viernes, 9 de abril de 2010

LOLA Y SUS TRES BÁSICOS PARA SER GRANJERO

-Mari Pili mira qué pantalones más monos me he comprado.
-Ahora no puedo. Un po1quito de por favor, Lola, no me distraigas. Estoy echando alpiste a los huevos.
-Mari Pili para. ¿Qué estás haciendo? Contesta.
-Lola me he vuelto yo también granjera y aro y aro la tierra. Mira cómo se me están quedando las manos...
-Pero alma de cántaro dónde vas... Anda trae que te ayudo. A ver, ¿qué tienes?
-¿Yo? Insecticida nada más.
-Mari Pili, ¿qué vas a desinfectar si no tienes nada?
-Eso digo yo, Lola... También tengo abono.
-¿Para que quieres abono si no tienes nada qué abonar?
-Lola, deja ya de decir que no tengo nada, eso ya lo sé, pero se me ha ocurrido plantar unos huevos. Tú que entiendes, Lola,¿crees que se me reproducirán rápido?
-Mujer si sucede lo que aquel milagro famoso... Pues sí, claro.
-¿De qué milagro me hablas?
-El de los panes y los peces, Mari Pili.
-Yo no quiero pan ni pescado, quiero una huevería.
-Ya... ¿No será más rápido que te compres los huevos, Mari Pili.
-Lola deja de desvariar y ayúdame… si es que sabes.
-Lola tiene remedios para todo, prima. Yo estaba solo y ya me ves ahora feliz con Mari Tere, mi muñeca hinchable.
-Julito sé un Fernández, leñe y afronta la realidad.
-Ya, por eso tú otra Fernández afronta la realidad plantando güevos. No me amueles, Mari Pili. Por una vez y sin que sirva de precedente tomaré posesión de la verdad. Atentos…
-Julito, primo, ponte el cinturón de castidad que Lola despega.
-… Para ser un buen granjero hay tres cosas básicas
-¿Qué cosas, Lola?
-Cállate Julito que se me va la onda magnética de la inspiración… Tres básicos del fondo de armario de cualquier granjero que se precie que son…
-Lola te advierto que no admito estupideces pues estoy de cavar hasta el entrecejo.
-Y si de tanto cavar te sale petróleo, prima, te convertirías en la petrodólar de Valladolid, pagarías todos los café. Yo pediría churros con tostadas, mermelada y man…
-Primo te diré que eres un muerto de hambre un obseso de la comida.
-Ojo al dato, callaros, muchachos, básicos que sin ellos jamás la tierra será agradecida contigo.
-Pues Lola yo no tiro ni un papel al suelo, ni pipas, no contamino y la tierra jamás ha sido generosa conmigo.
-Julito dime una cosa, hijo, ¿tú que has cosechado?
-Calabazas, Lola, cuando yo he plantado amor, ingentes masas de amor concupiscente.
-Ves Julito, ahí, ahí le duele. Fue el fosfato de la concupiscencia lo que abrasó a los geranios.
-Qué geranios ni qué leches, Lola, un Fernández sólo planta orquídeas.
-Serás gilipollas… Sin los tres básicos, Mari Pili, como si te apellidas Tutankamón, de la saga de los egipcios de toda la vida.
-… Anda, Lola, ¿y si planto egipcios? Te advierto que estos me arreglaban el cuerpo con lo trabajadores que son.
-De verdad, eh, quién nos lea se va a pensar que somos una panda de tarados. Qué lastima, qué pena, qué destrozo…
-Lola, ¿es que no lo somos?
-Sí, Julito, sí, pero hay que disimular para que la gente nos tome en serio, coña. ¿Dónde se ha visto querer plantar egipcios sin los tres básicos.
-Pues dame los tres básicos que quiero ser granjera de egipcios.
-Mari Pili, perdona que te diga, pero estás de los nervios. ¿No querías plantar una huevería? De verdad vuelves loca a la tierra, cómo va a germinar…
-Quiero egipcios, los huevos ya los pondrán ellos. Dame los tres básicos, Lola.
-Vaaaale, ya voy, no me presionéis que se me pone a palpitar el ojo derecho y me quedo tuerta y si estoy tuerta no encuentro los básicos.
-Lola, basta ya. Los tres básicos horita mismo.
-Eso, Lola, Los Fernández reclaman el fondo de armario del buen granjero.
-Pues son, tata tachan… Uno, hablar andalú para que a la tierra se le pegue la grasia. Dos, cantarla todas las noches unos fandanguillos, este apartado más que nada es para jalear a la tierra, darla vidilla y, tres, este apartado es el menos relevante, pero todos los granjeros lo suelen utilizar: saber lo qué haces. Sin saber, os advierto, que también se puede ser granjero de Pro… como yo sin ir más lejos.
-Julito, te lo dije. Mi amiga es gilipollas. Vámonos, horita mismo.
-…Desagradesíos, que sois uno sosos por muy Fernández que seáis. Incoloros, que sois unos desnatados… Habrase visto qué desaire me han hecho estos dos moluscos…

4 comentarios:

bixen dijo...

Jeje. Sabías que antiguamente se usaba el aceite de linaza en sustitución del petróleo para los candiles, y con la venida de la luz eléctrica, fue pienso para los pollos?
Lo gracioso es que ahora si se alimenta a las gallinas ponedoras (no cluecas) con linaza, los huevos salen adicionados con Omega-3: confirmado!

MarianGardi dijo...

Esta Lola nos trae de cabeza.
Besitos para las dos amigas inseparables

Juan Julio de Abajo dijo...

Empezar a criar el terruño es cuestión de vocación tardía. Nada: subsanable. No todos los días se nace siendo granjero ni huevero pero se termina vendiendo huevos y agrandando la granja. Otra cuestión es cuando el caos acampa por sus respectos aunque todo lo narrado sea muy campestre. A Julito no le menciono, porque es un caso perdido: ya hasta omiten un beso para él. Mari Pili, con un azadón, es para "desguevarse" de risa. Y Lola, en su titánico afán de que la granja sea llevada a base de grito fino de "fandanguillos", ya es la releñe. Presagio una crianza de pollos enclenques y canijos.

¡Qué gallinatías, ozú, mi alma!

Un beso de sabores acaramelados.

JULIO.

bixen dijo...

Los que vendían huevos, a la antigua usanza, dejaban siempre un gallo para acelerar la ovulación de las gallinas.
Al freír esos huevos, la mayoría de ellos tenían una parte de la clara, cerca de la yema, que no cuajaba del todo: la "gallaura"!
Esos sí que son/eran orgánicos y no los de dos yemas de ahora!