-Cal-lo…
-Sí, ¿con quién hablo?
-Soy Lola, Cal-lo, pero no la Flore sino la otra.
-¿De dónde llama, señora?
-Cal-lo, de unos cuántos km de la frontera.
-¿Cuál, Lola, la portuguesa o la francesa?
-La catalana, Cal-lo
-Lola, si allí no hay ninguna frontera. Céntrese, doña Lola.
-Céntrate tú, Cal-lo… Pringao, merluzo, alcahuete. Toa la vida, Cal-lo, haciendo to lo que me pides, que si hay que ir a casa Sebastiá, a casa, Manolo, en ca de tor mundo, Cal-lo, y ahora me insultas diciéndome que me centre. Céntrate tú questás escorao. Pa que sepas que en la TV3 no te sacan,¡ hala!, vete a por otra. No tienes el glamour de Mas ni de Menos.
-Oiga, señora, sin insultar. Yo a usted la estoy tratando
con respeto. ¿Usted, cómo se apellida?
-García, de los García de toda la vida. Anda, Cal-lo, vete
tú a buscarme, falsete.
-Vamos a llevarnos bien, Lola, que nos está escuchando toda
España… ¿Para qué nos llama?
-Pa preguntá, Cal-lo
-¿Y qué nos quiere preguntar?
-Quiero preguntá do cosa… Una, ¿por qué no estás, Cal-lo en
la onda de siempre? Y do, ¿pa cuándo la desconexión?
-Lola, el programa de Carlos Herrera se pasó a la sacristía…
-Amén, Cal-lo. Pero yo donde vivo sólo cojo Radio María y
tanto rosario me oprime.
-Lo siento señora, pero yo ahí no puedo hacer nada.
-¿Cómo qué no, Cal-lo? Pide en la sacristía que te pongan
una paralela.
-¿Una qué, Lola?
-Una ilegal, un espectro, una pirata, una fantasma, yo qué sé cómo se
dice, Cal-lo, o vuélvete donde estabas, coña. Es que en este país todo el mundo
hace lo que se le pone en los tararíes. Mira que me independizo, eh.
-¿De quién se independiza usted, Lola?
-¿De quién va a ser?, de España y de Mariano.
--¿Mariano, su esposo?
-Mi cónyuge se llama Pepe y e funerario, Cal-lo. Yo hablo de Mariano el triste.
-Eso no puede hacerlo, Lola, hay que respetar la constitución.
-Mi cónyuge se llama Pepe y e funerario, Cal-lo. Yo hablo de Mariano el triste.
-Eso no puede hacerlo, Lola, hay que respetar la constitución.
-Anda, éste, con lo que me sale ahora. Lo hacen los
catalanes y, ¿yo, no?
-Doña Lola, los catalanes siguen en su sitio.
-Y yo en el mío, pero independiente, bueno y menos Mari Pili
que se ha quedado en tierra de nadie.
-Sí, Lola, lo que usted diga. Y la segunda pregunta que
hacía al programa sobre la desconexión, ¿en concreto a qué se refiere, usted?
-Con los políticos, Cal-lo, porque yo me pregunto, ¿por qué,
coña, todas las mañanas tienes que llevar a uno de esos y no a mí que podía dar
mucho más juego? El coletas y sucedáneos
hacen llorar y yo al menos hago reír.
-Lola hay que informar a la gente de lo que está pasando. Además
si sólo oye Radio María, ¿cómo sabe a
quién entrevistamos cada mañana?
-Mari Pili me lo cuenta por teléfono, Cal-lo… Mejor puedo
informar yo. Esos sólo salen a la calle cuando hay elecciones y nosotras, Mari
Pili y yo no entramos en casa… ¿A qué no sabes a cuánto venden hoy las bragas de
cuello alto en el mercadillo?, ¿Y el kg de aceite, eh?
-Pues no, Lola, no lo sabemos, pero usted amablemente nos
puede informar ahora…
-Listillo, yo no informo de na gratis. Contrátame de tertuliana y te informo… Ah, en el lote va también Mari Pili.
-Listillo, yo no informo de na gratis. Contrátame de tertuliana y te informo… Ah, en el lote va también Mari Pili.
-Lola, siento no poder seguir con esta conversación tan
grata, pero hay más radio oyentes esperando con una llamada… Un saludo, señora.
-Eh, cómo me cortes la llamada, te corto yo a ti lo fusible,
¿me oyes, Cal-lo? ¿Cal-lo, Cal-lo?
Éste no sabe con quién está hablando, ahora mismo me voy al
seminario y luego al arzobispado y luego a Roma y luego, luego al Vaticano… Bueno, luego ya
veré a dónde voy…
1 comentario:
Me ha gustado mucho tu espacio y las historias de Lola.
Me quedaré por aquí para seguir leyendo.
Muchos abrazos.
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