
.-Mamá, no te empeñes. Con todo estás mal. Ponte lo que sea y déjanosen paz.
-Lola, cariño, date prisa o llegaremos tarde a la misa.
-Pepe, no me presiones, que me pongo cual mejillón.
El tiempo se me echaba encima por lo que decidí ponerme un octavo
modelo, resumen de los siete anteriores, y llegó la hora de laverdad: subirme a los zapatos de tacones kilométricos. Imposible, queno podía andar. Los pies iban por un sitio y los zapatos por otro.
-Looooooooooola, vamos.
Ante semejante chillido, cogí los zapatitos de la mano y me metí enel coche descalza. Pensé que hasta la iglesia ya se me ocurriría algo. Mi cabeza se negó a pensar, y como era fin de semana, tambiéntenía derecho a descansar, así que llegamos a la boda, comenzando mi calvario. Como primera medida, me agarré del brazo de mi Pepe. Fatal. Mis andares eran como si estuviera contrahecha. Decidí entonces andar arrastrando los pies. Peor. En esto, viene un golpe de aire y mi sombrerito sale volando. Qué ágil es mi Pepe; salió corriendo como silos kilos no le pesaran. Ese lapsus me vino genial para estudiar mis próximos pasos que iban a consistir en andar a la japonesa: zancadas muy cortitas, como si no me atreviera a abrir las piernas por temor ahacerme pis. Claro, no conté con el maldito paso de peatones. Los coches hicieron lo que deben hacer y que casi nunca hacen: parar para que la gente pase. Mi Pepe al ver tanto coche esperando a quecruzáramos nosotros, le puso nervioso y, me metió prisa. Allí noperdí un zapato sino los dos. No os lo quiero contar… mi Pepe agachado buscando los zapatos de su cenicienta debajo de un coche. Un santo.
En la iglesia, estupendamente. Exceptuando el cura que se dedicó ahablar de un tema idóneo para una boda como es el divorcio, todo salió bien. Llegamos al banquete. Yo estaba pegada a la silla para no levantar más la cólera de mi Pepe y fuera a perder mis maravillosos zapatos. Qué envidia, amigos, la gente iba y venía sin darse importancia, y yo, clavada en aquel asiento a semejanza de una estatua de arroz… Hasta que no pude más y en un despiste de Pepe, me escapé. Me fui al baño descalza. Los baños como las cocinas son siempre fuente de inspiración, y se me ocurrió meterme papel higiénico en los zapatillos. Perfecto. Tuve que poner más de medio rollo pero,¡milagro!, podía andar. Tanta emoción me embargó, que cuando llegó la hora de bailar, salí la primera. Definitivamente, lo perdí. Se debió mover el papel higiénico, yo qué sé. El caso que estuve andando a gatas por toda la pista de baile y nada. No lo he encontrado. Y ahora, ¿qué le digo a mi Pepe cuando me vea desnivelada? Lo que tengo claro es que el lunes voy a reclamar a la tienda que melos vendieron, porque la señorita que me atendió, me tenía que haberdicho:
-Señora, ¿no ve que está hecha un adefesio con esos zapatos?... Por el contrario, se calló como una zorra y, me vendió unos zapatos con vida y personalidad propias.
6 comentarios:
Hola Lola! Regresé
Gracias por tus deseos en i blog. Tus relatos em parecen sienpre tan divertidos, tu forma de escribir ! Un beso y seguimos!!!!!!!!!
Roxana
Querida Lolita:
No debes darle más vueltas
pues lo ha querido el destino
tu zapato está en las manos
de tu querido Hernestino...
ino... ino... ino...
Cuando quieras puedes pasar a recogerlo.
Un beso.
Yo me lo paso pipa contigo, me rio no sabes cuanto.
Y te lo agradezco otro cuanto (cuento) màs.
Eres tremenda Lola!!
Besines rubia peligrosa
jajaja,realmente tienes un exclente sentido del humor que sabes contagiar con gusto y gracia...
Que gracia Lola... habia que haberte gravado... jajajajaja
Que arte mas grande...
Un besazo reina
Eres ÚNICA, da gusto tener amigas/os en la RED de tu categoría...no sabes lo que me he reid;yo soy de los que cuando van de compras y paso mas de media hora en un sitio me pongo como una moto ... y hasta llego a suplicar que termine.
La primera impresión de tu entrada ES MUY SUPER con AUDREY HEPBURN de cabecera, mi actriz preferida y una gran mujer con un enorme corazón.
GRACIAS POR TUS COMENTARIOS en http://fotelias-fotelias.blogspot.com/ .
QUE DIOS TE BENDIGA.
FOTELIAS
Publicar un comentario