica? Yo te lo digo gratis.
-¿Qué me has llamado, Lola?
-Vamos a ver, vamos a ver, que ya te veo sacar las uñas…, se te parten al querer arañar mi carne y sabes que tengo la carne prieta. Luego me pides que te pague la manicura, y estoy a últimos. Llevo desde el día tres con cinco euros para todo el mes.
-Looooola, ¿con cinco euros? ¿Y qué coméis?
-Macarrones y sopa con fideos hasta ayer. Se me han acabado los fideos…
-Lola, pues el sábado me voy al mercadillo de los pijos. Sin dinero, no puedes ir.
-¡A mí, mundo amargo!... Yo voy.
-¿Con qué dinero, Lola?
-Con el tuyo, Mari Pili.
-Yo no te presto dinero, Lola, que luego no me lo devuelves.
-No necesito que me prestes nada, me vas a pagar.
-¿El qué si no te debo nada?
-De momento porque cuando vengas con tu Paquito a miiiiiiiiiii casa y te dé cama, retrete y desayuno, te voy a cobrar un canon. Con eso me voy al mercadillo de Majadahonda y compro fideos. A la par que compras fruta, yo me llevo la bolsa de la pija que ha dejado por despiste y ¡voilá!, ya tengo verduras y fruta fresca para mis hombres. ¿Qué te parece?
-Pues que tienes un morro que te lo pisas, Lola.
-Ah… ¿Quieres que te ponga sábanas de hilo o sintéticas, Mari Pili?
-De hilo, Lola.
-Eso lleva un suplemento del 16% más el IVA.
-¿Algo más?
-Sí… Si quieres la habitación limpia, 20% más y…
-Para, Lola. Me llevo una tienda de compaña y mis sábanas.
-¿Dónde pones la tienda de campaña?
-Pues en tu salón, Lola.
-Como es zona noble, has de pagasen 35% más IVA.
-¿En la cocina cuánto cobras?
-Déjame pensar… 60% más IVA.
-¿La cocina más cara?
-Anda, claro. Allí huele que alimenta aunque no comas… Ah, y se paga por adelantado… Ah y si te recibo con villancicos, 90% del canon que he de pagar al SGAE… ¡Hasta mañana, Mari Pili!... No se te olvide hacerme la transferencia que no entras en mi casa.