LOLA Y LOS ROLLOS

-Mari Pili… tú y yo tenemos un problema. Bueno, para ser precisos tenemos varios, muchos, infinidad.

Debemos tener una pinta lo suficientemente estrambótica que nos coloca el personal cada rollo que se nos pone el pelo multicolor; no necesitamos mechas... Como si no tuviéramos ya suficiente con lo nuestro que ponemos cara de golondrinas apaisadas y ¡hala!, todo el que pasa nos coloca su película, y las hay que mi capacidad inventiva, Mari Pili, que es muy grande, jamás desarrollaría.

Unas penas, unos destrozos, chica, que me dejan sin saliva.

Y, para colmo, como tú y yo poseemos el don de transmisión de datos…, sí, no me pongas esa cara de lechuga victoriana. Quiero decir que tú me cuentas, yo te cuento, nosotras nos contamos…, vamos, que nos transmitimos hasta cuántas veces vamos al baño, pues vivimos doblemente los rollos patateros que nos vienen a contar y hay días que cuando voy a atender a mis propios rollos, estoy ya tan desenrollada que no enrollo los míos ni de coña… ¿No te pasa a ti, Mari Pili?

Y es que hoy el tomate que tengo en casa es fino, Mari Pili, a ver qué opinas… A Pepe se le está yendo la olla por segundos. No es por efecto simpático o como se llame, no. Es que con la crisis la gente no se muere. Mira que hay casos para estirar la pata; pues no. Que nada, que no hay muertos y Pepe con lo sentido que es va de aquí para allá y vuelve como fue. Estoy por desenterrar unos pocos, o matar al gobierno y llevárselos a ver si se le pasa la angustia. Dice que le cierran la funeraria. Para mí que tiene el síndrome Burn out… ¿Qué te dice el cuerpo Mari Pili?... Hija, dime algo. Bueno, da igual, te sigo contando. Es un tipo de estrés generado por la propia exigencia de quien lo padece. Como Pepe se exige diariamente un stock de muertos y no los consigue y como es muy honrado y no mata a nadie para cumplimentar el stock de difuntos y que las finanzas salgan, pues sufre alteraciones rítmicas y a lo mejor va y hace tres veces seguidas pis…

-¿No tendrá la próstata del revés?

-¡Coño, Julito!... Estaba hablando con tu prima.

-Ya, es que no la ves que se ha dormido…

-Pues la estaba colocando mi rollo diario.

-Puedes colocármelo a mí. ¿Puedo pedirme un café?

-Seiscientos, si los pagas tú… Deja, pídete medio café, anda… Estaba diciendo a tu prima que Pepe…

-¿Quién es Pepe?

-Pues mi Pepe, Julito, mi Pepe, coño… Pues que Pepe está abrasadito, quemado, churruscado. Se ha entregado tanto a los muertos que su meta es inalcanzable.

-¿Cumple la normativa, Lola?

-¿Qué normativa, Julito?

-La establecida por los estatutos.

-… Julito los muertos son universales, no se rigen por el estatut catalán.

-Vamos a ver Lola, ¿tu Pepe delega tareas?

-No, nadie da su talla mejor que él.

-¿Respeta el descanso y los horarios?

-Julito, no me enciendas. ¿A un muerto le vas a decir cuando debe morirse?

-¿Asume riesgos y compromisos?

-Todos… Ahora, lleva extintor y caja de herramientas siempre…, ah, y tiritas. Tiene los pies planos.

-¿Dice no con asiduidad?

-A mí y a los niños, siempre, Julito. Eso lo lleva a rajatabla.

-¿Establece fronteras entre el trabajo y la vida familiar?

-¿Fronteras, preguntas? Más grande que la muralla china.

-Está claro, Lola, muy claro…

-¿Sí, Julito? ¿Dónde está la claridad? Yo este asunto lo veo negro, negro.

-Pídeme un café y te explico lo de tu Pepe y lo mío porque lo mío es de un tomate farragoso, de encender el…

-… Ah, no, que no Julito, ni de coña. Para un día que logro colocar yo mi rollo bien enrollado, no me van a desenrollar el de otro… Mari Pili despierta. Paga el café a tu primo y vamonos.

-¿Eh? ¿Qué ha pasado? ¡Coño, Julito!

-¡Priiiiiima! Decía a Lola que…

-No digas nada Julito, con los enrollados de Lola tengo suficiente.

-Pero prima si no la has escuchado…

-Julito, ¿tú sabes que Lola y yo tenemos transmisión de datos y que Lola es tan pesada que hasta dormida la siento?

-¿Y a quién coloco mi rollo?

-Al camarero… ¡Adiós Julito!