-Mari Pili Mari Pili, cógeme el teléfono
-Lola llevo media hora con el teléfono de la mano. A ver qué mosca te ha picado.
-Ay si te cuento, ayyyyy, Virgencita del Perpetuo Milagro…
-Ah, me vas a hablar de un milagro, entonces espera que me siento…
-No es sólo un milagro, es la suerte que arrastro conmigo, Mari Pili.
-¿Suerte?, Puff kilovatios de suerte. Bueno, me lo cuentas o no…
-Sí, sí, claro que te lo cuento. Es que si callo y no te doy envidia, reviento.
-Dime…
-Prometeme Mari Pili que te vas a comer los dedos de envidia…
-Dejaré las uñas para arañarte mejor, Caperucita. ¿Me lo cuentas o te cuelgo?
-Mari Pili esta mañana he ido a comprar rábanos y champiñones.
-Y a mí qué me importa?
-Pues debería, debería…. ¿No tienes que comprar nada en en el Tutitutifrui?
-No, estuve ayer.
-Ves eso te pasa por ir en el día equivocado. En cambio yo…
-Has ido esta mañana con la Virgen del Perpetuo Milagro y te han dado unos rábanos con rabo, ¿no?
-Uy, qué va, qué va, mejor…
-Te han dado gratis medio kilo pepinos que se les estaban quedando pochos…
-que no, que no… ¿Estás sentada?
-No, Lola, estoy en la puerta de la calle, ¿me quieres abrir de una puñetera vez?
-Ah, ¿cuándo has venido?
-Ya ni me acuerdo, Lola
-Ah… ¿Y me estás haciendo gastar dinero con el móvil? Sabes que los telefonistas son unos estafadores, Mari Pili
-Ábreme, leches…
-Cuélgame, Mari Pili, si no me cuelgas yo sigo hablando.
-¿Tú eres tonta o te fabricas?
-Qué temperamento más borde… ya.
-Bueno dímelo a la cara
-el qué Mari Pili
-Pues en el tutitutifrui
-Me ha tocado un viaje
-No
-Sí
-Dónde...
-A la punta de no sé dónde, Mari Pili.
-A punta del rábano, Lola.
-Algo de una punta con pelos y palmeras
-¿Punta cana?
-Sí
-No
-Que si, puñetas. Que venga Santa Críspula y te lo diga ya que no me crees.
-Que no, coña, que no a ti no…. Lola llevame
-Y mi Pepe qué...
-Enterrando muertos, Lola. Lo hace muy bien, y la sociedad no se puede privar de profesionales de la talla de tu Pepe.
-Pobre, el sol le vendrá bien, está tan pálido...
-Pero estar contigo le vendrá fatal así que llevame. Por cierto dame el folleto del viaje, Lola.
-Toma...
-¿Pero qué me das?
-Pues el premio, hija. La envidia te ha atocinado.
-Esto es un papel que pone que entras en un sorteo, nooooo que te haya tocado, Lola.
-Imposible, ¿te has puesto las gafas para leer claro?
-Sí. ¿Y tú?
-Ay, yo creo que se me olvidó... Pero en el sorteo ya estoy, eh...
-¿Sorteo? Anda, quítate de mi vista que me has hecho sufrir para nada, Lola... ¡Adiós!, ah, y no te quiero ver en una semana. ¿Entendido, Lola?
-Síiii, pesada. En cuanto llegues a casa te llamo, Mari Pili.
5 comentarios:
Y pensar que a mi entre el correo, lo que me dan en el supermercado y lo que me dejan en el portal me ofrecen opciones de docenas de viajes y no las aprovecho. Y lo que es mejor, me citan en un hotel para ofrecerme un producto -digamos una olla a presión- y si voy solo me regalan un jamon y si llevo a mi santa, amplian a un perfume. Nunca se me ocurrió probar.
Besos
Gracias, Mª Angeles, eres una buena amiga por tu comentario; lo recibo como un destacado galardón. Y vaya con las historietas de Lola, me encantan.
Besos.
Luis.
Debería tocarle el premio y que se fueran las dos al Caribe.
Y que luego lo contaran.
Besos.
Hola guapa, tienes un par de amigas la mar de simpáticas, con las situaciones que te crean te darán material para escribir para largo, tienes extraordinaria imaginación para componer una historia de cualquier situación de la vida, y dos hermosos personajes.
Me gustan tus historias.
Un abrazo.
Ambar.
Si la suerte de Lola se parece a la mía ya estuvo que ni ella,ni Pépe ni Maripili veran Punta Cana. =0(
¡Saludos!
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