domingo, 31 de enero de 2010

LOLA MAL CRIADA Y CAPRICHOSA

- Ayyy…

- Lola, ¿qué haces? Me tienes hasta las pechugas. Nunca te lo he dicho, ¿sabes lo que pienso de ti?

-De todo y nada bueno, ¿a que sí?

-Eres una mal criada y una caprichosa.
-¿Ya me estás riñendo Mari Pili? De verdad, eres peor que Pepe. Y que sepas que tú también lo eres y me parece fatal que me lo digas después de cuarenta años. ¿Acaso no has tenido tiempo? Me lo dices cuando ya cuando no hay remedio de regeneración aunque sea virtual. Eres un putón y una zorra… hala, vete a por otra.

-¿Qué me has llamado?

-Lo que has oído, Mari Pili. A un amigo se le dice la verdad para que mejore. Así tiene razón Paquito que quedas bien con el firmamento completo. Putón, zorra.
-Mal criada… ¿Lola, a dónde suponemos que vamos?
- A la frutería a comprar ajos. Y no me toques más las narices, putón, zorrilla.
- Entonces, dime qué hacemos en la cola del autobús, mal criada.
- Anda, es verdad. Bueno, ya sabes que yo veo una cola y me pongo. Quién sabe, quizás nos den algo.
- Pues que sepas que encima te has colado, mal criada.
- Ah, eso sí que no. Me joroba mucho que me lo hagan a mí, no lo voy a hacer yo. Vamos…
- ¿A dónde, Lola?
- A nuestro sitio… Perdone señora. Mi amiga no se ha dado cuenta y se ha colado, pero ya nos vamos de aquí.
-Pero qué moooooooooorro tienes, Lola. Que la que se ha colado eres tú.
-Lo sé, lo sé… Era para disimular y para ser tan zorrilla como tú.
- Vámonos, vámonos, Lola.
- ¿Pero por qué? Si se está divinamente aquí.
- Si íbamos a la frutería, ¿no querías ajos?
- Rectificar es de sabios, Mari Pili. Fíjate que abanico multicolor…
- ¿Dónde?
- ¿Dónde estamos, Mari Pili?
- En la cola del bus, Lola. Y no veo a nadie con abanico.
- ¿Sabes lo que te pasa? Que no lees poesía, reina de la metáfora.
- ¿Y tú sí que lees? No sabía que los sobres de sopa, tu lectura favorita, fuera poesía en estado puro.
- Pues Miguel Fernández escribió sobre las cebollas y menudo éxito… Yo leo los envases de sopa.
- Fernández no Lola, Hernández.
- ¿Qué diferencia hay entre una f de fea y una h de huevo? Naaaaaaaaaada, Mari Pili. La fea tiene cara huevo por lo que el huevo es a la fea, lo que la fea al huevo. Es decir un uno indescifrable.
- … Me voy a casa, Lola. Mañana nos vemos.
- Me callo, me callo. Discúlpame, no me había dado cuenta que tu cabeza es muy elemental. ¿Me perdonas?
- Vale, pero no me llames elemental si no quieres que te llame huevo feo, ¿vale?
- Vale… Las colas qué glamour tienen. Ay…
- -Lola, ¿dónde ves tú el glamour? Yo veo gente cansada, con cara revenida, con ganas de llegar a su casa. Sucia, sobada…
- De verdad, Mari Pili, destrozas la moral de cualquiera. Es divino observar y, más, si es multirracial. Observa, observa… Me encantan los gays, Mari Pili.
- Pues divórciate y cásate con uno.
- No me quieren, soy mujer, pero son divinos. Son más sensibles que nosotras y, algunos, incluso más femenino que una mujer normal.
- Claro, como que ya no hay mujeres normales, Lola.
- ¡Lástima! Mira ese morenazo, lo qué se han perdido las mujeres… No veas lo educado que es.
- Claro, destaca porque cada vez hay menos educación
- Le veo todos los días y qué bien huele.
- Claro, será ya de los pocos que se lavan todos los días
- Hija, Mari Pili, no te pases. Hay mucha gente que se lava y que es educada y que es normal y sensible… Lo que te pasa es que tienes celos.
- ¿Yo? ¿De quién, mal criada?
- Del morenazo gay. Mira, mira, qué dientes más blancos tiene…
- …Para comernos mejor.
- Eres tonta, Mari Pili, reconoce que sus dientes son más monos que los nuestros… Ay, que ya viene el bus, ¿qué hacemos?
- Irnos a tomar una Coca-Cola, mal criada.
- Pero mañana volvemos, las colas son muy entretenidas y económicas, ¿no te parece zorrilla? Eres más falsa que Judas…
- -Sí, Lola, lo que tú digas... Cuarenta años pensando que eres una mal criada, caprichosa... ¿Cómo no te lo habré dicho antes? No me extraña que me llames eso y más.

-Ah, entonces espera que uso el aumentativo... Zorrón, putón.

LOLA PIENSA,LUEGO NO EXISTE

Hola… Soy yo, la Lola.

Hoy me he levantado con mente pensante, fatal, porque es un desgaste innecesario que no lleva a ninguna parte. Bueno, sí: a deshidratar las pocas expectativas que ya tenía de la raza humana.


He comprobado que pensar es un gesto abusivo hacia nuestras neuronas. ¿Cambia algo porque pensemos que Fulanito es gilipollas? Cuando termine de gastar mi pensamiento, Fulanito será igual de gilipollas.


El ser humano es un cajón donde encuentras igual bizcochos que cianuro; va en los genes, os lo digo yo. Tratar de comprender pensando, además, me pone al borde de un ataque de ciática; fatal para la edad que calzo que un aire me puede suponer estar un par de días fuera de emisión. Primero porque no respetamos al Fulanito, ni éste a nosotros, claro. Después porque no escuchamos al Fulanito, ni nosotros a él, claro. El diálogo entre seres de dos patas es igualito a una reunión de besugos defendiendo la caza de la codorniz. Decidme vosotros qué tienen en común un triste besugo de ojos lánguidos con una avispada y escurridiza codorniz; nada.


… Y pensar en la justicia, eh, cuando es una palabra que sólo existe en el diccionario. Algún chiflado la inventó, cómo suena tan bien, pues dijo “Que me la incluyan en el breviario de los imposibles”


Por eso camino desconectada del mundo y me he creado el mío propio donde digo, opino y hago lo que me da la gana. Es la ventaja que tenemos quienes tenemos a nuestra merced la capacidad de hilar palabras e inventarnos otra realidad; la nuestra.


Porque la realidad, ¿qué es, eh? Cada uno como tiene la vista con una graduación, así que verá la suya como la indiscutible.


Además, dicen los que no cesan de decir paridas, que cuando uno llega a cierta edad –yo he llegado, seguro- uno dice y desdice sin pudor. Eres menos tolerante, más egoísta, más egocéntrico. En fin, más de todo y todo malo. Entonces, ¿para qué vas a compartir espacio? ¿Para darte cachetes con el otro o tirarte de los pelos? Pues no, soy persona de paz.


¿Para qué voy a vivir en sociedad? ¿Para que me digan lo que he y no he de hacer? Y un pepinillo en vinagre. Pero si hasta nos inducen cómo hemos de vestir. ¿Y si a mí me pide el cuerpo ponerme plumas de gallo, por qué he de vestirme a cuadros? Para ver cuadros, voy a un museo.


Luego mucha democracia y mucha tortilla deconstruida al estilo Bulli, pero luego vas tú e intentas hacer una tortilla con huevos de camaleón y te miran mal… Oye, pues no.


Quiero mi parcela independiente aunque tenga que estar en un monólogo diciéndome y desdiciéndome yo sola conmigo misma mismamente; mejor. He aprendido a no ser hipócrita al menos con mi yo… Ya, cuando no me quedan más abalorios que salir al mundo a manifestarme, ya soy un poco zorrilla, falsa y pelotilla, más que nada para no desentonar y decir a ojos cerrado que donde esté la tortilla deconstruida que se quite la de patata de toda la vida… Todo, todo, todo lo que haga falta para no desentonar con el resto de borregos.


… ¡Ños!, cuánta parida he dicho a treinta y uno de enero. ¿Y sabéis por qué es? Por pensar. Que no penséis, coño, o terminaréis como yo, cazando peces en el bosque de Caperucita.

viernes, 29 de enero de 2010

LOLA SE PREJUBILA

-Mari Pili, Mari Pili…, por lo que mas quieras, levántate y anda.

-Humm… ¿Acaso eres el nuevo testamento?

-Sí, soy la profecía y de la mala leche me estoy quedando bisoja. Venga, despierta y vamos. Di a Paquito que se lave y vamos…

-Humm… ¿Pepe no te ha asesinado?... ¿Qué hora es?

-Pero qué obsesión con la hora. Toda tu vida rigiéndote por el maldito reloj. ¡Coña!, que te levantes. Di a Paco que se ponga.

-Lola, me tienes hasta los güevos. ¿Tú has mirado la hora?

-Sí, Paco, sí. Son las cuatro de la mañana, pero nos tenemos que dar prisa.

-¿Prisa a las cuatro de la mañana? ¿Para qué, coño, para qué?

-Sabes Paquito, tienes la misma mala baba dormido que despierto, pero no me desmoralizas, soy incombustible. Levántate.

-¿Acaso vamos a coger un avión, Lola? ¿Por qué no te da Pepe unas pastillas para que te duermas de por vida?

-Te aviso, aún dormida te seguiría jodiendo, así que levántate que esto es peor que perder un avión.

-¿Por qué no despiertas a Pepe y nos dejas a nosotros en paz?

-A mi Pepe ya le tengo lavado y peinado, en perfecto estado de revista. Ahora le doy el biberón de café y nos vamos.

-¡Coño, Lola!, esto si que tiene que ser grave. Ahora mismo me levanto.

-Ah, ¿ahora me haces caso? ¿Qué magnetismo tiene Pepe que no tenga yo, eh?

-Pepe tiene cabeza, Lola y tú tienes un nido de sanguijuelas.

-… Yo también te quiero, Paquito, hijo de la esquirla de Mustafá… Di a mi Mari Pili que se ponga.

-No es tu Mari Pili, es miiiiiiiiiii Mari Pili.

-Y una mierda va a ser tuya. Es mía y de la Termomix… Que se ponga mi amiga y déjame de tocar los decibelios tan temprano, Paquito.

-…Lola, ¿pero por qué discutes con Paquito? Luego la que lo aguanto soy yo… ¿Qué nos ponemos? ¿A dónde vamos, Lola? ¿No es muy pronto? Estará todo cerrado.

-Pues derribamos las puertas, Mari Pili, pero ni de coña me toman el pelo.

-… Si estás medio calva, Lola, ¿quién te va a tomar el pelo?

-El gobierno reinante, Mari Pili.

-Lola, ¿es que vamos de cruzada? Si no somos los templarios, hija. Durmamos un poco más.

-Somos la resurrección, Mari Pili.

-No te digo yo que te has despertado en versión de nuevo testamento. Durmamos, ya verás cuando te despiertes lo verás en versión clásica.

-Ni clásica ni leches. Yo no trabajo hasta los sesenta y siete años ni de coña. Si no tienen dinero que se lo vayan a pedir a Obama, pero yo hoy me prejubilo porque cuando sea ley escrita, sigo fregando hasta los sesenta y siete… Di a Paquito que se ponga…

-… Paco, es Lola… Por tu hijo no la lleves la contraria. Está poseída por la mala leche.

-Lola, soy Paquito… ¿Tienes las armas preparadas?

-Sí, Paquito. Cargadas las pistolas de agua. Lleva los machetes tú.

-Oye Lola, ¿y Pepe con lo pro gobierno que es, se viene con nosotros?

-Se ha convertido en padre coraje. Dice que no aguanta un muerto más ni por sus hijos… Además, dice unas cosas muy raras.

-¿Qué está diciendo?

-Que a él no le quitan sus pelotas, que le gustan mucho y que se divierte jugando con ellas… Paquito, se le ha ido la chimenea, te lo digo yo.

-Tranquila, al gobierno no le interesa las pelotas de Pepe.

-Ya… ¿pero, entonces, si tiene que trabajar, qué va a hacer con sus pelotas, cuándo va a ir a jugar al golf?

-Ah, me hablas de las otras pelotas, Lola, ya, ya sé lo qué dices…

-¿De qué pelotas te creías que estaba hablando? Porque si son las originales y osan arrancárselas, les achicharro con mi escopeta de agua… ¿Echo jabón para que les escueza, Paquito?

-Echa cianuro, pero hoy nos prejubilamos, Lola. Venga, daros prisa, son las cuatro y media de la mañana…

-Oye, llevo la bandera de España para que quede más internacional la protesta, ¿vale?


LOLA Y LAS BOTAS DE MARI PILI

-Ay, Lola, dame una solución antes de que venga Paquito… Es que me mata.

-Lola, soluciones a la carta, dígame…

-No me toques los ovarios, Lola, que esto es muy serio. Ponte las gafas y mira.

-¿Cuál de todo, Magui Pili?... Por cierto, a ver si arreglas las puertas del armario. O las puertas son más gordas que el armario, o las puertas son escuchimizadas para la potencia del armamento que guardas dentro. ¿Quién es más gordo? Esa es la cuestión.

-Lola, no me toques los chismes, un poquito de por favor.

-Bien, déjame ver. Primero tira la ropa de Paquito a la basura.

-¿Y con qué se viste?

-Egoísta, bien le puedes dejar al muchacho algo tuyo. No sé, un tanga viejo, ese abrigo de plumas del Orinoco…

-Lola… Me estás diciendo que para meter mis rebajas en el armario vista de pájaro loco a Paquito…

-Pájaro loco o marmota de Ayamonte, qué más da. El caso es que el chaval no pase frío. Le pones en los pies unas bo… ¡Por San Agapito de Alejandría la más remota!, ¿qué es eso, Mari Pili que tienes ahí?

-¿Esto? Mi última adquisición, Lola, las botas Miau Miau.

-¡Ostras, Pedrín!, esto es mucho más de lo que mi inteligencia emocionada puede soportar…

-Lola, deja de arrancarte la cabeza… Son botas con estilo, originales, fashion.

-…Espera que cuento… ¡Mari Pili!, cincuenta y siete pisos de volantes y flecos, ole la sencillez. Mira, ya tienes atuendo para los carnavales. Ni yo en mis momentos de mayor desvariación cognoscitiva hubiera soñado comprarme unos chismes así… ¿Te las pondrás para ir a la Termomix? Unas gotitas de Chanel number five y las botas, y no necesitarás más. Pasmá vas a dejar a la clientela.

-Te ríes de mí, Lola…

-Ay mi niña, que no… Sólo es que a veces me sorprendes. Mira, como vamos a tirar toda la ropa de Paquito y le prestarás ropa para que no se hiele, le pones las botas Miau Miau y, si osa decir algo, le dices que te las regaló él el día de los enamorados cuando nació vuestro amor. Como eso ocurrió hace… déjame que cuente…No me acuerdo. Con lo cual, él tampoco se acordará, pero la satisfacción de que una huella de su amor aún ha resistido el paso de los siglos, le dejará encantado y paseará tan contento con las botitas.

-Lola, pero las botas son mías y las quiero llevar yo…

-Mari Pili si quieres llegar viva a nuestro viaje de Jerez hay que renunciar a algo, hija.

-Ya estoy renunciando a la ropa de Paquito…

-Pero si eso no es tuyo, ¿a qué estás renunciando?

-A mi tanga, por ejemplo, Lola.

-… Un tanga de leopardo con plumas en el frente del ecuador, ¿para qué quieres tú eso con lo casta y pura que eres? Le va a sentar mucho mejor a Paquito. Además, cuando Paquito le venga el calor, las plumas le abanicaran… Divinamente, te lo digo yo.

-¿Tú crees, Lola?

-Creo, creo firmemente en los resultados. Es más, para que tengas tu fondo de armario mejor planificado por estaciones, vamos a quitar la cama de Paquito y en su lugar ponemos otro armario.

-¿Y dónde duerme Paquito, Lola?

-Con tu madre. Ella le adora… Mira, y de paso, que se quede allí por siempre jamás. Acuérdate de Peter Pan… Yo, porque Pepe se lleva fatal con mi madre que si no…

-¿Qué hace Peter Pan en esta película, Lola?

-Muy sencillo, Mari Pili, dar lirismo a una situación que por el stock de mercancía reinante hay que salvar la inversión. De esto entiendo mucho que para eso trabajo en TutoBank de vez en cuando, recuerda…

-Ya… El fin justifica los medios, ¿no, Lola?

-No, Mari Pili, no. Que dejemos a Paquito en pelotas no es suficiente.

-Lola, pero si además de ir como pájaro loco, le has mandado con mi madre…

-No, no es suficiente. Recuerda que vivís colindantes… Mejor que se vaya a Argentina. Está un poco más lejos… Ah, con las botas Miau Miau.

-Mis botas, Lola… ¿No le podríamos mandar descalzo? Allí es verano.

-Bueno, venga, vale… pero si vuelve, no le digas que fue idea mía.

-… Me matará, Lola, me matará. Sabrá que todo fue una profanación tuya y yo me dejé envolver. Me matará.

-Vale, te matará y yo te enterraré con las botas Miau Miau. ¿Contenta?

-¿Y tú?

-Como siempre…, siendo Campanilla en el mundo de Peter Pan.

miércoles, 27 de enero de 2010

LOLA Y MARI PILI ASESINAS

-Fíjate Mari Pili, qué mega oferta. Un cuatro por uno…

-Lola, ¿se pueden elegir los colores?

-¿Los colores de qué?

-De las barras de labios.

-Mari Pili, estamos viendo súper chollos de viajes.

-Ay, hija, hace medio segundo estábamos viendo barras y leches desnatadas.

-Ya, pero ya sabes cómo es Internet de imprevisible. Te saltan pantallas sin tu llamarlas.

-Lola, eso es porque tocas donde no debes.

-Yo no toco, este bicho tiene vida propia… Anda, mira, si viajas con la compañía Pepe jet, te regalan un hotel de siete estrellas.

-Imposible, Lola, no existen hoteles de tantas estrellas. Lo que te dirá es que te regala el hotel.

-¿Un hotel entero o a cachos?

-Déjame ver, Lola… No sabes leer, hija. Pone que te buscan el hotel y que hay uno de cinco estrellas.

-Mari Pili estás leyendo sin gafas y yo las tengo puestas y pone que te regalan un hotel de siete tenedores.

-¿Desde cuándo un hotel tiene siete tenedores, Lola?

-Hija, tendrá restaurante, Mari Pili. Ahora, con siete tenedores nada más, cómo se les llene, la gente tendrá que comer con las manos…, qué guarrada.

-Mira, ésta si que es una oferta. Un viaje a Jerez de la Frontera para dos.

-Mari Pili somos cuatro, eso no nos vale.

-Nos vale. Pincha continuar.

-¿Piensas dejar a Paquito y a Pepe en casa?

-No, les llevamos.

-¿Pero cómo les vamos a llevar si es para dos? Mira, para que veas que utilizo la cabeza, uso la calculadora y sumo dos más dos y somos cuatro.

-Que ya lo sé, pesada. Pincha a continuar, leñe. ¿Qué precio sale?

-Tres con cuarenta y cuatro y con el pago de VISA, sesenta con cincuenta céntimos.

-Bien, no pagamos con VISA. ¿Hay otra modalidad de pago?

-No.

-Bien, pues da a continuar.

-No me deja, Mari Pili si no pagamos antes.

-Ay qué corta eres. Diles que pagamos cuando aterricemos.

-¿A quién se lo digo? La máquina no atiende a razones.

-Pues pon un número de VISA falso y das a continuar… Ah, pon que llevamos dos bultos.

-… dos maletas. ¿Más?

-Dos maletas más, no. Son Paquito y Pepe, Lola.

-¿Mari Pili, van a viajar estos dos pobres hombres en formato maleta?

-Sí, no se va a notar. Les enrollamos en plástico y ya está.

-… Dirás les momificamos… ¿Y si se nos mueren?

-¿En cincuenta minutos que dura el vuelo? Les ponemos un zumo con pajita para que no se deshidraten y ya está… Da a continuar.

-Mari Pili este viaje es ilegal y si nos descubre la policía…

-¿Pero cómo nos va a descubrir la policía si llevamos los billetes en regla?

-¿Y los bultos momificados, qué?

-Primero acercamos la oreja, si respiran nos les llevamos.

-¿No sería mejor mirar si se han bebido el zumo?... ¿Y si no respiran ni se han bebido el zumo?

-Pues les dejamos. ¿Para qué nos los vamos a llevar si no son reutilizables?

-¿Y la policía?

-Y dale… Les decimos que no son nuestros.

-… Ya, pero si ellos contestan que son nuestros maridos, ¿qué?

-¿Desde cuando un muerto habla, Lola?

-Es que Pepe viene del otro mundo a decírselo a la policía. Él es muy legal.

-Lola da a continuar, improvisaremos sobre la marcha.

-Mari Pili esto es un asesinato en primera graduación.

-¿Qué asesinato ni qué pollo frito? Si se mueren es porque ellos han querido. Tal vez es la única salida que les ha quedado para deshacerse de nosotras.

-… Para Mari Pili. ¿Me estás diciendo que ellos quieren deshacerse de nosotras?

-Sí, Lola, sí. No somos el tipo de mujer que ellos necesitan.

-Mentira guarra y cochina. ¿Qué va a hacer mi Pepe con lo gris que es sin una bombilla que le encienda la vida?

-Pues vivir a oscuras que es más barato, Lola.

-… Le mato, le matas, les matamos. Ni paja ni zumo ni leches. A secas… Por cierto, la máquina dice que ha caducado el tiempo… ¿Estarán muertos ya, Mari Pili?

-¿Cómo van a estar muertos si no hemos iniciado el viaje, Lola?

-Ah, es verdad… Menudo muerto me he quitado de encima… Anda, compremos mejor una barra de labios, Mari Pili.

martes, 26 de enero de 2010

LOLA Y EL PORTERO(2ªparte de Lola y los globos)

-¿Quién es?

-Doña Loliña, soy yo.

-¿Y quién eres tú?

-Soy Fermín el portero... Hay aquí un hombre que pregunta por usted... Bueno no es un hombre.

-¿Es un budista?

-No, Doña Lola. Es un policía.

-Fermín, para esa raza no estoy. ¡Adiós!

-... Doña Loliña no cuelgue. Él sabe que está usted ahí. La ha visto los chuchos que lleva en el pelo.

-Si no ha subido a mi casa, ¿cómo me va a ver los rulos?

-Le recuerdo que tenemos el portero automático estropeado y, en vez de ver los vecinos a quien llama, son los que llaman los que ven al vecino.

-Pues muy mal. ¿Y cuándo lo van a arreglar? Esta comunidad es un desastre

-Cuando pague Doña Loliña, sólo falta usted.

-Ya…, es que este mes me viene fatal. Pregúntamelo en septiembre.

-Doña Loliña si estamos en enero...

-Ya hijo, ya, pero tengo que pagar las rebajas, el turrón del 2005 que está aún sin pagar y las vacaciones de semana santa del 2020. Todo no se puede Fermín... Por cierto, ¿Se me ven muy torcidos los rulos?

-Los ruliños no la favorecen mucho, Doña Loliña, la hace cara momia con todos mis respetos... ¿Y qué hago con el policía?

-… Deje, deje, que hablo yo con ella... Oiga, Doña Usted, soy el policía del otro día.

-¿Quién de todos? Porque últimamente llevo una racha que los colecciono.

-El del pijama de pantera y la bolsa de globos embasados... ¿Me recuerda?

-¿Cómo ha dado conmigo?

-En la bolsa de los supuestos globos, había una multa... Por cierto, los globos están caducados.

-... Siempre me pillan... ¿Y cómo sabe que están caducados, los ha probado? Quédese con todos. Y si están caducados póngase dos o tres por si falla uno... además le darán doble orgasmo. ¡Adiós!

-No, no cuelgue, le traigo la multa de su amiga.

-... Doña Loliña, si el policía no quiere los preservativos, ¿puedo yo quedarme con ellos?

-Fermín que están caducados. ¿Qué quieres, tener trillizos?

-Doña Loliña tranquila, mi Carmiña me pone cinco o seis...

-¿Unos encima de los otros?... Hijo, con tanta protección sentirás el orgasmo muy lejano...

-...Oiga que subo a dejar la multa de su amiga.

-Usted quieto ahí... Si fuera un policía como Dios manda, ahora estaría asesorando a mi Fermín sobre los preservativos antes de que se quede embarazado por falta de seso seguro. Además, ¿para que está la policía si no es para dar seguridad en las relaciones?

-¿Lola? Soy Mari Pili. ¿Qué haces con los rulos puestos? Cuidado que te sientan mal.

-Deja mis rulos en paz y mira a tu izquierda... Es el policía pelmazo del otro día.

-... ¿Por qué me llama pesado? Yo vengo a cumplir la ley y a decirle que sus preservativos están caducados. Vamos, un dos por uno... Por cierto, usted es la que se hizo pis en la calle.

-Lola, ábreme, este hombre me asusta y me hago pis.

-¿Te quieres callar Mari Pili?Es que no hago carrera contigo...No, Señor guardia, esa mujer no es. ¿No ve que tiene el pecho estrecho? Y la que se hizo pis es que tenía la vejiga llena. Suba al Tercero y pregunte por la Cacharros. Ella es la mujer que busca, señor guardia.

-...Doña Loliña, Doña Cacharros no pudo ser, está operada de vejiga. Ya no tiene.

-Fermín no me seas portero cotilla, además, con algo tiene que hacer pis; averígualo. Ah, y vete con el guardia a probarte los preservativos. Alguno funcionará, seguro.

-¿Pero Doña Loliña, cómo los voy a probar con el policía?

-Con orden y autoridad, Fermín. Tú eres muy riguroso con todo lo que haces.


lunes, 25 de enero de 2010

LOLA Y LOS GLOBOS

-Mari Pili, ¿te gusta el pijama que me he comprado?

-… Es horroroso, Lola. Sólo mirarlo te empuja al antisexo.

-Pues lo he comprado en una sexchop, estaba de oferta.

-Se equivocarían de mercancía, Lola.

-Es de leopardo, Mari Pili…

-Como si es de gata de los Andes, es muy feo, Lola.

-Pues te he comprado uno para que no tuvieras envidia. La oferta era sensacional pues si te llevabas tres te regalaban una caja de preservativos de seiscientas unidades…

-¿Eh?... ¿Qué vas a hacer con el tercer pijama, Lola?

-Regalárselo a Pepe para el día de los enamorados, Mari Pili. Lo que no entiendo cómo no me has preguntado por la caja de los seiscientos preservativos. Caducan mañana.

-Busquemos un obseso en las páginas amarillas, Lola.

-No, es embarazoso… Vayamos donde tu primo Julito.

-¿Ya estamos con mi primo? Ha decidido meterse a cartujo.

-Buena decisión. En el convento y entre tanto silencio, los guiones de porno le saldrán como churros. Escribir ese tipo de literatura necesitas mucha concentración. Mira, de paso le podemos regalar el pijama.

-Vamos a ver Lola, mírame… Respira hondo, posición loto…Relajado el cuerpo y…

-Señor, oiga, Señor espere, ¿quiere unos preservativos? Sexo sano con capirote.

-Loooola…

-Señora, ¿se está quedando conmigo?

-Mari Pili, el tipo ése casi me escupe. Lo mejor es que subamos al autobús y dejemos unas docenas en cada asiento… Eh, tú, chaval, toma, unas capuchas para el sexo sano, pero date prisa que caducan mañana…

-Gracias, Abuela, es usted una tía con marcha…

-Mari Pili, ¿has oído?... Me ha llamado abuela. Dame un espejo.

-Señora, buenos días… ¿Qué está repartiendo?

-Ah… Buenos días, Señor policía. Aquí, repartiendo unas estampitas para la juventud… ¡Adiós, buen día!

-Eh, Señora, espere. Déme unas estampitas para mis hijos, están en exámenes y necesitan ayuda de la corte celestial.

-Ay, cuánto lo siento, Señor Gendarme del abastecimiento del orden, se me han acabado.

-Lola, vamonos…

-Quieta Mari Pili que sé cómo manejar la situación.

-… Entonces, ¿qué lleva usted en esa bolsa?

-¿En ésta? Globos embasados, Señor Guripa. Mismamente ahora cuando nos ha visto nos dirigíamos al convento del primo de mi amiga. Van a celebrar una fiestuqui, sabe…

-¿Con globos embasados, Señora?

-Embasados al vacío, Señor Agente, para no permitir el paso de aires viciados, sabe usted… Y ahora si me permite, me largo. Van a sonar los maitines y ya no les dejan jugar a los pobres beatos.

-Espere, espere… Déme un par de globos para mis nietos recién nacidos.

-No, Señor Poli, no creo que los sepan manejar siendo unas criaturas tan pequeñas, pero cuando crezcan, avíseme y le doy unos pocos. Ahora, adiós, amén, buenos días… Corre Mari Pili…

-No puedo, Lola, del susto, me hago pis y si corro…

-Qué oportuna eres, hija.

-Señora, por Dios, déme unos globos para mis nietos…

-Señor Guardia, he visto policías pesados, plastas, terroríficos, pero cómo usted ninguno. Si le digo que no, es no. Tengo los globos embasados contados al por mayor, no le puedo dar ni uno.

-Oiga Señora, ¿qué la pasa a su amiga?

-¿Ve? La culpa es suya por entretenernos. Mi amiga tiene la vejija muy limitada y ya ve…

-Pues tengo que multarla, Señora. Ha ensuciado la calzada…

-Lola, Lola, que me meten en la cárcel. Yo no quiero, quiero que venga mi Paquito…

-Que te calles, Mari Pili o te estrangulo… Señor agente acaba usted de hacer llorar a mi amiga, es muy sensible… Ande tome un pijama para su mujer y zanjemos el asunto.

-… ¿Y un par de globos, Señora?

-Tome, otro pijama para usted. Esta noche se visten en casa de guepardos, a sus nietos les encantará. ¡Adiós!... Corre Mari Pili…

-Señora, Señora, que se olvida los globos embasados…

domingo, 24 de enero de 2010

MARI PILI, REINA DE LAS LECHUZAS RAPERAS

-Loooooooooooola, creí que habías muerto. No contestabas al móvil.

-Me ha asesinado Pepe… Vela sobre mi cadáver, Mari Pili… Me he tenido que poner en posición de loto para reconstruirme…

-… Lola, ¿qué estás haciendo? Llevas diez segundos muda, me preocupas…

-Estoy pensando y eso requiere dosis de concentración magnética para atraer ideas sólidas que convenzan a mentes que no se dejan engañar. ¿Me entiendes?

-… No. Además, Lola hoy es día impar y no te toca pensar.

-Ya, pero me ha surgido la necesidad, Mari Pili. A ver si no de qué me voy a estar gastando las neuronas con lo escasas y caras que están en mercado de contrabando.

-Ya… Cuando te pones mística, Lola, no te entiendo. No me extraña que te gastes con pensamientos tan crípticos.

-Es muy sencillo Mari Pili… Necesito vender a Pepe que una lechuza es una lavadora. ¿Cómo lo vendo?

-Eso no se vende ni en el mercado negro, Lola. Desiste.

-No pue eeeeeeedo.

-Pues tendrás que poder, Lola. Yo una vez intenté con mis dotes comerciales vender a Paquito que un tenedor era un animal mamífero y no coló.

-Normal, Mari Pili. Utiliza la cabeza, hija. Un tenedor es un franco tirador de filetes, pero una lechuza bien puede pasar por lavadora. Lo importante es elegir el momento para decírselo.

-No hay momento, Lola, es como lo de mi tenedor. Lo que es imposible, es imposible y nada de lo que utilices para que la imposibilidad sea posible podrá destartalar la lógica de nuestros maridos.

-Ehhhhhhhh, tú, para. ¿Desde cuándo estos dos mamíferos de dos patas han sido lógicos?... Pensemos.

-No tengo ganas, además yo no tengo el problema, lo tienes tú.

-¿Y no vas a compartir mi problema conmigo?

-No, Lola, no. Tu Pepe me va a coger manía.

-Tranquila, ya te la tiene…

-Anda, ¿y qué le he hecho yo con el alma tan purificada de iones negativos que tengo?

-Tú lo dices, el alma pero ¿y la mente, la tienes limpia?

-No, claro que no. Desde que leí que las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes, elegí el camino de la diversificación.

-¡Ole!, unas cardan la lana, y otras se llevan la fama… Me parece fatal que tú con esa cara de ángel hagas lo que te da la gana y yo no.

-Pero si túuuuuuu toda la vida has hecho lo que te da la gana, Lola… Soy carne de tus carnes.

-Sí, claro, ahora me vas a decir que eres hija mía y como tal una niña y yo una señora mayor. Tararí trompeta, Mari Pili. Pensemos…

-Que no, Lola. Antes prefiero ir a Eurovisión.

-¿A Eurovisión? ¿Tú? ¿A qué?

-No me hagas tantas preguntas seguidas que no las asimilo, Lola… Me estoy planteando triunfar yo sola.

-¿Sin mí, Mari Pili? ¿Y en Eurovisión? Anda que no te has ido lejos. Vamos a un caraoke y te desfogas. Prometo aplaudirte hasta que se me pongan las manos coloradas. Pero luego me ayudas a desasesinarme y le vendo la lechuza a Pepe.

-Lola te puedes quedar asesinada de por vida, pero yo me voy a Eurovisión.

-Pero cabezota, ¿cómo te vas a ir a Eurovisión con un cadáver? No te votan ni los difuntos. Un poquito de por favor, Mari Pili, ayúdame a desasesinarme.

-Es que no te pienso llevar… ¿te gusta el nombre de “Queen of the owls”

-¿Eh? ¿Y eso qué significa?

-Reina de las lechuzas, Lola.

-Ah… muy internacional… ¿ya te has inscrito, Mari queen Pili?

-Sí. Cantaré hip hop igualita que Eminem.

-¡Ostras, qué fatal está esta chica!... Oye y en tu faceta de very queen rapera, ya que las queenes tienen mucho poder, ¿me podrías ayudar a desasesinarme al ritmo del hip hop?

viernes, 22 de enero de 2010

LOLA Y JUDE LAW,HIJO DE MARI PILI

-Mari Pili, Mari Pili, ¿Virgen del Perpetuo Socorro, cómo no me lo has dicho?
-¿Eh? Decirte el qué…
-¿Qué va a ser? Lo del niño, tu hijo, mi sobrino… ¿Dónde está?
-¿Eh?… En la cama.
-¿Segura, segurísima?… Por la cara de alucinógena que me estás poniendo, tú tampoco te has enterado… Ay, mi niña, que tiene un bombazo en casa y ella en bragas… Pero para eso estoy yo… Toma.
-¿La revista Telva? Ya la tengo, Lola.
-Pues la has leído sin ojos. Ponte las gafas y mira… Por cierto, ¿Seguro que el niño está arropadito en la cama?
-Que sí, pesada… Ay, ay, que es mi Luisito, que es él… Paquito, Paquito ven, corre… Mira…
-Hola, Lola. ¿No tienes otra hora más tarde para venir a dar la zambomba a esta casa? Cualquier día duermes aquí.
-Pues si me invita mi amiga, duermo y en tu cama y tú, a tomar café, desavorío. Las siete de la mañana es una hora muy respetable para ir de visita porque te da tiempo a hablar más.
-Dejad de tiraros flores y Paquito mira…
-¿Qué quieres que mire, Mari Pili, a Jude Law?
-Qué Jude Law ni pepinillos en vinagre, es Luisito Fernández de la saga de los Fernández de toda la vida. Una estirpe única y con conciencia de clase, Paquito.
-¿Estirpe única? Ya sé cómo dices. En España tan sólo debe a ver unos quince millones de Fernández. En cambio, Ontibuñuelo sólo estoy yo.
-A Dios gracias, amén… Bueno, entérate melón, no he venido a discutir contigo sino a daros el notición y a preparar los papeles.
-¿Qué papeles, Lola?
-Mari Pili quiero ser la representante de Luisito, yo le he descubierto.
-Lola, haz el favor de irte de esta casa ahora mismo y dejar en paz a mi mujer. Está como un sonajero y por culpa tuya.
-¿Sonajero mi Mari Pili? Estás muy equivocado, Paquito. Mari Pili está más sonada que una campana… Y no una campana cualquiera, eh. Campana de catedral, nada menos… Y no me da la gana de irme. ¿Tú sabías, Paquito, que Luisito va diciendo por ahí que tiene treinta y seis años? Será tonta esa criatura. Su madre y yo borrando los años del DNI que cualquier día, por fin ya no hemos nacido y él, hala, a ponérselos… Claro, que eso no es lo peor…
-¿Hay más Lola?
-Sí, Mari Pili, sí… Tú preocupada porque el niño no tenía novia y ya ves, se ha fulminado a media Castilla León y parte del extranjero. Es la caña mi sobrino… Eres abuela, Mari Pili.
¿Eh?… No puede ser, Lola… Si soy muy joven.
-Sí, sí, joven, pero abuela de tres criatura… Miento, son cuatro.
-Lola, me estás calentando. Veeeete…
-Y una mierda, que no me voy, Paquito. Quiero la exclusiva.
-Toma cinco euros y lárgate.
-¿Cinco euros, Paquito? Que sepas que yo no tengo precio, no me vendo, aunque me quedaré con los cinco euros… Estoy a final de mes y me vienen de puta madre. Gracias… Mari Pili, qué guapo está el niño, ¿verdad?… Paquito, haz algo. Pon un par de cafés.
-Lola, estoy flotando en una nube. Mi hijo famoso, rico, guapo… Hasta le perdono lo de ser abuela.
-… Sois dos chaladas. Poneros las gafas, coño. ¿No os dais cuenta que Jude Law y no Luisito, joder?
-… Oye Mari Pili, Paquito, encima de cenizo, mal hablado, es que no nos deja ni desvariar un poco… Qué asco de hombres… Por ciero, Mari Pili, no queda más remedio que volverte a llamar Magui Pili, suena más internacional. Yo no me cambiaré el nombre. Seré de la rama brasileña de tu hijo, más que nada para dar más glamour al CV de Luisto, ¿no te parece?
-¿Brasileña tú? Será por el culo que tienes...
-Que te calles, Paquito, y déjanos soñar, leñe. Y lo de mi culo ya hablaremos tú y yo.

jueves, 21 de enero de 2010

LOLA Y LOS TORNILLOS

… ¡Me cago en San Periquirin de Australia! –Como semejante santo no existe, así no se puede dar nadie por ofendido-, me acaban de timar. Y lo peor es que me han timado con mi propio consentimiento, de cuerpo presente y asintiendo con la cabeza, aunque no con el corazón. ´Este me decía “No lo hagas Lola, te están tomando el pelo, encima de que tienes poco pelo y malo. Tanto tinte que te has echado encima ya estas medio calva, ya sabes, a la vejez, viruelas”… No le hice caso y me han tomado las hebras rubias colgantes de mis sesos. Y eso que llamé a Mari Pili para que me dijera el camino abreviado para que en vez de tomarme el pelo, me tomaran sólo las cejas, pero no me cogio el teléfono. Seguro que estaba con la Termomix de las narices en vez de hacer un curso de salvamento cerebral con las estupideces de su amiga que soy yo, la Lola.

Y ahora, cuando venga mi Pepe, a ver qué historia tártara le cuento para que no piense que convive con una gilipollas aunque ya lo debe de saber, ¿no? Pensamientos para que lo piense le he dado unos cuantos. Ahora me da igual, eh, porque la culpa es de este hombre que en vez de manos tiene muñones porque si tuviera manos con calculadora directamente conexionada con su cerebro que es grande y estructurado, a estas horas a mí no me habrían tomado el cabello, pero con sus muñones mandarle hacer algo es triturar tu destino, el de tus familiares, amigos y anexos… Por ejemplo, coge un vaso y, ¿qué hace la gente cuando coge un vaso? Pues cogerlo; él no, simplemente lo aprieta entre sus muñones y lo rompe. De ahí que tenga todo lo que él toca cojo, lesionado o directamente destruido, y yo me gaste los dineros comprando vasos… Encima, dice que tengo obsesión por comprar vasos. ¿Qué quiere, que bebamos con una cuchara?Por eso, por la culpa de sus muñones, hoy me han tomado la melena.

Claro, que todos estaréis pensando que si Pepe y sus muñones no me son válidos, pues que utilice a mis hijos… Es que mis hijos no tienen ni muñones, y cuando les pido auxilio se quitan las orejas para no oír a su madre.

Desde luego si hubiera tenido cerca de Paquito, ya sabéis, el insufrible marido de mi Mari Pili pues le hubiera dicho “Paquito, deja de dar la plasta a mi amiga y ayúdame”, porque Paquito, además de hacer las mejores paellas del mundo mundial, tiene manos - según mi amiga las usa poco-, pero cuando las usa, las usa sin utilizar la pesadez de su cerebro que es muy grande, sino con juicio bien condimentado del instrumento necesario para que lo que toca que está descuartizado vuelva a su ser, es decir, dejar de estar roto. Pero mi Paquito estaba en el pueblo…, y me han tomado las crines que me nacen en el cuero cabelludo.

Por cierto, ¿os he contado lo que me ha pasado?... es tan triste que no os quiero apenar… Aunque, qué leches, si no os lo cuento a vosotros que no me podéis llamar gilipollas, mas que nada porque estáis mudos, a quién se lo voy a contar que pueda entrar en el entendimiento de que soy carne de cañón de abusadores con premeditación y alevosía incandescente… Además, si llamo a Mari Pili, ya sé lo que me va a decir… ¿Qué me va a decir? Pues lo lógico y normal: Lola eres una gilipollas elevada al cuadrado por haber pagado ciento veintiún euros porque te pongan dos tornillos en la lavadora… Claro que yo la diré con una razón aplastante que la lavadora es como su dueña que la faltan los tornillos principales, pero como yo quiero mucho a mi lavadora no quiero que ella vaya sin tornillos como su ama… ¿Soy muy gilipollas verdad?... Ah, he pagado el IVA de los dos tornillos, soy muy legal.

miércoles, 20 de enero de 2010

ANIVERSARIO DE LOLA

Queridos amigos, para quien no lo leyo, asi comenzo, Lola, hoy es su aniversario...

¡Porca miseria, leñe!... Lo que era y en lo que me he convertido. No soy ni el prototipo de la sociedad actual, no figuro en los manuales. Antes sí. Estaba descerebrada y con múltiples síndromes: el de Mari Pili, Superwoman, Cenicienta…, pero dejé de trabajar y la sociedad dejó de rendirme tributo; me olvidó.

Soy un ama de casa histérica e histriónica.

Antes, tenía un jefe que me chupaba los sesos, me arrastraba por el asfalto doce horas al día en busca del autobús para llegar tarde a todos los lugares de mi vida pero, al final de mes, mi cuenta corriente se inflaba de una ridiculez de sueldo y en la SS existía mi nombre como ente independiente y con derechos. ¿Ahora?... Cada día más peripatética.


Soy muy mal hablada; digo palabrotas constantemente. Al pronunciarlas, siento como si mi impotencia se viera compensada al decir de una manera rotunda: “Tía puta, cabrón”etc… A mi Pepe – mi santo esposo- le pone de los nervios oírme hablar así. Dice que no es de personas educadas, ni es femenino, pero a mí a estas alturas, me importa un carajo ser educada y menos, ser femenina. ¿Para qué me sirve ser mujer?, ¿para ser una puta pringada toda la vida? Estoy hasta el moño de todo y de todos; pero claro, luego pienso en este hombre con el que me casé hace tantos años que ya ni me acuerdo, y me da pena, ¡es tan bueno! Él es, es… un hombre gris y cenizo, de hecho, trabaja en una funeraria, con eso digo todo. Serio, cauto, reflexivo, inteligente, cultísimo… Y yo, la alegría de la huerta, señores. Me he puesto el mundo por montera y me he fabricado mi propio espacio. Espacio ambivalente para que en cada ocasión, yo esté a la altura.... Ejerce de hombre (ya sabéis, de los que explotan a las mujeres, pero de manera sutil, y delicada) y, para colmo, se me ha quedado últimamente impotente, no del pene, que quede claro, sino emocionalmente. Al pobre le ha jodido una tía gorda en el trabajo y, en casa, la sección juvenil le ha metido una goleada mejor que la del Real Madrid. Lo de los monstruos compartidos, le he dicho que no se preocupe, que yo me encargo personalmente de ellos (¡Qué mal miento, dios!), pero el asunto de la gorda, no sé por dónde atacar. Me ha enseñado su foto y cuando la he visto he pensado -no dicho- ¡Date por jodido! Las mujeres somos víctimas, pero la que sale torcida… ¡Coño, coño, coño!


Y, hablando de todo un poco, ¿vosotros tenéis hijos en esa edad tan maravillosa que desequilibra a los padres? Yo recuerdo que si osaba subirme a las barbas de mi padre, me daba una leche que me dejaba como nueva. Vamos, a duras penas me movía en una semana, pero ahora, ¡no hijos no!, estáis muy equivocados, la situación es otra. Ellos no te piden permiso, lo has de pedir tú…, como os lo cuento. Pongo un ejemplo: me encanta recibir noticias de los amigos que viven fuera, y nos carteamos vía e-mail. Entonces yo tengo que decir al monstruo de turno:

-Peluche, si eres amable, -que jamás lo son, os informo de la primera realidad cruda- ¿me podrías dejar el ordenador?

-No tenía que hacer otra cosa.

Así que me tengo que resignar a levantarme a las seis treinta de la mañana, cuando los angelitos están aún dormidos, para escribir a mis amigos, pero mi dicha dura poco, porque a las siete, aparece un tío más grande que un castillo abrazado a su mascota de peluche, ¡manda huevos lo que hay que ver a esas horas!... Ellos son mayores y autodidactas, saben todo pero, de pronto, la niñez llama a sus puertas y no se pueden resistir.

La criatura me pide que no sea egoísta y le atienda porque tiene un gran problema. Como os podéis imaginar, tiro el ordenador y pongo toda mi atención -la que soy capaz a las siete de la mañana-, me quito las legañas de los ojos y le miro profundamente -antes me limpio los oídos para que nada distorsione el sonido- y espero expectante la confesión:

-Mamá, estoy obsesionado, no me lo puedo quitar de la cabeza y sé que me vas a decir que no, pero es que sueño con ello

-¿Qué te martiriza hijo?- pregunto inocentemente.

-Mamá, he visto unos calzoncillos de Kelvin Klein divinos, son muy caros, pero merecen la pena que te esfuerces en comprármelos. He pensado que dejes de comprar filetes durante dos semanas y con lo que te ahorras, puedes comprarlos; podemos comer mientras macarrones- ¡Qué generoso, el niño!, seremos en vez de los García, la familia Macarrón .
A duras penas me repongo del duro impacto que me ha producido la inquietud de mi primogénito, cuando me ataca de nuevo -noto que sus confesiones despiertan a mi estrés muy de mañana- y me dice:

-Mamá, ya sé que tú de elegancia y el vestir bien no tienes ni idea, el buen gusto te lo negó Dios- esta afirmación me jode; no por mi mal gusto, sino por meter a Dios en la pasarela Cibeles que de un momento a otro se va a convertir mi casa…

-Mamá, estoy indeciso, ¿qué me favorece más, el pantalón azul con la camisa pistacho, o con la verde musgo?... Espera, no seas impaciente -me está amenazando- me pongo ambas cosas y opinas- entonces comienza un desfile de modelos con tal rapidez que no asimilo el vestuario.

Por el rabillo del ojo miro el reloj que se acercan sus manecillas a las ocho; la tarifa plana de Internet se acaba… El reloj marca la hora mágica y la joya de mi niño sale disparado o llegará tarde a clase. Al fin, sola me digo, cuando una voz ronca, aguardentosa y desafinada me dice a la oreja:

-Buenos días, Madre.

Doy un salto del susto y me vuelvo. Es mi benjamín. Los pelos le caen lacios por la cara, parece el anticristo.

Con este panorama, termino cazando moscas… si no, al tiempo. Por mucho que me empeñe en ser como la masa incógnita que trasiega por el asfalto, se me ve venir de lejos. Tengo carisma, demasiado, pero si a eso añado que mis amigas están peor que yo, pues el resultado es una jaula de grillos tocando el ukelele y, en los descansos, tomando Limonchelo… Al menos somos originales, ¿no os parece?


Ellas son un abanico de posibilidades aunque quizá la que se lleve la palma es Mari Carmen seguida muy de cerca de mi alma gemela, Mari Pili. La primera defiende un sindicato, no sé de qué, la verdad, pero se la ve realizadísima y yo me alegro aunque el otro día me preocupó sobremanera cuando me dijo:

-Lola, si hicieras lo que yo, verías la vida con más colorido –hablaba con mucha vitalidad.

-Si tengo el arco iris, Mari Carmen, mis horas son un derroche de fantasía; lo que necesito es un poquito de monocromo para estabilizarme.

-Lola, escúchame: debes aprender a tener pensamientos ecológicos –segurísimo que había estado con el señor alcalde hablando de reciclar basura si no, no tenía explicación.

-¿Eh? No tengo sitio para colocar más basura y menos distribuirla en distintas bolsas.

-Ay, Lola, lo que te digo es que tienes que aprender a reconocer tus emociones y gestionarlas –esta criatura se había fumado un canuto…

-Vale, en cualquier ratito me pongo, tú tranquila. Hala, hija, ve con Dios… - colgué el teléfono; me dio mucha lástima una mujer tan estupenda hablando de reciclar pensamientos… Si es que lo que tengo que reciclar es… yo qué sé, no tenía ganas de pensar.


Al rato, llama Mari Pili… otra que…

-Lola, ¿vamos al mercadillo? Voy a devolver todo lo que me compré ayer, me he dado cuenta que no lo necesito.

-Ya, te entiendo, yo también lo quiero devolver.

-¿Te estaba mal?

-No, pero si lo devuelves tú, yo también. Además, me ha dicho Pepe que estoy viciada.

-¿Viciada de qué, Lola? Si es en el único lugar donde nos reímos… si ya sólo nos queda eso… Lola si nos lo quitan, ¿qué haremos? –la chica estaba angustiadísima de repente. Entonces reaccioné.

-Tranquila, siempre tendremos a nuestros maridos- mi tono no fue convincente porque dijo fulminante:

-Me suicido, Lola, que me suicido, ¿eh?

-Y yo contigo, Mari Pili – nos quedamos calladas, pero poco rato porque al segundo dijimos al unísono: “Vámonos al mercadillo cagando virutas”… Por supuesto, nos fuimos; volví como nueva… duró poco, sonó el teléfono:

-Lola, quiero un novio - ¡Joder…! era Pepita que, desde que se divorció, se siente trascendental.

-Pepita, estás muy zumbada, que lo sepas, me preocupas. Te dejo unos días a Pepe, ya verás qué bien. No tengo prisa… tú, hasta que se te pase el mono, bonita –como se quedó muda, colgué.


Menudo día… sonó de nuevo el teléfono:

-Lola, ahora mismo cuelgo la bandera de España en el balcón –era Monchita que le gusta mucho la decoración.

-Me parece una gran idea –le contesté-, Peluche tiene tres en su habitación, le cogeré una, la que tiene el torito.

-Lola, cuelga la auténtica, debemos defender España.

-Ay, Monchita, que no me entero, ¿es que pasa algo?

-¿Qué si pasa, Lola? Que nos disgregan Lola, que nos machacan…

-Ay, Jesús, qué disgusto. Te dejo, voy a forrar la casa entera…


No obstante, entre tanta llamada, echaba de menos a Pichu, seguramente estaría conduciendo, se pasa el día montada en el coche subiendo y bajando niños, para mí que tiene complejo de taxista. Así que la llamé:

-¿Qué haces, Pichu? –es perfecta, según mis hijos, qué asco… Y yo, la jorobada de “Notre Dame”, no te jode.

-Estoy con “la mixmix” –es la máquina infernal que vende Mari Pili cuando no está en el mercadillo-, tengo las dos a pleno rendimiento; he hecho las comidas hasta el 2007… -pobrecilla se le habrá quedado cara de hortaliza con tanto guiso.

-Pichu, deja de cocinar, bonita, es mejor que nos dediquemos a jugar al Bright.

-Lola, si no sabemos jugar.

-Pues al parchís, qué más da, Pichu, pero deja ya el aparato ese, hija, vas a enloquecer…

… ¿Estamos o no estamos más sonadas que el ukelele? Al borde de un ataque de nervios, diría yo… En fin, os dejo, me voy a poner en posición de loto un ratito… Tranquilos, no todas las mujeres están así, sólo unas pocas… redondeando un 98%, nada más.


Por cierto, no os he dicho que me llamo Dolores, pero llamadme Lola; tiene más personalidad, carisma, como que suena a mujer segura y equilibrada, que sabe lo que ha de hacer en cada momento sin que se le mueva una pestaña de su sitio.