domingo, 14 de diciembre de 2008

LOLA, MUJER DE ROJO

-Mari Pili éste es nuestro gran momento.
-¿Ah, sí? ¿Y cómo lo sabes, Lola? ¿Esta noche has desarrollado entre ronquido y ronquido, dotes adivinatorias?
-Primero, no ronco. Es Pepe quien sopla fuerte y, segundo, mis instintos primarios, ya que los secundarios los tengo sin estrenar para que no se me gasten, me indican, como te decía, que ha llegado nuestro momentazo.
-Si eres tan amable, Lola, indícame en qué consiste nuestro momentazo, me tienes intrigadísima.
-No hay más que verte para notar que lo que te estoy contando te importa una higa. Has seguido depilándote las cejas sin parar un micro segundo a mirar mis palabras sesudas.
-Paro. Ahora dime…
-Es nuestro momento estrella. Si no lo aprovechamos, somos gilipollas.
-Lo somos, Lola, lo somos.
-Sí, es cierto, es una verdad irrefutable y como es tan grande vamos a aprovecharla.
-¿En ser, aún, más gilipollas, Lola?
-Tenemos una gran labor social, un compromiso adquirido por…
-¿Ser idiotas, Lola? ¿Taradas, mermadas, por estar majaretas?
-Déjame terminar. Te pareces a Pepe sabiendo todo y no dándose cuenta de nada, hija.
-Me callo. Habla que es lo que verdaderamente te gusta… Pero ojito con poner palabras que no he dicho, ¿eh?
-… Es nuestro momentazo, Mari Pili.
-Si no me equivoco, lo has dicho ya seis veces. ¿Podrías avanzarme un poco más de información, Lola, por favor? Mis cejas me esperan.
-¿Qué te dicen las palabras gilipollas y crisis?
-Déjame pensar… Ya. En tiempos de crisis desarrollamos más gilipolleces.
-Sí, más o menos. ¿Tienes lápiz de labios rojo? ¿Un vestido rojo?
-Nada, no tengo nada.
-¿No? Anda, pues yo tampoco. Pues tenemos un problema, Mari Pili… ¿Tendrías a mano el teléfono de Carmen Posadas?
-¿Quién es ésa?
-Una que se casó, descasó, se volvió a casar, se puso viuda y la dio por escribir.
-¡Ah!... ¿Es que ella también es gilipollas como nosotras, Lola?
-No, ella tiene en común con nosotras nada más que es mujer y dice lo que le da la gana… Como nosotras.
-¡Ah!
-Deja de decir “ah” y vamonos al mercadillo. No podemos perder nuestro momentazo.
-No me muevo hasta que me digas en qué consiste nuestro momentazo. Y como sigas así, ya te puedes ir con la Posadas.
-La crisis arrecia… La humanidad nos necesita, pero nos falta lipstick rouge en nuestros morros y un vestidito rojo sencillo aunque sexy.
-¿Para qué, Lola? Las gordas como tú no pueden estar sexys.
-No me toques las chirimoyas, Mari Pili, mujer disecada y escuchimizada. Las gordas, además de chicha, tenemos un carácter envidiable y ahora crean vestuarios maravillosos con rajas y todo para estar atractivas a tope.
-¿Con rajas para que se os vea la grasa?
-¿A que te doy un revés que te dejo mirando a Murcia? Raquítica, que estás como una pasa.
-Vamos, pero no te me lamentes cuando yo sea la más y tú seas… la menos. Por cierto, ¿cuándo, demonios, me vas a decir en qué consiste nuestro momentazo, guapa?
-En tiempos de crisis, la gente necesita reír, reír a mandíbula batiente… Para olvidar que no puede llegar a fin de mes sin hacer trampas a la cuenta corriente.
-Ya… Y nosotros somos el chiste, ¿no?
-Sí.
-¿Y el rojo, Lola?
-Para olvidarnos de nuestra propia crisis, Mari Pili… Lo ha dicho la Posadas que lo ha leído en no sé dónde.
-¡Ah!
-Cierra la boca que te entran moscas con tanto “ah”.

7 comentarios:

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Haz el favor de decirle a Mari Pili que no te llame gorda porque si no se las va a ver conmigo. A ver si le digo yo a ella que es una charlatana de tres al cuarto.
Un beso, Lola.

Marta dijo...

De rojo como los números de las cuentas corrientes de todos!!!! A que sí Lola?

Marta dijo...

Lola, Cristina me envía besos para ti, y disculpas por lo del blog, pero por ahora se está tomando un KIT-KAT!!!!!. Volverá!!!!.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Con mis mayores deseos de que pases tú y tu familia unas felices Navidades. (Besitos a Lola)
Un abrazo

VILLANCICO DE NAVIDAD
Terly

Fue un día veinticinco de Diciembre,
cuando nació el Niño Jesús en Belén,
¡Qué frío más grande el de aquella noche!
se helaron los charcos y el pozo también.

María y José cantaban al Niño
canciones más viejas que Matusalén
y los pastorcillos con gracia sonaban
zambombas, panderos y hasta la sartén.

Mientras la mula y el buey resoplaban
y daban calor al Rey en los pies,
los Magos le dieron valiosos regalos
de oro, incienso, mirra y dijeron, amén.

Una estrella brillaba en el cielo
que iluminaba toda Jerusalén,
¡anuncio de Dios que a todos traía
un mensaje de amor, de paz y de bien!...

Rogger dijo...

HOLA, QUÉ TAL. ME PARECIÓ SIMPÁTICO ESE ROJO QUE PINTA Y ENGRANDECE LA SENSUALIDAD DE LOS DOS DOBUJOS QUE MUESTRAS. SALUDOSS

Julia dijo...

jajajja... es increible lo MAZIZA que está esa dibujito animado...

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Una vez mas, graciosa, desenvuelta con una ironía inteligente que hace seguir tu discurso hasta el final...eres fenomenal...un beso de azpeitia