- Sí, Lola, sí, me lo has preguntado cien veces y cien veces te he contestado que acabábamos de pasar Albillos de Abajo.
-Y con eso qué me quieres decir si estamos bajando en vez de subir?
- Pues que en el mapa pone que primero se pasa Albillos de abajo y después está Albillos de Arriba.
- Pepe, el mapa se ha equivocado, o has empezado la carretera al revés. Estamos bajando, luego lo que dejamos atrás en lo alto era…
- Lola cállate. Mira cuánta curva y cómo me distraigas, nos salimos de la carretera.
- Tú lo que quieres es rematar al muerto que llevamos ahí atrás y vender a la familia una segunda caja mortuoria… Ay, toma las curvas más despacio, no ves que el muerto se está mareando. Lo menos ya está más pálido el pobre… Por cierto, ¿cómo se llama?
- ¿Quién, Lola, quién?
- ¿Quién va a ser? El muerto
- Patrocinio, Lola.
- ¿Y qué patrocinaba, Pepe? ¿Ovejas, vino, toros de lidia?
- ¿Pero qué estás diciendo, Lola?
- No estoy diciendo, Pepe, pregunto. Quiero aprender cosas del pobre muerto.
- ¿Para qué si no le vas a volver a ver en la vida?
- Y un cuerno, Pepe. Cuando vayamos al cielo allí estará Patrocinio y le contaré como estaban sus ovejas churras desde que las dejó. ¿O era vino?
- Lola, si no puedes soportar el silencio, cállate, alma de cántaro, un rato.
- Hijo, es que si el muerto no habla, por lo menos nosotros le entretenemos un poco, ¿no?
- Lola, qué ganas tengo de que vuelva Mari Pili, vaya días que me estás dando… ¿Cuándo vuelve?
- No sé. Se ha ido de retiro porque tiene el corazón partío. Mientras estoy contigo amenizándote un poco que falta te hace.
- No hace falta, Lola. Mi profesión es austera.
- Mira Pepe, una cosa es sencillo, recogido y otra que mates al muerto de austeridad con lo que le gustaría que le contaras un par de chistes, que le pusieras música. No sé, algo más ameno.
- ¿A quién, Lola?
- ¿A quién va a ser? Al muerto… Mira, Pepe, Albillos de Abajo… Te lo dije, te lo dije y el muerto mareado. Da la vuelta.
- Ya voy, ya voy… Y no me hables porque me he equivocado por tu culpa.
- Vale, no te hablo, sólo me dirigiré a Patrocinio… Pepe…
- ¿Qué pasa ahora, Lola?
- Que no está…
- ¿Quién no está?
- Ha huido, Pepe, ha huido… ¡Hala, qué tomate!
- ¿Pero quién, Lola?
- El muerto, patrocinio, el de las ovejas y el vino. No está.
- ¿Cómo que no está? ¿Y a dónde se ha ido? Lo hemos perdido en alguna curva… ¿Y ahora qué hago?
- Tranquilo Pepe, tranquilo. Si no aparece que no va a aparecer porque está todo muy oscuro, y cuando vea que no volvemos a por él, pues como es un muerto hecho así mismo se buscará la vida. Mira, para que no te acongojes, seguro que está ya en el cielo hablando de toros con Manolete o alguno de esos, más contento que Ricardito y no aguantando a las plañideras del pueblo…
- Pero, Lola, cómo no les voy a llevar el difunto a la familia… Alma de cántaro resucita…
- No va a resucitar, Pepe, no te empeñes. Ahora vive otra vida y seguro que es estupenda. Y si es por el asunto de la familia, ¿tienes ahí la caja de herramientas?
- ¿Para qué, Lola?
- Mira, ahí hay un conejo atropellado. Le aseamos un poco, lo metemos en la caja de las herramientas y nos vamos para Albillos de Arriba.
- ¿A qué, Lola?
- A entregarles el muerto, Pepe.
- Lola me matas, me matas…
- No mato, Pepe, no mato, revivo… ¡Va por ti, Patrocinio!
6 comentarios:
La fuga de Patrocinio....
Me parece que lo robó Justiniano.
Besos.
jajajajajajajjajajajajaja... Muy ingenioso.
Gracias por compartirlo.
Un fuerte abrazo.
No se quien le robo o si se, lo importante es que le robaron y como dices a lo ultimo lo importante es revivir.Que lindo es pasar por tu sitio,me raconforta leerte,siempre tan bello todo por eso pasare siempre.Esta vez llego deesde Cuentos y Orquideas y de paso invitarte a leer un nuevo cuento,espero te guste y sea de tu agrado.Mucha luz y hasta pronto...
Querida Mª Ángeles, pones sonrisa a los lunes... ¡que es mucho!
Y la foto del "baby"... genial.
Un fuerte abrazo.
Mo se la razon por la que no salio mi comentario de ayer, pero la supongo. Le di a la tecla de borrar en logar de la de incluir.
Era una historia de un vivo-muerto de mu juventud universitaria, cuando los autobuses regionales llevaban encima del capó un banco para pasajeros y un espacio para carga. En la ciudad subieron un ataud vació. Poco despues subió el primer pasajero y como comenzó a llover se metió dentro. Siguieron subiendo paisanos y al cabo de unos kilometros se abrió el ataud, sali un brazo y dijo en mi gallego natal "Xa parou de chover?". Lo que ocurrió despues, fue un desastre. Los demás pasajeros se tiraron en marcha. Menos mal que el bus iba despacio y cuesta arriba y no hubo desgracias graves
Un beso triple a la autora, Lola y Magui Pili
Por ti la vida sin fin,
por ti la vida.
Sin pasar,
sin verte,
sintiéndote.
Así es la sensación de tu susurro.
Así es leerte.
Seguiré escribiéndote.....
Con poemas.
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