-Lola, ¿mañana a qué hora quedamos?
-A las siete, Mari Pili.
-Es muy tarde, Lola. ¿Por qué no quedamos antes? ¿Qué tal a las cuatro?
-¿De la mañana, Mari Pili? Yo encantada. Acuérdate que cuando fuimos turistas en New York nos dormíamos a las dos y a las cuatro estábamos en la calle, pero en España no sé si será legal. No creo que podamos hacer botellón a esas horas.
-Loooooooooooooola… ¿Quién dice las cuatro de la mañana? ¿Y de dónde te sacas el botellón?
-Tú. Yo he dicho a las siete, que es una hora discreta y elegante.
-Pero, ¿cómo vamos a quedar a las siete de la mañana si no están puestas ni las calles?
-Tenemos mucho que pensar y se necesita tiempo, Mari Pili.
-¿Pensar en qué, Lola?
-En los regalos.
-¿Qué regalos?
-Mañana es tu cumpleaños, luego llega navidad y después los Reyes Magos.
-¿Me vas a hacer tres regalos, Lola? Cada día más generosa.
-No te equivoques, no te confundas, no sueñes, no te imagines, no te inventes, Mari Pili…
-¿Qué quieres decir, Lola?
-Pues que aún no te he pagado la última mensualidad del regalo de cumpleaños del año pasado. No me puedo embarcar en más gastos… Estoy pensando, ¿puedes retrasar tu cumpleaños un par de años?
-¿Eh?
-Fíjate que te estoy haciendo un favor, Mari Pili. Ser dos años más joven que yo, dos años para crecerte sobre tu propio jugo, dos años para…
-Lola, quiero mi regalo mañana, ¿entendido, Lola?
-Mira, piojo inmundo, los regalos salen de dentro, como cuando te entran ganas de ir al baño que tienes que ir deprisa, deprisa, ¿me entiendes?
-Lola, por Dios, cómo voy comprender que mi regalo sea como un retortijón de barriga…
Claro que no, Mari Pili… Es peor. Hay que parirlo, hay que desearlo… Y hay que tener dinero. Circunstancia esta última importante aunque no necesaria. Estoy pensando que…
-¿Tendré mi regalo, Lola?
-Sí, rotundamente sí. Acabo de darme cuenta que me ha entrado mucha necesidad… Por curiosidad, ¿tienes papel?
-Sí, sí. Entra en el baño de la derecha… Espera que voy a por él. ¿Quieres mucho?
-Sí, bastante, pero no es para ir al baño sino para envolver tus regalazos.
-… Toma. Ay qué emoción, Lola… ¿Qué es?
-Por ser tú, te lo diré, pero mañana me pones cara de sorpresa porque luego me llaman bocazas y cotilla. ¿Entendido, Mari Pili?
-Sí, sí descuida… Desembucha.
-Unas botas, unos zapatos y seis bolsos… Mari Pili, ¿qué te pasa?
-Ayyyyy, Lola, me has emocionado. No esperaba eso de ti, con lo tacaña que eres. Muchas, muchas gracias.
-Si dejas de llorar te regalo dos bolsos más. ¡Hala! Para que luego me llamen taba.
-Dime cómo son, Lola…
-Si me los has visto todos, Mari Pili. Eso sí, las botas necesitaN tapas y los zapatos limpiarlos un poquillo... Ah, quita de los bolsos los cigarrillos. Si ves alguna moneda, me la devuelves, eso no entra en el regalo.
-Lola, ¿me estás diciendo que es usado?
-No, no confundas. Es vintage o, ¿es que no lees que se lleva lo que sobra a los demás?
-Lola quiero un regalo nuevo.
-Pues sal y cómpratelo. Ya te lo iré pagando a plazos… Mira que este año te quería impresionar, pero contigo no hay manera, Mari Pili… Por cierto, ¿mañana a qué me vas a invitar?
-Haré un botellón. ¿Puedes llevar la Coca-Cola y el ron, Lola?
-¿Eh?
6 comentarios:
Genial el final de mari Pili; invita al botellón y encarga a Lola la coca cola y el ron jajajaja Le está bien empleado a Lola.
Un abrazo
Es imposible quererte mas guapa, pero la lola es genial de arriba a abajo.Que ideas mas peregrinas, jajja pero graciosa como solo ella sabe.Nunca dejes de sorprendernos con las aventuras de lola y maripili.abrazos de osa.
Claro que si, vintage y a la moda los regalos, la Lola sabe mucho, tronchantes las dos-
Bsssss
De verdad que si, se ha vuelto muy dificil regalar en estos tiempos, jaja.
Abrazos de aqui hasta alla.
Mira que era buena idea la de retrasar el cumpleaños.
Me parece que la voy a copiar.
Mari Pili es muy exigente, pobre Lola.
Besos.
jajaja Lola y Mari Pili de compras quien las viera jajaja
Besitos para las dos
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