miércoles, 20 de enero de 2010

ANIVERSARIO DE LOLA

Queridos amigos, para quien no lo leyo, asi comenzo, Lola, hoy es su aniversario...

¡Porca miseria, leñe!... Lo que era y en lo que me he convertido. No soy ni el prototipo de la sociedad actual, no figuro en los manuales. Antes sí. Estaba descerebrada y con múltiples síndromes: el de Mari Pili, Superwoman, Cenicienta…, pero dejé de trabajar y la sociedad dejó de rendirme tributo; me olvidó.

Soy un ama de casa histérica e histriónica.

Antes, tenía un jefe que me chupaba los sesos, me arrastraba por el asfalto doce horas al día en busca del autobús para llegar tarde a todos los lugares de mi vida pero, al final de mes, mi cuenta corriente se inflaba de una ridiculez de sueldo y en la SS existía mi nombre como ente independiente y con derechos. ¿Ahora?... Cada día más peripatética.


Soy muy mal hablada; digo palabrotas constantemente. Al pronunciarlas, siento como si mi impotencia se viera compensada al decir de una manera rotunda: “Tía puta, cabrón”etc… A mi Pepe – mi santo esposo- le pone de los nervios oírme hablar así. Dice que no es de personas educadas, ni es femenino, pero a mí a estas alturas, me importa un carajo ser educada y menos, ser femenina. ¿Para qué me sirve ser mujer?, ¿para ser una puta pringada toda la vida? Estoy hasta el moño de todo y de todos; pero claro, luego pienso en este hombre con el que me casé hace tantos años que ya ni me acuerdo, y me da pena, ¡es tan bueno! Él es, es… un hombre gris y cenizo, de hecho, trabaja en una funeraria, con eso digo todo. Serio, cauto, reflexivo, inteligente, cultísimo… Y yo, la alegría de la huerta, señores. Me he puesto el mundo por montera y me he fabricado mi propio espacio. Espacio ambivalente para que en cada ocasión, yo esté a la altura.... Ejerce de hombre (ya sabéis, de los que explotan a las mujeres, pero de manera sutil, y delicada) y, para colmo, se me ha quedado últimamente impotente, no del pene, que quede claro, sino emocionalmente. Al pobre le ha jodido una tía gorda en el trabajo y, en casa, la sección juvenil le ha metido una goleada mejor que la del Real Madrid. Lo de los monstruos compartidos, le he dicho que no se preocupe, que yo me encargo personalmente de ellos (¡Qué mal miento, dios!), pero el asunto de la gorda, no sé por dónde atacar. Me ha enseñado su foto y cuando la he visto he pensado -no dicho- ¡Date por jodido! Las mujeres somos víctimas, pero la que sale torcida… ¡Coño, coño, coño!


Y, hablando de todo un poco, ¿vosotros tenéis hijos en esa edad tan maravillosa que desequilibra a los padres? Yo recuerdo que si osaba subirme a las barbas de mi padre, me daba una leche que me dejaba como nueva. Vamos, a duras penas me movía en una semana, pero ahora, ¡no hijos no!, estáis muy equivocados, la situación es otra. Ellos no te piden permiso, lo has de pedir tú…, como os lo cuento. Pongo un ejemplo: me encanta recibir noticias de los amigos que viven fuera, y nos carteamos vía e-mail. Entonces yo tengo que decir al monstruo de turno:

-Peluche, si eres amable, -que jamás lo son, os informo de la primera realidad cruda- ¿me podrías dejar el ordenador?

-No tenía que hacer otra cosa.

Así que me tengo que resignar a levantarme a las seis treinta de la mañana, cuando los angelitos están aún dormidos, para escribir a mis amigos, pero mi dicha dura poco, porque a las siete, aparece un tío más grande que un castillo abrazado a su mascota de peluche, ¡manda huevos lo que hay que ver a esas horas!... Ellos son mayores y autodidactas, saben todo pero, de pronto, la niñez llama a sus puertas y no se pueden resistir.

La criatura me pide que no sea egoísta y le atienda porque tiene un gran problema. Como os podéis imaginar, tiro el ordenador y pongo toda mi atención -la que soy capaz a las siete de la mañana-, me quito las legañas de los ojos y le miro profundamente -antes me limpio los oídos para que nada distorsione el sonido- y espero expectante la confesión:

-Mamá, estoy obsesionado, no me lo puedo quitar de la cabeza y sé que me vas a decir que no, pero es que sueño con ello

-¿Qué te martiriza hijo?- pregunto inocentemente.

-Mamá, he visto unos calzoncillos de Kelvin Klein divinos, son muy caros, pero merecen la pena que te esfuerces en comprármelos. He pensado que dejes de comprar filetes durante dos semanas y con lo que te ahorras, puedes comprarlos; podemos comer mientras macarrones- ¡Qué generoso, el niño!, seremos en vez de los García, la familia Macarrón .
A duras penas me repongo del duro impacto que me ha producido la inquietud de mi primogénito, cuando me ataca de nuevo -noto que sus confesiones despiertan a mi estrés muy de mañana- y me dice:

-Mamá, ya sé que tú de elegancia y el vestir bien no tienes ni idea, el buen gusto te lo negó Dios- esta afirmación me jode; no por mi mal gusto, sino por meter a Dios en la pasarela Cibeles que de un momento a otro se va a convertir mi casa…

-Mamá, estoy indeciso, ¿qué me favorece más, el pantalón azul con la camisa pistacho, o con la verde musgo?... Espera, no seas impaciente -me está amenazando- me pongo ambas cosas y opinas- entonces comienza un desfile de modelos con tal rapidez que no asimilo el vestuario.

Por el rabillo del ojo miro el reloj que se acercan sus manecillas a las ocho; la tarifa plana de Internet se acaba… El reloj marca la hora mágica y la joya de mi niño sale disparado o llegará tarde a clase. Al fin, sola me digo, cuando una voz ronca, aguardentosa y desafinada me dice a la oreja:

-Buenos días, Madre.

Doy un salto del susto y me vuelvo. Es mi benjamín. Los pelos le caen lacios por la cara, parece el anticristo.

Con este panorama, termino cazando moscas… si no, al tiempo. Por mucho que me empeñe en ser como la masa incógnita que trasiega por el asfalto, se me ve venir de lejos. Tengo carisma, demasiado, pero si a eso añado que mis amigas están peor que yo, pues el resultado es una jaula de grillos tocando el ukelele y, en los descansos, tomando Limonchelo… Al menos somos originales, ¿no os parece?


Ellas son un abanico de posibilidades aunque quizá la que se lleve la palma es Mari Carmen seguida muy de cerca de mi alma gemela, Mari Pili. La primera defiende un sindicato, no sé de qué, la verdad, pero se la ve realizadísima y yo me alegro aunque el otro día me preocupó sobremanera cuando me dijo:

-Lola, si hicieras lo que yo, verías la vida con más colorido –hablaba con mucha vitalidad.

-Si tengo el arco iris, Mari Carmen, mis horas son un derroche de fantasía; lo que necesito es un poquito de monocromo para estabilizarme.

-Lola, escúchame: debes aprender a tener pensamientos ecológicos –segurísimo que había estado con el señor alcalde hablando de reciclar basura si no, no tenía explicación.

-¿Eh? No tengo sitio para colocar más basura y menos distribuirla en distintas bolsas.

-Ay, Lola, lo que te digo es que tienes que aprender a reconocer tus emociones y gestionarlas –esta criatura se había fumado un canuto…

-Vale, en cualquier ratito me pongo, tú tranquila. Hala, hija, ve con Dios… - colgué el teléfono; me dio mucha lástima una mujer tan estupenda hablando de reciclar pensamientos… Si es que lo que tengo que reciclar es… yo qué sé, no tenía ganas de pensar.


Al rato, llama Mari Pili… otra que…

-Lola, ¿vamos al mercadillo? Voy a devolver todo lo que me compré ayer, me he dado cuenta que no lo necesito.

-Ya, te entiendo, yo también lo quiero devolver.

-¿Te estaba mal?

-No, pero si lo devuelves tú, yo también. Además, me ha dicho Pepe que estoy viciada.

-¿Viciada de qué, Lola? Si es en el único lugar donde nos reímos… si ya sólo nos queda eso… Lola si nos lo quitan, ¿qué haremos? –la chica estaba angustiadísima de repente. Entonces reaccioné.

-Tranquila, siempre tendremos a nuestros maridos- mi tono no fue convincente porque dijo fulminante:

-Me suicido, Lola, que me suicido, ¿eh?

-Y yo contigo, Mari Pili – nos quedamos calladas, pero poco rato porque al segundo dijimos al unísono: “Vámonos al mercadillo cagando virutas”… Por supuesto, nos fuimos; volví como nueva… duró poco, sonó el teléfono:

-Lola, quiero un novio - ¡Joder…! era Pepita que, desde que se divorció, se siente trascendental.

-Pepita, estás muy zumbada, que lo sepas, me preocupas. Te dejo unos días a Pepe, ya verás qué bien. No tengo prisa… tú, hasta que se te pase el mono, bonita –como se quedó muda, colgué.


Menudo día… sonó de nuevo el teléfono:

-Lola, ahora mismo cuelgo la bandera de España en el balcón –era Monchita que le gusta mucho la decoración.

-Me parece una gran idea –le contesté-, Peluche tiene tres en su habitación, le cogeré una, la que tiene el torito.

-Lola, cuelga la auténtica, debemos defender España.

-Ay, Monchita, que no me entero, ¿es que pasa algo?

-¿Qué si pasa, Lola? Que nos disgregan Lola, que nos machacan…

-Ay, Jesús, qué disgusto. Te dejo, voy a forrar la casa entera…


No obstante, entre tanta llamada, echaba de menos a Pichu, seguramente estaría conduciendo, se pasa el día montada en el coche subiendo y bajando niños, para mí que tiene complejo de taxista. Así que la llamé:

-¿Qué haces, Pichu? –es perfecta, según mis hijos, qué asco… Y yo, la jorobada de “Notre Dame”, no te jode.

-Estoy con “la mixmix” –es la máquina infernal que vende Mari Pili cuando no está en el mercadillo-, tengo las dos a pleno rendimiento; he hecho las comidas hasta el 2007… -pobrecilla se le habrá quedado cara de hortaliza con tanto guiso.

-Pichu, deja de cocinar, bonita, es mejor que nos dediquemos a jugar al Bright.

-Lola, si no sabemos jugar.

-Pues al parchís, qué más da, Pichu, pero deja ya el aparato ese, hija, vas a enloquecer…

… ¿Estamos o no estamos más sonadas que el ukelele? Al borde de un ataque de nervios, diría yo… En fin, os dejo, me voy a poner en posición de loto un ratito… Tranquilos, no todas las mujeres están así, sólo unas pocas… redondeando un 98%, nada más.


Por cierto, no os he dicho que me llamo Dolores, pero llamadme Lola; tiene más personalidad, carisma, como que suena a mujer segura y equilibrada, que sabe lo que ha de hacer en cada momento sin que se le mueva una pestaña de su sitio.


8 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Ay que llego tarde...

Felicidades Lola.

Besos.

Juan Duque Oliva dijo...

FELICIDADESS GUAAAPAAA

mapipi dijo...

Cumpleaños Feliz... Y que cumplas muchisimoa mas,, Un beso. Ya recuerdo.

ALBINO dijo...

Ay Lola Lola, que vida llevas. Te cargan todos los problemas familiares, tal vez porque vean en ti a la Sansona de la casa.
Tu tranquila, procura desinhibirte, olvidate de todo.
Y no te preocupes porque tu marido trabaje en una funeraria. Es una labor como otra cualquiera salvo, claro está, que seas el muerto.
Un beso de compensacion y otro para Mari Pili.

Juan Antonio ( Amaneceres mios) dijo...

Felicidades,esa Lola es genial y a ti te viene estupendamente para desahogo personal.El dia que juntemos el arte de tu Lola con la sabiduria de mi Juan va a ser la bomba.Besitos

bixen dijo...

DOLORES

Origen: Latino
Significado: La que se queja
Festividad: 15 de Septiembre
Personalidad: El pragmatismo está siempre presente en sus elaboraciones intelectuales. Trabajo mental paciente y metódico. Capacidad para ordenar y estructurar las ideas, de tal forma que, los resultados sean los que espera.
Tiende a hacer relaciones entrañables de sus relaciones laborales.
Es una persona nerviosa y fácilmente irritable, aunque con autocontrol.
Su concentración mental necesita tranquilidad sentimental.

Tienes un nombre precioso; sólo basta obnubilar sus connotaciones negativas para darse uno cuenta.
Felicidades póstumas (es broma, ¡Dolores!).

Kim Bertran Canut dijo...

Muy buen relato, espontaneo, grato, ameno y divertido...y bien escrito...me gusta la manera de "diario" que se lee con facilidad...abrazos

Xabo Martínez dijo...

Felicidades Lola!!!!! Abrazos. Y pensar que es "solo" el 98% es decir casi nada...


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Una flor para ti.