“El
que da lo que tiene, no está obligado a dar más” El refrán es más o menos y es
que me ha llamado una amiga, tan alegre como mi Pepe, para aliviar un poco mi
pena y me ha ofrecido ir a un funeral y yo, con tal de no estar sola, pues como
hasta que me afilio a Podemos; tranquilos, cuando volviera a mi ser, iría a que
me devolvieran la cuota y tan amigos; si hay algún Podemita que no se me
ofenda, por favor, porque si lo pensáis bien, ¿os pega una banda de rock en la
corte del rey Arturo? Pues eso…
Bueno
a lo que iba… Hasta la hora del alegre plan, pues me hice un listado de cosas
para no pensar y me dije “lolilla pon la lavadora”, voy y la lavadora ha muerto
y me digo “Leches, Lolilla se te muere tó” Y en esto que hago asociación de
ideas que se me cruzan a medio pensar: tomarme un vino para estimular el ánimo
y agua para las plantas que si no también se me mueren. Voy y me pongo a la
causa, la del vino y el agua y confundo el proceso… Tranquilos, pronto me di
cuenta la botella que estaba enchufando a la planta sedienta y me dije
“Soooooooo, Lola”
Visto
mi descentre, pasé a un segundo plan de acción “Las sardinillas para el gato
piojoso”, con la suerte que mi Pepe se hincha a sardinas enlatadas; había en
casa. Me lavé así por encima y me bajé al jardín. Miré a un lado, a otro, nada
por aquí, nada por allá y me senté en el parquecillo. ¿A qué? Yo qué sé, pero
no habían pasado cinco minutos y vi frente a mi banco al gato… ¡Rediez, más
feo, imposible! No exagero si os digo que tiene los pelos como si hubiera
sufrido un electrocutamiento en media fase o le han llevado a la peluquería de
un enemigo, no sé, algo así.
Total,
le llamo “Pollo, ven para acá” ¡Leches! Va y se acerca. Perdonad por mi
lenguaje chabacano pero me a-co-jo-né. Luego medité “lola, lolilla, Lola, la
pinza que se te vaaaa… Dale las sardinas y lárgate” Yo obediente a mi poca
sensatez abro la latilla, la pongo en el
medio y me retiro… ¿Diréis? De pronto, no sé de dónde salió, pero salió otro
gato.
¡Ay
qué gato más bonito! De esos de pelo largo bien mullido color beis, ojos
inmensamente azules y collar de Swarovski;
vamos lo que toda la vida se ha conocido por un gato pijo, de los pijos de toda
la vida. Y va, saca los dientes afilados y el piojoso sale zumbando. Entonces,
el pijo, en vez de comerse miiiiiiiiiiis sardinillas, comienza una exhibición al
estilo top model. Estiramientos por aquí, ahora me paro porque me da la gana…,
hasta que decide meter la nariz en miiiiiiiiiii latilla y oigo “Genaro, ni
hablar” Y el pijo sale como alma que lleva el diablo y una voz en las alturas
dice “Eso es veneno para mi gato, señora”… Estuve por decirla, pero no dije
nada, ¿para qué? Llamándose Genaro como que…
Vamos
que llamar a un gato pijo Genaro…
Cuando
me volví, la latilla estaba vacía. La tiré en la papelera y me fui.
3 comentarios:
Tu forma de escribir siempre me hace pasar un rato entretenido mientras te leo y, al final, me arrancas una sonrisa ¿Se puede pedir más?
Gracias,Lola, eres única.
Cariños.
kasioles
Lola, si estoy algo triste, si me ataca el pesimismo...Pués, me mejoro de todo leyendo tus cosas. Lola, me encantó lo de los gatos. Acá a un gato " pijo" se le diría gato " cuico". Y te quiero confesar que sin ser cuica, sino de modesta clase media, tuve un gato siamés llamado Genaro. ¿ Por qué le puse así? No me acuerdo...Se salió a la calle y lo hallé muerto en un jardín vecino. ¡ No sabes lo que lloré!
Con respecto a Podemos ¡ ay! Aquí nos ha salido un Partido político calcado de ellos. Se llama Frente Amplio. Y lo peor es que sacó ¡¡ 20 diputados!! La gente está re loca. Lo más malo es que el 17 de Diciembre tendremos elecciones de Presidente y capaz que salga electo un tipo que se está aliando con los cabeza caliente del frente Amplio. ¿ Qué nos espera?
Solo leerte a ti para pasar las penas...
Diosa Santo que manera de reirme, solo me imagino mucho todo lo que cuentas...por ejemplo ese me senté en el parquecillo. ¿A qué? Yo qué sé, jajajajajaj ayyyyyyyyyyyyyy, que vacilon :* besos Lola.
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