-¿Qué quieres Lola?
-Buenos días Doña Fernández, soy Dolores García de TutoBank... El motivo de mi llamada es...
-Corta el rollo, Lola, que estoy guisando unas ancas de rana para mi Paquito.
-Disculpe Doña Fernández. Tengo el placer de poderla ofrecer ancas de rana al por mayor. Se las guisamos también.
-Lola, por dios, cómo han sido tan insensatos de volverte a readmitir en TutoBank. Eso es cualquier cosa menos un banco. Qué lastima, qué pena, qué destrozo
-Doña usted no me puedo salir del guión porque me echan si no, ya la contestaría como se merece. Además esto no es un banco, somos la boutique del inversor más avispado.
-Bueno, ¿para qué me llamas?
-Necesitaba oír tu voz, Doña Fernández.
-Pues yo estaba tan a gusto sin oír la tuya... Lola, ¿no te gustaré, verdad? Ya sabes, tú me entiendes...
-Lo sé y te entiendo, pero no estoy tan desesperada, lo único es que tengo que hacer un número de llamadas... Hoy en promoción tenemos bisoñés en color fosfato. Medias elásticas con tirabuzones para sujetar muslos pequeños...
-Repite Lola, por favor...
-¿Cuál de las sandeces que vendemos?
-Loooola, que las llamadas se graban.
-Ay, madre, es verdad. Espera que recompongo el guión... Doña Usted, de nuestras magníficas promociones, le obsequiamos sin sorteos ni llamadas un viaje.
-¿Un viaje? ¿Qué he de comprar, Lola?
-Compra las medias con tirabuzones es lo menos malo...
-Loooola, la lengua.
-Ayyyy, leñe, es que no la domino. Mi lengua no tiene dueño. Bueno Doña como se llame, la pongo ¿Cien pares? Es lo mínimo que despachan
-¿Cieeeeen pares? Si sólo tengo dos piernas, Lola
-¿Y quién no la dice a usted que de hoy para mañana no la crecen más? Ya ve, hace dos días, no había amapolas en el campo y ahora está plagadito. ¿Y por qué? Porque es primavera en TutoBank, Doña Saga de los Fernández.
-Vale, mándame cien... Ah y el viaje, claro. ¿Adónde es, por cierto, Lola? Ah, ¿Cuánto cuesta?
-A dónde quiera, Doña Clienta. Y cuesta doscientos.
-¿Doscientos qué, reales, euros, dólares, yenes? ¿Cuántas personas pueden ir?
-Doscientos lo que sea, trabajamos todas las monedas. Y de viajar, Usted, Doña Mari Pili. No más.
-Lola te da igual ocho que ochenta. Doscientos y no sabes si son millones o qué. ¿Y qué hago en Moscú yo sola, Lola? Haz trampa y sácame un pasaje para Paquito.
-No puedo, Doña. Compre ciento cincuenta fiambreras y hago un poder. Y no sé si son doscientos millones o dos mil, estoy muy cansada.
-¿Ciento cincuenta? Si no tengo armarios, Lola.
-La rebajo dos y cerramos el trato, Doña Pilarica. Ciento cuarenta y ocho fiambreras y un viaje.
-Vale, Lola. ¿Pero qué meto en tanta fiambrera?
-Cien medias con tirabuzones y la sobran cuarenta y ocho para regalar en reyes y fechas señaladas... Ojo, ni se te ocurra regalarme ni una fiambrera. Son más malas que un dolor de muelas...
-Jó, Lola, cuánta mierda he de comprar para tener unas vacaciones gratis. ¿Qué día hemos de estar en el aeropuerto?
- Dirá en la parada de autobús, Doña Fernández. Es un viaje de ida, que no de vuelta, a cualquier parte de su ciudad natal, es decir donde vive actualmente, Doñita. ¿A qué es fantástico? Es que verá usted, ya esos viajes de ir a París, Roma..., se han pasado de moda, ahora se lleva el turismo interno... ¿Fernández? Oiga... Me ha colgado. No lo entiendo, cada día es más rara esta chica.
5 comentarios:
Jajajajaja... que no me llame a la consulta, ¡por favor!
Besotes, querida Mª Ángeles y feliz semana.
De esas llamadas decibo dos o tres al dia.
En la última pretendían venderme libros y me limite a responder "soy analfabeto".
Un beso
¡Mi Dios! Doña Fernández debe estar hasta el moño de Lola, y ahora de fiambreras malas y medias... jajjajajaa
Siempre es una carcajada pasar a leerte, Ma. Ángeles :)
Besotes.
Pobre Lola.
La gente se ha vuelto de un exigente... mira que rechazar un viaje tan exótico como a su ciudad natal...
Besos.
Un viaje es siempre un viaje. ¿Por qué decir que no? Te vas, disfrutas, vuelves, te integras de nuevo a la monotonía de lo cotidiano... ¡pero que te quiten lo bailado! Chicas, la vida es un suspiro mal suspirado...
Y el beso muy cerca de tu boca.
JULIO.
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