-Mari Pili te veo mala cara, ¿qué te pica?
-Nada, Lola, nada. Tú últimamente me ves de todo y nada bueno, así que déjame en paz.
-Tal vez no sepas que padeces tecnoholic o workaholic… ¿Te has hecho mirar esos principios?
-Lola, yo no tengo principios.
-No, eso ya lo sé, pero cuando uno enrarece como tú lo has hecho es que padeces, lo que sea pero padeces.
-Padecer dices… Tu pesadez, Lola, eso es de lo que sufro.
-¿Tú has ido al médico?
-Mira, Lola, la última vez que fui a un médico fue para quitarme un grano en el culo y, ¿sabes lo que me quitaron?
-Ni idea porque con lo consumida que estás, poca tajada pueden sacar.
-Pues me quitaron, para que sepas, veinte kilos.
-¡Coño! Dónde está ese matasanos que voy ahora mismo… Claro que no tengo grano en el culo, Mari Pili… Dime cómo, de qué manera se puede uno poner un grano en el culo… Bueno, en vez de uno que sean seis o siete porque con la carne magra que me sobra…
-Lola, no te soporto.
-¡Va! Ni caso, siempre me lo dices y aquí sigues después de tiritantos años… Porque tú taturexia no tienes, ni esteticaholic, más que nada porque no tienes donde caerte muerta… Aunque… Ya sé lo que tienes… Mari Pili, qué lastima, qué pena, qué destrozo me das. Padeces blondarexia, tanorexia y shapaholic, de esto último en cantidades industriales.
-Lola ¿de dónde sales hoy?
-¿Yo? Huyendo de mi Pepe, como siempre.
-Me quieres explicar mis males y cerrar ya la boca.
-Mari Pili si cierro la boca no puedo descifrarte tu trilogía de males.
-Bueno pues explícate y luego callas. Empieza…
-Yo con la garganta seca no puedo hablar. Invítame a un algo
-Toma un vaso de agua y habla.
-Va a ser que no, Mari Pili. Yo con agua no me concentro. O me pide una copa de cazalla y tres croquetas, una por cada mal que padeces o no me puedo concentrar en tus males. Tú verás…
-Anda pide y empieza de una puñetera vez que tengo que ir a la Puri a comprarme un abrigo que está al ciento setenta por cierto de descuento.
-¿Ciento setenta por ciento, dices? Vamos, yo también quiero…
-Quieta ahí o te rebano los sesos. Te has comido las tres croquetas así que explica mis males yaaaaaa ¿Está claro, Lola?
-Como el agua, Mari Pili… Bien, comencemos… Dime cuántos abrigos y bolsos tienes…
-Entre los que tengo en el armario, más los del altillo, más los que escondo en el trastero, más los que guardo en casa de la vecina… Ay, Lola, creo que cientos ¿Eso es grave?
-Grave, grave, lo que se dice grave… Un poco, pero ya me ves a mí, aún no me he muerto por el shopaholic y es más, va a mayores, pero es que ¡Cómo me lo paso yendo de compras!
-Ya… Y lo de la blondarexia tiene cura, Lola…
-Esa es la menos grave, tranquila. Te tiñes de morena y solucionado y tu obsesión por ser rubia muere instantáneamente a manos de tu peluquero.
-¡Ah!... T la tanorexia, Lola.
-Nada, Mari Pili aquí has muerto a no ser que te vayas al África tropical como el Cola-Cao… Tú veras.
-Tan grave es, Lola…
-De achicharre total, Mar Pili. No ves que estás todo el día tomando el sol… Pues te has quemado. Claro que míralo de manera positiva cuando te mueras no necesitarán incinerarte. Sales barata y económica. Además, si me invitas a una croqueta más te digo que hacer con tus polvos… ¿Te hace?
6 comentarios:
Muy original el escrito, me identifiqué demasiado con Lola y me escapé de algunas MariPilis que agotaban mi coraza.
Bss.
Vaya que Lola anda un poco desatada... Muy agradable la lectura.
Un fuerte abrazo.
No te quites ningún grano,
si a los kilos te refieres,
al los hombres, las mujeres,
en bikini y en verano,
les gustan gordas, no en vano,
quieren que estén de buen año
cuando se hacen el baño
y gozar cual buen hispano.
hola ma. angeles, tanto tiempo. Me gustó mucho tu relato: ameno, uno se identifica tanto con una como con otra.
te mando un beso. Nos vemos, espero que andes bien.
Como siempre, genial...
jajajajajajjajajajajajajjaja... En verdad me haces reir mucho. Eres genial!!!!!
Un gran abrazo para ti.
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