viernes, 30 de octubre de 2009

LOLA Y LOS DIFUNTOS

-A mi los muertos me matan, Mari Pili… ¿Quieres otro?
-Sí… a mi asesinan, Lola… Humm, están buenísimos.
-Yo no sé, Mari Pili, para qué se tuvieron que inventar el día del muerto… ¿Quieres otro?
-Sí… El negocio, Lola. Al menos moriremos dulces… Lola, te los comes de dos en dos…
-Es que presiento la guadaña cerca, Mari Pili. Es capaz de comerse mi parte. Tú deberías hacer lo mismo.
-Trae… Me muero, Lola, no puedo…
-So burra, escúpelos… Casi te ahogas, Mari Pili. Con esa boca piñón, ¿cómo se te ocurre meterte cinco buñuelos a la vez? Yo sí porque todo lo tengo inmenso, pero tú, esmirriada…
-Lola, por curiosidad, ¿cuántos buñuelos te has comido?
-Treinta y tres como la edad de Cristo… No deberían haber inventado el día de muerto, estoy que me muero, Mari Pili…
-Beeeestia, pero qué animal eres…
-Quién te dice que en el otro mundo te dan de comer… Yo al menos ya voy comida… Me duele la tripa, Mari Pili…
-Morirte por un atracón a buñuelos, no te mueres, Lola. Ahora te veo al punto de la cagalera. Ojo al dato, Lola…
-Si salgo de ésta, ¿sabes lo que voy a hacer, Mari Pili?
-Ni lo sé ni me importa… Trae otro buñuelo.
-Mari Pili, te va a subir el azúcar, se acabaron los buñuelos. Como se entere Paquito, te mata y a mí me aniquila.
-Por Dios, no se lo digas, Lola.
-¿Yo? Si soy peor que San Pedro, Mari Pili. Si niego hasta mi nombre… Ahora como salgamos de ésta, voy a llamar al alcalde…
-Ya, tú y tus ideas. Creo que te traes algo con el alcalde, Lola, sólo piensas en hablar con él. Ahora se te habrá ocurrido pedir que quiten la tradición de que en recuerdo de los muertos se coman buñuelos.
-No, los buñuelos son sagrados. Pero no hay derecho que solo se coman buñuelos una vez al año. Voy a pedir al señor alcalde que ponga un halloween de vivos…
-Lola, tú eres un halloween perpetuo.
-Tal vez, pero sin buñuelos… Ay qué dolor de estómago. Creo que ya me muero.
-Pues deja de comer y dame los que sobran a mí… Oye Lola, ¿qué flores quieres que te ponga?
-Flores no, Mari Pili. Con que instales una pastelería al lado de mi tumba es suficiente.
-Te echaré de menos, Lola.
-Ah, ¿es que no te piensas morir conmigo Mari Pili? Yo el cielo no lo puedo revolucionar sola, necesito a mi ayudante… Imagínate volviendo locos a todos los santos y el treinta y uno de octubre de cada año a asustar a los vivos.
-Lola…
-¿Qué, ya te has muerto? Espérame ya estoy a punto, dame el último buñuelo.
-No… Que digo que no hace falta que nos muramos. Ya somos fantasmas.
-Hija, qué brutal eres, Mari Pili, como lo lea alguien se lo va a creer.
-Tranquila, ya lo saben.

5 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Ya somos fantasmas... jajajjajaja, jajajajajajjajajaajja

Besos.

José Luis López Recio dijo...

¡Lolaaaaaa, que me vas a matar de ganas de comer buñuelos!
Un abrazo, me ha encantado...33, como la edad de Cristo jajaja

Anónimo dijo...

jajajajajaja LOLAAAAAAAA yuyu¡¡¡
Besos

Anónimo dijo...

Si confiesas con tu boca que Jesucristo es tu Señor y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salv@.

Romanos 10.

Nómada planetario dijo...

Esta tarde ya me he despachado una buena ración de borrachuelos con miel, así que vamos parejos.
Besos con insulina, para remediar.