martes, 10 de febrero de 2009

LOLA ES UNA ESTUFA

-Lola, Lola…
-Pepe, si me vas a reñir por algo, no estoy… Que lo sepas.
-No. Oye…
-¿Qué?
-Los mocos se me están congelando.
-Muy interesantes tus experiencias pero, ¿no exageras? Te recomiendo que te pongas una bufanda.
-¿Una bufanda en la cama, Lola?
-Pepe, ¿tienes o no tienes frío?
-Soy una estalactita.
-Ponte calcetines y guantes. Ya verás qué calentito.
-¿Y si probamos a cerrar la ventana? Lola, ahí afuera hace tres bajo cero.
-Pepe, estoy enferma, y lo sabes.
-Lola estás como una manada de cabras. Ésa es tu enfermedad.
-Pepe estoy muy enferma. Me he convertido en una estufa. ¿Es o no es eso una enfermedad?
-¿Y si probaras a ir al médico a que te reconvierta en un congelador, qué tal?
-¿AL ginecólogo? Ni de coña. Cada vez que voy me insulta, me escupe exabruptos.
-¿Quién? ¿Marcelino?
-Sí, Marcelino, el hombre que me vendiste como el ser más delicado y educado del mundo. ¡La madre que le parió! Es verme y ¡hala! A soltarme que si tengo una edad, que si ya tengo unos años difíciles y, para colmo, va el desvergonzado y me pregunta los años exactos… Claro, está un poco despistado como cada vez le digo una edad pues…
-¿Y por qué no le dices la verdad?
-No me lo digo ni a mí misma, Pepe, se lo voy a decir a un tío que me llama vieja… Vamos que ni de coña, Pepe, como si piensa que me ha entrado la menopausia con diecisiete años.
-¡Que le dijiste que tenías diecisiete años, Lola?
-Sí, Pepe, si. Se me fue un poco de las manos y ahora es demasiado tarde. Ya no me acuerdo qué edad tengo como soy tan joven por dentro…
-Trae el DNI y lo vemos.
-No te gastes, está falsificado. He perdido el rastro de mí misma. Ni un perro de caza me encuentra.
-Tienes que admitir aunque me digas que tienes doce años, mentalmente tienes tres de eso estoy seguro, que te ha llegado la menopausia y con tus sofocos yo me estoy muriendo de frío.
-Vale, lo admito aunque no lo asumo. ¿Y tú, Pepe?
-¿Yo, qué, Lola?
-¿Qué es de tu pitopausia?
-Yo no sé si tengo pito o no, Lola, pero no te mato a frío.
-Pepe…
-¿Qué, Lola?
-¿A los hombres con la pitopausia perdéis el pito?
-Lola, antes decía que mentalmente tenías tres años. Ahora digo que no has nacido.
-Anda, coña, pues si no he nacido, es imposible que tenga la menopausia… Pepe, cómo te quiero.

11 comentarios:

MarianGardi dijo...

jajaja
Las estufas y los sitios cerrados o en el plano horizontal de la cama.
Muy real y bien contado!!
Simpatia a raudales
CARIÑOS GUAPISIMA

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Sofocos menopáusicos,
calores matutinos,
y Pepe que ya no es Pepe,
que más bien es ya pepino;
necesitas una ayuda
un refresco montesino
de vientos frescos... muy frescos...
y "pa" fresco, tu Hernestino...
ino... ino... ino...
Besinos.

Anónimo dijo...

No serás guionista de "Matrimoniadas"? Jajajaja... qué buena eres, qué imaginación, qué gran sentido del humor!!!

Besos.

sandman65 dijo...

Este Pepe es un santo varón...

Anónimo dijo...

Hola... hay en mi blog un premio para todos mis amigos. Ojalá pases a recogerlo, me haría mucha ilusión.

Nómada planetario dijo...

Pobre Pepe, yo de él ponía una estufa en la cama; que manía con la edad tienen algunas, total los hombres juzgamos a trozos como decía una buena amiga mía.
Besos con el climatizador a tope.

Mabel dijo...

Que aburridos estan Pepe y Lola, menos mal que se tienen el uno al otro. Que frioo!
Saludos helados.

Juan Duque Oliva dijo...

Y encima en el día de los enamorados.

Besos reina.

VIVIR dijo...

jajajajajajajajajajaja

¡anda que no teneis arte tu Pepe y tu!!!

¡anda que no!!!

jajajajajajajajaja

MarianGardi dijo...

Tienes un premio en mi blog esperandote.
Besos

María dijo...

Lola, Mari Pili ... si es que vosotras os merecéis todos los premios del mundo mundial ....
Cuando os lo permita vuestra ajetreada vida ... pues, os pasais por mi escalera.
Besotes!