Costa de Geria, agosto 2015
Querida Mari
Pili, stop.
Vuelve ya de
vacaciones, coño, ya te vale, stop. La vida sin ti es como un baño sin papel higiénico, punto y
coma; una mierda, stop.
Pepe no me
aguanta y clama porque vuelvas, será basurilla el tío. Todo porque como no
estás y las horas parecen tortugas buscando agua, pues me voy a la funeraria.
Ya sabes que soy muy limpia, así que paso el polvo a los sarcófagos, a Pepe si
se deja, a un par de esqueletos que hay para medir tamaños. Mira, uno de ellos me ha dicho que estaba hasta los
güevos de que le saquen y le metan; el otro día se le cayó una costilla y ni se
la han pegado… unos desalmados. Pobre esqueleto, ¿verdad?
Venden, que no lo
sabía, panteones, me lo comentaba Pepe emocionado. Yo veo poco glamour en ese
negocio, qué quieres que te diga. Dice que deja dinero así que como soy una
grandísima comercial pues intenté vender uno. ¡Ojo!, comenté al muerto que le
hacía un descuento si me compraba una Termomix. Claro, me contesto que él creía
que ya no la daría mucho uso, pero yo le abrí los ojos y le dije “Don Muerto,
usted no, pero su viuda sí”… Nada, se me cayó la venta porque justo cuando
estábamos regateando, llegó la susodicha… Oye, más contenta y comentó que su
marido se merecía lo más barato. Total, se llevó una cajita de pino. Fíjate que
el muerto ya se veía en el panteón con dos ángeles en tamaño tridimensional con
el cuerpo agujereado para meter flores de plástico que aguantan mejor los
cambios de estación.
Luego, yo
entiendo, Mari Pili, que desquicie a Pepe porque es tal el tedio que me duermo
y la semana pasada me dormí en un nicho portátil último modelo, ¡ojo al dato!
Lleva sábanas de raso y almohada de muelles. El color es un poco oscuro, poco
alegre, en negro. Y los muelles, para un muerto que aunque siente, siente poco,
vale, pero para una viva como yo pues creí que me taladraban los sesos. Aún con
eso me dormí.
¿Qué pasó? Pues
que al nicho portátil lo vinieron a recoger… Ahora dudo si vino el difunto o la
familia. Bueno, da igual, el caso es que se llevaron el chisme a su casa y
cuando lo abrieron para meter al muerto pues aparecí yo que, cómo sabes, mis
despertares son alegres y cantarines, y justo ese día me desperté cantando el
Aleluya… ¡Qué susto se llevaron!, tanto que devolvieron el nicho portátil, pero
se les olvido meterme y cuando volvieron me encontraron en amena charla con el
finado… Más berridos… Y llamaron a Pepe
a que fuera a recoger el cadáver vivo; vamos, yo. Cuando Pepe entró y me vio…
Que no me habla, ¿te lo puedes creer, Mari Pili?. Es más, me ha prohibido que
pise la funeraria.
… Este es el
resumen de mi vida sin ti. Hija, vuelve pronto, un poquito de por favor…
Siempre, a plazos o en hipoteca, tuya, Lola
1 comentario:
Hola M.Ángeles.
Hacía tiempo que no te leía, acabo de ver tu publicación y las carcajadas brotan solas, muy cierto que el verano se hace largo, y si no disfrutas de la playa o unas buenas vacaciones en lugar fresquito se hace mucho más.
La pobre Lola de nicho en nicho, de esqueleto en esqueto...no me extraña que su Pepe esté deseando que Mari Pili vuelva lo antes posible.
Un abrazo.
Ambar
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