- Ay Mari
Pili, menos mal que has venido…
- ¿Me puedes decir, Lola, cómo tienes la desfachatez de sacarme de la cama y obligarme a venir a tu casa a las seis y media de la mañana? Medita primero tu contestación o te parto la cara.
- ¡Santa Críspula bendita! ¿Te levantas así todos los días? Pobre Paquito… Él y yo, directos a los altares.
- Lola, no me has contestado…
- Hija, es que tu violencia coarta a mis necesidades, coña. Yo necesito dulzura, comprensión, armonía, amor…
- Pídeselo a tu Pepe…
- No puedo, presiento que está astrologado y, además,…
- Astra, ¿qué?
- Astrologado, estragado o cómo puños se diga. Además, no quiero que se desenamore de mí. Mari Pili.
- Pepe, después de treinta y tres años, soportándote, está a prueba de bombas, Lola.
- Pero tú más, Mari Pili, llevo aguantándote cuarenta y ocho años…
- ¿Aguantándome, dices? Serás fresca, caradura, impresentable, egoísta…
- Para, mujer, que como sigas así, también te estrágalas.
- Bueno, ¿qué quieres?
- Tengo que ir a la prueba del cáncer de colon y ya sabes…, tengo que recoger mis heces…
- ¿Y?
- Pues que ni sé y me da mucho asco.
- ¿Y?
- Pues fácil, Mari Pili, hasta un niño pequeño me entiende. Quiero que lo hagas tú por mí.
- ¿Cuál?, ¿las heces?
- No mujer. La materia la pongo yo y tú la analizas, la recoges y la metes en el botecito.
- ¿Te estás oyendo, Lola? Yo lo hecho solita, me pregunto cuándo vas a asentar la cabeza, hija…
- Nunca, no te hagas ilusiones falsas… Aunque pensando, me has ocultado que tú te hayas hecho ya la prueba. Mentirosa, oculta verdades, piojo…
- Es una campaña nacional para hombres y mujeres. Me lo mandaron y lo hice. No te voy a estar contando todo, vamos, digo yo…
- Pues sí, a una amiga se la cuenta todo de todo.
- Para ti la perra chica, Lola. Me voy.
- Noooooo, no te vas. Lo hacemos y te invito a un café en el bar que te gusta y con churros, ¿vale? Por fi, anda, Mari Pili…
- Que todo sea por esos churros… Venga, entra en el baño. Yo te dirijo desde la puerta… ¿Lola?
- ¿Qué, Mari Pili? Sí, sí, ya, ¡Qué lista soy!
- Pues, ¡hala, vamos! Dejamos la muestra en el ambulatorio y nos tomamos el cafelito con los churros.
- Vale, pero pagas tú, Mari Pili.
- ¿Cómo dices, Lola?
- Qué pagas tú. No voy a poner yo todo. Pongo heces y, encima, tu primera experiencia excitante del día. Así, qué mínimo, que tu pongas algo de tu parte, ¿no? La amistad es una calle de doble vía…, lo dice la peli Armas de mujer.
- ¿Me puedes decir, Lola, cómo tienes la desfachatez de sacarme de la cama y obligarme a venir a tu casa a las seis y media de la mañana? Medita primero tu contestación o te parto la cara.
- ¡Santa Críspula bendita! ¿Te levantas así todos los días? Pobre Paquito… Él y yo, directos a los altares.
- Lola, no me has contestado…
- Hija, es que tu violencia coarta a mis necesidades, coña. Yo necesito dulzura, comprensión, armonía, amor…
- Pídeselo a tu Pepe…
- No puedo, presiento que está astrologado y, además,…
- Astra, ¿qué?
- Astrologado, estragado o cómo puños se diga. Además, no quiero que se desenamore de mí. Mari Pili.
- Pepe, después de treinta y tres años, soportándote, está a prueba de bombas, Lola.
- Pero tú más, Mari Pili, llevo aguantándote cuarenta y ocho años…
- ¿Aguantándome, dices? Serás fresca, caradura, impresentable, egoísta…
- Para, mujer, que como sigas así, también te estrágalas.
- Bueno, ¿qué quieres?
- Tengo que ir a la prueba del cáncer de colon y ya sabes…, tengo que recoger mis heces…
- ¿Y?
- Pues que ni sé y me da mucho asco.
- ¿Y?
- Pues fácil, Mari Pili, hasta un niño pequeño me entiende. Quiero que lo hagas tú por mí.
- ¿Cuál?, ¿las heces?
- No mujer. La materia la pongo yo y tú la analizas, la recoges y la metes en el botecito.
- ¿Te estás oyendo, Lola? Yo lo hecho solita, me pregunto cuándo vas a asentar la cabeza, hija…
- Nunca, no te hagas ilusiones falsas… Aunque pensando, me has ocultado que tú te hayas hecho ya la prueba. Mentirosa, oculta verdades, piojo…
- Es una campaña nacional para hombres y mujeres. Me lo mandaron y lo hice. No te voy a estar contando todo, vamos, digo yo…
- Pues sí, a una amiga se la cuenta todo de todo.
- Para ti la perra chica, Lola. Me voy.
- Noooooo, no te vas. Lo hacemos y te invito a un café en el bar que te gusta y con churros, ¿vale? Por fi, anda, Mari Pili…
- Que todo sea por esos churros… Venga, entra en el baño. Yo te dirijo desde la puerta… ¿Lola?
- ¿Qué, Mari Pili? Sí, sí, ya, ¡Qué lista soy!
- Pues, ¡hala, vamos! Dejamos la muestra en el ambulatorio y nos tomamos el cafelito con los churros.
- Vale, pero pagas tú, Mari Pili.
- ¿Cómo dices, Lola?
- Qué pagas tú. No voy a poner yo todo. Pongo heces y, encima, tu primera experiencia excitante del día. Así, qué mínimo, que tu pongas algo de tu parte, ¿no? La amistad es una calle de doble vía…, lo dice la peli Armas de mujer.
M Ángeles Cantalapiedra
©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla...Gymnopédies
©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla...Gymnopédies
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