-Qué pena que en invierno no haya campo para pastar, Mari Pili.
-¿Cómo que no hay campo, Lola? ¿Acaso lo ponen en verano y lo recogen en otoño?
-Quiero decir que me encanta trotar como una mariposa, pastar como un perrillo en el campo. En invierno como estamos en la ciudad nos convertimos en animales de zoológico.
-Ya, ya sé como dices, Lola. El campo te da la libertad de las cabritillas y…
-… El perfume a moñiga de vaca, Mari Pili. Ni Dior ni Rochas. Qué aroma más penetrante, ¿verdad?
-Mucho. Fíjate estoy por llevarme unas cuantas moñigas de vaca y congelarlas.
-En ese caso, Mari Pili te aconsejo que te lleves la de toro. Son más grandes y te duran más. Mira, te ahorras en ir a Andorra a por perfume. Donde esté la naturaleza llena de campos de patatas, melonares, girasoles. Nos sale gratis la compra, Mari Pili.
-Lola, tú y yo somos unas ladronas de campos. Sólo venimos a la tierra a mangar melones, patatas y pipas de girasoles.
-Oye que yo no robo a nadie. Esta mercancía está en la tierra esperando que alguien la recoja.
-Claro, que la recojan sus dueños, no nosotras.
-Te equivocas, Mari Pili. Se ha abierto la veda del cazador y hemos salido a cazar.
-¿A cazar el qué, Lola? ¿Desde cuando somos tú y yo cazadoras?
-Mira, unos cazan pollos voladores y nosotras patatas. Ya está. Además llevamos las armas reglamentarias.
-Sí, un cuchillo y una pistola de agua.
-De pistola nada. Es una metralleta. Agáchate que disparo.
-Lola me has calado.
-Disculpa, es que no he enfocado la mirilla correctamente… Ahí está, ya verás…
-¿Quién, Lola? Has enfocado a ese árbol y ahora el agua cae para abajo y nos moja. Quítate las gafas de bucear, tal vez así veas más, Lola.
-¿Sabes lo que voy a hacer ahora mismo, Mari Pili?
-Cualquier cosa. Y ten cuidado, Lola que nos estamos metiendo en el coto de caza…
-… Voy a arrancarla los sesos ahora mismo, Mari Pili, en el momento que enfoque bien.
-Ah… ¿A quién vas a arrancar los sesos?… Mira Lola un conejito.
-No me interesan los conejos sino esa hija de puta… Ya verás cuando te cace, ya verás…
-Lola, no hay nadie. Las patatas las hemos dejado atrás y ya estamos en pleno coto de caza. Larguémonos antes de que sea demasiado tarde.
-Antes déjame que la cace, Mari Pili… Mírala, pero que cacho cabrona. Ay cuando te cace… Acércate si tienes narices… Y que sepas que Lola cazapatatas nunca falla.
-Lola, no sé si lo sabes, pero estás hablando sola. Agáchate, un disparo.
-No hablo sola. Miiiiiiiirala, encima riéndose de mí. Mari Pili quítate los zapatos.
-No que cojo frío.
-Pero si estamos a cincuenta grados a la sombra.
-Que no, Lola. Soy material sensible. Quítate los tuyos.
-No tengo zapatos, Mari Pili. Se los tiré hace rato a esa asesina ¡Capulla! ¡Hija de Mustafá!
-Lola, dime una cosita…
-Digote, Mari Pili… Agáchate que procedo a acribillarla.
-Cada día estás más trastornada.
-¿Y?…Seguro que si hubiera traído el traje de camuflaje ya la había aniquilado los sesos… Yo estaré zumbada, Mari Pili, pero tú estás sin sangre. Se acerca ahora mismo un vampiro y huye de ti… Al ataaaaaaaaaaaaaaaaque…
-¿Lola? ¿Lola, dónde te has metido?
-Aquí… Estoy aquí…
-Lola no te veo…
-… Estoy aquí, a tu derecha, en un mar de moñigas, Mari Pili… La he cazado.
-¿A quién, Lola?
-A la cabrona de la avispa, Mari Pili. No hay nada que se me resista. Vamos a cazar patatas y un par de melones. Ayúdame a levantarme.
-¿Yo? Ni de broma, hueles que apestas. Estás rebozada de mierda…
-Huelo a campo, Mari Pili. Y en tal caso no estoy rebozada sino envuelta de la madre naturaleza.
-La madre que te parió, Lola…
lunes, 30 de noviembre de 2009
martes, 24 de noviembre de 2009
LOLA Y MARI PILI EN SEMANA SANTA
-Lola, muévete a la izquierda.
-Eso jamás… si quieres, a la derecha.
-No, Lola, a la izquierda, para que la cola esté recta.
-Y un cuerno, Mari Pili, mis convicciones no me lo permiten.
-No me seas retrógrada, Lola, ¡muévete a la izquierda!
-¡A la derecha!
-Señoras, por favor…, estamos en una procesión. Recen y no hablen.
-¡Perdón!, mire, usted, Señor Sacerdote, es mi amiga; yo estaba recogida en mí misma mismamente. Pero ella erre qué erre mandándome a la izquierda.
-Señor Cura, es ella que no le da la gana de ponerse a la derecha.
-Yo quiero ponerme a la derecha. Eres tú, Mari Pili, que me quieres llevar a la izquierda.
-Señoras, tranquilidad. Oremos al Señor…
- Amén… Diga, usted, que sí, Señor Sacerdote… Por cierto, ¿Sabe, usted, si Dios era de izquierdas o de derechas?
-¡Por, dios, Lola!, ¿cómo le preguntas eso al Señor Cura?
-Tú, cállate. Mira qué pollo estás montando.
-Señoras, fueeeeeeeeeera
-Uy, cómo se pone, usted…, pero no nos vamos. Quieta ahí, Mari Pili. La calle es de todos.
-Señoras, señoras, váyanse de la procesión.
-Señor Sacerdote no apriete así los dientes o le pasará como a mi Pepe.
-Hija mía, cállese.
-Uy, lo que me pide usted, Señor sacerdote…Antes muerta que callada. Es que, fíjese, usted: una vez probé a guardar silencio y no se puede imaginar qué cólico de gases me dio. Malísima estuve; desde entonces hablo, hablo mucho, sin parar. Mi Pepe se ha puesto unos tapones insonoros en las orejas. Dice que la cabeza le estalla; una gallina, Señor Sacerdote, un gallina.
-Lola, el Señor Cura se está poniendo negro.
-No, Mari Pili, no se está poniendo. ¿No ves qué tostadita es su piel? Para mí que es de Guinea Ecuatorial.
-De Colombia, hija mía. Recemos…
-Amén… ¿De Colombia, Señor Sacerdote? No sabía que allí fueran tan morenos. La verdad, qué variado es el mundo. ¿Hace mucho que vino usted aquí?
-Va para diez años. Avancen, hijas mías, estamos entorpeciendo la procesión…
-Ya decía que las manos las tiene a cachos más claras. El sol de España aclara mucho la piel. Ande, Padre, y no hable que le están mirando mal. Con que hable yo es suficiente. ¿Se encuentra a gusto en España?
-…
-¿Sus padres se los trajo o están allí?
-…
-Mari Pili, el Señor Sacerdote se ha quedado mudo.
-Lola, le has mandado que se calle o, ¿no te acuerdas?
-Ah, es verdad… Se me está torciendo la peineta, Mari Pili. Sácame el peine.
-Lola, ¿cómo vas a ponerte a peinar en una procesión?
-¿Qué quieres?, ¿Qué se me caiga la toquilla?
-Mantilla, Lola, mantilla.
-Eso he dicho, Mari Sabidilla.
-Señor Padre, ¿me sostiene, usted, un momentín, la palmatoria? Esto de ir vestida de Manola, no es lo mío; me quito el delantal y como que me siento desnuda… ¿Eso es malo, Señor Padre?
-…
-Mari Pili…
-¿Quéeeee?
-Calla, que estamos de procesión.
-Eso jamás… si quieres, a la derecha.
-No, Lola, a la izquierda, para que la cola esté recta.
-Y un cuerno, Mari Pili, mis convicciones no me lo permiten.
-No me seas retrógrada, Lola, ¡muévete a la izquierda!
-¡A la derecha!
-Señoras, por favor…, estamos en una procesión. Recen y no hablen.
-¡Perdón!, mire, usted, Señor Sacerdote, es mi amiga; yo estaba recogida en mí misma mismamente. Pero ella erre qué erre mandándome a la izquierda.
-Señor Cura, es ella que no le da la gana de ponerse a la derecha.
-Yo quiero ponerme a la derecha. Eres tú, Mari Pili, que me quieres llevar a la izquierda.
-Señoras, tranquilidad. Oremos al Señor…
- Amén… Diga, usted, que sí, Señor Sacerdote… Por cierto, ¿Sabe, usted, si Dios era de izquierdas o de derechas?
-¡Por, dios, Lola!, ¿cómo le preguntas eso al Señor Cura?
-Tú, cállate. Mira qué pollo estás montando.
-Señoras, fueeeeeeeeeera
-Uy, cómo se pone, usted…, pero no nos vamos. Quieta ahí, Mari Pili. La calle es de todos.
-Señoras, señoras, váyanse de la procesión.
-Señor Sacerdote no apriete así los dientes o le pasará como a mi Pepe.
-Hija mía, cállese.
-Uy, lo que me pide usted, Señor sacerdote…Antes muerta que callada. Es que, fíjese, usted: una vez probé a guardar silencio y no se puede imaginar qué cólico de gases me dio. Malísima estuve; desde entonces hablo, hablo mucho, sin parar. Mi Pepe se ha puesto unos tapones insonoros en las orejas. Dice que la cabeza le estalla; una gallina, Señor Sacerdote, un gallina.
-Lola, el Señor Cura se está poniendo negro.
-No, Mari Pili, no se está poniendo. ¿No ves qué tostadita es su piel? Para mí que es de Guinea Ecuatorial.
-De Colombia, hija mía. Recemos…
-Amén… ¿De Colombia, Señor Sacerdote? No sabía que allí fueran tan morenos. La verdad, qué variado es el mundo. ¿Hace mucho que vino usted aquí?
-Va para diez años. Avancen, hijas mías, estamos entorpeciendo la procesión…
-Ya decía que las manos las tiene a cachos más claras. El sol de España aclara mucho la piel. Ande, Padre, y no hable que le están mirando mal. Con que hable yo es suficiente. ¿Se encuentra a gusto en España?
-…
-¿Sus padres se los trajo o están allí?
-…
-Mari Pili, el Señor Sacerdote se ha quedado mudo.
-Lola, le has mandado que se calle o, ¿no te acuerdas?
-Ah, es verdad… Se me está torciendo la peineta, Mari Pili. Sácame el peine.
-Lola, ¿cómo vas a ponerte a peinar en una procesión?
-¿Qué quieres?, ¿Qué se me caiga la toquilla?
-Mantilla, Lola, mantilla.
-Eso he dicho, Mari Sabidilla.
-Señor Padre, ¿me sostiene, usted, un momentín, la palmatoria? Esto de ir vestida de Manola, no es lo mío; me quito el delantal y como que me siento desnuda… ¿Eso es malo, Señor Padre?
-…
-Mari Pili…
-¿Quéeeee?
-Calla, que estamos de procesión.
viernes, 20 de noviembre de 2009
LOLA Y LOS TUERTOS
-Lola, soy Mari Pili. ¿Estás disponible? Tengo un disgusto…
-¿Qué me dices? Cuéntame…
-¿Te acuerdas de mi primo cuarto que en realidad es el primo vigésimo quinto de mi madre por parte de padre y cuñado del coadjutor de la federación de futbol?
-Mari Pili, con tal escalafón familiar me he perdido en tu prima segunda.
-Lola, a esa no te la he nombrado.
-Ya, pero en alguna rama de tu árbol genealógico ha de estar, ¿no? Por cierto no la conozco.
-Pero a mi primo cuarto sí que le conoces, Lola.
-Pues me parece fatal porque lo saltos en tu genealogía me hacen perder el norte. Preséntame primero a tu prima segunda y a tu prima tercera y luego hablamos de tu primo vigésimo séptimo de caballería.
-No. Mis primos están bien menos éste que te digo. ¿No te acuerdas de mi primo Terencio?
-¿El de las tenazas?
-¿Qué tenazas ni que niño muerto, Lola? Céntrate. Vive en el sexto piso de tu casa.
-¡Anda, leches!, el coleccionista de periquitos… Esta mañana le vi paseando a los periquitos.
-Imposible, Lola.
-Pues sí, Mari Pili, todos los días pasea dos o tres veces a los periquitos para que se les ponga las alas fuertes.
-Te digo que es imposible, Lola. Le han sacado un ojo.
-¿A cuál de los periquitos porque se les veía ideales de la muerte y sanísimos?
-A los periquitos no, a mi primo.
-¿A Terencio el de las tenazas? Imposible. Esta mañana llevaba los dos ojos puestos.
-No sé cuando ha sido, pero ahora ya es tuerto de por vida.
-Mari Pili te digo que esta mañana llevaba los dos ojos puestos. Es más, se movían de un lado a otro. Si es tuerto, llevaría un agujero vacío, ¿no?
-Pero, ¿le has visto con gafas de sol o sin sol?
-Vamos a ver Mari Pili, primero esta mañana llovía y sólo los famosos llevan gafas de sol aunque sea de noche. ¿O es que tu primo el tenazas es famoso? Y segundo, si he visto que tenía dos pares de ojos moviéndose al ritmo de la lluvia es que tiene ojos.
-Lola, la gente sólo tiene un par de ojos…
-¿Y qué he dicho yo?
-Que tenía dos pares, Lola.
-Pues claro, dos pares, dos ojos, leñe.
-Un par son dos. Dos pares son cuatro Lola…, vamos, en mi tierra.
-El orden de los factores no altera el producto, Mari Pili, el tenazas tenía ojos, no estaba tuerto así que deja de sufrir… Ah, espera que llaman a la puerta…¡Hombre, Terencio! Pasa… ¿Un café, una Coca Cola, un grifo de agua…?
-Gracias, Lola… Venía a decirte que si quieres un periquito?
-¿Un periquito yo, Terencio? Espera, siéntate… Mari Pili que está a qui tu primo el tuerto, no cuelgues que le voy a hacer la prueba del algodón.
-Lola, por Dios, sé discreta.
-Sabes que eso no es mi fuerte. Además con tal de quitarte el disgusto tuerto que llevas encima, fíjate, soy capaz de sacar un ojo a mi vecina la Cacharros y ponérselo al tenazas. Espera… A ver, Terencio, ¿estás que no estás o estás cañón?
-Jajaja…, Lola, qué graciosa eres.
-De graciosa nada, Terencio. Esto es muy serio. Circulan rumores y quiero aclararlos contigo.
-¿Lola, qué dicen? No me asustes, sabes que soy un hombre de bien…
-Sí, sí, todo lo que tú digas, pero un hombre de bien tuerto. A ver, déjame que meta mis dedos en tus dos ojos.
-¿Eh?
-Quieto, que a ver si de moverte te dejo tuerto de los dos… Tranquilo que ya termino. Terencio, ¿lo que toco es de verdad o es una prótesis?
-Lola, si lo sé no bajo. Es verdad lo que dice la vecindad. Estás como una cabra. ¡Adiós!
-¿Mari Pili?
-Sí, dime Lola…
-Ya se ha ido tu décimo nono primo y encima mosqueado. La gente cada vez es más rarita.
-¿pero está tuerto o no, Lola?
-Chica, no sé qué decirte. Agujeros vacíos no tenía y ha enfilado la puerta sin torcerse ni nada…
-¿Qué me dices? Cuéntame…
-¿Te acuerdas de mi primo cuarto que en realidad es el primo vigésimo quinto de mi madre por parte de padre y cuñado del coadjutor de la federación de futbol?
-Mari Pili, con tal escalafón familiar me he perdido en tu prima segunda.
-Lola, a esa no te la he nombrado.
-Ya, pero en alguna rama de tu árbol genealógico ha de estar, ¿no? Por cierto no la conozco.
-Pero a mi primo cuarto sí que le conoces, Lola.
-Pues me parece fatal porque lo saltos en tu genealogía me hacen perder el norte. Preséntame primero a tu prima segunda y a tu prima tercera y luego hablamos de tu primo vigésimo séptimo de caballería.
-No. Mis primos están bien menos éste que te digo. ¿No te acuerdas de mi primo Terencio?
-¿El de las tenazas?
-¿Qué tenazas ni que niño muerto, Lola? Céntrate. Vive en el sexto piso de tu casa.
-¡Anda, leches!, el coleccionista de periquitos… Esta mañana le vi paseando a los periquitos.
-Imposible, Lola.
-Pues sí, Mari Pili, todos los días pasea dos o tres veces a los periquitos para que se les ponga las alas fuertes.
-Te digo que es imposible, Lola. Le han sacado un ojo.
-¿A cuál de los periquitos porque se les veía ideales de la muerte y sanísimos?
-A los periquitos no, a mi primo.
-¿A Terencio el de las tenazas? Imposible. Esta mañana llevaba los dos ojos puestos.
-No sé cuando ha sido, pero ahora ya es tuerto de por vida.
-Mari Pili te digo que esta mañana llevaba los dos ojos puestos. Es más, se movían de un lado a otro. Si es tuerto, llevaría un agujero vacío, ¿no?
-Pero, ¿le has visto con gafas de sol o sin sol?
-Vamos a ver Mari Pili, primero esta mañana llovía y sólo los famosos llevan gafas de sol aunque sea de noche. ¿O es que tu primo el tenazas es famoso? Y segundo, si he visto que tenía dos pares de ojos moviéndose al ritmo de la lluvia es que tiene ojos.
-Lola, la gente sólo tiene un par de ojos…
-¿Y qué he dicho yo?
-Que tenía dos pares, Lola.
-Pues claro, dos pares, dos ojos, leñe.
-Un par son dos. Dos pares son cuatro Lola…, vamos, en mi tierra.
-El orden de los factores no altera el producto, Mari Pili, el tenazas tenía ojos, no estaba tuerto así que deja de sufrir… Ah, espera que llaman a la puerta…¡Hombre, Terencio! Pasa… ¿Un café, una Coca Cola, un grifo de agua…?
-Gracias, Lola… Venía a decirte que si quieres un periquito?
-¿Un periquito yo, Terencio? Espera, siéntate… Mari Pili que está a qui tu primo el tuerto, no cuelgues que le voy a hacer la prueba del algodón.
-Lola, por Dios, sé discreta.
-Sabes que eso no es mi fuerte. Además con tal de quitarte el disgusto tuerto que llevas encima, fíjate, soy capaz de sacar un ojo a mi vecina la Cacharros y ponérselo al tenazas. Espera… A ver, Terencio, ¿estás que no estás o estás cañón?
-Jajaja…, Lola, qué graciosa eres.
-De graciosa nada, Terencio. Esto es muy serio. Circulan rumores y quiero aclararlos contigo.
-¿Lola, qué dicen? No me asustes, sabes que soy un hombre de bien…
-Sí, sí, todo lo que tú digas, pero un hombre de bien tuerto. A ver, déjame que meta mis dedos en tus dos ojos.
-¿Eh?
-Quieto, que a ver si de moverte te dejo tuerto de los dos… Tranquilo que ya termino. Terencio, ¿lo que toco es de verdad o es una prótesis?
-Lola, si lo sé no bajo. Es verdad lo que dice la vecindad. Estás como una cabra. ¡Adiós!
-¿Mari Pili?
-Sí, dime Lola…
-Ya se ha ido tu décimo nono primo y encima mosqueado. La gente cada vez es más rarita.
-¿pero está tuerto o no, Lola?
-Chica, no sé qué decirte. Agujeros vacíos no tenía y ha enfilado la puerta sin torcerse ni nada…
miércoles, 18 de noviembre de 2009
LOLA Y EL MÉTODO PAQUISTANÍ
-Mari Pili, ¿tú sufres de eyaculación precoz?
-¿Pero qué dices loca de la vida? ¿Dónde has oído eso?
-En la televisión, y yo me preocupado mucho que tú lo tuvieras y yo no... Yo quiero todo, todo igual que tú.
-Lola deja de ver la televisión. Un poquito de por favor...
-Vaaale. Pero también he oído las nuevas estadísticas y, fíjate, cada veinticuatro horas, se hacen cien mil actos sexuales. ¿Tú haces tantos?
-Más. Cada medio minuto, Lola...
-¡Joder!, Pues lo llevas con una discreción imperiosa.
-¿Sí?
-Pues sí, Mari Pili porque paso mucho tiempo contigo y no te siento ningún jadeo ni gemido.
-Soy la discreción personificada, Lola... ¿Alguna cosita más, hija mía?
-Sí. Quería comentarte un método paquistaní que está haciendo furor uterino en el mercado por lo barato y sencillo que es. En cualquier momento lo puedes practicar. Mira, traigo el material, Mari Pili...
-Esto es un alambre, Lola...
-Sí, claro y encima lo he comprado a un precio irresistible. ¿Probamos, Mari Pili?
-Lola, ¿acaso pretendes una sesión de sadomasoquismo con un alambre?
-... Mari Pili, es un método paquistaní...
-Como si es chinesco, Lola... ¿Qué, es que ahora pretendes que nos metamos a actrices de cine prono, eh? ¿Tú crees que tienes cuerpo para hacer porno duro, eh, Lola? Y encima con una alambre...
-¿Ná menos que del duro, Mari Pili? ¿Y con quién te vas a entrenar? ¿Os puedo ver para aprender?
-¿Aprender a qué, Lola?
-El sado porno, puro y duro o sucio o cómo se llame que vas a hacer con no sé quién, Mari Pili... Debe ser muy interesante. ¿También sirve para adelgazar?
-¿Eh? Y yo qué sé, nunca lo he practicado.
-Ah. Es que mi método paquistaní es muy completo.
-Fíjate si será completo que hasta lleva alambres. No te digo más...
-Tú te estás mofando de mí, Mari Pili, pero mi método paquistaní dicen que es infalible.
-¿Infalible para qué, Lola?
-Pues para no fallar, Mari Pili
-¿Fallar en qué?
-Hija qué caderas más estrechas tienes, no entiendes nada. Mucho sado y luego mi método paquistaní no lo comprendes.
-No, no lo entiendo, Lola. A ver hazme una demostración…
-Ahora mismo… ¿Ves este alambre?
-Hace una hora que lo he visto, Lola. ¿Por dónde te lo metes?
-Pero qué bestia eres, Mari Pili. No se mete por ningún orificio a no ser que, ¿estás atrancada en nariz o culo?
-¿Me vas a decir que tu método paquistaní es para desatrancar?
-Nooooooooooo, pero como tú te lo quieres meter por algún agujero de tu cuerpo, te hago propuestas.
-¿Entonces para qué sirve si no es para el sado?
-Pero, hija, ¿tanta necesidad tienes de no sé qué? Mi método paquistaní es…
-Como vuelvas a nombrar tu método paquistaní, Lola, te ato, ¿me oyes?
-Pero si es lo que quiero hace media hora, Mari Pili
-¿Qué es lo que quieres?... ¿Ves cómo me sube y me baja mi pecho estrecho, Lola? Me va a dar un ataque de asfixia porque me estás poniendo de los nervios.
-Ah, pues no. Que no, que no. Antes de nada ni de mi método paquistaní es tu salud. Ni hablar del peluquín…
-¿Qué?
-¿Qué, de qué, Mari Pili?
-Tu método, Lola…
-Si me has dicho que se te estrechan las costillas y te ahogas, cómo entonces te voy a explicar un método fabuloso y puro, pero perjudicial para tu tronco asmático. Mujer, un poquito de por favor, que tú no tendrás cabeza, pero yo mucho raciocinio…
-Loooooooooooooooooooola…
-No me chilles que ya te noto con medio centímetro menos de pecho.
-¿Pero qué dices loca de la vida? ¿Dónde has oído eso?
-En la televisión, y yo me preocupado mucho que tú lo tuvieras y yo no... Yo quiero todo, todo igual que tú.
-Lola deja de ver la televisión. Un poquito de por favor...
-Vaaale. Pero también he oído las nuevas estadísticas y, fíjate, cada veinticuatro horas, se hacen cien mil actos sexuales. ¿Tú haces tantos?
-Más. Cada medio minuto, Lola...
-¡Joder!, Pues lo llevas con una discreción imperiosa.
-¿Sí?
-Pues sí, Mari Pili porque paso mucho tiempo contigo y no te siento ningún jadeo ni gemido.
-Soy la discreción personificada, Lola... ¿Alguna cosita más, hija mía?
-Sí. Quería comentarte un método paquistaní que está haciendo furor uterino en el mercado por lo barato y sencillo que es. En cualquier momento lo puedes practicar. Mira, traigo el material, Mari Pili...
-Esto es un alambre, Lola...
-Sí, claro y encima lo he comprado a un precio irresistible. ¿Probamos, Mari Pili?
-Lola, ¿acaso pretendes una sesión de sadomasoquismo con un alambre?
-... Mari Pili, es un método paquistaní...
-Como si es chinesco, Lola... ¿Qué, es que ahora pretendes que nos metamos a actrices de cine prono, eh? ¿Tú crees que tienes cuerpo para hacer porno duro, eh, Lola? Y encima con una alambre...
-¿Ná menos que del duro, Mari Pili? ¿Y con quién te vas a entrenar? ¿Os puedo ver para aprender?
-¿Aprender a qué, Lola?
-El sado porno, puro y duro o sucio o cómo se llame que vas a hacer con no sé quién, Mari Pili... Debe ser muy interesante. ¿También sirve para adelgazar?
-¿Eh? Y yo qué sé, nunca lo he practicado.
-Ah. Es que mi método paquistaní es muy completo.
-Fíjate si será completo que hasta lleva alambres. No te digo más...
-Tú te estás mofando de mí, Mari Pili, pero mi método paquistaní dicen que es infalible.
-¿Infalible para qué, Lola?
-Pues para no fallar, Mari Pili
-¿Fallar en qué?
-Hija qué caderas más estrechas tienes, no entiendes nada. Mucho sado y luego mi método paquistaní no lo comprendes.
-No, no lo entiendo, Lola. A ver hazme una demostración…
-Ahora mismo… ¿Ves este alambre?
-Hace una hora que lo he visto, Lola. ¿Por dónde te lo metes?
-Pero qué bestia eres, Mari Pili. No se mete por ningún orificio a no ser que, ¿estás atrancada en nariz o culo?
-¿Me vas a decir que tu método paquistaní es para desatrancar?
-Nooooooooooo, pero como tú te lo quieres meter por algún agujero de tu cuerpo, te hago propuestas.
-¿Entonces para qué sirve si no es para el sado?
-Pero, hija, ¿tanta necesidad tienes de no sé qué? Mi método paquistaní es…
-Como vuelvas a nombrar tu método paquistaní, Lola, te ato, ¿me oyes?
-Pero si es lo que quiero hace media hora, Mari Pili
-¿Qué es lo que quieres?... ¿Ves cómo me sube y me baja mi pecho estrecho, Lola? Me va a dar un ataque de asfixia porque me estás poniendo de los nervios.
-Ah, pues no. Que no, que no. Antes de nada ni de mi método paquistaní es tu salud. Ni hablar del peluquín…
-¿Qué?
-¿Qué, de qué, Mari Pili?
-Tu método, Lola…
-Si me has dicho que se te estrechan las costillas y te ahogas, cómo entonces te voy a explicar un método fabuloso y puro, pero perjudicial para tu tronco asmático. Mujer, un poquito de por favor, que tú no tendrás cabeza, pero yo mucho raciocinio…
-Loooooooooooooooooooola…
-No me chilles que ya te noto con medio centímetro menos de pecho.
martes, 17 de noviembre de 2009
LOLA PANTERA
-Sinceramente, Mari Pili, ¿cómo me ves? ¿Increíble o directamente bestial?
-… No encuentro palabra que se ajuste, Lola. ¿Tal vez demasiado moteada, cómo si tuvieras varicela?
-Ah… Vamos que me ves, pero no me ves.
-¿Sabes, Lola? Es que es la enésima pieza que te compras de cebra…
-Leopardo, Mari Pili, estoy como una gata leopardina.
-No, eso no, Lola. Pareces una pantera directamente. Tus dimensiones desdibujan los dibujos.
-¿Quieres decir que he abusado? Puedo descambiar las bragas y el sujetador.
-¿Y los zapatos, las medias, la chaqueta, el pantalón, la bufanda, el gorro…? De verdad llevas el parque jurásico encima de ti.
-Quiero ir a la moda, Mari Pili.
-Ir a la moda no es abusar de ella y menos destruirla.
¿Qué he destruido yo, Mari Pili?
-Todas las cebras, panteras, leopardos, guepardos… ¿Dónde está tu discreción y prudencia?
-Yo de eso no uso porque si lo uso no se me nota. A mí que se me vea venir, Mari Pili.
-Pues es mejor que te compres bombillas. Ahora que se acerca la navidad te compras un iluminador de arbolitos navideños, te lo enrollas y hala, te ve todo Dios… Yo me voy a poner unas bolas.
-¿En dónde? Yo también.
-En las orejas…
-Espera que saco la agenda, Mari Pili.
-¿Para qué, Lola?
-Para anotar todo lo que te vas a guisar, para guisármelo yo, así no me equivocaré… En vez de dos bolas, yo me colocaré una docena para ir un poco distintas, ¿te parece?
-Mejor veinte docenas, de verdad no puedo contigo. ¿Ves Lola? La elegancia es discreción, es dejar una estela de tu aroma al pasar…
-Pues me echaré tres o cuatro litros de colonia, tranquila.
-¿Eso es sencillez, Lola?
-Yo antes muerta que sencilla, eh, Mari Pili… Mira un tutú color mandarina, entremos, seguro que animará a todos los gato-pardos que me he comprado. Además necesito volumen.
-¿Más, Lola?
-Es que las caderas me quedan desangeladas, ¿no las ves? Están perdidas entre tanta carne si las pongo volumen lucirán un poquillo.
-Está claro que Dios no te concedió el don del gusto, Lola.
-Puede, pero repara en qué cuerpazo me regaló. Es que cuánto más me miro más me gusto.
-No sabes lo que me alegro… Lola, ¿pero dónde vas corriendo? Espérame.
-No, que nos lo quitan.
-Que no corras que me da la enfermedad del pecho estrecho y me asfixio.
-Quieta, ahora te lo traigo yo.
-Que me traes, ¿el qué?
-Los trajes de pantera rosa de aquella tienda para ti…
-Dios mío, ¿dime qué hecho yo para merecerme este calvario? Encima si la digo que no me lo pongo, va a parecer la leona moteada de la Golden metro Mayer… Puerca miseria.
-Ya estoy aquí, Mari Pili. ¿Con quién hablabas?
-Con Dios, Lola, pero no me escucha.
-No te enfades con Él. Está muy mayor y sordo, y con el ruido que hay en la tierra, las ondas sísmicas no le llegan bien. Ponte en su pellejo.
-Pues ya se podía poner Él en el mío porque esto es mucho tomate… A ver qué me traes…
-Nada, sólo había para mujeres con volumen. Tengo mucha pena, Mari Pili que yo vaya de leopardo y tú de esta manera tan sosa.
-¡Aleluya, Señor!, gracias Dios mío, no estás sordo. Ahora mismo me voy a rezarte veinte Padresnuestros. Qué bueno y caritativo eres con una sufrida mujer como yo…
-¿Y a ésta que le ha dado?... Mari Pili, a estas alturas de la película no habrás sentido la llamada de la vocación, ¿verdad?
-… No encuentro palabra que se ajuste, Lola. ¿Tal vez demasiado moteada, cómo si tuvieras varicela?
-Ah… Vamos que me ves, pero no me ves.
-¿Sabes, Lola? Es que es la enésima pieza que te compras de cebra…
-Leopardo, Mari Pili, estoy como una gata leopardina.
-No, eso no, Lola. Pareces una pantera directamente. Tus dimensiones desdibujan los dibujos.
-¿Quieres decir que he abusado? Puedo descambiar las bragas y el sujetador.
-¿Y los zapatos, las medias, la chaqueta, el pantalón, la bufanda, el gorro…? De verdad llevas el parque jurásico encima de ti.
-Quiero ir a la moda, Mari Pili.
-Ir a la moda no es abusar de ella y menos destruirla.
¿Qué he destruido yo, Mari Pili?
-Todas las cebras, panteras, leopardos, guepardos… ¿Dónde está tu discreción y prudencia?
-Yo de eso no uso porque si lo uso no se me nota. A mí que se me vea venir, Mari Pili.
-Pues es mejor que te compres bombillas. Ahora que se acerca la navidad te compras un iluminador de arbolitos navideños, te lo enrollas y hala, te ve todo Dios… Yo me voy a poner unas bolas.
-¿En dónde? Yo también.
-En las orejas…
-Espera que saco la agenda, Mari Pili.
-¿Para qué, Lola?
-Para anotar todo lo que te vas a guisar, para guisármelo yo, así no me equivocaré… En vez de dos bolas, yo me colocaré una docena para ir un poco distintas, ¿te parece?
-Mejor veinte docenas, de verdad no puedo contigo. ¿Ves Lola? La elegancia es discreción, es dejar una estela de tu aroma al pasar…
-Pues me echaré tres o cuatro litros de colonia, tranquila.
-¿Eso es sencillez, Lola?
-Yo antes muerta que sencilla, eh, Mari Pili… Mira un tutú color mandarina, entremos, seguro que animará a todos los gato-pardos que me he comprado. Además necesito volumen.
-¿Más, Lola?
-Es que las caderas me quedan desangeladas, ¿no las ves? Están perdidas entre tanta carne si las pongo volumen lucirán un poquillo.
-Está claro que Dios no te concedió el don del gusto, Lola.
-Puede, pero repara en qué cuerpazo me regaló. Es que cuánto más me miro más me gusto.
-No sabes lo que me alegro… Lola, ¿pero dónde vas corriendo? Espérame.
-No, que nos lo quitan.
-Que no corras que me da la enfermedad del pecho estrecho y me asfixio.
-Quieta, ahora te lo traigo yo.
-Que me traes, ¿el qué?
-Los trajes de pantera rosa de aquella tienda para ti…
-Dios mío, ¿dime qué hecho yo para merecerme este calvario? Encima si la digo que no me lo pongo, va a parecer la leona moteada de la Golden metro Mayer… Puerca miseria.
-Ya estoy aquí, Mari Pili. ¿Con quién hablabas?
-Con Dios, Lola, pero no me escucha.
-No te enfades con Él. Está muy mayor y sordo, y con el ruido que hay en la tierra, las ondas sísmicas no le llegan bien. Ponte en su pellejo.
-Pues ya se podía poner Él en el mío porque esto es mucho tomate… A ver qué me traes…
-Nada, sólo había para mujeres con volumen. Tengo mucha pena, Mari Pili que yo vaya de leopardo y tú de esta manera tan sosa.
-¡Aleluya, Señor!, gracias Dios mío, no estás sordo. Ahora mismo me voy a rezarte veinte Padresnuestros. Qué bueno y caritativo eres con una sufrida mujer como yo…
-¿Y a ésta que le ha dado?... Mari Pili, a estas alturas de la película no habrás sentido la llamada de la vocación, ¿verdad?
viernes, 13 de noviembre de 2009
LOLA EN SACÓFAGOS A LA MEDIDA
-¿Sabes Mari Pili? Yo por mi Pepe maaaato.
-Pues yo no soy menos, Lola. Yo asesiiiino.
-¿Tú? ¿A quién? Si no sabes ni matar a una mosca.
-Pues aprendo.
-Oye… ¿Y por qué quieres aprender a asesinar a mi Pepe? Puedo llegar a entender que tengas motivos porque Pepe siempre está dando motivos, pero mancharte las manos de sangre por alguien que no es de tu familia, chica, no sé…
-Lola yo no quiero hacerte un desprecio con tus chismes, pero a mi tu Pepe me importa un pepino.
-Ah… ¿Y por qué llamas chisme a mi Pepe? Pues te advierto que mi Pepe en los días impares es muy majo.
-Y Paquito en los pares, Lola, pero ni por tu Pepe ni por mi Paquito mato.
-Pero si lo has dicho Mari Pili.
-Asesiiino por mi Luisito, Lola.
-¡Coño, Mari Pili! ¿Y quién es ése?
-Lola, Luisito es mi hijo, tu sobrino postizo. ¿Tan poca cosa le encuentras que no sabes quién es? Mira que te asesino. Lola, por mi hijo, maaato.
-Paaaara, que me parece que tenemos un día un poco virulento Y yo no puedo ir a la cárcel ni encontrarme a ningún policía hoy porque me voy de viaje.
-¿Qué te vas? ¿Dónde, cuándo, por qué?… ¿Y yo, Lola?
-Mi Pepe ha ganado un premio de ventas.
-¿Pepe? ¿Y qué ha vendido?
-Pues, ¿qué va a vender, Mari Pili? Muertos.
-¿Muertos? ¿Y de dónde los ha sacado?
-Mujer, es una metáfora. Le han nombrado el mayor vendedor de cofres para muertos español… ahí es ná.
-Cofres… dirás cajas funerarias, cajitas para difuntos, Lola…
-Eso quería decir, mujer, sarcófagos para guardar muertos.
-¿Y a dónde os vais?
-A Paris de la Francia.
-Lola habla bien. Con decir París es suficiente.
-No, Mari Pili, no. París es de Francia, lo he visto en el mapa. Me puse las gafas y todo para verlo.
-Espera un segundo, Lola… ¿Paquito? Se puede saber qué estás haciendo…
-Hola, cari… estoy navegando por Internet.
-Deja eso ahora mismo y sal a vender.
-¿Vender el qué, cari?
-Lo que sea… Mira abre mi armario y vende todo lo que hay… Ah y no vuelvas hasta que te hayan nombrado el hombre del año. ¿Entendido?
-Cari, entonces no vuelvo…
-Mejor, mucho mejor ¡Hala!, ve con Dios… Ya estoy aquí Lola. Soy muy feliz.
-¿Cómo vas a ser feliz, Mari Pili, si yo me voy a París de la Francia y tú te quedas?
-No feliz, Lola, sino chirriando estrepitosamente felicidad… He mandado a Paquito a que sea el hombre del año.
-Ah… ¿Y?
-Pues que ha dicho que no vuelve… Lola que sin matar, me he liberado.
-Ah no, vamos que no y cuando digo no es no. Ahora mismo voy a llamar aa Pepe para que siga matando cajas y le nombren el matador oficial de difuntos.
-¿Qué estás diciendo Lola? Se te ha ido la pinza.
-De eso nada monada. ¿Tú sabes Mari Pili el tiempo que le va a llevar a mi Pepe ser el mejor matadero del mundo mundial en sarcófagos a medida?
-No sé, Lola, en este momento no tengo reloj ni calendario, ni siquiera metro para medir.
-Pero te lo digo yo… Una eternidad. Así que vete a hacer la maleta que nos vamos a Paris de la Francia mientras nuestros hombres vuelven.
-Pues yo no soy menos, Lola. Yo asesiiiino.
-¿Tú? ¿A quién? Si no sabes ni matar a una mosca.
-Pues aprendo.
-Oye… ¿Y por qué quieres aprender a asesinar a mi Pepe? Puedo llegar a entender que tengas motivos porque Pepe siempre está dando motivos, pero mancharte las manos de sangre por alguien que no es de tu familia, chica, no sé…
-Lola yo no quiero hacerte un desprecio con tus chismes, pero a mi tu Pepe me importa un pepino.
-Ah… ¿Y por qué llamas chisme a mi Pepe? Pues te advierto que mi Pepe en los días impares es muy majo.
-Y Paquito en los pares, Lola, pero ni por tu Pepe ni por mi Paquito mato.
-Pero si lo has dicho Mari Pili.
-Asesiiino por mi Luisito, Lola.
-¡Coño, Mari Pili! ¿Y quién es ése?
-Lola, Luisito es mi hijo, tu sobrino postizo. ¿Tan poca cosa le encuentras que no sabes quién es? Mira que te asesino. Lola, por mi hijo, maaato.
-Paaaara, que me parece que tenemos un día un poco virulento Y yo no puedo ir a la cárcel ni encontrarme a ningún policía hoy porque me voy de viaje.
-¿Qué te vas? ¿Dónde, cuándo, por qué?… ¿Y yo, Lola?
-Mi Pepe ha ganado un premio de ventas.
-¿Pepe? ¿Y qué ha vendido?
-Pues, ¿qué va a vender, Mari Pili? Muertos.
-¿Muertos? ¿Y de dónde los ha sacado?
-Mujer, es una metáfora. Le han nombrado el mayor vendedor de cofres para muertos español… ahí es ná.
-Cofres… dirás cajas funerarias, cajitas para difuntos, Lola…
-Eso quería decir, mujer, sarcófagos para guardar muertos.
-¿Y a dónde os vais?
-A Paris de la Francia.
-Lola habla bien. Con decir París es suficiente.
-No, Mari Pili, no. París es de Francia, lo he visto en el mapa. Me puse las gafas y todo para verlo.
-Espera un segundo, Lola… ¿Paquito? Se puede saber qué estás haciendo…
-Hola, cari… estoy navegando por Internet.
-Deja eso ahora mismo y sal a vender.
-¿Vender el qué, cari?
-Lo que sea… Mira abre mi armario y vende todo lo que hay… Ah y no vuelvas hasta que te hayan nombrado el hombre del año. ¿Entendido?
-Cari, entonces no vuelvo…
-Mejor, mucho mejor ¡Hala!, ve con Dios… Ya estoy aquí Lola. Soy muy feliz.
-¿Cómo vas a ser feliz, Mari Pili, si yo me voy a París de la Francia y tú te quedas?
-No feliz, Lola, sino chirriando estrepitosamente felicidad… He mandado a Paquito a que sea el hombre del año.
-Ah… ¿Y?
-Pues que ha dicho que no vuelve… Lola que sin matar, me he liberado.
-Ah no, vamos que no y cuando digo no es no. Ahora mismo voy a llamar aa Pepe para que siga matando cajas y le nombren el matador oficial de difuntos.
-¿Qué estás diciendo Lola? Se te ha ido la pinza.
-De eso nada monada. ¿Tú sabes Mari Pili el tiempo que le va a llevar a mi Pepe ser el mejor matadero del mundo mundial en sarcófagos a medida?
-No sé, Lola, en este momento no tengo reloj ni calendario, ni siquiera metro para medir.
-Pero te lo digo yo… Una eternidad. Así que vete a hacer la maleta que nos vamos a Paris de la Francia mientras nuestros hombres vuelven.
jueves, 12 de noviembre de 2009
LOLA, MARI PILI Y MARTITA
-Bueno, ¿qué opinas Mari Pili?
-En dos palabras, Lola, Im-Presionante. ¿Damos una vuelta?
-No me jodas Mari Pili. Yo este trasto no lo sé conducir, sólo sé admirarlo.
-Lola no te quites méritos que me enfado. No sabes conducir, pero conduces. Así que enchufa el bólido y démonos un paseo.
-Enchufar, ¿cuál de los doscientos botones, Mari Pili? Acaso, ¿has visto el manual? Es más gordo que yo.
-Ya… Oye Lola, además de supuestamente andar este coche, ¿qué cosas hace?
-Hay una fulana que aprietas un botón y te lleva donde tú quieres.
-¿Sí? Pues dila que nos lleve al mercadillo.
-Pero cómo quieres que te diga que hay que apretar botones y cuánto más le miro parece que le salen más botones… Pepe dice que es un coche inteligente.
-Ah… Entonces Lola no es para nosotras, qué pena… Pero la fulana que te lleva y te trae, ¿ahora dónde está?
-En algún agujero de estos, Mari Pili.
-Mete un dedo, dile que somos nosotras… O grita su nombre. Por cierto, ¿cómo se llama?
-Pepe la llama Martita… Tiene una voz de alcachofa enlatada y pedante.
-Martiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiita sal, soy Mari Pili.
-Martiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiita soy la esposa de tu jefe sal ahora mismo y obedéceme.
-Marque las coordenadas.
-Looooooooooola que ha hablado.
-Mari Pili, ¿dónde has tocado?
-¿Yo? Sólo he pasado el pañuelo de los mocos por aquí, parecía que tenía polvo.
-Marque las coordenadas.
-¡Ostras!, otra vez… Mira, ha emergido una pantallita de colores, qué mona.
-Marque las coordenadas…
-Qué vocabulario más pobre tiene, no se parece a Pepe con lo extenso y espeso que es.
-Marque las coordenadas.
-Está pesadita… Dile algo.
-Hola Martita. Soy Lola.
-Lola, ¿por qué pones esa cara de jilguero descolgado?
-Estoy hablando a la gramola ésta.
-Marque las coordenadas.
-Mira tía me aburres… Anda Martita dinos cómo anda este coche.
-Luces apagadas, puerta trasera abierta… Marque coordenadas.
-Mira, se está animando. Claro es que es tímida.
-Oye guapa, ¿por un casual sabes ir al mercadillo de la Santa Espina? Mira es que me ha dicho la frutera que venden calcetines a una docena por un euro.
-Lola, por Dios, es una máquina. ¿Qué la importa que te lo haya dicho la frutera? Luego va ella se va sola y se lleva todo lo mejor.
-Mari Pili, ¿pero no dices que es una máquina? ¿Desde cuándo las máquinas usan calcetines?
-Yo a la Termomix la tapo por las noches.
-Tú porque eres una tarada, hija… Mira vamos a tocar botones a ver qué pasa. Yo por la izquierda y tú por la derecha.
-Eso, cómo si estuviéramos tocando el piano, Lola.
-Marque las coordenadas.
-Que te calles, loro…
-La calle Loro no existe. Encuentro Cotorra…
-Cotorra tu madre, ¿me entiendes Martita?
-Lola vamonos al autobús, no consiento que hasta las máquinas nos insulten.
-En dos palabras, Lola, Im-Presionante. ¿Damos una vuelta?
-No me jodas Mari Pili. Yo este trasto no lo sé conducir, sólo sé admirarlo.
-Lola no te quites méritos que me enfado. No sabes conducir, pero conduces. Así que enchufa el bólido y démonos un paseo.
-Enchufar, ¿cuál de los doscientos botones, Mari Pili? Acaso, ¿has visto el manual? Es más gordo que yo.
-Ya… Oye Lola, además de supuestamente andar este coche, ¿qué cosas hace?
-Hay una fulana que aprietas un botón y te lleva donde tú quieres.
-¿Sí? Pues dila que nos lleve al mercadillo.
-Pero cómo quieres que te diga que hay que apretar botones y cuánto más le miro parece que le salen más botones… Pepe dice que es un coche inteligente.
-Ah… Entonces Lola no es para nosotras, qué pena… Pero la fulana que te lleva y te trae, ¿ahora dónde está?
-En algún agujero de estos, Mari Pili.
-Mete un dedo, dile que somos nosotras… O grita su nombre. Por cierto, ¿cómo se llama?
-Pepe la llama Martita… Tiene una voz de alcachofa enlatada y pedante.
-Martiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiita sal, soy Mari Pili.
-Martiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiita soy la esposa de tu jefe sal ahora mismo y obedéceme.
-Marque las coordenadas.
-Looooooooooola que ha hablado.
-Mari Pili, ¿dónde has tocado?
-¿Yo? Sólo he pasado el pañuelo de los mocos por aquí, parecía que tenía polvo.
-Marque las coordenadas.
-¡Ostras!, otra vez… Mira, ha emergido una pantallita de colores, qué mona.
-Marque las coordenadas…
-Qué vocabulario más pobre tiene, no se parece a Pepe con lo extenso y espeso que es.
-Marque las coordenadas.
-Está pesadita… Dile algo.
-Hola Martita. Soy Lola.
-Lola, ¿por qué pones esa cara de jilguero descolgado?
-Estoy hablando a la gramola ésta.
-Marque las coordenadas.
-Mira tía me aburres… Anda Martita dinos cómo anda este coche.
-Luces apagadas, puerta trasera abierta… Marque coordenadas.
-Mira, se está animando. Claro es que es tímida.
-Oye guapa, ¿por un casual sabes ir al mercadillo de la Santa Espina? Mira es que me ha dicho la frutera que venden calcetines a una docena por un euro.
-Lola, por Dios, es una máquina. ¿Qué la importa que te lo haya dicho la frutera? Luego va ella se va sola y se lleva todo lo mejor.
-Mari Pili, ¿pero no dices que es una máquina? ¿Desde cuándo las máquinas usan calcetines?
-Yo a la Termomix la tapo por las noches.
-Tú porque eres una tarada, hija… Mira vamos a tocar botones a ver qué pasa. Yo por la izquierda y tú por la derecha.
-Eso, cómo si estuviéramos tocando el piano, Lola.
-Marque las coordenadas.
-Que te calles, loro…
-La calle Loro no existe. Encuentro Cotorra…
-Cotorra tu madre, ¿me entiendes Martita?
-Lola vamonos al autobús, no consiento que hasta las máquinas nos insulten.
lunes, 9 de noviembre de 2009
LOLA Y MARI PILI CANTANTES
-Can't get no satisfaction, I can't get no satisfaction...
- Porque intento, y yo intento y yo intento, y yo intento… Pero no puedo obtener ninguna satisfacción, o yea, ye, satisfacción, u, u u u…
-Lola, mujer, lleva un poco el ritmo con la letra. Pareces un chimpancé saltando a la conga.
-Mari Pili, Mari Pili, no empieces a ofender. No sé idiomas, pero sé español que con la jota mañica la canción de los ROLLING STONES me queda de puturrú de campurriana.
-Lola, no vamos a ganar el concurso.
-Mujer de poca fé. Si cuánto más esperpento mejor… venga sigamos ensayando…
-Vale, pero deja la lata de fabada, Lola.
-No, es mi micrófono y mi estímulo. La miro y cuánto más la miro más mejor me sale el Satisfaction.
-Bueno, yo me encuentro más segura con la escoba… I can't get no. oh, no, no, no. hey, hey, hey. That's what I say…
-No puedo obtener ninguna, oh no no no… Hey hey hey, eso es lo que digo yo… Soberbio, Mari Pili, cojonudo, de esta adelgazo cien gramos.
-Lola bájate de la lámpara. Me vas a romper el techo.
-Si es parte de la coreografía. Mírate tú, pareces que te estás conteniendo la micción. Ábrete de piernas, leche… Porque verás estoy una mala racha, No puedo obtener ninguna, oh no no no, satisfaction, o, o, yea, ye…
- That's what I say. I can't get no, I can't get no, No satisfaction, no satisfaction...
-¡Ozú, Pilarín!, qué inglés más hispánico tienes mi arma, y con que te espatarres un poco vas a estar de película.
-No puedo, Lola, sabes que siempre he sido de nalga apretada.
-Ay, qué lástima, coña… Anda, al menos desmelénate, agita la cabeza como si la tuvieras en la Termomix, hija…
- When I'm ridin' round the world, and I'm doin' this and I'm signin' that. No satisfaction, no satisfaction…
-Para, Para. ¿No ves que te has descolocado la cabeza? Trae que te la pongo en su sitio… Mira hay que moverla al ritmo de No puedo obtener ninguna satisfacción. Hey hey hey, eso es lo que digo…
- Can't get no satisfaction, I can't get no satisfaction...
-Señoras…
- Porque intento, y yo intento y yo intento, y yo intento… Pero no puedo obtener ninguna satisfacción, o yea, ye, satisfacción, u, u u u…
-Señooooooooooooooooooooooras…
-Lola, Lola, un guardia de su señoría el orden estatal.
-¿En dónde?
-Detrás de ti… Va con porra y silbato.
-Mira que me joden este tipo de gente, siempre tocando las moñas al que no hace daño… Buenos días, señor Autoridad. ¿Qué, dando un paseito?
-No, señora, poniendo orden. Me ha llamado la vecina de abajo que usted está haciendo ruido.
-No me diga más. La Cacharros. Mire señor Institución del orden es que esa mujer si no está jodiendo se siente una desgraciada y yo quiero ganar un concurso y tengo que ensayar… ¿Se sabe usted la canción de los ROLLING STONES, Satisfaction?
-Señora, no me ofenda… Can't get no satisfaction, I can't get no satisfaction...
- Porque intento, y yo intento y yo intento, y yo intento… Pero no puedo obtener ninguna satisfacción, o yea, ye, satisfacción, u, u u u… ¿Algún lector quiere cantar con Mari Pili y conmigo?
- Porque intento, y yo intento y yo intento, y yo intento… Pero no puedo obtener ninguna satisfacción, o yea, ye, satisfacción, u, u u u…
-Lola, mujer, lleva un poco el ritmo con la letra. Pareces un chimpancé saltando a la conga.
-Mari Pili, Mari Pili, no empieces a ofender. No sé idiomas, pero sé español que con la jota mañica la canción de los ROLLING STONES me queda de puturrú de campurriana.
-Lola, no vamos a ganar el concurso.
-Mujer de poca fé. Si cuánto más esperpento mejor… venga sigamos ensayando…
-Vale, pero deja la lata de fabada, Lola.
-No, es mi micrófono y mi estímulo. La miro y cuánto más la miro más mejor me sale el Satisfaction.
-Bueno, yo me encuentro más segura con la escoba… I can't get no. oh, no, no, no. hey, hey, hey. That's what I say…
-No puedo obtener ninguna, oh no no no… Hey hey hey, eso es lo que digo yo… Soberbio, Mari Pili, cojonudo, de esta adelgazo cien gramos.
-Lola bájate de la lámpara. Me vas a romper el techo.
-Si es parte de la coreografía. Mírate tú, pareces que te estás conteniendo la micción. Ábrete de piernas, leche… Porque verás estoy una mala racha, No puedo obtener ninguna, oh no no no, satisfaction, o, o, yea, ye…
- That's what I say. I can't get no, I can't get no, No satisfaction, no satisfaction...
-¡Ozú, Pilarín!, qué inglés más hispánico tienes mi arma, y con que te espatarres un poco vas a estar de película.
-No puedo, Lola, sabes que siempre he sido de nalga apretada.
-Ay, qué lástima, coña… Anda, al menos desmelénate, agita la cabeza como si la tuvieras en la Termomix, hija…
- When I'm ridin' round the world, and I'm doin' this and I'm signin' that. No satisfaction, no satisfaction…
-Para, Para. ¿No ves que te has descolocado la cabeza? Trae que te la pongo en su sitio… Mira hay que moverla al ritmo de No puedo obtener ninguna satisfacción. Hey hey hey, eso es lo que digo…
- Can't get no satisfaction, I can't get no satisfaction...
-Señoras…
- Porque intento, y yo intento y yo intento, y yo intento… Pero no puedo obtener ninguna satisfacción, o yea, ye, satisfacción, u, u u u…
-Señooooooooooooooooooooooras…
-Lola, Lola, un guardia de su señoría el orden estatal.
-¿En dónde?
-Detrás de ti… Va con porra y silbato.
-Mira que me joden este tipo de gente, siempre tocando las moñas al que no hace daño… Buenos días, señor Autoridad. ¿Qué, dando un paseito?
-No, señora, poniendo orden. Me ha llamado la vecina de abajo que usted está haciendo ruido.
-No me diga más. La Cacharros. Mire señor Institución del orden es que esa mujer si no está jodiendo se siente una desgraciada y yo quiero ganar un concurso y tengo que ensayar… ¿Se sabe usted la canción de los ROLLING STONES, Satisfaction?
-Señora, no me ofenda… Can't get no satisfaction, I can't get no satisfaction...
- Porque intento, y yo intento y yo intento, y yo intento… Pero no puedo obtener ninguna satisfacción, o yea, ye, satisfacción, u, u u u… ¿Algún lector quiere cantar con Mari Pili y conmigo?
sábado, 7 de noviembre de 2009
LOLA Y PEPE
-Lola…
-Pepe…
-Tengo que comunicarte una decisión muy importante. Es más, trascendental.
-… Te juro que no he hecho nada… Los niños, tampoco.
-¿Quieres escucharme, Lola?
-¿Es de obligado cumplimiento, Pepe?
-Siéntate y escucha.
-¡Coño, la que se avecina!
-¿Qué dices, Lola?
-Nada, nada. Hablaba para mis entretelas… Por cierto, ¿cuánto va a durar tu conferencia? Es que Mari Pili me está esperando.
-Seré breve, Lola.
-Pero, ¿cuánto de breve, Pepe? Es que se me queman las patatas.
-Te haré una brevísima introducción e iré directamente a la esencia.
-Tus esencias me suelen apestar siempre… Antes de que empiece, ¿puedo ir a llamar a Mari Pili?
-Vete…
-¿Mari Pili? Soy Lola… La que se va a liar en mi hogar, dulce hogar… ¿Compraste los billetes para la China?
-¿Qué billetes, Lola, de qué me hablas?
-Me temo que Pepe lo ha descubierto, Mari Pili…
-Que ha descubierto, ¿el qué Lola?
-Pues que llevo seis meses sin coserle los calcetines. ¿Te parece poco? Me fugo a China, mándame por fax los billetes.
-Vamos a ver, Lola, dijimos que no íbamos a temer a nuestros maridos.
-Si no le tengo miedo… Sólo me entran ganas de ir al baño, Mari Pili.
-Pamplinas. Sé mujer y da la cara.
-No tengo cara. Sabes que soy muy tímida, Mari Pili. ¿Por qué no vienes?
-¿Para que me caiga a mí también el pollo? Lola, yo ya tengo a Paquito. Un poquito de por favor… La cobardía no es nuestra insignia. Ponte los tapones de los ronquidos y aguanta el temporal.
-Vale, Mari Pili… Si en tres minutos no sabes de mí, te espero en el otro mundo, ¿vale?
-¡Adiós, Lola!... Machaca al enemigo… Ah, acuérdate del jarrón de murano.
-¿Para qué?
-Si se pone espeso ¡Zaca!, leñazo al canto… No te vuelve a pedir un cosido más.
-Vale, adiós… Ya, Pepe… ¿Sabes dónde guardé los tapones de los ronquidos? He cogido frío en los oídos.
-Toma, pesada… Como te decía, Lola, he tomado una decisión- ¿Me comprendes?
-…
-Mejor que no me contestes… Me he comprado un coche.
-…
-¿No me dices nada, Lola?
-Pepe, creo que mañana estaré al día. Sólo me quedan treinta y seis pares de calcetines por coser.
-¿Qué tiene que ver los calcetines con el coche?
-¿Qué te vas a ver al Che, Pepe? ¡Adiós!
-Que me he comprado un coche, Lola.
-Me parece bien que le compres un regalo, Pepe.
-Loooooooooooola…
-No creo que al Che le guste la revista Hola, Pepe.
-Que te digo que me he comprado un coooooooooooche.
-Pepe, por Dios, no tienes edad de tener miedo al coco.
-Lola quítate los tapones… ¿Me ooooooooooooooooooooyes?
-Ay qué chillido, Pepe… ¿Qué, contento? Venga dime, te escucho en vivo y en directo….
-Nada, Lola, me voy…
-¿Y eso era lo trascendental, Pepe? ¿Y para eso me tenías el corazón encogido? No tienes alma, Pepe… Por cierto, jódete, alguien te ha quitado la plaza de garaje y ha metido un coche nuevo en ella. Averigua quién de quién es, Pepe.
-¡Adiós, Lola!
-Pepe…
-Tengo que comunicarte una decisión muy importante. Es más, trascendental.
-… Te juro que no he hecho nada… Los niños, tampoco.
-¿Quieres escucharme, Lola?
-¿Es de obligado cumplimiento, Pepe?
-Siéntate y escucha.
-¡Coño, la que se avecina!
-¿Qué dices, Lola?
-Nada, nada. Hablaba para mis entretelas… Por cierto, ¿cuánto va a durar tu conferencia? Es que Mari Pili me está esperando.
-Seré breve, Lola.
-Pero, ¿cuánto de breve, Pepe? Es que se me queman las patatas.
-Te haré una brevísima introducción e iré directamente a la esencia.
-Tus esencias me suelen apestar siempre… Antes de que empiece, ¿puedo ir a llamar a Mari Pili?
-Vete…
-¿Mari Pili? Soy Lola… La que se va a liar en mi hogar, dulce hogar… ¿Compraste los billetes para la China?
-¿Qué billetes, Lola, de qué me hablas?
-Me temo que Pepe lo ha descubierto, Mari Pili…
-Que ha descubierto, ¿el qué Lola?
-Pues que llevo seis meses sin coserle los calcetines. ¿Te parece poco? Me fugo a China, mándame por fax los billetes.
-Vamos a ver, Lola, dijimos que no íbamos a temer a nuestros maridos.
-Si no le tengo miedo… Sólo me entran ganas de ir al baño, Mari Pili.
-Pamplinas. Sé mujer y da la cara.
-No tengo cara. Sabes que soy muy tímida, Mari Pili. ¿Por qué no vienes?
-¿Para que me caiga a mí también el pollo? Lola, yo ya tengo a Paquito. Un poquito de por favor… La cobardía no es nuestra insignia. Ponte los tapones de los ronquidos y aguanta el temporal.
-Vale, Mari Pili… Si en tres minutos no sabes de mí, te espero en el otro mundo, ¿vale?
-¡Adiós, Lola!... Machaca al enemigo… Ah, acuérdate del jarrón de murano.
-¿Para qué?
-Si se pone espeso ¡Zaca!, leñazo al canto… No te vuelve a pedir un cosido más.
-Vale, adiós… Ya, Pepe… ¿Sabes dónde guardé los tapones de los ronquidos? He cogido frío en los oídos.
-Toma, pesada… Como te decía, Lola, he tomado una decisión- ¿Me comprendes?
-…
-Mejor que no me contestes… Me he comprado un coche.
-…
-¿No me dices nada, Lola?
-Pepe, creo que mañana estaré al día. Sólo me quedan treinta y seis pares de calcetines por coser.
-¿Qué tiene que ver los calcetines con el coche?
-¿Qué te vas a ver al Che, Pepe? ¡Adiós!
-Que me he comprado un coche, Lola.
-Me parece bien que le compres un regalo, Pepe.
-Loooooooooooola…
-No creo que al Che le guste la revista Hola, Pepe.
-Que te digo que me he comprado un coooooooooooche.
-Pepe, por Dios, no tienes edad de tener miedo al coco.
-Lola quítate los tapones… ¿Me ooooooooooooooooooooyes?
-Ay qué chillido, Pepe… ¿Qué, contento? Venga dime, te escucho en vivo y en directo….
-Nada, Lola, me voy…
-¿Y eso era lo trascendental, Pepe? ¿Y para eso me tenías el corazón encogido? No tienes alma, Pepe… Por cierto, jódete, alguien te ha quitado la plaza de garaje y ha metido un coche nuevo en ella. Averigua quién de quién es, Pepe.
-¡Adiós, Lola!
jueves, 5 de noviembre de 2009
LOLA Y MÁS DIFUNTOS
- Lola, guapa, llevo media hora esperándote. Estoy como un cubito de hielo.
- Pues te aguantas. Vengo de hacer servicios sociales.
- ¿Te has apuntado a una ONG?
- Vengo de estar con mi madre y mi tía Lola, ¿te parece poca ONG? Traigo la cabeza como un encaje de bolillos.
- ¿Y dónde habéis estado?
- Venimos de admirar tumbas… Necesito un cubata urgentemente.
- Sí, sí, vamos… Oye, Lola, ¿y qué hacíais en un cementerio?
- Pues me preguntaron por la salud de IBEX 35 y de una cosa a otra, nos llevó a los difuntos.
- ¿Pero tu madre y tu tía Lola saben quién es el IBEX?
- Ahí está lo malo, Mari Pili, que han oído casquillos y no saben en dónde y creen que el IBEX va a perjudicar sus míseras pensiones.
- Pues no van descaminadas. ¿Y qué te preguntan del IBEX, Lola?
- Sus fluctuaciones, que si el Euribor también cotiza en el IBEX, que si éste ha entrado en el mercado americano y qué opina Obama sobre la recesión del IBEX sobre el Euribor y a cómo cotiza la peseta en el mercado intercambiario… Vamos, dime tú si esto es una conversación para dos ancianas que no se aclaran con el euro y siguen midiendo las cosas en pesetas y lo que es peor, Mari Pili, piensan que la peseta está viva y la tiene secuestrada el kukus clan.
- Vaya papilla que tienen las pobrecillas en la cabeza.
- Ni una batidora se la hubiera agitado mejor, Mari Pili.
- Así que las he llevado al cementerio.
- … A enseñarlas la tumba de la peseta…
- No, bruta. A poner flores a nuestros difuntos y se lo han pasado bomba discutiendo.
- … Porque una quería morir antes que la otra…
- No, animal. Porque una dice que quiere una tumba sencilla, y la otra quiere ángeles alados y flores de plástico para que la duren todo el año.
- ¿Flores de plástico?
- Sí, porque dice que yo como no voy a ir nunca a verla, al menos tendrá flores siempre.
- Qué animada tu madre.
- En su línea, Mari Pili… Y me han artado.
- ¿Las has matado?
- Mari Pili, me consumes la paciencia… Las he llevado a la tumba del IBEX para que se callaran un rato.
- ¿EL IBEX está enterrado en el cementerio de Valladolid? Qué importantes somos, Lola… Lola, ¿se ha muerto ya el IBEX?
- ¿Cómo se va a morir el IBEX, Mari Pili?
- Entonces… Lola, no entiendo nada.
- No hace falta, Mari Pili. Es una metáfora. Vi una tumba muy floreada y campanuda y para que se callaran un rato, les dije que allí estaba enterrado el IBEX… Se pusieron a llorar. La cagué Mari Pili, la cagué. No tenían consuelo.
- Pobrecillas son impresionables.
- No Mari Pili. Hasta hace un mes, el IBEX les importaba un bledo, es más, estoy convencida que lo único que sabían de él es que era alguien famoso, no más… Y de allí venimos.
- Claro, de la tumba del IBEX.
- No, Mari Pili, de encargar una novena para sus tristes pensiones.
- ¡Jesús! Pobres mujeres, están de atar.
- … Mari Pili, en confianza, ¿tú crees que cuando yo sea de su edad seré igual?
- No, Lola, tranquila… Serás peor.
- Pues te aguantas. Vengo de hacer servicios sociales.
- ¿Te has apuntado a una ONG?
- Vengo de estar con mi madre y mi tía Lola, ¿te parece poca ONG? Traigo la cabeza como un encaje de bolillos.
- ¿Y dónde habéis estado?
- Venimos de admirar tumbas… Necesito un cubata urgentemente.
- Sí, sí, vamos… Oye, Lola, ¿y qué hacíais en un cementerio?
- Pues me preguntaron por la salud de IBEX 35 y de una cosa a otra, nos llevó a los difuntos.
- ¿Pero tu madre y tu tía Lola saben quién es el IBEX?
- Ahí está lo malo, Mari Pili, que han oído casquillos y no saben en dónde y creen que el IBEX va a perjudicar sus míseras pensiones.
- Pues no van descaminadas. ¿Y qué te preguntan del IBEX, Lola?
- Sus fluctuaciones, que si el Euribor también cotiza en el IBEX, que si éste ha entrado en el mercado americano y qué opina Obama sobre la recesión del IBEX sobre el Euribor y a cómo cotiza la peseta en el mercado intercambiario… Vamos, dime tú si esto es una conversación para dos ancianas que no se aclaran con el euro y siguen midiendo las cosas en pesetas y lo que es peor, Mari Pili, piensan que la peseta está viva y la tiene secuestrada el kukus clan.
- Vaya papilla que tienen las pobrecillas en la cabeza.
- Ni una batidora se la hubiera agitado mejor, Mari Pili.
- Así que las he llevado al cementerio.
- … A enseñarlas la tumba de la peseta…
- No, bruta. A poner flores a nuestros difuntos y se lo han pasado bomba discutiendo.
- … Porque una quería morir antes que la otra…
- No, animal. Porque una dice que quiere una tumba sencilla, y la otra quiere ángeles alados y flores de plástico para que la duren todo el año.
- ¿Flores de plástico?
- Sí, porque dice que yo como no voy a ir nunca a verla, al menos tendrá flores siempre.
- Qué animada tu madre.
- En su línea, Mari Pili… Y me han artado.
- ¿Las has matado?
- Mari Pili, me consumes la paciencia… Las he llevado a la tumba del IBEX para que se callaran un rato.
- ¿EL IBEX está enterrado en el cementerio de Valladolid? Qué importantes somos, Lola… Lola, ¿se ha muerto ya el IBEX?
- ¿Cómo se va a morir el IBEX, Mari Pili?
- Entonces… Lola, no entiendo nada.
- No hace falta, Mari Pili. Es una metáfora. Vi una tumba muy floreada y campanuda y para que se callaran un rato, les dije que allí estaba enterrado el IBEX… Se pusieron a llorar. La cagué Mari Pili, la cagué. No tenían consuelo.
- Pobrecillas son impresionables.
- No Mari Pili. Hasta hace un mes, el IBEX les importaba un bledo, es más, estoy convencida que lo único que sabían de él es que era alguien famoso, no más… Y de allí venimos.
- Claro, de la tumba del IBEX.
- No, Mari Pili, de encargar una novena para sus tristes pensiones.
- ¡Jesús! Pobres mujeres, están de atar.
- … Mari Pili, en confianza, ¿tú crees que cuando yo sea de su edad seré igual?
- No, Lola, tranquila… Serás peor.
martes, 3 de noviembre de 2009
LOLA Y SU ENFERMERA
-Ay… Ay…
-Lola, te voy a decir una cosa…
-Ay… Dime, Mari Pili… Ay…
-Como vuelvas a pronunciar un Ay, te coso la boca con un esparadrapo. ¿Entendido?
.Ay… Entendido. De todas formas qué poca humanidad tienes con los enfermos terminales. Ay…
-Qué más quisiera que fueras terminal, hija. No veo el día que acabe tu dichosa gripe.
-Ay… Pues que sepas que es muy dolorosa, espachurrante, dessesada… Ay…
-No sé cómo estarás, pero un enfermo no habla, Lola. Tú no callas.
-¿Qué no callo? Pues claro que no callo. Tengo que comunicar los síntomas para ayudar al prójimo.
-¿Qué prójimo ni que leche de bollitos, Lola? Aquí no hay nadie, todo el mundo ha salido huyendo.
-¿Tú no eres nadie? Te cuento lo que me surge de los intestinos, de la cabeza para que si lo sientes, salgas huyendo. Ay… Dicen que es muy contagioso.
-Lola han huido porque no te aguanta na aaaaaaaaaadie. La doctora bien claro dijo que era una gripe común… Si no, de qué iba a estar yo aquí.
-Ya, por eso te has puesto una mascarilla. Bueno, si al trapo de cocina, que encima está agujereado, se le puede llamar mascarilla. Más que enfermera te pareceres a John Wayne en la película atraco a las tres.
-Esa película era de José Luis López Vázquez, Lola… A estas horas habrá empezado su función en el cielo. Ya veo a Imperio Argentina, a Paco Martínez Soria, Gracita Morales, a Paco Rabal en el patio de butacas…
-Mari Pili, yo aún estoy en la tierra…
-Ya lo sé, hija, ya lo sé, me queda constancia. Anda, tómate el Paracetamol de las tres y duérmete un rato.
-¿Dormir? Y un cuerno. ¿Y si ya no me despierto nunca jamás? Ahora que se ha muerto Don Francisco Ayala, yo no puedo irme, he de escribir. Soy su sucesora.
-¿Quién, tú? Lola trae el termómetro. Estás diciendo más sandeces de lo habitual.
-Toma, pero dame en vez del Paracetamol una cucharadita de miel y un par de vasitos de whisky… ¿Quieres? Ayala llegó a los ciento tres años con su receta mágica.
-¿Segura, Lola? Que tú tienes mucha imaginación y te inventas todo… Trae para acá la botella de Pepe.
-Claro que tengo imaginación si no, de qué ibas a ser tú una histriónica caricatura de ti misma en letra, coña… Igualita que Ayala, soy su reencarnación en mujer… Ay… Oye Mari Pili "¿A qué edad es uno lo que se dice un viejo?"
-Paquito y Pepe ya nacieron viejos. Tú y yo nunca lo seremos, Lola. Las neuronas de nuestros cerebros son incombustibles, no envejecen… ¿Otro whisky?
-Mari Pili te estás cogiendo una toña… Espera que me levanto y miro en Internet…
-Quieta en la cama. La doctora ha dicho…
-La doctora no tiene ni pajolera idea de nada. Yo he leído en Internet que…
-Lola, la doctora tiene estudios en medicina.
-Y yo doctorado en lectura en Internet… Mira, lee… Tengo la gripe A.
-Lola, la doctora ha dicho que no.
-Que esa mujer no tiene ni idea. Te lo digo yo. Mis síntomas están clarísimos. Mírame, si es que mi cara lo dice todo.
-Lola tienes cara de gilipollas con cerebro de mosquito… Toma otro whisky.
-Mari Pili… Tráeme a Manolo Escobar.
- Toma antes el paracetamol. Mira, para que te sepa más rico, te los mezclo con la miel y dos vasitos más de whisky… Mejor, tres vasitos…
-Tráeme a Manolo Escobar, quiero que me cante la nana de dónde estará mi carro.
-Está de gira, te lo canto yo… Mi carrooooooooooo me lo robaraaaaaaon estando de romeríiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiia…
-Mari Pili cállate. Llama a la policía
-¿Ahora a la policía? La madre que me parió… Espera que me visto de policía… Señora Lola, o se calla y se duerme, o le hago la prueba de la alcoholemia. Usted verá…
-Vale… Haga la prueba primero a mi enfermera, señora guardia, le noto un poco perjudicada.
-Lola, ¿me estás denunciando? Trae el culete ahora mismo, te voy a poner una inyección que se te van a pasar todas las gripes. Has acabado con mi santa paciencia. ¿Dónde está tu culo, Lola?
-Ponte las gafas, Mari Pili, no tiene pérdida.
-Lola, te voy a decir una cosa…
-Ay… Dime, Mari Pili… Ay…
-Como vuelvas a pronunciar un Ay, te coso la boca con un esparadrapo. ¿Entendido?
.Ay… Entendido. De todas formas qué poca humanidad tienes con los enfermos terminales. Ay…
-Qué más quisiera que fueras terminal, hija. No veo el día que acabe tu dichosa gripe.
-Ay… Pues que sepas que es muy dolorosa, espachurrante, dessesada… Ay…
-No sé cómo estarás, pero un enfermo no habla, Lola. Tú no callas.
-¿Qué no callo? Pues claro que no callo. Tengo que comunicar los síntomas para ayudar al prójimo.
-¿Qué prójimo ni que leche de bollitos, Lola? Aquí no hay nadie, todo el mundo ha salido huyendo.
-¿Tú no eres nadie? Te cuento lo que me surge de los intestinos, de la cabeza para que si lo sientes, salgas huyendo. Ay… Dicen que es muy contagioso.
-Lola han huido porque no te aguanta na aaaaaaaaaadie. La doctora bien claro dijo que era una gripe común… Si no, de qué iba a estar yo aquí.
-Ya, por eso te has puesto una mascarilla. Bueno, si al trapo de cocina, que encima está agujereado, se le puede llamar mascarilla. Más que enfermera te pareceres a John Wayne en la película atraco a las tres.
-Esa película era de José Luis López Vázquez, Lola… A estas horas habrá empezado su función en el cielo. Ya veo a Imperio Argentina, a Paco Martínez Soria, Gracita Morales, a Paco Rabal en el patio de butacas…
-Mari Pili, yo aún estoy en la tierra…
-Ya lo sé, hija, ya lo sé, me queda constancia. Anda, tómate el Paracetamol de las tres y duérmete un rato.
-¿Dormir? Y un cuerno. ¿Y si ya no me despierto nunca jamás? Ahora que se ha muerto Don Francisco Ayala, yo no puedo irme, he de escribir. Soy su sucesora.
-¿Quién, tú? Lola trae el termómetro. Estás diciendo más sandeces de lo habitual.
-Toma, pero dame en vez del Paracetamol una cucharadita de miel y un par de vasitos de whisky… ¿Quieres? Ayala llegó a los ciento tres años con su receta mágica.
-¿Segura, Lola? Que tú tienes mucha imaginación y te inventas todo… Trae para acá la botella de Pepe.
-Claro que tengo imaginación si no, de qué ibas a ser tú una histriónica caricatura de ti misma en letra, coña… Igualita que Ayala, soy su reencarnación en mujer… Ay… Oye Mari Pili "¿A qué edad es uno lo que se dice un viejo?"
-Paquito y Pepe ya nacieron viejos. Tú y yo nunca lo seremos, Lola. Las neuronas de nuestros cerebros son incombustibles, no envejecen… ¿Otro whisky?
-Mari Pili te estás cogiendo una toña… Espera que me levanto y miro en Internet…
-Quieta en la cama. La doctora ha dicho…
-La doctora no tiene ni pajolera idea de nada. Yo he leído en Internet que…
-Lola, la doctora tiene estudios en medicina.
-Y yo doctorado en lectura en Internet… Mira, lee… Tengo la gripe A.
-Lola, la doctora ha dicho que no.
-Que esa mujer no tiene ni idea. Te lo digo yo. Mis síntomas están clarísimos. Mírame, si es que mi cara lo dice todo.
-Lola tienes cara de gilipollas con cerebro de mosquito… Toma otro whisky.
-Mari Pili… Tráeme a Manolo Escobar.
- Toma antes el paracetamol. Mira, para que te sepa más rico, te los mezclo con la miel y dos vasitos más de whisky… Mejor, tres vasitos…
-Tráeme a Manolo Escobar, quiero que me cante la nana de dónde estará mi carro.
-Está de gira, te lo canto yo… Mi carrooooooooooo me lo robaraaaaaaon estando de romeríiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiia…
-Mari Pili cállate. Llama a la policía
-¿Ahora a la policía? La madre que me parió… Espera que me visto de policía… Señora Lola, o se calla y se duerme, o le hago la prueba de la alcoholemia. Usted verá…
-Vale… Haga la prueba primero a mi enfermera, señora guardia, le noto un poco perjudicada.
-Lola, ¿me estás denunciando? Trae el culete ahora mismo, te voy a poner una inyección que se te van a pasar todas las gripes. Has acabado con mi santa paciencia. ¿Dónde está tu culo, Lola?
-Ponte las gafas, Mari Pili, no tiene pérdida.
lunes, 2 de noviembre de 2009
LOLA Y LAS MALETAS
-Lola, ¿qué has metido en la maleta?
-Todo, Mari Pili.
-¿Qué es todo, Lola?
-El armario, las mesillas, la cómoda, el cuarto de baño… Ya te digo todo.
-¡Joder!, tu maleta es el bolso de Mary Poppins.
-Un modelo para cada momento, Mari Pili.
-¿Y cuántos momentos vamos a vivir, Lola?
-Todos… Ah, y a ritmo de sevillanas y abanico en ristre.
-Si vamos a vivir santísimas emociones y a cada emoción hay que cambiarse de modelo, Lola, no veremos Sevilla.
-¿Cómo que no? ¿Has metido en la maleta las gafas y el catalejo? Porque si no las llevas desde luego no verás nada. Tus ojos ven menos que un pez en una incubadora centrifugándose.
-Cuidado con lo que dices de mis ojos. La que no ve eres tú. ¿Te recuerdo que una vez confundiste a tu madre con una farola?
-Mi memoria es selectiva, Mari Pili. Sólo recuerda lo que la da la gana.
-… Dejémoslo, pero si nos cambiamos tantas veces como momentos maravillosos que vamos a vivir, no saldremos del hotel.
-Anda, coño, ¿piensas quedarte en el hotel, Mari Pili?
-¿Dónde piensas si no cambiarte, guapa?
-¿Yo? Por la calle… Que siento que mis manos se agitan, voy, me paro y me pongo el traje de volantes de gusano a lo Guadalquivir.
-¿En medio de la calle? ¿Y si sientes un orgasmo de satisfacción qué haces?
-Me quedo en bolas para no pasar calor, Mari Pili.
-Ah… Yo no voy a Sevilla, Lola.
-¿Lo dices ahora cuando tenemos ya todo pagado?
-Sevilla no me conoce. No quiero salir en las páginas de sucesos locales.
-¿Y por qué vas a salir? Antes salgo yo. La famosa, la auténtica, la grande… soy yo no tú. No me robes el protagonismo.
-¿Qué protagonismo ni que leches, Lola? Nada más que te vean quitándote y poniéndote en medio de la Giralda, te enjaulan.
-Bueno, mujer, puedo cambiarme junto a la torre del Oro, es un lugar más discreto.
-Mejor en la Maestranza, Lola.
-Espera que llamo…
-¿A dónde vas a llamar loca de la vida?
-¿No dices que alquilemos la Maestranza para el pase de modelos, Mari Pili?
-Lola, ¿pero tú escuchas alguna vez?
-No, que luego me oxidáis mis ideas. Voy a llamar…
-Para quieta y ponte a deshacer la maleta.
-¿No vamos?
-Sí, si vamos, pero con lo puesto.
-¿Y para eso he ido al mercadillo a comprarme trescientos veintiún modelos?
-Lola hay que ser prácticas a la hora de viajar e ir cómoda. Lo importante son las sensaciones de dentro.
-… Mari Pili…
-¿Qué, Lola?
-¿Has hecho equilibrio mental, tantra, kamasutra, yoga facial, meditación guiada?
-No, Lola, uso la lógica y la experiencia.
-Aaaah, muy interesante… Mari Pili eres la wikipedia para caminar por los pasillos de tu casa. Por cierto, en el capítulo de wikimaletas, ¿qué te dice?
-Que llevemos lo justo porque nunca llegamos siquiera ni a ponernos el camisón.
-Serás tú que eres una guarrilla. Yo me pongo mi pijama de cuello vuelto con loros parlantes mientras materializo las sensaciones.
-¿Con quién, con los loros de tu pijama, Lola?
-Con quién sea, Mari Pili. A la hora de hablar y sentir no tengo prejuicios. Antes muerta que en silencio.
-Lo que tú digas, yo haré con lógica mi maleta.
-¿Cuándo la maleta de una mujer se ha hecho con lógica, Mari Pili? Jamás de los jamases, o acaso, ¿vas a dejar de ser mujer?
-Un poquito de por favor, Lola, no me ofendas. Yo, mujer hasta la médula.
-Pues ¡Hala!, Mari Pili, a hacer la maleta como Dios manda.
-Vale… Oye, ¿tendrías un hueco libre en tus maletas para mi Termomix, Lola?
-¿Eh?
-Todo, Mari Pili.
-¿Qué es todo, Lola?
-El armario, las mesillas, la cómoda, el cuarto de baño… Ya te digo todo.
-¡Joder!, tu maleta es el bolso de Mary Poppins.
-Un modelo para cada momento, Mari Pili.
-¿Y cuántos momentos vamos a vivir, Lola?
-Todos… Ah, y a ritmo de sevillanas y abanico en ristre.
-Si vamos a vivir santísimas emociones y a cada emoción hay que cambiarse de modelo, Lola, no veremos Sevilla.
-¿Cómo que no? ¿Has metido en la maleta las gafas y el catalejo? Porque si no las llevas desde luego no verás nada. Tus ojos ven menos que un pez en una incubadora centrifugándose.
-Cuidado con lo que dices de mis ojos. La que no ve eres tú. ¿Te recuerdo que una vez confundiste a tu madre con una farola?
-Mi memoria es selectiva, Mari Pili. Sólo recuerda lo que la da la gana.
-… Dejémoslo, pero si nos cambiamos tantas veces como momentos maravillosos que vamos a vivir, no saldremos del hotel.
-Anda, coño, ¿piensas quedarte en el hotel, Mari Pili?
-¿Dónde piensas si no cambiarte, guapa?
-¿Yo? Por la calle… Que siento que mis manos se agitan, voy, me paro y me pongo el traje de volantes de gusano a lo Guadalquivir.
-¿En medio de la calle? ¿Y si sientes un orgasmo de satisfacción qué haces?
-Me quedo en bolas para no pasar calor, Mari Pili.
-Ah… Yo no voy a Sevilla, Lola.
-¿Lo dices ahora cuando tenemos ya todo pagado?
-Sevilla no me conoce. No quiero salir en las páginas de sucesos locales.
-¿Y por qué vas a salir? Antes salgo yo. La famosa, la auténtica, la grande… soy yo no tú. No me robes el protagonismo.
-¿Qué protagonismo ni que leches, Lola? Nada más que te vean quitándote y poniéndote en medio de la Giralda, te enjaulan.
-Bueno, mujer, puedo cambiarme junto a la torre del Oro, es un lugar más discreto.
-Mejor en la Maestranza, Lola.
-Espera que llamo…
-¿A dónde vas a llamar loca de la vida?
-¿No dices que alquilemos la Maestranza para el pase de modelos, Mari Pili?
-Lola, ¿pero tú escuchas alguna vez?
-No, que luego me oxidáis mis ideas. Voy a llamar…
-Para quieta y ponte a deshacer la maleta.
-¿No vamos?
-Sí, si vamos, pero con lo puesto.
-¿Y para eso he ido al mercadillo a comprarme trescientos veintiún modelos?
-Lola hay que ser prácticas a la hora de viajar e ir cómoda. Lo importante son las sensaciones de dentro.
-… Mari Pili…
-¿Qué, Lola?
-¿Has hecho equilibrio mental, tantra, kamasutra, yoga facial, meditación guiada?
-No, Lola, uso la lógica y la experiencia.
-Aaaah, muy interesante… Mari Pili eres la wikipedia para caminar por los pasillos de tu casa. Por cierto, en el capítulo de wikimaletas, ¿qué te dice?
-Que llevemos lo justo porque nunca llegamos siquiera ni a ponernos el camisón.
-Serás tú que eres una guarrilla. Yo me pongo mi pijama de cuello vuelto con loros parlantes mientras materializo las sensaciones.
-¿Con quién, con los loros de tu pijama, Lola?
-Con quién sea, Mari Pili. A la hora de hablar y sentir no tengo prejuicios. Antes muerta que en silencio.
-Lo que tú digas, yo haré con lógica mi maleta.
-¿Cuándo la maleta de una mujer se ha hecho con lógica, Mari Pili? Jamás de los jamases, o acaso, ¿vas a dejar de ser mujer?
-Un poquito de por favor, Lola, no me ofendas. Yo, mujer hasta la médula.
-Pues ¡Hala!, Mari Pili, a hacer la maleta como Dios manda.
-Vale… Oye, ¿tendrías un hueco libre en tus maletas para mi Termomix, Lola?
-¿Eh?
domingo, 1 de noviembre de 2009
LOLA EN LA CÁRCEL
-Mari Pili, un poquito de por favor, vamos a centrarnos en nuestro cometido…
-Lola, ¿en que cometido? ¿Vamos a asaltar algún banco y yo no me he enterado? Me va a venir genial, ando mal de pelas.
-Mari Pili, vamos a ver si de una puñetera vez logramos una catarsis. Ya tenemos edad.
-¿Una qué, Lola?
-Estamos desfasadas, debemos evolucionar…
-¿Evolucionar a qué, Lola?
-A ser más malas que la tiña, coña, que no te enteras Mari Pili.
-Ah, ¿dejamos entonces la faceta de asaltadoras de bancos?
-Sí, nos pillarían rápido. Tú no sabes mentir, Mari Pili.
-Pero tú sí, Lola. Tú puedes llevar la voz cantante.
-No, estoy en baja forma. He perdido brío. Ahora solo se me ocurre decir lo que pienso. Escupo según me viene a la cabeza el pensamiento.
-No pienses, Lola. Sabes que te sienta fatal, te cambia el carácter.
-Mujer, pero ir por la vida siendo unas descerebradas, ¿qué van a pensar los demás?
-Lola ponte el flotador y a nadar contra la corriente.
-No que me salgo de España con tanta natación.
-… A mí me invitaron el otro día a que me fuera de España porque critiqué, opiné, reflexioné, maduré, expuse….
-Paaaaaaaaaaara, que te me gastas. ¿A mi Mari Pili? Bellacos... ¿Ves? Necesitamos catarsis.
-Lola, ¿y si para desahogarnos decimos palabrotas?
-Alma cándida, ¿dónde vas tú diciendo exabruptos? Un joder en tu boca sonaría a “un caspita” inocente, sin fuerza. Una cursilada, Mari Pili
-Pues enséñame, Lola.
-¿Cómo te voy a enseñar a tener mala leche cuando eres un ángel?
-¿Yo soy un ángel, Lola? Nunca me lo habías dicho… Lola, necesito imperiosamente ser mala. Enséñame a joder…
-¿A quién, Mari Pili?
-El orden de los factores, no altera el producto, Lola. Venga, empieza.
-Si yo tampoco sé joder al prójimo, Mari Pili, ¿qué te voy a enseñar? Como mucho, a escupir… ¿Quieres escupir?
-¿A quién, Lola?
-¿Pero no me has dicho que te da igual?
-Ah, ¿te lo he dicho? Pues vale, empieza, quiero ser una alumna aventajada.
-¿Tienes saliva?
-¿Saliva? ¿Para qué? ¿Te valen mis bilis?
-Lo mejor es que ensayemos llenando la boca con agua. Toma nota.
-Lola, se te ha caído la baba…
-Prueba tú.
-Voy…
-Señora, ¿qué hace? Mire cómo me ha puesto…
-Perdón, señor… Lola, Lola, sé escupir…
-¿Mari Pili, qué te había hecho ese pobre hombre?
-¿A mí ¿ Nada.
-Entonces, ¿para qué le escupes?
-Tienes razón, ya no lo volveré a hacer… Venga, ahora tú de nuevo, Lola…
-Voy. Primero llenaré la boca bien de agua y luego a diiiiiiiiiiisparar…
-Señora, venga usted ahora mismo.
-Dígame, señor guardia.
-Me acaba de echar encima del uniforme todas sus babas.
-Señor gendarme, ¿cómo voy a hacer una cosa así a la autoridad de la ley? No, hombre no. Estoy ensayando para ser mala y escupir a todos los hijos de puta… Por cierto, ¿sabe usted cómo se hace?
-Ahora mismo a comisaría. Ya verá cómo aprende a ser mala. Vamos…
-Mari Pili, Mari Pili, que me retiran del mercado. Véngame.
-No, que sólo me quedan babas para escupir a las que me echaron de España. ¡Adiós, Lola!
-...Puerca miseria, mi amiga ha encontrado su camino y yo con estos pelos aunque... Señor guardia, ahora cuando me meta en chirona, ¿sabe usted si hay malos alli para que me enseñen? De paso podemos bailar un Rock and Roll, ¿no le parece señor guardia? Más que nada para animar el ambientillo, ¿eh?
-Lola, ¿en que cometido? ¿Vamos a asaltar algún banco y yo no me he enterado? Me va a venir genial, ando mal de pelas.
-Mari Pili, vamos a ver si de una puñetera vez logramos una catarsis. Ya tenemos edad.
-¿Una qué, Lola?
-Estamos desfasadas, debemos evolucionar…
-¿Evolucionar a qué, Lola?
-A ser más malas que la tiña, coña, que no te enteras Mari Pili.
-Ah, ¿dejamos entonces la faceta de asaltadoras de bancos?
-Sí, nos pillarían rápido. Tú no sabes mentir, Mari Pili.
-Pero tú sí, Lola. Tú puedes llevar la voz cantante.
-No, estoy en baja forma. He perdido brío. Ahora solo se me ocurre decir lo que pienso. Escupo según me viene a la cabeza el pensamiento.
-No pienses, Lola. Sabes que te sienta fatal, te cambia el carácter.
-Mujer, pero ir por la vida siendo unas descerebradas, ¿qué van a pensar los demás?
-Lola ponte el flotador y a nadar contra la corriente.
-No que me salgo de España con tanta natación.
-… A mí me invitaron el otro día a que me fuera de España porque critiqué, opiné, reflexioné, maduré, expuse….
-Paaaaaaaaaaara, que te me gastas. ¿A mi Mari Pili? Bellacos... ¿Ves? Necesitamos catarsis.
-Lola, ¿y si para desahogarnos decimos palabrotas?
-Alma cándida, ¿dónde vas tú diciendo exabruptos? Un joder en tu boca sonaría a “un caspita” inocente, sin fuerza. Una cursilada, Mari Pili
-Pues enséñame, Lola.
-¿Cómo te voy a enseñar a tener mala leche cuando eres un ángel?
-¿Yo soy un ángel, Lola? Nunca me lo habías dicho… Lola, necesito imperiosamente ser mala. Enséñame a joder…
-¿A quién, Mari Pili?
-El orden de los factores, no altera el producto, Lola. Venga, empieza.
-Si yo tampoco sé joder al prójimo, Mari Pili, ¿qué te voy a enseñar? Como mucho, a escupir… ¿Quieres escupir?
-¿A quién, Lola?
-¿Pero no me has dicho que te da igual?
-Ah, ¿te lo he dicho? Pues vale, empieza, quiero ser una alumna aventajada.
-¿Tienes saliva?
-¿Saliva? ¿Para qué? ¿Te valen mis bilis?
-Lo mejor es que ensayemos llenando la boca con agua. Toma nota.
-Lola, se te ha caído la baba…
-Prueba tú.
-Voy…
-Señora, ¿qué hace? Mire cómo me ha puesto…
-Perdón, señor… Lola, Lola, sé escupir…
-¿Mari Pili, qué te había hecho ese pobre hombre?
-¿A mí ¿ Nada.
-Entonces, ¿para qué le escupes?
-Tienes razón, ya no lo volveré a hacer… Venga, ahora tú de nuevo, Lola…
-Voy. Primero llenaré la boca bien de agua y luego a diiiiiiiiiiisparar…
-Señora, venga usted ahora mismo.
-Dígame, señor guardia.
-Me acaba de echar encima del uniforme todas sus babas.
-Señor gendarme, ¿cómo voy a hacer una cosa así a la autoridad de la ley? No, hombre no. Estoy ensayando para ser mala y escupir a todos los hijos de puta… Por cierto, ¿sabe usted cómo se hace?
-Ahora mismo a comisaría. Ya verá cómo aprende a ser mala. Vamos…
-Mari Pili, Mari Pili, que me retiran del mercado. Véngame.
-No, que sólo me quedan babas para escupir a las que me echaron de España. ¡Adiós, Lola!
-...Puerca miseria, mi amiga ha encontrado su camino y yo con estos pelos aunque... Señor guardia, ahora cuando me meta en chirona, ¿sabe usted si hay malos alli para que me enseñen? De paso podemos bailar un Rock and Roll, ¿no le parece señor guardia? Más que nada para animar el ambientillo, ¿eh?
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