-Mari Pili, soy Lola… ¿Qué haces?
-Pues qué voy a hacer, el maldito pollo de noche buena.
-Ah… ¿No comemos corderito?
-Lola, Lola, no me toques más las chirimoyas. ¿Acaso no nos teníamos que comer el pollo de tu Pepe?
-¿Y corderito, no? Qué lástima, yo siempre creyendo en los milagros. En noche buena se come lo mejor de lo mejor y… un pollo no deja de ser un pollo, Mari Pili.
-¿Es que un pollo no es animalito de Dios, Lola?
-Sí, sí, por supuesto, pero de segunda división, de rango inferior y basta que celebremos el cumpleaños del niño Dios, pensé que me ibas a invitar a corderito.
-¿Cómo qué te iba a invitar, Lola?
-Te recuerdo que mañana es noche buena y me has invitado a cenar. Bueno, a mí, a mi Pepe, a mis niños, a mi santa madre, a mi cuñada, a mi tía Lola, a mi prima, a…
-Paaaaaaaaaaara, Lola. ¿Pero tú de qué vas?
-¿Yo? Pues de yo misma mismamente… Si necesitas algo, saco los fideos de mi cesta de navidad, ahora que me daría mucha pena porque es tan pobre que si los saco, sólo me queda la bolsa de pipas. El hueso de jamón ya lo gasté.
-Lola yo no te he invitado a mi casa.
-¿Ah, no? Pues qué grosera… Da igual, me invitas ahora. No soy rencorosa.
-Lola, un pollo, es un pollo… ¿Tú crees que da de sí para veinticinco?
-Mari Pili acuérdate de las bodas de Caná.
-Esto no es una boda, Lola, así que tú cenas en tu casa y yo en la mía.
-Aporto mi pollo y mis fideos. No se hable más. ¿A qué hora vamos?
-A ninguna, Lola.
-Entonces, ¿cómo pretendes que celebremos tu lotería?
-¿Qué lotería, Lola?
-La que te tocó ayer. Eres inmensamente rica. ¿Y yo?... Pues como siempre. Paupérrima.
-No me ha tocado nada, Lola.
-¿Cómo no te va a tocar nada, coña? No te me hagas la víctima, eh. Me ha tocado a mí y no te va a tocar a ti… Hombre por Dios…
-¿Qué te ha tocado la lotería, Lola?
-Pues sí, hija, sí, ya era hora de que llegara la justicia a mi pobre cuenta corriente. Siempre vestida de navidad, en verano, en otoño, en primavera, siempre en números rojos, ya te digo, de navidad todo el santo año.
-Ay qué alegría más profusa, Lola. Entonces, ¿me vas a regalar el pañuelo de Hermés?
-Por su puesto, Mari Pili. Yo comparto mi buena racha, no como ooooooooootras… Ah, compraré dos botellas de gaseosa, para brindar.
-¿Gaseosa, Lola? Taba, más que taba. Tacaña, ruin, de la cofradía del puño cerrado. ¿Cuánto te ha tocado, tía husmia, para comprar gaseosa en vez de cava?
-Me ha tocado la lotería de Comisiones Obreras y como partido obrero, me ha tocado quince euros, Magui Pili.
-Dos gaseosas están bien, Lola… ¿Te llega para regalarme mi pañuelo de Hermés?
-Mujer, llegar, lo que se dice llegar, yo por ti llego a dónde sea menester… Voy a ir al mercadillo, allí sí que me llega… ¿Bueno, mañana a qué hora vamos?
-A ninguna, no te he invitado.
-Magui Pili, no me lleves la contraria que hoy estoy de parto y cómo me lo provoques nuevamente, te ahogo.
-Ah… ¿Es que estás embarazada? ¿Loooooola, con tu edad?
-¿Qué la pasa a mi edad?... Hace hoy veinticuatro años que estaba embarazada de Peluche y cada veintitrés de diciembre me vienen los síntomas de embarazo y parto.
-Pues, anda que no te dura a ti el parto…
-A mí me dura todo mucho. ¿No te ves a ti? Cuarenta y cinco años juntas y ahí estás como la estatua de Zorrilla con el dedo apuntando a no sé dónde. Me imagino que mandándome a paseo, pero aquí estoy yo esperando a que me invites a tomar pollo con gaseosa en tu casa el día de noche buena, porque creo que ya es hora después de tantos años, ¿no crees que me lo he ganado?
-No te invito, Lola. ¡Adiós, felices pascuas!
-Magui Pili… ¿Magui Pili? Anda, coña, que me ha colgado… ¿Y ahora qué hago?... ¿Alguien me invita a cenar en su casa mañana? Somos sólo catorce o veinte, y no comemos mucho, Pongo yo los fideos y la gaseosa.
2 comentarios:
Desde luego esta Magui Pili es poco hospitalaria.
Justiniano dice que estaría encantado de invitar a cenar a Lola en una marisquería del Puerto Olímpico de Barcelona.
Y Magui Pili que se fastidie.
Besos.
La lotería de Comisiones Obreras que lleve las gaseosas y se quede a cenar.No alcanza pero la amistad es la amistad.
Feliz Navidad!
Publicar un comentario