miércoles, 31 de mayo de 2017

CAMINO DEL ROCÍO

Está claro, nací para la alegría, para la expresión sustantiva y de paso para la charanga. Es oír una comparsa y, aunque esté atada a una silla, mi espíritu sale danzando y al cuerpo que le den, ¡hala, a por otra cosa mariposa!
Cuento esto porque tengo una pena muy gorda y negra. Hoy tendría que estar comenzando el camino del Rocío con mi prima Blanca que es otra que está zumbadísima, tal vez porque por compartimos sangre, digo yo, yo qué sé… El caso que ella se larga y aquí la presente se queda.
Sin embargo he decidido ser positiva porque lo que es, es, y es tontería sufrir para nada. Así que me acabo de colocar el clavel en la cresta, colgado al cuello la medalla  rociera de Triana y puesto la salve. Perro me mira no comprendiendo que a estas horas tempranas su ama confunda realidad con ficción; he tratado de explicárselo, pero lo único que he conseguido es que echara las orejas para atrás en dirección del viento. En fin, es lo que hay…
En estos casos me gustaría tener el don de la ubicuidad y desdoblarme y estar en cincuenta sitios, pero Dios solo me concedió el don imaginativo de un escritor por lo que hoy lo uso para mi autodefensa ante la frustración de no poder vivir en directo y quedarme la ficción para que en ella haga lo que me dé la real gana.

¿Qué me atrae del Rocío? Todo porque nada conozco. Iba a ser mi primera vez y ya se sabe que “esa primera vez” se mitifica y se guarda en las estanterías de la memoria para cuando te dé la nostalgia subas y mires aquel momento excelso que una vez viviste. A lo mejor resultó ser una castaña, no nos engañemos pero tú lo elevaste hasta endiosarlo.
Me imaginaba, me imaginaba tanto… El polvo del camino en mis pies inquietos. El color, sí ese colorido aroma de los mil y un matices que nos regala la luz según viene, y según se va. Esos riachuelos en los que refrescar el sudor. Posar tus ojos en rostros anónimos y prendarte de sus gestos. Beber el fervor de otros aunque tú no seas capaz de sentirlo. La hoguera al caer noche cerrada con sus chispas y manos al aire mientras el embrujo de una guitarra arrolla tus sentidos. La feminidad mal consentida de las mujeres luciendo sus trajes de flamenca… Tantos matices por vivir y sentir que…

A la vida la pides, claro que hay que pedirla, ahora sí, luego ella te dará o no, esa es la cuestión. Y luego tu priorizarás, así hace la gente sensata y, yo, por una vez en la vida lo he sido.
“¿Rocío o escritora?” Me preguntó la insolente de la conciencia y ganó ella, la que cada mañana se pone a soñar para vosotros, los lectores.
¡Puerca miseria! Ahora mismo me planto el traje de flamenca y me pongo a poner lavadoras… Es cierto, los escritores somos mortales y hacemos lo que todo el mundo hace: discutir, ir a la comprar, remendar los calcetines de tu Pepe, poner verde a la vecina, palpar la vida en todas sus vertientes…, esas cosillas de la maravillosa rutina diaria.

Dios te salve María, 
del Rocío señora, 
luna, sol, norte y guía, 
y pastora celestial. 

2 
Dios te salve María, 
todo el pueblo te adora, 
y repite a porfía, 
como tu no hay otra igual. 

ESTRIBILLO 
Olé, olé, olé, olé, olé, 
olé, olé, olé, olé, olé, 
olé, olé, olé, olé,olé, 
olé, olé, olé, olé, 
al Rocío yo quiero volver, 
a rezarle a la Virgen con fe 
con un... 
(BIS) 

3 
Dios te salve María, 
manantial de dulzura, 
a tus pies noche y día, 
te venimos a rezar. 

4 
Dios te salve María, 
un rosal de hermosura, 
eres tú, madre mía, 
de pureza virginal. 

ESTRIBILLO
Ay Virgencita del chiringuito más próximo llévame al Rocío, leñe…

3 comentarios:

Reina Letizia dijo...

Ole ole ahí voy yo. ¿Habrá un banquito para sentarme? No me gusta andar mucho sobre mis tacones.

Besos de Reina

lillymarmat dijo...

Aparte de que me río, aprendo mucho leyendo tus escritos. Ahora sé que hay una fiesta de la Virgen del Rocío, tal vez un peregrinaje hasta su capilla. La cosa es que admiro vuestra devoción. Acá, los chilenos, aunque somos hijos de España, hemos ido perdiendo nuestra fe católica. En el año, hay una sola procesión donde llevan a la Virgen del Carmen, que es la Patrona del Ejército de Chile.
Siento tanto que no puedas ir a la fiesta. Ya vendrá otra ocasión mejor. Animo, Lola. Lola. Que si tú no sonríes, no hay sol.

Maria De Los Ángeles dijo...

Hola tocaya. Tu comentario me ha parecido simpatiquísimo. A mi también me hubiera gustado ir al Rocío, claro cuando era más joven, ahora quizá no llegaría ni a la mitad del río Quema.
Ponte los claveles en el pelo, la medalla al cuello y haz como yo, te pones la salve rociera cantada por Isabel Pantoja por la noche, cuando todo está silencioso, verás que bien te sientes.
De momento te mando un saludo desde Madrid.